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Millones por la borda

La nueva presidenta de la Autoridad Portuaria, Carmen Castreño, que ya formaba parte del equipo de Manuel Fernández, su antecesor en el cargo, ha iniciado una serie de comparecencias públicas para alertar de que se acaba el plazo para poder ejecutar el dragado de profundización del río Guadalquivir con financiación europea, salvo que el Gobierno de España consiga una prórroga de Bruselas.

En una reciente conferencia en Antares, la presidenta recordó que la obra del dragado debe estar finalizada y certificada el 31 de diciembre de 2015 para poder cobrar la subvención de 33 millones de euros otorgada por la UE, aunque cabe la posibilidad de obtener la ampliación del plazo en un año a través del Ministerio de Hacienda, hasta el 31 de diciembre de 2016.

Carmen Castreño afirmó que “tirar 33 millones por la borda” le cuesta, aunque quizás no se expresó en los términos correctos, ya que sólo se tira el dinero mal gastado, no el que no se gasta. La nueva presidenta, aunque pretende ser más aperturista y menos intransigente que su predecesor, al final incurre en los mismos tics que aquél al tratar de presionar con la idea de la pérdida del dinero europeo.

FONDOS EUROPEOS

La Unión Europea tiene casi 20 años de existencia en su formato actual y medio siglo desde la creación de las Comunidades Europeas, y si no se aprovechan esos 33 millones de euros en el marco de los actuales fondos europeos, en el futuro seguirá habiendo programas a los que poder acogerse, siempre que el dragado obtenga el necesario consenso y todas las garantías científicas y ecológicas, de los que ahora carece. Dicho de otro modo, es preferible renunciar o que ese dinero decaiga y quede una especie de derecho moral a reclamarlo en el futuro a emplearlo en un proyecto con consecuencias que podrían ser irreversibles y más perjudiciales que el teórico beneficio que se podría conseguir para el puerto de Sevilla.

El puerto y Sevilla son sólo dos elementos más de todos los que tienen intereses en el río, no sus propietarios exclusivos, y por lo tanto hay que manejar el Guadalquivir con una visión integral que tenga en cuenta todo y a todos (resto de municipios ribereños, arroceros, pescadores, Doñana…) y el balance global de beneficios/perjuicios potenciales sin matar la gallina de los huevos de oro, que es el propio río.

Para empezar, como reconoce la propia presidenta, el dragado de profundización cuesta mucho más que esos 33 millones de euros, en concreto 40 millones, más 20 para proteger las márgenes del estuario del Guadalquivir de la erosión después de que el miniplan presentado al efecto por la Autoridad Portuaria fuera rechazado por el Consejo de Doñana por su insuficiencia y carencias técnicas.

¿DESINFORMACIÓN?

Según Carmen Castreño, el problema del dragado no es científico o ambiental, sino de comunicación, debido a la confusión creada por la, a su juicio, desinformación existente. La presidenta asegura que “todos los informes”, técnicos y científicos, incluido el de los arroceros, llegan a la conclusión de que los cambios de salinidad, turbidez y mareas que se producirían por el aumento de caudal del río con el dragado no serían significativos. Asimismo, afirma que la erosión de las orillas no la produce el aumento del oleaje por la navegación, sino la crecida del río por la lluvia cuando el caudal alcanza los 4.000 m3 por segundo.

La presidenta parece que no se ha leído el dictamen que sobre el estado del río elaboró hace cuatro años un comité de expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de universidades andaluzas, que ya querrían que el río llevara con más frecuencia esos 4.000 m3 de agua de que habla Carmen Castreño.

El dictamen no avala la tesis de la presidenta de que no pasaría nada si se hiciera el dragado. Según el CSIC y las Universidades, el río ha perdido el 85% de sus llanuras mareales y un 60% de los aportes de agua dulce debido a las presas construidas a lo largo de su cauce para regadíos. Tendría que transportar cuatro veces más agua (250 m3 por segundo) de la que lleva habitualmente (63 m3/s), aunque el ideal serían 1.000 m3/s, para que se frenaran la salinidad y turbidez.

CAUSAS Y EFECTOS

Esa turbidez es consecuencia de las elevadas concentraciones de materiales sólidos en suspensión. Y como todo en la Naturaleza es una cadena de causas y efectos, el barro y los sedimentos limitan la penetración de la luz y coartan el desarrollo del fitoplancton, cuya concentración es ya en el estuario veinte veces menor que la de otros ríos similares, y hasta cuarenta veces inferior en primavera.

El Guadalquivir se está convirtiendo así en una fuente emisora de gases de efecto invernadero y favoreciendo la formación de ‘zonas muertas’ en el litoral, donde prosperan cianobacterias que acaban introduciéndose en la cadena alimentaria a través de las coquinas y los peces y provocando mortandades como la de Doñana en 2001.

Como durante la mitad de los días del año el río lleva muy poca agua (no más de 25 m3/s) y se han ido perdiendo llanuras mareales y marismas, la marea está favoreciendo la colmatación del estuario y del cauce, y el calado actual para la navegación de los barcos  (de 5 a 6 metros) propende a reducirse a entre 3 y 4 metros. Por tanto, hay que dragar periódicamente para mantener el canal de navegación, con lo que se contribuye a generar esa capa flotante de sedimentos, en un proceso sin fin.

LA ESPIRAL DEL DRAGADO

Según el dictamen del Comité de Expertos, si la dinámica mareal es incapaz de mantener el canal de navegación a la cota de -6 metros, menos lo hará con un dragado de hasta -8 metros. Se entraría en una espiral: la extracción del material del dragado no impediría que el río creara nuevas capas de sedimentos, que saldrían de la erosión de las márgenes.

Aunque los científicos dejan la decisión final sobre el dragado en manos de los políticos, no lo recomiendan expresamente, tanto por sus consecuencias erosionadoras como porque no mejoraría la situación frente a episodios extremos tan habituales en el Guadalquivir, como el incremento de la turbidez y de la salinidad.

Del dictamen se colige que abogan por mantener el dragado de mantenimiento, no dar luz verde a ningún proyecto nuevo, recuperar los llanos mareales de Doñana, crear una Autoridad Única sobre el río para acabar con la dispersión de competencias y reevaluar la situación una vez se recupere el Guadalquivir. Lo más urgente, pues, es esperar, o más bien actuar de inmediato (ya han pasado cuatro años) en el sentido de sus recomendaciones.

EBRO FOODS

Otro que contradice las palabras de Carmen Castreño de que hasta los arroceros creen que no habría cambios significativos en las condiciones del río con el dragado es Antonio Hernández Callejas, reciente medalla de Sevilla y presidente de la mayor multinacional del arroz, Ebro Foods, que hunde sus raíces en nuestra tierra, sin que aquí parezca valorarse lo suficiente.

Hernández Callejas declaró ayer a ABC lo siguiente: “Sé que hay sectores de Sevilla que dicen que si no se draga el río estamos en contra de la modernidad, pero creo que antes de cargarnos el cultivo del arroz y el río hay que hacer estudios más serios sobre el impacto del dragado y sus ventajas económicas. Las últimas tomas de agua están a cuatro gramos de sal por litro, lo que está afectando a más de mil hectáreas de nuestros cultivos. Cada vez cuesta más soltar agua para bajar el tapón salino”.

Aunque las cifras varían de una campaña a otra, el arroz se cultiva en el orden de 35.550 ha (año 2011) a 37.149 (año 2013) en la provincia de Sevilla, la zona arrocera más importante de España, con una producción también variable (360.000 toneladas en 2011 frente a 319.400 en 2013), una generación de 150 millones de euros y 400.000 jornales, entre fijos y eventuales.

Eso sólo en lo que respecta al arroz, sin contar otros cultivos del Bajo Guadalquivir, la pesca, el valor ecológico incalculable de un Patrimonio de la Humanidad como es Doñana…..

Cuando tantas cosas están en juego y los científicos recomiendan que primero hay que recuperar un río agonizante por la intervención humana antes que someterlo a nuevas actuaciones sin garantías de éxito no puede hablarse de que se van a tirar por la borda 33 millones de euros. Al contrario, el riesgo es tirar por la borda todo lo demás.

 

La Ordenanza del Ruido lleva seis meses en vía muerta

El Ayuntamiento aún no ha respondido a todas las alegaciones presentadas

Arguye que la complejidad del tema requiere de un estudio riguroso

Anticipa que el texto aprobado inicialmente será finalmente modificado

El gobierno municipal lleva ya medio año estudiando las alegaciones presentadas por asociaciones de vecinos, colectivos y hasta partidos de la Oposición a uno de sus proyectos más polémicos por la fuerte contestación social que suscitó en su día: la nueva Ordenanza sobre Contaminación Acústica, Ruidos y Vibraciones. El equipo de gobierno expresó en una respuesta a la Comisión de Ruegos y Preguntas que la demora se debe a la complejidad del asunto y a la necesidad de extremar el rigor en el análisis.

El Pleno del Ayuntamiento aprobó inicialmente en julio de 2013 la nueva Ordenanza popularmente conocida como del Ruido, la cual contó únicamente con los votos a favor del grupo Popular y el rechazo de la oposición. A este rechazo político se le unió en la calle el de asociaciones de vecinos y diversos colectivos, como Juristas contra el Ruido y la Plataforma contra el Ruido.

El texto vio la luz con una fuerte polémica tras conocerse que el primer proyecto, redactado por técnicos municipales y que llegó incluso a ser tomado como modelo para su aplicación en toda Andalucía por la Federación Andaluza de Municipios y Provincias, fue desestimado por el gobierno municipal, el cual a continuación gastó 21.000 euros en contratar una asesoría externa para que elaborara un texto alternativo.

El nuevo proyecto fue objeto de un dictamen muy negativo por parte del catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad Hispalense Jesús Jordano Fraga, tras un encargo en tal sentido realizado por asociaciones de vecinos y la Plataforma contra el Ruido. Entre las muchas deficiencias observadas, el dictamen destacaba fundamentalmente tres: no se consideraban los veladores como fuentes emisoras de contaminación acústica, vía libre a que se otorguen nuevas licencias en zonas acústicas saturadas y legalización de actividades emisoras de ruidos en el seno de las viviendas.

El dictamen del profesor Jordano fue tomado como base por entidades ciudadanas para la presentación de numerosas alegaciones antes del cierre del plazo establecido, que se cumplió el 14 de noviembre de 2013.

LENTITUD

Desde entonces ha pasado medio año y el gobierno local, con las elecciones europeas en puertas y las municipales en lontananza, mantiene ralentizado el proceso administrativo e aprobación de un texto que no satisface a los hosteleros, los cuales lo consideran demasiado restrictivo, ni a asociaciones vecinales, que lo ven demasiado permisivo.

Extrañado por esta tardanza, el Grupo Socialista elevó el asunto antes de Semana Santa a la Comisión de Ruegos, Preguntas e Interpelaciones del Ayuntamiento para saber por qué no se había respondido todavía a todos los alegantes, no se había comunicado si se había modificado el texto original y tampoco se había tramitado para su aprobación definitiva en Pleno.

Según la respuesta del delegado de Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, el Servicio de Protección Ambiental no ha podido atender a todos los alegantes debido a que tiene que compaginar sus tareas con el estudio de las alegaciones. El retraso se debe fundamentalmente al “estudio riguroso” de todas ellas. “Dada la complejidad de la materia objeto de la Ordenanza y la importancia que la misma tiene en la sociedad sevillana -afirma el delegado- están siendo (las alegaciones) analizadas y estudiadas para determinar su incorporación al texto….”.

Vílchez anticipa que “lógicamente, del resultado del estudio y estimación de muchas alegaciones, el texto aprobado inicialmente será modificado”.

 

Altadis: Esperado a Godot

El Pleno municipal de abril ha aprobado, con los votos en contra de la Oposición, el convenio con Altadis que permitirá la construcción de tres torres de entre 27 y 30 metros de altura en los suelos de la antigua fábrica de tabacos. Su impacto visual ya fue motivo de preocupación de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, durante la entrevista que mantuvo en San Telmo con Zoido para que éste le explicara la operación urbanística.

El alcalde declaró a la salida del encuentro que “en principio, los edificios que están por detrás del que se construirá (sic) tienen mayor altura que el que se va a levantar, por lo que el impacto visual no será de importancia”. En esa misma línea se expresó en el Pleno el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, al subrayar que los edificios de la glorieta de las Cigarreras tienen 11 plantas (12 si se cuenta la baja), por lo que a su juicio los 30 metros de la torre de Altadis no tendrán un gran impacto en la zona.

PANTALLA VEGETAL

Si un observador se sitúa en el Paseo de las Delicias frente al edificio principal de Altadis, no percibe ningún impacto visual de los que están detrás del complejo industrial pese a tener éste cuatro plantas y algunos situados en esa zona de la calle Juan Sebastián Elcano ocho y nueve alturas, como dijo Zoido a la salida de San Telmo.

Y ello es así porque las cuatro alturas de Altadis equivalen a la de los inmuebles posteriores con el doble de plantas, como ratifica el informe del Servicio de Planeamiento: “El complejo de la fábrica es un recinto cerrado donde en su interior se disponen una serie de edificaciones, siendo la principal el edificio de tres y cuatro plantas de altura (equivalente en metros a seis o siete plantas) construido en el año 1954…”.

El edificio de 11 plantas (12 con la baja) de la glorieta de las Cigarreras (más los siguientes en dirección Suroeste) al que se refiere Vílchez no está detrás del complejo tabaquero, sino a la izquierda del puente de Los Remedios mirando desde el Paseo de las Delicias y su impacto paisajístico es muy perceptible desde la margen izquierda del Guadalquivir cuando el observador se sitúa en la glorieta de los Marineros Voluntarios y su entorno. Ahora bien, cuando el espectador se coloca enfrente de los actuales talleres de Altadis, esa mole queda muy difuminada por la hilera de enormes eucaliptos, aparentemente incluso de mayor altura que aquélla, que separa la fábrica de la multinacional de los jardines de Manuel Arellano.

La existencia de los grandes eucaliptos, unida al hecho de que a partir de la glorieta de las Cigarreras los inmuebles de la avenida presidente Adolfo Suárez se van separando del río progresivamente en forma de curva y ensanchando el campo visual para dejar sitio al recinto de la Feria, minimizan en gran manera su impacto paisajístico desde el primer tramo del Paseo de las Delicias, amén de que están construidos a entre 50 y 100 metros del cauce del Guadalquivir.

REPARCELACIÓN

Sin embargo, la construcción de las tres torres de 27 a 30 metros en el recinto de Altadis obligará, tal como figura en los planos del proyecto del convenio urbanístico y se encargó de subrayar en su día Juan Espadas, portavoz del PSOE, a ocupar la zona verde colindante con el puente de Los Remedios (Jardines de Manuel Arellano y de Manuel Ferrand), ahora calificada como ST-4 y sobre la que en el futuro se alzará un edificio de 27 metros que se “comerá” el actual espacio ajardinado y, presumiblemente, los enormes eucaliptos que actúan de pantalla vegetal.

Difícilmente se conservarán los grandes árboles que tapan la visión de los edificios traseros si, como se prevé, se construye debajo de las torres un parking subterráneo para dar servicio al complejo terciario, con mayor edificabilidad que el AireSur de Castilleja de la Cuesta.

Zoido ya reconoció tras su encuentro con la presidenta de la Junta que habrá un “replanteo” de los jardines, “los cuales no se pierden, sino que se trasladan al interior”. Efectivamente, tal como muestra el plano, se prevé que tras la reparcelación los actuales jardines, desde los que se puede disfrutar de la visión del río, parte de los jardines de San Telmo, el Paseo de las Delicias, el Parque de María Luisa y pabellones del 29 se trasladen y queden encajonados entre las torres de Altadis y los bloques de la calle Juan Sebastián Elcano, por lo que las plantaciones habrá que empezarlas de cero.

NO HAY VETO

Si tenemos en cuenta que las torres irán mucho más cerca del río, el resultado de la operación será que saltarán a la vista también los actuales edificios de 11-12 plantas de la glorieta de las Cigarreras y se formará así un muro-pantalla de torres de unos 30 metros en la margen derecha del Guadalquivir.

Vílchez ha dicho en o tras el Pleno que en el convenio con Altadis el Ayuntamiento se ha reservado expresamente el derecho de veto sobre el diseño final de los edificios que se ubicarán en la parcela con el fin, precisamente, de evitar que se construyan inmuebles que generen un alto impacto visual. El señor delegado se confunde y nos confunde, porque su aserto no responde a la realidad, tal como se comprueba leyendo el texto del convenio elevado al Pleno. No existe tal derecho de veto. Y aunque existiera, versaría en todo caso sobre el diseño de las torres (una mera cuestión estética), no sobre su altura (27 y 30 metros), ratificada en el convenio y que es lo que provoca el impacto visual.

PÉRDIDA INDUSTRIAL

Si se suma la recalificación de estas 3 ha de suelo en números redondos de Altadis a las de 10 ha del puerto que viene en camino para otro complejo terciario en torno a un Auditorio, Sevilla va a perder 13 ha de suelo industrial para destinarlo a usos hoteleros, comerciales y lúdicos que tanto abundan en la ciudad mientras se deslocaliza la industria (Altadis, Danone, Cargill, Panrico, Flex….) y el paro ha crecido en 15.000 personas en el trienio de Zoido hasta afectar a 92.000 sevillanos.

Por éso, en el Pleno el debate sobre la recalificación de Altadis trascendió al plano del modelo de ciudad que tenemos, queremos o necesitamos y hasta dónde nos llevará el más de lo mismo comercio-hoteles-oficinas y el abandono/deslocalización de la industria. Se constató por las declaraciones de Vílchez que el Ayuntamiento carece de iniciativa para paliar la situación y se muestra como un sujeto pasivo que se limita a dar vía libre a proyectos de terceros sin plantearse qué suponen para la ciudad y al presumible objetivo de lograr una economía diversificada y no dependiente del monocultivo comercial y turístico.

POTESTAD PLANIFICADORA

Así, Vílchez destacó que el gobierno municipal ha logrado que en la antigua fábrica de tabacos no se hagan viviendas, como si la decisión sobre el destino de los suelos y la potestad planificadora no dependieran de él y fuera Altadis la que hubiera hecho esa concesión graciable a la ciudad.

El delegado de Urbanismo también declaró: “No ha venido nadie para un proyecto de servicios terciarios avanzados. ¿Qué quieren que hagamos?”. ¿No ha venido nadie o el Ayuntamiento no ha salido a buscarlo ni tampoco se le ha ocurrido que en esos suelos estratégicamente situados y calificados como de uso industrial singular podrían instalarse servicios avanzados en vez de lo de siempre? ¿Para qué sirve entonces pagar un buen dinero a consultoras como Deloitte con el fin de que, supuestamente, capten proyectos de inversión para Sevilla y vender continua y tópicamente nuestra estratégica posición entre el Norte y el Sur y el Este y el Oeste y nuestra calidad de vida?.

El mínimo debate sobre la recalificación de Altadis y el reconocimiento de que no ha venido nadie con una alternativa a los comercios, veladores y mercados gourmet, no de que nosotros no hemos ido a la caza de proyectos de ese tipo,  es la demostración de que Sevilla, poco activa y demasiado pasiva, siempre está, como en la obra de Beckett,  esperando a Godot.

El Jardín Americano o la negación de la evidencia

Zoido declaró hace unos días en el curso de una entrevista que le hicieron en una televisión local y contra toda evidencia que el Jardín Americano , uno de los legados de la Expo-92 dependiente ahora del Ayuntamiento, “no se ha abandonado” a su suerte.

Según el regidor, pese a las dificultades económicas existentes, se están invirtiendo 30.000 euros este año y podado y arreglado las especies vegetales que lo componen. Se deduce por sus palabras que el alcalde hace mucho tiempo que no va por la isla de la Cartuja, ya que le bastaría con cruzar la pasarela sobre el río para que comprobara con sus propios ojos la situación del Jardín, se preguntara dónde se han invertido realmente esos 30.000 euros de que habla y se planteara si no cabría exigir su restitución o al menos responsabilidades a la(s) empresa(s) adjudicataria(s) del mantenimiento de los parques y jardines y las zonas verdes de la ciudad.

UN ‘ESTERCOLERO’

Podríamos remitir al alcalde por ejemplo al blog ‘Cultura de Sevilla’, que el 26 de febrero (tres semanas antes de la entrevista televisiva a Zoido) publicó un reportaje titulado ‘De Jardín Americano a estercolero’, en el que incluyó veintidós fotografías que son otros tantos testimonios de los efectos del vandalismo y del abandono en esta joya botánica de la Muestra Universal: paneles informativos pintarrajeados, árboles secos tirados por los suelos, plantas arrancadas o mutiladas, caminos impracticables, ciaboga convertida en un barrizal, aguas estancadas y putrefactas, mobiliario urbano destruido, basura acumulada….

“Las especies vegetales -podía leerse en el reportaje- subsisten como pueden en las diferentes zonas en que se divide el Jardín. Ya apenas quedan paneles explicativos y los únicos que sobreviven son los árboles ya sin mantenimiento; lo que antes eran arriates repletos de plantas y de flores hoy son descampados de tierra. Esto es una auténtica vergüenza. Para tener esto, casi sería preferible que el Jardín Americano jamás se hubiera abierto al público de nuevo, al menos se habría preservado el ecosistema que se creó allí durante años….”.

Los comentarios de los lectores abundaban en esa misma línea. Así, uno de ellos aportaba el siguiente testimonio: “Realmente patético. Paso a diario prácticamente por allí y el abandono es notorio. Además del vandalismo, aquella zona es un botellódromo permitido y consentido por el Ayuntamiento”.

RECONOCIMIENTO DE VÍLCHEZ

Mientras el alcalde sostenía que el Jardín “no está abandonado”, ese mismo día, en el diario ABC, el delegado de Urbanismo y Medio Ambiente, Maximiliano Vílchez, reconocía que “no se encuentra en buen estado” y que por ello el Ayuntamiento está desarrollando un plan de revitalización, para recuperarlo. Sin ser consciente de ello, Vílchez estaba contradiciendo a Zoido, porque expresarse en términos de recuperación suponía la admisión de la evidencia negada por el alcalde: el abandono de esta joya botánica, debido al cual los vándalos lo han acabado destrozando con total impunidad.

Según Vílchez, el plan de revitalización del Jardín parte de la constatación de que “en otros espacios verdes de la ciudad que gozan de una intensa actividad ciudadana, los actos vandálicos se han reducido de forma drástica, ya que los ciudadanos entienden ese espacio como suyo”.

El delegado de Medio Ambiente ha adelantado que se piensa en medidas como la inclusión del Jardín Americano en el estudio de seguridad que se está realizando en numerosos parques de la ciudad, más presencia policial los fines de semana en horario nocturno, que es cuando se detectan los actos vandálicos, y en especial cuando se celebran eventos en el Auditorio o el estadio ‘Olímpico’, y la organización de actividades para mantenerlo en actividad constante, no sólo a diario, sino también los fines de semana.

RESTAURADO EN 2010

La situación del Jardín anula la habitual coartada del gobierno municipal de achacar cualquier aspecto negativo a la herencia recibida de la etapa de Monteseirín como alcalde, ya que este espacio emblemático se reabrió tras diecisiete años de abandono en abril de 2010, catorce meses antes de que Zoido tomara posesión como alcalde tras una inversión cercana a los 9 millones de euros por parte de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.

Por tanto, el nuevo gobierno local recibió esta zona verde totalmente renovada, y aunque tuvo que realizar una primera operación de desbroce y de poda de grandes árboles, la mayor parte de los daños que ahora sufre se han producido durante el actual mandato, por varios errores clave que Vílchez ha sabido diagnosticar con acierto. Por eso mismo se comprende menos aún la contumacia con que se ha perseverado en ellos hasta que la situación ha pasado a ser de dominio público: dejarlo sin actividad ciudadana y sin vigilancia policial.

NATURALIA XXI

El gobierno anterior encomendó a la Fundación Naturalia XXI la gestión del Jardín y firmó convenios con las dos universidades sevillanas para que los estudiantes pudieran realizar allí prácticas botánicas y actuar como guías voluntarios de grupos concertados de visitantes, por lo que en esta zona verde había una actividad más o menos permanente, esa vida que ahora el Ayuntamiento tanto echa en falta.

Sin embargo, la desertización del Jardín la creó el nuevo gobierno a los catorce meses de su toma de posesión, cuando anunció el fin de las ayudas (170.000 euros en dos años) a Naturalia XXI con el argumento de que se producía “un caso claro de duplicidad de gestión”, ya que no era lógico que la Fundación dirigiera el Jardín cuando sus actividades las podía desarrollar el propio Ayuntamiento a través de la Delegación de Medio Ambiente (jardinería) y Lipasam y la Agencia Local de la Energía (educación ambiental).

EXTERNALIZACIÓN

Casi dos años después, el estado del Jardín demuestra que a la duplicidad de gestión al coste de 85.000 euros pero manteniendo al menos en buen estado general este espacio botánico, le ha sucedido la dejación de funciones tras la externalización en favor de empresas privadas (Fitonovo, la implicada en el escándalo de la operación Madeja, entre ellas) del mantenimiento de las zonas verdes de la ciudad, sin seguimiento por parte del Ayuntamiento de su actuación.

Por ende, al reducir el Jardín a un mero espacio botánico vacío de actividad ciudadana, educativa y ambiental (la labor que realizaba Naturalia XXI) y, para colmo, sin vigilancia policial, el Ayuntamiento ha propiciado por omisión la actuación de los vándalos, con campo libre, y nos ha retrotraído a la situación anterior a 2010, la de los diecisiete años anteriores de abandono.

Un puente para la torre Pelli

Monteseirín dio el 16 de septiembre de 2008 licencia para la torre Pelli, que él y su valido, Manuel Marchena, habían posibilitado metiéndola en el PGOU de la forma sibilina denunciada por, entre otros, el arquitecto Fernando Mendoza y la plataforma Túmbala.

Independientemente de su impacto en la ciudad (mírese bajando el Aljarafe) y de la ‘jibarización’ de su icono por excelencia, la Giralda, el rascacielos se colocó en un punto estratégico tal (la entrada/salida a/desde Huelva/Aljarafe) que no podía sino agravar la congestión de tráfico que desde mucho antes ya sufría la urbe, como recuerda Ecologistas en Acción.

El Plan de Transporte Metropolitano, redactado en paralelo al PGOU que permitió meter por la gatera el rascacielos, ya reflejaba que el tráfico con destino al Centro de Sevilla superaba en un 5% la capacidad de absorción de la demanda de entrada en hora punta. Las previsiones para 2020 estimaban un incremento del flujo de vehículos del 31%, con lo que se superará en un 25% la capacidad de acogida de más coches, si bien el posterior estallido de la crisis ha aliviado esta perspectiva, porque el tráfico ha caído en un 19% en los últimos seis años.

IRRESPONSABILIDAD

Este estudio demostraba la irresponsabilidad de Monteseirín a la hora de meter con calzador un ‘monstruo’ de 48.000 m2 (la torre de 40 plantas más los inmensos edificios Podio de su base para instalaciones comerciales a escasos kilómetros de Ikea, que provocó el ‘atasco perfecto’ poco tiempo después) en el acceso más colapsado de Sevilla.

Al contrario que Monteseirín, que no dudó en paralizar la obra para un nuevo Ayuntamiento impulsado por Soledad Becerril en el Prado sin que las amenazas de Dragados surtieran efecto en su decisión, Zoido no tuvo agallas, pese a su oposición inicial, de frenar el rascacielos cuando llegó a la Alcaldía y se encontraba aún en sus inicios. Por más que le amenazaran oficiosamente con un pleito de 200 millones, ni por asomo se había producido tal perjuicio (en la nota de la licencia de obras se anunció que la inversión sería de 130 millones) y, por otra parte, ninguna entidad se arriesga a malquistarse con una Administración, máxime si ésta sabe jugar bien sus muchas cartas (recuérdese el precedente de Rojas Marcos paralizando la torre de Plaza de Armas).

SATURAR TORNEO

Ahora, como caído de un guindo, Zoido se percata de la “inminente” inauguración de la torre Pelli y le entra el miedo escénico por el efecto añadido que puede tener en la “insuficiente capacidad -y problemas de congestión en horas punta- de la estructura viaria de conexión entre las márgenes de la dársena, la isla de la Cartuja y Torneo”. En su pecado de haber tragado con la herencia envenenada de Monteseirín (al contrario que éste con la de Soledad Becerril) va a cargar ahora con la penitencia de todas sus negativas consecuencias.

Para paliar el caos de (in)movilidad que teme, al alcalde no se le ha ocurrido más que plantearle a la Junta  una modificación del PGOU para sustituir la prevista pasarela peatonal entre la Puerta Real y la isla de la Cartuja por un puente de 280 metros y cuatro carriles para el tráfico rodado al servicio de la torre Pelli, entre la isla y la calle Torneo y embutido entre dos bienes protegidos como el monasterio de Santa María de las Cuevas y el Pabellón de la Navegación, con lo que se acrecentaría el impacto paisajístico asociado al rascacielos y se saturaría el tráfico aún relativamente fluido por la calle Torneo, que habría que cortar con rotondas de acceso al puente y semáforos.

USOS PEATONALES Y CICLISTAS

El Ayuntamiento y parte de la opinión pública se han escandalizado por el hecho de que la Junta haya rechazado el puente con el argumento cierto de que provocaría un mayor uso del vehículo privado (así lo reconoce Zoido, cuando dijo el jueves que el puente “resolverá los problemas de los peatones y los vehículos”) y contraviene el propio PGOU, la LOUA, el Plan de Transporte Metropolitano, el POTAUS y la Estrategia Andaluza de Movilidad, documentos todos que abogan por restringir el tráfico (por su congestión)  y potenciar el transporte público y los medios no motorizados como la bicicleta.

Es curioso que el Gobierno local y sus afines se rasguen las vestiduras por la apuesta de la Junta por la bicicleta y el transporte colectivo como medios alternativos para llegar a la Cartuja  cuando en su propuesta de modificación del PGOU el Consistorio ofrece la posibilidad de reservar la actual Pasarela de la Cartuja para usos peatonales y ciclistas exclusivamente. O sea, si lo dice la Junta es un escándalo, pero no si esa opción, más el puente para coches, la plantea Zoido, a pesar de que a la Cartuja se puede ir perfectamente andando desde el Centro, como preconiza el arquitecto Juan Ruesga, y de que en Sevilla se mueve ya más gente en bicicleta (72.000 desplazamientos diarios de media) que en el Metro (38.446).

PROBLEMAS NUEVOS

Zoido tiene la rara ‘habilidad’ de crear nuevos problemas donde no los había. Prometió más de 30 aparcamientos y en vez de atenerse a su programa se inventó los de la Alameda y el Prado, no previstos. Ahora, en vez de desarrollar el PGOU y su estrategia de movilidad, que dispone para aliviar el tráfico en la Cartuja dos puentes para el tráfico rodado (al Norte de la Barqueta y del Alamillo), dos pasarelas peatonales, dos parkings (en el canal de la Expo y la calle Guadalquivir), la extensión del tranvía a Plaza de Armas y del Cercanías a Blas Infante, más dos líneas de Metro, se inventa otro puente al margen del Plan.

¿Será para que la Junta le diga siempre que no  y así hacerse la víctima política?

Sevilla bluf

El fin de semana se celebró el I Festival de Blues de Sevilla, loable iniciativa que podría
complementarse con uno paralelo sobre Bluf, definido por la Academia como un montaje
propagandístico que, una vez organizado, se revela falso.
Veamos unos ejemplos. El Ayuntamiento lleva casi dos años y medio denunciando el
supuesto boicot de la Junta a la nueva tienda de Ikea y exigiendo su desbloqueo. Una de las
razones por las que no avanzaba la tramitación administrativa era que no se había procedido al
deslinde de las vías pecuarias que cruzan el suelo elegido por los suecos.
Urbanismo presenta las Ordenanzas Fiscales y, según la información oficial, incorporan
por primera vez la asunción por parte de la Gerencia del cobro de la tasa por la ejecución de
deslindes de vías pecuarias, una competencia que -se reconoce- fue asumida por esta
Delegación el 6 de julio de 2012. Lo sustantivo no es que el Ayuntamiento diga que aplicará la
misma tasa que cobraba la Junta de Andalucía, sino que es desde hace 14 meses el
responsable del deslinde sin el cual no se podía construir Ikea, pese a lo cual el aparato
propagandístico municipal culpaba y sigue culpando de cualquier dilación al Palacio de San
Telmo.
¿Y qué me dicen del dragado? Con más ríos de tinta que agua lleva a veces el
Guadalquivir se han escrito durante años los informes y declaraciones inspirados o vertidas
directamente por ciertos lobbies locales para tratar de justificar esta vindicación ‘histórica’, la
cual también ha tomado por bandera Zoido, el cual le montó al ministro de Agricultura y Medio
Ambiente una ‘cumbre’ a tal efecto en su propio despacho de Madrid.
Arias Cañete, que no quiere pasar a la historia como quien acabó con el cultivo del arroz
en el Bajo Guadalquivir y salinizó la marisma de Doñana, ha recordado que las condiciones
para ejecutar el dragado se marcaron en una DIA de hace diez años pero que el Puerto de
Sevilla aún no ha hecho nada. Más que asustar, añado yo, con que se van a perder los fondos
europeos. Será por su causa. No ha presentado ni siquiera el proyecto, pero las fuerzas vivas
llevan un decenio en campaña con el único argumento de que como ya se gastaron 130
millones en la esclusa….
Al puente del ‘Cachorro’, construido en seco, lo calificaron como el de ‘los leperos’
porque primero fue el puente y después el río. Un símil popular igualmente aplicable a la
esclusa, por el riesgo de que a este paso haya esclusa pero se tarde decenios en cumplir los
requisitos para realizar el dragado.

Tres mil millones en Aznalcóllar

La decisión de la Junta de Andalucía de convocar un concurso internacional para la reapertura de la mina de Aznacóllar 15 años después de la catástrofe ecológica provocada por la fractura de la balsa de residuos tóxicos de la explotación gestionada entonces por Boliden ha provocado reacciones contrapuestas entre los ecologistas (WWF se opone y Ecologistas en Acción es favorable, con matices) y que empiecen a hacerse especulaciones, como que en el yacimiento hay 80 millones de toneladas extraíbles, se van a crear 5.000 empleos y sería necesario trasladar el mineral en bruto para ser tratado en Riotinto.

La primera cuestión, y clave además, es discernir si es rentable reabrir la mina, para que su efecto riqueza repercuta no sólo en Aznalcóllar, sino también en la provincia de Sevilla y en Andalucía. José Manuel Cantó, consultor internacional en minería y que con probados conocimientos técnicos ha analizado los aspectos que concurren en este controvertido asunto, empieza por centrarse de entrada en las reservas de mineral que al momento de producirse la catástrofe ecológica de Boliden ya estaban probadas y, por tanto, podrían ser extraídas en Los Frailes: 38 millones de toneladas de sulfuros polimetálicos, esto es con mezcla de diversos metales valiosos (cobre, plomo, zinc y plata) y no de tan sólo uno.

Aunque es muy probable que las reservas sean superiores, para determinar lo cual habría que emprender campañas de investigación, estos 38 millones son la cifra real que hay que tomar como punto de partida para no suscitar falsas expectativas.

 

VALOR ECONÓMICO

Para calcular el valor económico del yacimiento, hay que partir de la ley (contenido metálico) del mineral, que es la siguiente: 0,35% de cobre; 2,17% de plomo; 3,82% de zinc y 60 gramos de plata por tonelada. José Manuel Cantó tomó como referencia las cotizaciones en la Bolsa de los Metales de Londres durante julio para ver a qué precio se pagarían hoy los metales contenidos en Aznalcóllar: cobre, 5.287 euros por tonelada; plomo, 1.559 euros; zinc, 1.405 euros por tonelada; plata, 15,30 euros la onza.

Sin embargo, no todo el metal se logra recuperar en el proceso de flotación diferencial al que deberá ser sometido el mineral que se extraiga. Con la experiencia acumulada en este sentido y a los precios actuales de mercado, Cantó estima que el valor comercial recuperable es el siguiente:

-Cobre: 352 millones de euros.

-Plomo: 772 millones.

-Zinc: 1.224 millones.

-Plata: 752 millones.

Total: 3.100 millones de euros.

 

Estas cifras demuestran la viabilidad económica de la reapertura de la mina y que, contrariamente a la creencia establecida, el cobre no es el metal más interesante, más abundante ni más valioso en Aznalcóllar, sino el zinc. Carece de sentido, pues, la idea de Ecologistas de enviar el mineral en bruto a Riotinto pensando en la existencia allí de un concentrador de cobre. Ni éste sirve ya para tal fin ni el cobre debe ser la prioridad de Aznalcóllar, aparte del encarecimiento que supondría un transporte que multiplicaría los riesgos de accidentes de tráfico y ralentizaría la circulación por el elevado flujo de camiones de gran tonelaje.

 

EL FANTASMA DEL VERTIDO

La segunda cuestión esencial es si con la reapertura de la mina se volvería a correr el riesgo de una nueva catástrofe como la anterior. Preguntémonos primero por qué se produjo la rotura de la balsa de lodos tóxicos. Porque se construyó sobre un suelo inestable geológicamente; se almacenaron los residuos en forma húmeda; se vertieron piritas flotadas, de gran peso específico y se recreció la balsa para que albergara el doble de toneladas de su capacidad inicial. Todo ello contribuyó a acabar con la capacidad de resistencia del terreno, que al deslizarse fracturó la presa y provocó el vertido.

Este riesgo se minimizaría si el suelo elegido para una hipotética nueva balsa fuera geológicamente estable y no se almacenaran en ella residuos húmedos, sino secos y/o inertizados o, mejor aún, se adoptara un sistema de explotación que no requiriera de presa de residuos, como es el hidrometalúrgico de Cobre Las Cruces. O que en vez de mediante a cielo abierto el mineral se extraiga de forma subterránea con acceso a las vetas a través de pozos de profundidad.

Es el caso de la mina de Aguas Teñidas, en Almonaster (Huelva), cuya compañía extrae anualmente en subterráneo 2,2 millones de toneladas de mineral y va rellenando la explotación con los restos una vez beneficiados los metales existentes y ya secos. No es descartable, pues, un cambio en la metodología de extracción, aunque ‘a priori’ resultara aparentemente más cara: de corta a cielo abierto a galerías subterráneas, al modo tradicional.

Una garantía de seguridad añadida sería construir la planta de tratamiento del mineral no en Riotinto, como preconiza Ecologistas en Acción pensando en evitar riesgos a Doñana, sino en un complejo minero aún más cercano: Cobre Las Cruces.

Cantó estima que la planta de procesamiento actual de la mina de Gerena deberá ser cambiada en unos años, cuando haya que tratar no el cobre secundario actual y más cercano a la superficie, sino el primario, sito a más profundidad y contenido en un mineral de las mismas características que el de Aznalcóllar, por lo cual podría construirse una planta para el uso compartido de las dos minas sevillanas.

Y en cuanto a los empleos posibles, los 5.000 de que habla Comisiones Obreras es una exageración andaluza. Tomemos como referencia Aguas Teñidas: cinco años después de su reapertura tenía 443 empleados en nómina y había generado 1.200 empleos inducidos.

Sin (2)

Crónicas periodísticas han reflejado la visita de Zoido al Parque de María Luisa, previamente sometido a un zafarrancho de limpieza y a un lavado de cara,  en los términos que a continuación se exponen. El alcalde anunció un plan para rehabilitar el Parque de cara al centenario de su cesión por la Infanta a la ciudad, que se conmemorará en 2014, pero sin ofrecer detalles sobre cómo y de dónde saldrán los fondos. El alcalde anunció que el Parque será escenario de actividades culturales, deportivas y escolares, sin precisar ninguna de ellas. El alcalde volvió a anunciar el programa para la vigilancia del recinto y de la Plaza de España, pero sin aportar fechas ni desarrollo pese a que los destrozos vandálicos vuelven a ser  visibles en la obra de Aníbal González.  O sea, lo mismo que ocurre en tantos otros aspectos y ocurrió en el reciente debate sobre el estado de la ciudad: anunció una rebaja generalizada de los impuestos pero sin concretar en qué cuantía. Me da la impresión de que en Sevilla hemos pasado de un sin alcalde (Monteseirín) a un alcalde sin (Zoido).

La serpiente

La culebra avistada en el Parque Amate se ha convertido, al igual que otrora la boa de la Sierra Norte, en la serpiente del verano, pero de carne y vértebras. Si el ofidio es inofensivo, de una especie protegida y no venenoso, ¿por qué intentan cazarlo, infructuosamente?. Sé de unos campesinos en cuyo cesto de la ropa anidaba una culebra a la que tenían en alta estima como animal doméstico porque gracias a ella ningún roedor devoraba sus plantas. Marcos Pantoja, el niño selvático de Sierra Morena, auténtico Tarzán andaluz descubierto por Gabriel Janer Manila, rememoraba cómo una bicha le llevó en su boca las hierbas con que sanó de una enfermedad. Si dejaran en paz a la culebra en vez de aplicarle la consabida leyenda negra, no habría más ratas en el Parque Amate y sus alrededores. Dicen que no han podido atraparla porque los del Zoosanitario van a buscarla por la mañana y el ofidio sólo sale de su refugio por la noche (extraño en una especie de sangre fría,aunque con esta ola de calor….). Claro, en la Naturaleza los animales no tienen horario de funcionarios.

 

Sol ‘made in’ Sevilla

El en su tiempo popular compositor y cantante argentino, Luis Aguilé, compuso una canción titulada ‘El sol español’ porque sostenía que el único adjetivo relacionado con una nacionalidad del mundo que rimaba con el nombre del astro rey era el gentilicio de España.

Que, al menos en Europa, el sol es español no es sólo por una cuestión poética, sino por razones geográficas y climáticas. La Agencia Estatal de Meteorología realizó un ‘Atlas de radiación solar en España (1983-2005)’ en el que se demuestra que los valores máximos de irradiación se producen en Andalucía y Murcia; los mínimos, en la costa de Galicia, el norte de la cordillera Cantábrica, País Vasco y La Rioja; y los intermedios, en el centro de la Península.

En el mapa referido al verano es impresionante observar el país coloreado en rojo intenso, salvo la cornisa cantábrica, con un importante aumento de la irradiación solar en el valle del Guadalquivir y en las provincias orientales de Andalucía. Se puede pasar de valores medios de la irradiación global en el conjunto del año de 5 Kilovatios hora por cada m2 y día en la provincia de Sevilla a más de 8 kWh/m2 en plena canícula.

EL PARQUE SOLAND

Si el sol, como cantaba Aguilé, es español, más aún es andaluz y sevillano. Por éso es hasta cierto punto incomprensible que se haya tardado tanto en promover un Parque Tecnológico Solar, Soland, por parte de la Junta  en Sanlúcar la Mayor (‘Lugar del Sol’, para los romanos) y a la sombra, valga la metáfora, del complejo termosolar que Abengoa ha ido construyendo en esta localidad, si bien hay que reconocerle al Gobierno andaluz la creación del CTAER para toda la comunidad autónoma.

La multinacional sevillana, primera empresa del mundo en operar comercialmente una central termosolar, la PS-10 (febrero 2007), también ha sido la pionera en instalarse en Soland con un edificio de 3.500 m2 destinado a la I+D+i en energía solar, inagotable, limpia, reductora de nuestra tradicional dependencia de las energías de origen fósil de importación y coadyuvante a la lucha contra el cambio climático al no emitir CO2 a la atmósfera.

El paralelismo entre lo que ya es Aerópolis para el sector aeronáutico andaluz y lo que puede ser Soland para el sector solar es evidente si se cumple el objetivo de ir captando la industria auxiliar vinculada al sol en torno a Abengoa, que haría el papel de empresa tractora, el mismo que Airbus en Aerópolis y la PSA y el CTAER en Almería. Para ello, en el Plan de Ordenación del Territorio del área metropolitana (Potaus) se han reservado como zona de oportunidad 200 ha de suelo, a fin de acoger las empresas relacionadas con la energía solar y que desarrollarían de esta manera sinergias entre ellas.

MIOPÍA ANTISOLAR

Cabe preguntarse si esta tardía apuesta y este Parque Tecnológico Solar más futurible que presente no son más que la consecuencia de la miopía del Gobierno de la nación al cercenar el desarrollo de las energías renovables en general y de las solares como la fotovoltaica, y especialmente la termosolar, en particular. Una política de recortes que afecta directísimamente a Sevilla, pese a que la opinión pública, y parece que tampoco la clase política y los sindicatos, no es consciente de nuestro enorme potencial ligado al sol.

De las 45 centrales termosolares en funcionamiento en España, con una potencia global de 2054 MW, 10 (el 22% del total) están en nuestra provincia: cinco, en Sanlúcar la Mayor, operadas todas por Abengoa (PS10, PS20, Solnova 1, 3 y 4); dos (Helioenergy 1 y 2), en Écija, por Abengoa y la alemana E.ON; una en Morón, operada por Ibereólica, Generavante e IRCP; otra en Lebrija, la denominada Lebrija 1, propiedad de Valoriza y Siemens, y la multipremiada Gemasolar, en Fuentes de Andalucía, gestionada por Torresol, sociedad mixta de la vasca Sener y Masdar, la compañía de energías alternativas de Abu Dhabi para no depender exclusivamente del petróleo.

A estas diez centrales habrá que unir otra aún en construcción en Morón de la Frontera, la denominada Arenales, propiedad de OHL, Steag y RREEF.

INVERSIÓN SIN PARANGÓN

Si tomamos como referencia esta última central, compuesta por un campo solar de colectores cilindro-parabólicos con una superficie de 510.020 m2, equivalente a la de 71 campos de fútbol, y un sistema de almacenamiento en sales fundidas que permitirá verter electricidad a la red durante siete horas aunque sea de noche y no luzca el sol, tendrá un coste de 315 millones de euros, con lo cual podríamos estimar que el conjunto de las termosolares ha generado para Sevilla una inversión de unos 3.000 millones de euros en números redondos. ¿En qué otro sector puede hallarse una cifra similar?

Item más, la experiencia acumulada con sus termosolares en nuestro territorio le ha permitido a Abengoa convertirse en líder termosolar mundial. Sólo los dos últimos ejemplos en esta trayectoria. Hace cuatro meses se inauguró en Abu Dhabi la mayor central solar cilindroparabólica del planeta, de 100 MW, en que la empresa sevillana participa con un 20%, y el mes pasado Abengoa fue seleccionada por Israel para levantar en el desierto del Neguev la mayor termosolar de ese país.

Nuestras termosolares ya suplen a la cerrada nuclear de Garoña y en pocos años, merced a la curva de aprendizaje, podrían competir sin necesidad de primas con las energías fósiles extranjeras, por lo que es más incomprensible aún que España cambie las reglas del juego y coarte su desarrollo, el cual tuvo su cuna en Sevilla pero que no está asegurado ya en nuestro país. ¿Hasta cuándo el sol seguirá siendo español?