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Valeriano Ruiz emprendió su definitivo viaje al sol y la eternidad

Se me ha ido, se nos ha ido -porque creo que su obra y su legado nos pertenecen y nos benefician a todos- definitivamente Valeriano Ruiz Hernández. A partir de aquí, si quisiera añadir todos sus títulos, méritos y obra del que entre otras muchas cosas fue alcalde de Mairena del Aljarafe, catedrático de Termodinámica de la Universidad de Sevilla y presidente de Protermosolar, necesitaría otro artículo para enumerarlos.

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Cuando Susana Díaz era presidenta de la Junta de Andalucía sostenía que a Abengoa tenían que salvarla los bancos

Cuatro años de la crisis de la multinacional coincidieron con Díaz en San Telmo, tiempo en que el Gobierno socialista tampoco halló la fórmula de ayudarla de forma directa

Un alto cargo de Pedro Sánchez declara que hay que evitar crear una economía subvencionada y conceder el dinero a dedo

La multinacional sevillana Abengoa, cuya cotización en Bolsa llegó a superar los 3.000 millones de euros, tenía un tremendo talón de Aquiles: había contraído una inmensa deuda de 25.000 millones de euros para financiar su apuesta prácticamente a una sola carta, la de las energías renovables (llegó a tener la mitad de las plantas termosolares del mundo).

Y justamente esa enorme deuda fue la causa de su hundimiento y de la crisis que arrastra desde hace seis años, que la tiene al borde de la quiebra. La desconfianza de los mercados y de la banca acreedora se desató en noviembre de 2014, cuando se descubrió la ingeniería financiera que aplicaba la empresa para contabilizarla.

A partir de ese momento, pese o quizás por los cambios en su cúpula directiva con la salida del CEO Sánchez Ortega y hasta del propio Felipe Benjumea, las dudas sobre su real estado financiero se acrecentaron, dudas que no despejó, sino todo lo contrario, el anuncio de una ampliación de capital por valor de 650 millones de euros.

Felipe Benjumea, ex presidente de Abengoa

Tras el fracaso de una operación de rescate por la compañía Gonvarri, finalmente Abengoa solicitó preconcurso de acreedores el 25 de noviembre de 2015, con un pasivo entonces de 27.350 millones de euros.

La crisis de la multinacional sevillana, de la que fueron despedidos miles de trabajadores, coincidió con cuatro años del mandato de la socialista Susana Díaz al frente de la Junta de Andalucía (septiembre 2013-enero 2019).

Díaz dice ahora que no se puede dejar que Abengoa se vaya a Valencia «por la incapacidad del Gobierno andaluz» de coalición PP-Ciudadanos. La ex presidenta ha tachado de «muy negligente e irresponsable» a su sucesor, el popular Juanma Moreno, por no querer actuar y concederle los 20 millones de euros que la compañía le pide como aportación a su plan de salvación (el tercero ya en tan sólo cinco años, porque Abengoa se ha convertido en una trituradora de dinero ajeno).

Susana ha añadido que «vienen 380 millones del Gobierno de España a Abengoa y el de Moreno Bonilla, que le prometió su apoyo, ahora no cumple lo pactado».

Cabe preguntarse, pues, qué ayuda directa así como a fondo perdido (no incentivos a inversiones o subvenciones a proyectos concretos o de I+D+i) concedió Susana Díaz a Abengoa en los cuatro años de su presidencia en la Junta de Andalucía que coincidieron con la crisis de la multinacional aún con sede en Sevilla. Yo he tirado de hemeroteca y no he encontrado ninguna.

Sí he hallado unas declaraciones que hizo durante una visita a Estepa el 26 de noviembre de 2015 y en las que apeló a la banca, e incluso -cómo no- al Gobierno de Rajoy, para que «por responsabilidad social y compromiso» solucionara la crisis de la compañía y no permitiera «que sufra una empresa tan importante en Andalucía y España, que tiene tecnología, producto y capital formado (sic) de primer nivel».

Susana Díaz, durante su visita a Estepa en noviembre de 2015, cuando pidió que la banca salvara a Abengoa

Susana Díaz expresó entonces que «el Gobierno central, el actual y el que haya tras las elecciones del 20 de diciembre, tiene que estar de la mano del Ejecutivo andaluz, que ha estado «encima» de esta empresa.

¿Y en qué aportación económica directa a Abengoa , la misma que ahora pide Susana Díaz a su sucesor, se tradujo el hecho de que el Gobierno socialista andaluz estuviera «encima» de la multinacional? La respuesta es, salvo que se demuestre lo contrario, ninguna. Si Susana Díaz no pasó de la palabra a los hechos y desvió la atención y la responsabilidad (¿responsabilidad con unos impagados de 9.000 millones de euros por parte de Abengoa?) a la banca acreedora, ¿cómo ahora insiste una y otra vez en que la Junta haga lo que ella no hizo y le dé 20 millones a la multinacional?

NO A LAS SUBVENCIONES A DEDO

Por cierto, el pasado día 26 de noviembre, Manuel de la Rocha, director del Departamento de Asuntos Económicos en el Gabinete de la Presidencia del Gobierno del socialista Pedro Sánchez, declaró que los fondos europeos se destinarán «a financiar inversiones que conlleven inversión privada, no para subvencionar a nadie ni para conceder a dedo», y que se canalizarán a través de convocatorias «abiertas, competitivas y transparentes».

Manuel de la Rocha, alto cargo de la Presidencia del Gobierno de Pedro Sánchez

De la Rocha afirmó que hay que evitar crear «una economía subvencionada» y explicó que hay una serie de procedimientos, filtros y criterios establecidos por los que se requiere que haya inversión, concurrencia competitiva y superar las reglas del marco de ayudas de Estado, «que -añadió- impide subvencionar cualquier cosa».

¿Ha tomado nota Susana Díaz -y también Juanma Moreno, que dudo mucho que no acabe encontrando la fórmula mágica que dice no haber hallado hasta ahora para darle los 20 millones a Abengoa- de las palabras del alto cargo de Pedro Sánchez sobre que hay que evitar crear una economía subvencionada? Una economía como, por ejemplo, la de los ERE.

Urbanismo tumba una reclamación de 23,3 millones de los Benjumea

TAMBIÉN LOS JESUITAS

 

El ‘pool’ de dueños de los suelos exige la anulación del convenio firmado en tiempos de Monteseirín

 

CAUSAS

Culpan a la Gerencia de los problemas por la SE-30 y SE-20 y la afección acústica del aeropuerto

RECHAZO

Urbanismo les acusa de no subsanar los problemas, pese a conocerlos, y pretender un enriquecimiento injusto

 

La Gerencia de Urbanismo ha rechazado la reclamación presentada en nombre de los dueños del Buen Aire por la promotora inmobiliaria de la familia Benjumea, antigua propietaria de Abengoa, para la devolución de 23.367.643 euros a cuenta del convenio urbanístico firmado durante el mandato de Monteseirín, el cual habría utilizado esos fondos y los de otros convenios similares en la construcción de las Setas de la Encarnación.

Frente a la exigencia de Iniciativas de Bienes Inmuebles (Ibisa) en nombre de la familia Benjumea y de otros grandes propietarios, como la Compañía de Jesús, del sector del Buen Aire, la Gerencia de Urbanismo sostiene que no ha incumplido los compromisos que asumió en el convenio urbanístico que ambas partes firmaron el 4 de septiembre de 2003 (durante el mandato de Monteseirín) para el desarrollo urbanístico de los terrenos, y menos que proceda reintegrar las cantidades que aquéllos aportaron para la adquisición de los sistemas generales e indemnizarles por los daños.

Como se recordará, aprovechando la paralización de los proyectos inmobiliarios en Sevilla debido al estallido de la crisis económica en 2008, Monteseirín destinó el dinero de los convenios urbanísticos, y presuntamente también el del Buen Aire, a terminar la construcción de las Setas de la Encarnación para poder inaugurarlas antes de la conclusión de su tercer mandato y de las elecciones municipales de mayo de 2011.

Urbanismo desestima la reclamación de la familia Benjumea y del resto de propietarios con el argumento de que los suelos mantienen la clasificación de urbanizables ordenados para la construcción de viviendas y el desarrollo de actividades económicas y que el Plan Parcial sigue en disposición de ser aprobado de forma definitiva, por lo cual y en caso de aceptar la exigencia se podría generar un enriquecimiento injusto de los propietarios.

La Gerencia rechaza a los reclamantes que traten de “hacer confundir la inevitable complejidad del proceso con una imposibilidad definitiva de ejecución de las previsiones del Plan General”.

 

QUINCE AÑOS

 

El rechazo de Urbanismo supone un duro golpe para la familia Benjumea, que tras haber perdido Abengoa se ve atrapada a través de su sociedad patrimonial inmobiliaria Ibisa en el bloqueo urbanístico de la Hacienda del Buen Aire, cuyos derechos habría utilizado también como aval ante los bancos acreedores de Abengoa para el mantenimiento del escaso porcentaje de acciones que le ha quedado en la histórica compañía de Palmas Altas.

Los Benjumea y el resto de propietarios, incluida la Compañía de Jesús, firmaron en septiembre de 2003 con la Gerencia de Urbanismo un convenio para el desarrollo urbanístico del Buen Aire ante la previsión de que se pasara de Suelo No Urbanizable a Urbanizable en el nuevo PGOU que entonces estaba redactando Fustegueras (se aprobó en 2006) y para su “correcta integración en el proceso urbanístico”, y aportaron al Ayuntamiento más de 11 millones de euros para la financiación de los sistemas generales.

Sin embargo, desde diciembre de 2013 (diez años después) vienen exigiendo sin éxito la resolución del convenio y la devolución del dinero, más otras cantidades en concepto de intereses y daños y perjuicios, por sentirse engañados por el Ayuntamiento ante la supuesta imposibilidad de construir las 2.096 viviendas autorizables, más espacios para actividades económicas, debido a los posteriores problemas de acceso y enlaces surgidos con las rondas SE-30 y SE-20, y a los informes negativos de la Dirección General de Aviación Civil por el impacto de las futuribles viviendas y espacios comerciales en el cercano aeropuerto de San Pablo y la trayectoria de los aviones durante el despegue y aterrizaje.

Urbanismo rechaza las exigencias de los propietarios con el argumento de que fueron conocedores desde el principio de los problemas de acceso y de huella acústica existentes y de que en todos estos años aquéllos no han hecho nada por cumplir las recomendaciones técnicas de la Dirección General de Aviación Civil.

“Los propietarios son los principales responsables de que el Plan Parcial no haya podido ser aprobado, al no haber sido diligentes atendiendo las consideraciones de los informes sectoriales”, concluye la Gerencia de Urbanismo.

La reclamación económica de los propietarios

Desde diciembre de 2013, los propietarios de los suelos de la Hacienda del Buen Aire exigen al Ayuntamiento que declare resuelto el convenio urbanístico que firmaron el 4 de septiembre de 2003 para facilitar la formulación y ejecución de la Revisión del Plan General de Ordenación Urbana (2006) y, en consecuencia, la devolución de las siguientes cantidades:

-Por la financiación de la adquisición de terrenos calificados de sistemas generales exteriores al área de reparto y de ejecución de sistemas generales del nuevo PGOU, 11.029.015 euros (aunque en esta cifra hay algunas discordancias entre los propios dueños).

-Por los intereses legales devengados desde entonces, 3.749.588, 79 euros. Esta cantidad ha sido actualizada hasta 5.243.863 euros.

-Por los daños y perjuicios causados por los gastos asumidos, 7.094.765 euros.

En total y en números redondos la reclamación asciende por ahora a 23.367.643 euros.

Urbanismo fue dando largas a los propietarios mediante una resolución de 4 de marzo de 2014 en virtud de la cual suspendió el plazo para resolver su solicitud, suspensión que a base de diversas prórrogas se ha prolongado hasta ahora, cuando ha acordado desestimar la reclamación, por lo que a los dueños de los terrenos sólo les cabe ya recurrir a los tribunales ordinarios.

Más de 2.000 viviendas para los dueños del Buen Aire

La Compañía de Jesús es la principal propietaria de los terrenos calificados como urbanizables en el sector del Buen Aire, aunque la voz cantante de la recla

mación ante Urbanismo la haya llevado la familia Benjumea, con la que mantiene una estrecha relación desde los tiempos del patriarca, Javier Benjumea Puigcerver.

La relación de propietarios de los suelos en conflicto con el Ayuntamiento 

es la siguiente:

-Compañía de Jesús. Provincia Bética 196.982 m2

-Iniciativas Concertadas 139.387 m2

-Iniciativa de Bienes Inmuebles (Benjumea) 106.102 m2

-Urbanismo Concertado (Urconsa) 106.102 m2

-Urbanizadora del Aljarafe (Urdasa) 100.000 m2

-Comunidad de Bienes Herederos de

José García Carranza y Araceli Benjumea   51.237 m2

-Cabenin S.L.     2.986 m2

 Total propiedades 702.796 m2

 Urbanismo les reconoció en el PGOU el derecho a construir en esos suelos 2.096 viviendas, más 18.549 m2 de edificabilidad para actividades económicas (comercios, hoteles, oficinas…).

Los propietarios, por su parte, se obligaron a financiar con 2.824.264 euros parte de la adquisición de los terrenos calificados como sistemas generales exteriores al área de reparto y con 8.204.751 euros (a razón de 21,035 euros por m2 edificable atribuido por el PGOU a los terrenos) parte de la ejecución de los nuevos sistemas generales.

Presentación del libro «Abencrash. El ocaso de Abengoa», obra de Carlos Pizá

El pasado 20 de diciembre de 2016 tuve el honor de presentar en el club empresarial Antares, de la Cámara de Comercio de Sevilla, el libro del periodista Carlos Pizá «Abencrash. El ocaso de Abengoa», con estas palabras:

«Muy buenas noches a todos y especialmente a Francisco Herrero y a todo su equipo de la Cámara de Comercio, que han tenido la gentileza de cedernos este espacio para la presentación del libro que aquí nos congrega.

Yo sólo quiero decir cuatro palabras.

1.- Las primeras, sobre sobre CARLOS PIZÁ

Antes que aquí esta noche y antes que en Viva Sevilla, Carlos Pizá y yo coincidimos en Diario de Sevilla, pero él no estaba entre los fundadores del periódico.

Llegó años después, en las siguientes hornadas de periodistas, y cuando ya habían dividido la Redacción en dos plantas.

El se quedó en el piso de arriba, el más cercano a, como suele decirse, la planta noble.

A mí me dejaron en la planta inferior, la más cercana a la puerta de la calle: toda una premonición.

A pesar de nuestra separación física, supe apreciar que aquel joven periodista, bueno, ya no tanto, apuntaba buenas maneras.

Pero entre que a mí me quitaron del medio y que él se acabó yendo del periódico, no pudimos trabajar mucho tiempo juntos y menos codo con codo, como ahora.

Sin embargo, yo me quedé, como suele decirse en términos coloquiales, con la matrícula de aquel redactor de una sección tan especial y especializada como Economía.

Así que cuando siete años después –siete, el número mágico-. se decidió la creación de la sección de Economía regional en Viva Sevilla, el medio del que ahora soy consejero editorial, pensé en fichar como responsable de la misma a Carlos Pizá.

Tuve que hacer algunas gestiones para conseguir su teléfono y localizarlo en Madrid, y, claro, eso equivalió a levantar la liebre entre mis interlocutores.

Cuando revelé mi intención de incorporarlo, alguien me dijo lo siguiente:

-¡Es que es demasiado osado!

Si hubiera tenido alguna duda, que nunca la tuve, aquel calificativo me las habría disipado de golpe.

Osado deriva del verbo osar, que según el Diccionario de la Real Academia significa “atreverse, emprender algo con audacia”.

En esta hora crítica del periodismo, al que más de uno da por muerto, necesitamos más que nunca periodistas audaces, atrevidos, valientes, incluso rayanos en lo temerario, porque ustedes no estarían aquí hoy si este libro fuera una recopilación de notas de prensa del Ayuntamiento, ¿verdad?, sino porque esperan las revelaciones periodísticas del autor sobre la multinacional por excelencia de Sevilla. Esta es la fuerza del periodismo puro, del puro periodismo.

Recordarán que cuando España ganó el campeonato del mundo de baloncesto en Japón, durante la celebración del título el seleccionador, Pepu Hernández, subrayó pronunciando sílaba por sílaba la palabra BA-LON-CES-TO.

Pues aquí estamos por el PE-RIO-DIS-MO, por el periodismo de investigación, no por otra cosa.

Siendo director de Diario de Sevilla, en cierta ocasión fue a verme a mi despacho un gran empresario de esta ciudad, a quejarse por el tratamiento informativo de uno de mis mejores periodistas, que había revelado la inconfesable intención de aquél dar un pelotazo urbanístico en la Cartuja.

Según el empresario, el periodista tendría que haberse limitado a grabar lo que él declaraba y a reproducirlo literalmente en el periódico, pero nada más.

Y entonces yo le respondí:

-O sea, tú lo que quieres es un periodista “play”, que graba y le da al botón de reproducir y que carece de capacidad de pensar por sí mismo, de analizar y de poner las cosas en su contexto para que las comprenda la gente.

Carlos Pizá no es un periodista “play”, sino de esos periodistas audaces que investigan y sacan a la luz lo que otros no quieren que se sepa.

De los periodistas que se arriman al toro para sacar la noticia y que vuelven a arrimarse de nuevo, no importa las veces que ese toro haya podido empitonarlo.

¡Y qué grandes faenas periodísticas ha hecho Carlos Pizá en este último año! No sólo las numerosas dedicadas a Abengoa, fruto de las cuales es este libro, sino también las de Airbus, cuando reveló el problema de los motores que funcionaban al revés; las de Carbures, las de Covap, las de las luchas de poder en el seno de empresas familiares y muchas otras.

Quiero darle las gracias a Carlos por todo este año en que hemos disfrutado trabajando juntos en aquello con que nos hierve la sangre: haciendo puro periodismo, periodismo de investigación.

No sé qué podrá pasar en el futuro o a dónde nos llevará la vida, pero, pase lo que pase, te digo una cosa, Carlos:

-¡Que nos quiten lo bailao!

2.- PALABRAS SOBRE EL LIBRO

Mis segundas palabras versan sobre su libro.

He sido privilegiado testigo desde primera hora de la intención del autor, con la visión que le caracteriza, de convertir en libro la crónica periodística del derrumbamiento de Abengoa.

Contaba un antiguo colega nuestro llamado Frederick Forsyth que se encerró durante un mes en una habitación, echó la persiana para que nada le distrajera, se colocó delante de un flexo y de una máquina de escribir y que cuando se levantó había acabado una novela que fue un best-seller mundial: Chacal.

Carlos Pizá ha hecho algo parecido el pasado verano. Aprovechó su mes de vacaciones para enclaustrarse y escribir este libro, “Abencrash. El ocaso de Abengoa”, al que le deseo la misma trayectoria que al de Forsyth, porque tiene de todo:

Luchas cainitas entre hermanos, guerras de poder en los Consejos de Administración, traiciones, deserciones, ingeniería financiera, maniobras bursátiles, cuentas irreales, engaños, situaciones ridículas cuando no hilarantes, macroeconomía…. tiene tantos tintes novelescos que podría calificarse hasta como la narración de un Falcon Crest a la sevillana.

Aparentemente corto, es tan sumamente denso que hay que digerirlo con tiempo y tranquilidad para poder absorberlo todo.

Les invito a disfrutarlo como yo lo he disfrutado.

3.- PALABRAS SOBRE EL EDITOR

Mis terceras palabras son para el editor del libro y del grupo Publicaciones del Sur, José Antonio Mallou, al que otros compromisos previos le han impedido estar hoy con nosotros físicamente pero que lo está de corazón.

A Mallou hay que agradecerle que, en la peor crisis económica de nuestra historia reciente y del periodismo, haya sido el único editor de España en lanzar dos nuevos periódicos, Viva Sevilla, del que se cumplen ahora cinco años, y Viva Málaga, amén de dar forma a la cadena de televisión Ondaluz.

Hay que agradecerle su esfuerzo por convertir la prensa local gratuita, en nuestro caso Viva Sevilla, en una prensa de calidad, como prueba el hecho de la creación de nuevas secciones como la de Economía y el nombramiento al frente de la misma de un profesional acreditado como Carlos Pizá.

Desgraciadamente, la prensa gratuita ha tenido muy mala prensa, valga el chiste fácil, porque en su origen fue concebida como un producto anecdótico y superficial, un mero pasatiempo para el trayecto de casa al trabajo en el Metro o en el autobús (estimado en 20 minutos, de ahí el nombre de una de las cabeceras), que se desechaba arrojándola al suelo cuando acababa el viaje y que destacaba aspectos insólitos como esas portadas en que aparecía un agricultor fotografiado junto a su calabaza gigantesca.

No era extraño, pues, que en aquellos tiempos en que coexistían varias cabeceras gratuitas apareciera la calle Tetuán alfombrada de ejemplares arrojados por los ocasionales lectores, algo que afortunadamente no ocurre con Viva Sevilla porque es un medio que ofrece una información local útil y de calidad, si bien muy condensada, y que ha publicado numerosas exclusivas periodísticas.

Hay que agradecerle al editor su disposición desde primera hora a publicar este libro, con un esfuerzo económico añadido, y de distribuirlo no sólo en Sevilla y Andalucía, sino también en Madrid, Barcelona y otras ciudades de España.

Subrayo el hecho de que en el casi siglo y cuarto de historia de El Correo de Andalucía; los casi 90 años de ABC de Sevilla y los 17 años de Diario de Sevilla, ninguno de estos medios, que yo recuerde, ha publicado nunca un libro periodístico de actualidad, en relación con los acontecimientos que estuvieran ocurriendo, sino de recopilaciones de artículos de algunos de sus cronistas mucho tiempo después.

Ha tenido que venir un periódico como Viva Sevilla, gratuito y con sólo cinco años de existencia, para ser el primero en hacerlo con esta obra de Carlos Pizá, “Abencrash. El ocaso de Abengoa”. Ha dicho un alto directivo de Abentel, una de las empresas de Abengoa, que la multinacional todavía no ha salido de la UCI. No ha salido aún de la UCI y ya tenemos aquí y ahora el libro que cuenta las razones de ese ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Yo invito a José Antonio Mallou a que persevere en esta línea de apuesta por el periodismo de calidad, en la confianza de que más pronto que tarde el mercado le reconocerá su esfuerzo, sobre todo si los aquí presentes leen Viva Sevilla y reconocen que lo leen, porque sólo así podremos seguir investigando y dando a la imprenta libros como éste.

4.- PALABRAS SOBRE LOS DUENDES DE LA IMPRENTA

Mis últimas palabras son para los famosos duendes de la imprenta.

Uno de los misterios que he contemplado a lo largo de mis 40 años de carrera periodística era que tras enviar al taller las primeras galeradas corregidas, cuando me venían de vuelta aparecían nuevas erratas que no figuraban en el texto original.

¿Cómo era posible?

Así que una de las emociones del periodismo consistía en no saber bien qué iba a aparecer escrito bajo tu firma en el periódico del día siguiente.

Cuando revisé mi prólogo al libro de Carlos, corregí el cargo que se me atribuía durante muchos de los más de 20 años que pasé en ABC de Sevilla.

Pero nada, ya sin remedio he comprobado que de forma misteriosa aparezco indebidamente citado como subdirector de ABC, cuando no pasé de Redactor-Jefe, o será que, como a los militares cuando pasan a la reserva, los suben a una escala superior.

He de darles gracias, pues, a los duendes de la imprenta por este ascenso “a posteriori”, y aprovecho la circunstancia para hacer un canto a los periódicos de toda la vida, a los de papel, a los de la galaxia Gutemberg, amenazados de muerte por la prensa digital.

En Internet no operan los duendes de la imprenta, porque éstos se nutren sólo de tinta y de celulosa, no de bytes ni de pantallas táctiles.

Marcel Proust escribió “A la busca del tiempo perdido” al retrotraerse al pasado por el olor/sabor de una magdalena mojada en el té. También hizo otra evocación, no sé si en “Los placeres y los días” u otra obra, de cuando publicó su primer artículo en Le Figaro y cómo se sintió aquella mañana al abrir el periódico y disfrutar de la magia de la letra impresa y del tacto del papel; hasta le pareció percibir el olor de la tinta.

Los periódicos de papel deben sobrevivir para que con ellos sobrevivan los duendes de la imprenta, los cuales son ahora una especie tan amenazada de extinción como el lince ibérico.

Habrá que mantener un Doñana de papel para que puedan seguir haciendo sus travesuras.

 

MMMMMMMMMMMMMM

Durante el coloquio, salieron a colación datos de un informe inédito titulado «Abengoa, un liderazgo no percibido» que redacté en mayo de 2013 y que con motivo de esta presentación transcribo aquí:

«Abengoa es una compañía transnacional sevillana y la más importante de Andalucía, con una facturación superior a los 7.000 millones de euros y que se ha diversificado desde sus iniciales montajes eléctricos y trabajos de ingeniería hasta convertirse en una tecnológica que ofrece soluciones innovadoras para el desarrollo sostenible en sectores altamente especializados como la elaboración de biocombustibles y la generación de energía termosolar.

A lo largo de sus casi tres cuartos de siglo de existencia (el 4 de enero de 2016 se cumplirá el 75 aniversario de su fundación) se ha caracterizado por un bajo perfil informativo, puesto de manifiesto tanto por el relativamente escaso número de comunicaciones que emite para una compañía de su importancia, facturación, número de trabajadores y países en las que está implantada, como en su política de no anunciarse en los medios de comunicación.

Informativamente, pues, Abengoa es un líder tecnológico no percibido socialmente como tal, y más reactivo que proactivo. Como consecuencia, reacciona tarde y sólo cuando ve amenazados sus intereses al crearse estados de opinión o situaciones que podría haber evitado o revertido con otra política de comunicación y otra percepción social.

Así, la compañía se vio obligada hace cinco años, quizás por primera vez en su historia, a insertar anuncios en los medios de comunicación para salir al paso de la campaña que contra el bioetanol estaban azuzando las petroleras y los grandes grupos alimentarios al vincular los biocombustibles con el alza de los precios de los alimentos básicos, especialmente del maíz.

Abengoa inauguró en febrero de 2007 (en 2017 se cumplirá el décimo aniversario) la PS10 en Sanlúcar la Mayor, primera central termosolar en explotación comercial del mundo, y es líder mundial en esta tecnología, que le ha merecido elogios de Barack Obama, presidente de EE UU, país donde está construyendo las mayores centrales en su género.

Sin embargo, este liderazgo termosolar mundial de Abengoa -y por extensión de otras compañías que dominan esta tecnología de vanguardia- que permitiría en el futuro abastecerse de la inagotable energía del sol y acabar con la dependencia de las contaminantes energías de origen fósil –causantes del cambio climático- no ha sido percibido en toda su magnitud, ni siquiera en su territorio natural de Sevilla y Andalucía.

Así, pese a su carácter pionero y a la variedad de sistemas que desarrolla en su complejo de Sanlúcar la Mayor, la imagen de modernidad termosolar ha sido copada en los medios de comunicación por la central Gemasolar, construida por la vasca Sener en Fuentes de Andalucía.

Ni Abengoa ni sus homólogas en el desarrollo de la energía termosolar han sido capaces, con una política de comunicación activa desde el principio y no reactiva con, de nuevo, anuncios en medios nacionales (El País, El Mundo) a través de su asociación Protermosolar, de frenar la campaña de desprestigio de esta energía renovable promovida por las grandes eléctricas tradicionales. Mensajes contra la denominada ‘Triple A’ (Abengoa, Acciona, ACS) y acusaciones de ser las causantes del déficit de tarifa y de las subidas del recibo de la luz han calado en la mente de unos consumidores así mediatizados.

No se les ha sabido contrarrestar transmitiéndoles a diario la importancia de esta tecnología de vanguardia y el ahorro y la riqueza que generan para España, pese a que aún le faltan años para alcanzar la madurez mediante una curva de aprendizaje que, con generosas subvenciones incluso en la actualidad (baste recordar los denominados ‘beneficios caídos del cielo’), sí han tenido los sistemas tradicionales de producción como el carbón, mucho más caro y contaminante que el importado y que está condenado por la estrategia 20-20-20 de la Unión Europea, frente a la energía limpia y de desarrollo nacional que representa la termosolar.

Ese contraste del carbón y su capacidad de movilización política, sindical, económica y social demuestra las consecuencias que para el sector termosolar español en general, y para Abengoa en particular, está teniendo su incapacidad de comunicar a la opinión pública la trascendencia de su actividad, las inversiones que ha realizado en la España menos desarrollada (la mitad meridional) y el empleo que han creado con la construcción hasta hoy de las 45 centrales existentes (más seis aún en ejecución).

De haber concienciado con una política comunicativa mucho más activa a las opiniones públicas de las regiones con centrales de este tipo (Andalucía, Extremadura, Castilla-La Mancha, Murcia, Valencia y Cataluña) y propiciado, por ejemplo, la constitución de una Red de Municipios, provincias y comunidades termosolares, el sector habría contado con una capacidad de influencia y de movilización muy superior al de las regiones hulleras del Norte, e incluso con un ‘lobby’ parlamentario termosolar con capacidad de bloqueo de cualquier iniciativa en su contra.

Se ha visto a UGT y CCOO movilizarse en defensa del carbón, pero ¿acaso lo han hecho a favor de la termosolar que lidera Abengoa? Cabe preguntarse por qué.

Abengoa y sus homólogas han desperdiciado hasta las mejores ocasiones para invertir en su favor y a favor de la tecnología termosolar a la manipulada, por las grandes compañías eléctricas, opinión pública. En pleno debate sobre el cierre de la central nuclear de Garoña, ninguna de las compañías termosolares contrarrestó la campaña pronuclear de Iberdrola/Endesa con el irrefutable dato de que sólo con 22 centrales termosolares de las ya existentes por entonces se suplía la energía que dejaba de producir Garoña. Un hito histórico éste del sol sustituyendo al átomo por primera vez en el planeta y del que pocos se han percatado, ni en España ni en el extranjero, por el silencio acomplejado del sector.

Las consecuencias de este bajo perfil comunicativo saltan a la vista, con un Gobierno libre de presiones sociales y mediáticas a la hora de aplicar continuos recortes a la retribución a las termosolares, en base a las cuales se articuló el programa termosolar español y se captaron las inversiones internacionales para el sector. El quebrantamiento de la seguridad jurídica en España a costa de la termosolar es digno de un país tercermundista.

Un análisis del histórico de notas de prensa emitidas por Abengoa en el año 2012, a fin de tener la visión de todo un ejercicio, nos permite comprobar que se lanzaron 92 noticias, a un promedio de casi 8 mensuales:

-Enero:           5 notas.

-Febrero:       7

-Marzo:         9

-Abril:             8

-Mayo:           7

-Junio:           7

-Julio:             7

-Agosto:          3

-Septiembre: 2

-Octubre:       10

-Noviembre: 15

-Diciembre:   12

Por temática, la distribución fue la siguiente:

-Adjudicaciones de contratos o desarrollo de proyectos: 27 notas (el 29,34%).

-Noticias culturales de la Fundación Focus-Abengoa: 20 notas (el 21,73%).

-Datos económicos propios (junta de accionistas, resultados trimestrales…): 20 notas (el 21,73%).

-Energía termosolar: 11 notas (el 11,95%).

-Premios y distinciones recibidos: 8 notas (el 8,69%).

-Noticias de orden interno: 2 notas (el 2,17%).

-Nombramientos: 2 notas (el 2,17%).

-Artículos del presidente de la compañía: 2 notas (el 2,17%).

A destacar, por ejemplo, que siendo el líder termosolar mundial, Abengoa haya emitido más notas de prensa culturales relacionadas con su Fundación que con la actividad tecnológica y energética de vanguardia: prácticamente el doble a favor de las primeras.

Con este bajo perfil es imposible que la opinión pública pueda estar alineada con la energía renovable que lidera la compañía y es fácil comprender que se impongan los mensajes de las grandes eléctricas».

 

 

 

Palmas Altas, para la Ciudad de la Justicia de Sevilla

SOBRE LA MESA

La nueva dirección de Abengoa maneja la opción de ofrecer su sede a la Junta de Andalucía

SEMIVACÍO

La empresa sólo ocupa ya la mitad del espacio inicial tras la reducción de plantilla

SIETE EDIFICIOS

El número de inmuebles coincide con el proyectado en Los Gordales y el Prado de San Sebastián

El proyecto de Ciudad de la Justicia en Sevilla lleva más de diez año empantanado, tanto por falta de dinero como de consenso sobre el lugar más apropiado para su construcción. Se ha propuesto para albergarla suelos de la isla de la Cartuja, Hacienda del Buen Aire, el Puerto, el Prado de San Sebastián y Los Gordales, junto al campo de la Feria. Ahora puede tomar cuerpo una nueva alternativa: el campus de Palmas Altas, todavía sede de la multinacional Abengoa.

A la nueva dirección de la compañía se le ha quedado demasiado grande el campus de Palmas Altas tras la gravísima crisis que ha puesto al borde de la desaparición a la empresa fundada por la familia Benjumea y que ha provocado hasta la fecha el despido de unos 1.100 empleados de los 2.800 que según las estimaciones, dado el oscurantismo habitual de la firma, trabajaban en los edificios de carácter ecológico diseñados por el reputado arquitecto británico Richard Rogers.

El complejo, construido sobre una superficie superior a los 40.000 m2, consta de siete edificios de entre tres y cinco plantas que ocupan unos 47.000 m2. Dos, con unos 16.000 m2, están ocupados por la Universidad privada Loyola Andalucía, regida por los jesuitas, que abona el alquiler de esos edificios con parte de los 6 millones que anualmente dona la Fundación Focus a Loyola. Sin embargo, ni en 2015 ni en lo que va de 2016 ha habido aportación de fondos de Focus a Loyola, ya que la crisis de Abengoa ha impedido que la empresa dote a su vez de fondos a su fundación.

Abengoa ocupaba los cinco restantes, a los que había que sumar un área de servicios compartidos compuesta por comedores con capacidad para 700 personas simultáneamente, guardería, centro médico y otros. A ello hay que sumar 1.300 plazas de aparcamiento bajo rasante, sin contar las existentes al aire libre. La multinacional sevillana invirtió unos 132 millones de euros en su construcción.

Actualmente, Abengoa sólo ocupa dos edificios y parte de otro de sus cinco iniciales y si, como se teme, continúa la reducción de plantilla le sobraría todavía alguno o algunos más. La Universidad Loyola Andalucía, que tiene contrato de permanencia hasta el año 2019 en dos de los siete inmuebles, proyecta trasladar a partir de ese año sus instalaciones al término de Dos Hermanas.

Ante la perspectiva de que en un plazo máximo de tres años el campus se quede prácticamente vacío de no aparecer un comprador o inquilino de la envergadura que tenía la antigua Abengoa, algo muy improbable en el panorama económico de Sevilla, la nueva dirección de la compañía ha pensado en la Administración Pública y baraja como opción ofrecer el campus a la Junta de Andalucía para sede de la futura Ciudad de la Justicia.

YA ESTÁ CONSTRUIDO

Hace siete años, el Ayuntamiento reservó 39.000 m2 de suelo en Los Gordales para que la Junta iniciara la  construcción de dos edificios de la futurible Ciudad de la Justicia y que deberían tener 86.188 m2, es decir casi el doble del actual campus de Palmas Altas. En una segunda fase debían construirse otros cuatro inmuebles, hasta completar un conjunto de 221.000 m2. Ha pasado todo este tiempo y allí no se ha puesto ni siquiera la primera piedra. Una edificabilidad similar es la que proyectó alcanzar Zoido en el Prado de San Sebastián recreciendo los edificios actuales de los juzgados e incorporándoles alguno vecino, incluida la construcción de un nuevo inmueble en el solar del antiguo Equipo Quirúrgico, hasta formar un conjunto de seis. La idea no pasó de dibujos sobre el papel.

En el campus de Palmas Altas ya hay erigidos sin necesidad de hacer un fortísimo desembolso inicial, y ésa es la gran ventaja, siete edificios independientes, por lo que están en línea con el número de inmuebles barajados en los proyectos anteriores para la Ciudad de la Justicia (seis), aunque su superficie construida, esos 47.000 m2, está muy lejos de la propugnada hasta la fecha. Ahora bien, tras la crisis económica es probable que se reevalúen las dimensiones de la futurible Ciudad de la Justicia. Asimismo, habría que analizar si el PGOU de Sevilla permite más edificabilidad de la aprovechada en Palmas Altas, donde aún quedaría libre algún gran solar para posibles nuevos edificios y que hasta ahora ha funcionado como gran aparcamiento al aire libre.

También caben opciones complementarias. A escasa distancia de Palmas Altas, en la avenida de Grecia del barrio de Los Bermejales, la Junta ya tiene un edificio administrativo de 50.817 m2 que de momento alberga varias delegaciones provinciales y la Agencia de Gestión Agraria. Este edificio podría servir de modelo económico para la futurible Ciudad de la Justicia en el campus de Palmas Altas, en el caso de que se entablara una negociación sobre la misma.

La Junta de Andalucía adjudicó en julio de 2010 la construcción del inmueble de Los Bermejales a una UTE formada por las empresas Obrascón Huarte, Laín e Ingeconser por 45 millones de euros, y se hará con la propiedad al cabo de 30 años tras el pago de un alquiler anual de 8,7 millones de euros, IVA e IPC aparte. De esta manera, el Gobierno andaluz, dadas sus dificultades de tesorería por la crisis económica, se libró de hacer un fuerte desembolso inicial en la construcción con sus propios recursos de la macrosede administrativa, pero sí podía asumir el pago en sus presupuestos anuales de un cantidad cinco veces inferior.

Asimismo, a medio camino entre Palmas Altas y la avenida de Grecia existe también un solar público vacío de 12.500 m2 de superficie.

UNA HIPOTECA DE 78 MILLONES DE EUROS

La banca sería la principal interesada en que se diera una salida satisfactoria al campus de Palmas Altas, en grave riesgo de quedarse vacío tras una inversión de 132 millones de euros. Las entidades acreedoras ya estuvieron a punto de quedarse con las llaves hace cinco meses, pero en el último minuto decidieron paralizar la ejecución hipotecaria que iba a iniciar un Juzgado Mercantil de Sevilla.

El complejo de siete edificios está aún gravado por una hipoteca de 78,6 millones de euros otorgada en su día por un “pool” bancario, a cuyo frente figuran La Caixa y el banco francés Natixis, que concedieron 15 millones de euros cada uno.

El banco portugués BPI, a la postre filial de Caixabank, otorgó un préstamo de 9,2 millones de euros, y el Banco Popular, otro de 2,9 millones.

Recortes verdes

Abengoa ha provocado una airada reacción del ministro de Economía, Luis de Guindos, y del de Industria, Juan Manuel Soria, tras acusar al Gobierno de haber producido un impacto de 1.500 millones de euros (el 35% de los beneficios de su filial Abengoa Solar, propietaria y operadora de trece plantas termosolares en España hasta su trasvase a Abengoa Yield, en EEUU) con sus recortes a las energías renovables al rebajar las primas y modificar el marco regulatorio que tanto la compañía sevillana como otras tomaron como referencia para ejecutar el plan nacional termosolar, con 50 plantas de este tipo.

Por ironías del destino, la agonía de Abengoa, gran parte de cuya actividad en el último decenio se ha centrado en la energías limpias (termosolar, biocombustibles, hidrógeno) para afrontar los efectos del cambio climático, se ha producido en vísperas y durante la celebración de la Cumbre Mundial del Clima en París, a la que también acudió Rajoy a pronunciar un discurso de corte ecologista, desmentido por la previa realidad de su política antirrenovable.

En el marco de la cumbre parisina y del lanzamiento de dos nuevas iniciativas internacionales, la Alianza Internacional Solar y el Consejo Global Solar, se han difundido informes que ratifican lo ocurrido en esta legislatura: España, cuyo gentilicio es el único del mundo que según el cantante Luis Aguilé rima con el sol (de ahí su canción Es el sol español), ha pasado en tan sólo cuatro años de liderar el sector de las energías renovables en general y de la termosolar en particular (el científico Valeriano Ruiz acuñó la frase de que España era campeona del mundo tanto en fútbol como en termosolar) a integrar el “pelotón de los torpes”.

Hundimiento

Sólo en fotovoltaica nuestro país ha pasado de ser el primero del mundo por potencia instalada en un año al puesto decimocuarto de Europa, con tan sólo 22 megavatios, y en la clasificación general del Viejo Continente ha bajado al quinto puesto, por detrás de Alemania, Reino Unido (países ni de lejos con nuestras horas de sol), Italia y Francia.

El estudio Impacto Macroeconómico de las Energías Renovables en España 2014, encargado por la Asociación de Energías Renovables, cifró en 22.665 puestos de trabajo los perdidos en el sector tan sólo el año pasado como consecuencia de los recortes del Gobierno a un sistema de primas ¡ideado por el propio PP ! (Aznar con la ley 54/97, RD 2818/98 y RD 436/04). En 2008, había 136.163 personas trabajando en las energías verdes; ahora, tras la moratoria aplicada, quedan 70.750, casi la mitad menos.

Al cambiar sobre la marcha las reglas del juego y provocar una enorme inseguridad jurídica, el Gobierno ha causado sensibles pérdidas a compañías, fondos de pensiones, fondos soberanos y fondos de inversión extranjeros que habían apostado por las energías renovables en nuestro país y que han acabado por demandarlo ante instancias internacionales. Por esta causa, España es la tercera nación que acumula más procesos abiertos ante el Tribunal de Arbitraje del Banco Mundial, sólo superada por Venezuela y Argentina. A ello hay que unir 350 recursos nacionales ante el Tribunal Supremo contra el nuevo sistema de retribución de las energías renovables.

Y por ende, hay que sumar la fuga al extranjero de cerebros, ingenieros y empresas especializadas españoles ( como la propia Abengoa y Sener, que arriesgaronen sus apuestas comerciales) que desarrollaron las tecnologías renovables, cortadas de raíz por el Gabinete sin darles tiempo a que alcanzaran su grado de maduración preciso para competir en condiciones ventajosas con las energías de origen fósil. España financió la investigación en sectores dormidos como la termosolar para que ahora, tras su paralización aquí, se aprovechen otros.

Biocombustibles

Para darse un barniz ecologista coincidiendo con la Cumbre del Clima en París, el Consejo de Ministros acaba de aprobar un Real Decreto para fomentar la utilización de biocombustibles (bioetanol y biodiésel) en el transporte (su adición a los carburantes), mediante el establecimiento de objetivos mínimos: deben suponer una media conjunta del 4,3% de la gasolina y el gasóleo en el año 2016; un 5% en 2017; un 6% en 2018; un 7% en 2019 y un 8,5% en 2020.

Apenas se dice que previamente (año 2013) había recortado los objetivos establecidos del 6,5% a tan sólo un 4,1%. Por tanto, vamos a tardar más de cinco años en recuperar la meta que nos habíamos marcado entonces.

 

Esta decisión ya supuso un golpe económico, no cuantificado, para la empresa sevillana Abengoa, que era uno de los líderes mundiales en biocombustibles, con una capacidad de producción en el año 2o12 de 3.175 millones de litros entre bioetanol (2.950 millones) y biodiésel (225 millones de litros), de los que 770 millones (el 24,25% del total) procedían de cuatro fábricas situadas en España: tres de bioetanol y una de biodiésel (en San Roque.

Tijeretazo

Cronológicamente, el primer y mayor golpe fue el que recibió por los recortes a la energía termosolar, propinado hace cuatro años y que Abengoa ha evaluado en una pérdida de 1.500 millones de euros, ratificada el pasado viernes en Sevilla por el exministro socialista José Borrell, que cobra al menos 300.000 euros anuales desde 2009 como miembro independiente de su Consejo de Administración, en otro ejemplo de “puertas giratorias” que le echó en cara Pablo Iglesias, el líder de Podemos, al del PSOE, Pedro Sánchez, durante el reciente debate televisivo a cuatro en Antena 3.

¿Hasta qué punto es exacta esta evaluación económica? Abengoa posee tres centrales termosolares en Sanlúcar la Mayor (Solnova 1, 3 y 4); dos en Écija (Helioenergy 1 y 2); dos en Ciudad Real (Helios 1 y 2) y cuatro en Logrosán, Extremadura (Solabén 1,2, 3 y 6). Todas son de tecnología canalparabólica y de 50 MW de potencia cada una. A ellas hay que sumar también en Sanlúcar la Mayor la PS10, de tan sólo 11 MW y que fue la primera de torre en explotación comercial del mundo, y su homóloga la PS20, de 20 MW. En total, pues, son trece centrales con una potencia instalada de 581 MW, que en sentido amplio podrían equipararse a doce centrales de 50 MW (le faltarían 19 para esa cifra exacta). Cada central supuso una inversión media de unos 300 millones de euros (unos 3.600 millones en total).

Según fuentes del sector, los recortes aplicados por el Ejecutivo han supuesto una reducción de los ingresos de las compañías de unos 5 millones de euros por central y año (como hay 50 en España, el tijeretazo anual asciende a 250 millones). Si se estima una vida media útil de 25 años por central, el beneficio que dejaría de percibir Abengoa por el recorte termosolar sería el resultado de multiplicar 5 millones x 12 centrales y x 25 años = 1.500, los millones que dice exactamente la compañía sevillana.

Presente y futuro

Sí, pero no, porque está contabilizando como actuales y en su integridad los beneficios recortados del próximo cuarto de siglo, cuando en realidad sólo han transcurrido cuatro años con el nuevo marco de retribución. En este periodo Abengoa habría dejado de percibir 5 millones x 12 centrales x 4 años = 240 millones de euros, que suponen sólo el 1,2% del pasivo total de la compañía, estimado en al menos 20.000 millones de euros.

Incluso esa cifra sería menor, ya que a la japonesa Itochu, propietaria del 30% de Solabén 2 y 3, habría que imputarle su parte alícuota en el recorte de las primas, al igual que el 50% a la alemana E.ON, propietaria hasta hace unos meses (en junio Abengoa habría ejecutado su opción de compra, señal de que el negocio termosolar no era tan malo) de la mitad de las Helioenergy de Écija. Por tanto, el impacto hasta la fecha del recorte termosolar en las cuentas de Abengoa sería de unos 208 millones de euros, una gota en el océano de su deuda.

La compañía sevillana no puede culpar de toda su crisis al Gobierno, por muy antirrenovable que haya sido, con el fin de eludir su propia responsabilidad. El Ejecutivo tiene su parte de culpa, pero por ahora es sólo una centésima de la culpa.

Sol ‘made in’ Sevilla

El en su tiempo popular compositor y cantante argentino, Luis Aguilé, compuso una canción titulada ‘El sol español’ porque sostenía que el único adjetivo relacionado con una nacionalidad del mundo que rimaba con el nombre del astro rey era el gentilicio de España.

Que, al menos en Europa, el sol es español no es sólo por una cuestión poética, sino por razones geográficas y climáticas. La Agencia Estatal de Meteorología realizó un ‘Atlas de radiación solar en España (1983-2005)’ en el que se demuestra que los valores máximos de irradiación se producen en Andalucía y Murcia; los mínimos, en la costa de Galicia, el norte de la cordillera Cantábrica, País Vasco y La Rioja; y los intermedios, en el centro de la Península.

En el mapa referido al verano es impresionante observar el país coloreado en rojo intenso, salvo la cornisa cantábrica, con un importante aumento de la irradiación solar en el valle del Guadalquivir y en las provincias orientales de Andalucía. Se puede pasar de valores medios de la irradiación global en el conjunto del año de 5 Kilovatios hora por cada m2 y día en la provincia de Sevilla a más de 8 kWh/m2 en plena canícula.

EL PARQUE SOLAND

Si el sol, como cantaba Aguilé, es español, más aún es andaluz y sevillano. Por éso es hasta cierto punto incomprensible que se haya tardado tanto en promover un Parque Tecnológico Solar, Soland, por parte de la Junta  en Sanlúcar la Mayor (‘Lugar del Sol’, para los romanos) y a la sombra, valga la metáfora, del complejo termosolar que Abengoa ha ido construyendo en esta localidad, si bien hay que reconocerle al Gobierno andaluz la creación del CTAER para toda la comunidad autónoma.

La multinacional sevillana, primera empresa del mundo en operar comercialmente una central termosolar, la PS-10 (febrero 2007), también ha sido la pionera en instalarse en Soland con un edificio de 3.500 m2 destinado a la I+D+i en energía solar, inagotable, limpia, reductora de nuestra tradicional dependencia de las energías de origen fósil de importación y coadyuvante a la lucha contra el cambio climático al no emitir CO2 a la atmósfera.

El paralelismo entre lo que ya es Aerópolis para el sector aeronáutico andaluz y lo que puede ser Soland para el sector solar es evidente si se cumple el objetivo de ir captando la industria auxiliar vinculada al sol en torno a Abengoa, que haría el papel de empresa tractora, el mismo que Airbus en Aerópolis y la PSA y el CTAER en Almería. Para ello, en el Plan de Ordenación del Territorio del área metropolitana (Potaus) se han reservado como zona de oportunidad 200 ha de suelo, a fin de acoger las empresas relacionadas con la energía solar y que desarrollarían de esta manera sinergias entre ellas.

MIOPÍA ANTISOLAR

Cabe preguntarse si esta tardía apuesta y este Parque Tecnológico Solar más futurible que presente no son más que la consecuencia de la miopía del Gobierno de la nación al cercenar el desarrollo de las energías renovables en general y de las solares como la fotovoltaica, y especialmente la termosolar, en particular. Una política de recortes que afecta directísimamente a Sevilla, pese a que la opinión pública, y parece que tampoco la clase política y los sindicatos, no es consciente de nuestro enorme potencial ligado al sol.

De las 45 centrales termosolares en funcionamiento en España, con una potencia global de 2054 MW, 10 (el 22% del total) están en nuestra provincia: cinco, en Sanlúcar la Mayor, operadas todas por Abengoa (PS10, PS20, Solnova 1, 3 y 4); dos (Helioenergy 1 y 2), en Écija, por Abengoa y la alemana E.ON; una en Morón, operada por Ibereólica, Generavante e IRCP; otra en Lebrija, la denominada Lebrija 1, propiedad de Valoriza y Siemens, y la multipremiada Gemasolar, en Fuentes de Andalucía, gestionada por Torresol, sociedad mixta de la vasca Sener y Masdar, la compañía de energías alternativas de Abu Dhabi para no depender exclusivamente del petróleo.

A estas diez centrales habrá que unir otra aún en construcción en Morón de la Frontera, la denominada Arenales, propiedad de OHL, Steag y RREEF.

INVERSIÓN SIN PARANGÓN

Si tomamos como referencia esta última central, compuesta por un campo solar de colectores cilindro-parabólicos con una superficie de 510.020 m2, equivalente a la de 71 campos de fútbol, y un sistema de almacenamiento en sales fundidas que permitirá verter electricidad a la red durante siete horas aunque sea de noche y no luzca el sol, tendrá un coste de 315 millones de euros, con lo cual podríamos estimar que el conjunto de las termosolares ha generado para Sevilla una inversión de unos 3.000 millones de euros en números redondos. ¿En qué otro sector puede hallarse una cifra similar?

Item más, la experiencia acumulada con sus termosolares en nuestro territorio le ha permitido a Abengoa convertirse en líder termosolar mundial. Sólo los dos últimos ejemplos en esta trayectoria. Hace cuatro meses se inauguró en Abu Dhabi la mayor central solar cilindroparabólica del planeta, de 100 MW, en que la empresa sevillana participa con un 20%, y el mes pasado Abengoa fue seleccionada por Israel para levantar en el desierto del Neguev la mayor termosolar de ese país.

Nuestras termosolares ya suplen a la cerrada nuclear de Garoña y en pocos años, merced a la curva de aprendizaje, podrían competir sin necesidad de primas con las energías fósiles extranjeras, por lo que es más incomprensible aún que España cambie las reglas del juego y coarte su desarrollo, el cual tuvo su cuna en Sevilla pero que no está asegurado ya en nuestro país. ¿Hasta cuándo el sol seguirá siendo español?

Tradición y modernidad

El fútbol, deporte-rey y uno de los mayores espectáculos de masas, sólo es capaz de movilizar cada semana en Sevilla en el mejor de los casos (el lleno en los estadios del Sevilla o el Betis) unas 40.000 personas. En comparación, la Semana Santa, según un estudio realizado hace un par de años por la Hispalense, es capaz de congregar en nuestras calles a 909.000, de las que 215.000 (sólo éstas, el equivalente a 5,5 veces el aforo de los estadios) son forasteras, y de generar un negocio de 240 millones de euros.

Los datos de ese estudio demuestran que la Feria atrae a 1.120.000 personas a Los Remedios en una semana y aporta a la ciudad 675 millones. Todo ello sin contar el movimiento económico a lo largo del año, derivado especialmente de la Semana Santa, por los encargos a los artesanos para estrenos, restauraciones y demás labores relacionadas con las cofradías, amén del incalculable valor de la conservación de tallas y enseres que son joyas del patrimonio histórico-artístico y referentes indudables de la ‘marca Sevilla’.

Aparte de su valor simbólico y como seña de identidad, que no la única ni exclusiva, de la ciudad, las fiestas primaverales suponen ese gran negocio. El dinero que generan es el mejor argumento defensivo frente a sus detractores, los mismos que sin construir ninguna alternativa festiva, cultural y económica las señalan como causantes de nuestro subdesarrollo,  por el ‘factor de distracción’ que, según su tesis, suponen para la actividad productiva.

Y, sin embargo, la Semana Santa y la Feria equivalen a casi tres veces la facturación de una empresa sevillana líder nacional, como es Persán, que copa el 50% de los suavizantes y el 33% del mercado de detergentes, en buena parte, méritos propios aparte por supuesto, merced a su estrecha alianza con Mercadona, que le ha permitido un volumen de negocio de 343 millones de euros y dar empleo a 500 personas.

Las fiestas primaverales, pues, son un importante activo de la ciudad, gozan de buena salud, se mantienen vivas durante buena parte del año y no se pueden incrementar ni en el tiempo ni en el espacio (el traslado de la Feria al Charco de la Pava está descartado ‘sine die’ y la nómina de cofradías en la carrera oficial ha llegado prácticamente a su límite), por lo que puede decirse que han alcanzado su dimensión justa, su canon.

Por estas razones, huelga que Zoido presentara poco antes de la Semana Santa un proyecto de 7,5 millones de euros para convertir el Corral de Herrerías -entre el conjunto de la Casa de la Moneda y la Torre de la Plata- en un Centro de Promoción de las Tradiciones Sevillanas, que mostraría a los turistas las esencias de las costumbres locales, con especial atención a la Feria, el flamenco y la gastronomía O sea, más de lo mismo, pese a que, como hemos visto, las tradiciones no necesitan de ninguna promoción especial ni, con la cantidad de edificios/museos vacíos o a medio gas, que se destine tal cantidad de dinero, aunque sea privado, a construir otro mercado gourmet disfrazado al otro lado del Paseo de Colón. De esta manera, Zoido carga de razones a quienes subrayan el exceso de tradición en que se complace Sevilla, con el que eclipsa el resto de sus facetas y cualquier imagen de modernidad. De nuevo lo típico como tópico.

Hemos citado el liderazgo nacional en materia de detergentes de Persán, productos que son el fruto de la investigación en el campo de la química y de la mejora de procesos industriales y de todo tipo que, por ejemplo, permiten hasta envasarlos en cápsulas como en su campo hace Nestlé con el café; pero mientras las innovaciones de la multinacional suiza están en la mente de todos, qué pocos, incluso en la propia Sevilla, son conscientes de esta realidad de una empresa local.

Casi coincidiendo con el anuncio de Zoido sobre su museo de las tradiciones se conoció que Abengoa construirá y operará en California las dos centrales termosolares con las torres más altas del mundo, gracias a una tecnología ‘made in Sevilla’ que la ha dotado del liderazgo mundial en este sector de vanguardia. Y unas semanas antes se supo que con la aportación de científicos sevillanos se está desarrollando el primer dron o avión no tripulado movido por energía solar en el mundo. Tenemos también a Xtraice, la empresa líder mundial en el desarrollo de pistas de hielo sintético y que no la conocen ni en el Maestranza a la hora de montar ballets sobre toneladas de hielo que hay que fabricar a un elevado coste económico y energético.

La lista de la ‘modernidad’ sevillana es muchísimo más amplia de lo que imaginamos y desconocemos, justamente porque en vez de ponerla en valor con un Centro de Promoción a modo de escaparate ante el exterior y que permita equilibrar nuestra descompensada imagen por exceso de tradición, a Zoido no se le ocurre otra cosa que publicitar lo de siempre y que no necesita promoción: la Feria, el flamenco y la tapa.

Garoña

Al igual que Doñana es el símbolo  de la Naturaleza y escenario durante años de las batallas entre ecologistas y desarrollistas, Garoña ha representado otro tanto en la energía nuclear: por la pugna para su cierre o mantenimiento entre antinucleares y pronucleares, con trascendencia política debido a las promesas de Zapatero (clausura) y Rajoy (continuidad), para que ahora sean las eléctricas quienes le den el cerrojazo por echarle un pulso al Gobierno con la coartada de los impuestos pero en realidad para tumbarle una reforma energética que a nadie satisface.

¿Y qué tiene que ver Garoña con Sevilla, se preguntarán? Si en otras circunstancias el cierre de la nuclear habría causado problemas, actualmente se puede suplir su aportación de electricidad a la Red con una alternativa energética desarrollada en Andalucía, y más en concreto en Sevilla y Almería: las centrales termosolares. Sin la investigación realizada en la Plataforma Solar almeriense, en Abengoa y en la Escuela de Ingenieros de la Hispalense por Valeriano Ruiz y su equipo no se habría inaugurado en Sanlúcar la Mayor, en febrero de 2007, la primera central termosolar en explotación comercial del mundo: la PS10, de Abengoa.

Sevilla es desde entonces la meca termosolar mundial (aquí se celebra cada año el mayor y más importante congreso del sector, el CSP Today) y España, líder planetario (copa el 70% del mercado) de una tecnología que exporta a los EE UU de Obama, Iberoamérica, Suráfrica, norte de Africa, países árabes… con unas perspectivas billonarias si el Gobierno, con su miopía, no se carga del todo el sector justo cuando por la curva de aprendizaje lograda en tan poquísimo tiempo va camino de abaratar y rentabilizar las ayudas invertidas en su desarrollo y que nos permitirían dominar una energía inagotable: la del sol.

Valeriano Ruiz calculó hace un año ante el Foro Cádiz 2012 que con veintidós centrales termosolares de las ya clásicas de 50 MW España estaría en disposición de sustituir una  central nuclear como la de Garoña. ¡Quién le iba a decir que aquella hipótesis es hoy una realidad!, en los dos aspectos: se cierra la central y tenemos no ya 22, sino 39 termosolares, de las que 21 radican en Andalucía. España es, pues, el primer país en la historia que consigue suplir una central nuclear con la energía del sol, ese mismo sol sonriente que ilustraba  el lema del ‘¿Nuclear? No, gracias’.

Cuando lean que Garoña se ha cerrado, dejen de preocuparse: un tercio de la electricidad que generaba la suplen las 10 centrales termosolares de Sevilla.

 

El avión solar que no vino a Sevilla

Europa ha celebrado su Día Solar, motivo por el cual la Junta ha divulgado una
estadística sobre energías renovables que ratifica lo que proclama ‘urbi et orbi’ Valeriano Ruiz,
catedrático de Termodinámica y uno de los ‘padres’ de la energía solar española: “España es la
campeona del mundo termosolar”. Y dentro de España, Andalucía. Y dentro de Andalucía,
Sevilla.
No hay ninguna provincia como la nuestra, cuna de la primera central termosolar
comercial de la historia (la PS10 de Abengoa) que albergue tantas plantas termosolares, nueve,
repartidas entre Sanlúcar la Mayor (cinco), Lebrija (una), Ecija (dos) y Fuentes de Andalucía
(una). Sevilla tiene la mitad de las termosolares andaluzas y casi el 30% de las españolas, con
una potencia de 350 MW. Y en avanzado estado de construcción hay dos más, en Morón.
LA MECA TERMOSOLAR
Si hay una que destaca por sus innovaciones es Gemasolar, levantada  por Torresol
Energy en Fuentes de Andalucía. Desde su inauguración a fines de 2011 por el Rey y el emir de
Abu Dabi, se ha convertido en la meca termosolar, a la que vienen en peregrinación
delegaciones extranjeras para admirar este avance tecnológico que consolida nuestro liderazgo
mundial del sector, uno de los pocos que prestigian la ‘marca’ España y la ‘marca’ Sevilla.
Gemasolar es la primera termosolar comercial que usa la tecnología de receptor de torre
de alta temperatura de forma conjunta con el almacenamiento térmico en sales fundidas, por lo
que puede verter electricidad de origen solar a la red durante 15 horas aunque sea de noche.
Así genera energía limpia para abastecer a 27.500 hogares y reduce en más de 30.000
toneladas/año el CO2. Gemasolar, pues, encarna a la perfección uno de los rasgos distintivos
de la termosolar: la gestionabilidad. Mientras que la electricidad de otro tipo de centrales debe
ser producida y consumida al instante, en la termosolar es posible almacenarla y liberarla
cuando más convenga.
TAMBIÉN LOS CHINOS
Sesenta altos cargos chinos han venido a Sevilla a conocer nuestra central-estrella
porque el gigante asiático, que ya es líder mundial en energía eólica y solar fotovoltaica,
proyecta instalar 3.000 MW termosolares para el año 2020 y esta tecnología ha sido
desarrollada en Andalucía, desde la Plataforma Solar de Almería hasta la central de Fuentes de
Andalucía y el complejo de Abengoa en Sanlúcar.
El Plan termosolar chino supera en 600 MW la potencia de las 60 centrales que España
está construyendo hasta 2014, y si se tiene en cuenta que una central de 50 MW supone una
inversión de unos 300 millones de euros, puede estimarse el ingente negocio en ciernes que
representaría el mercado energético chino para el sector termosolar sevillano.
EL ‘SOLAR IMPULSE’
Coincidiendo con la visita de la delegación china se producía otro hito solar: el aterrizaje
en Madrid, procedente de Suiza y como escala en su vuelo a Marruecos, del ‘Solar Impulse’, el
primer avión capaz de volar, de día y de noche, exclusivamente con energía solar merced a las
12.000 células fotovoltaicas que recubren sus inmensas alas y a sus cuatro baterías especiales
de litio que la almacenan. El liviano aparato con la apariencia de un planeador tiene la
envergadura de un Airbus A340 (63 metros), pero pesa como un coche: tan sólo 1.600 kilos.
Esta maravilla tecnológica que ha promovido el aventurero suizo Bernard Piccard con el
apoyo de grandes multinacionales ha hecho escala en Barajas camino de Marruecos, en el
primer vuelo solar intercontinental,  por invitación del Gobierno marroquí con motivo de la
primera piedra de lo que será en Ouarzazate una de las mayores termosolares del mundo, con
160 MW, dentro de los planes del país vecino de construir cinco parques termosolares hasta
2020 con una potencia de 2.000 MW. Otra oportunidad de oro para nuestra industria. Para
Piccard, el vuelo a Marruecos es un fantástico rodaje del ‘Solar Impulse’ en su objetivo de dar la
vuelta al mundo en 2014.
PRIMICIA DESAPROVECHADA
Grandes empresas como Schindler, Omega, Solvay, Deutsche Bank y Dassault
Aviation han aportado ya 70 millones de euros para el desarrollo del avión solar en áreas como
diseño, aviónica, nuevos materiales ultraligeros, giroscopios que permitan la mejor orientación
hacia el sol, baterías avanzadas, sistemas de predicción meteorológica…..El ‘Impulse Solar’, en
su aparente sencillez, es pura I+D+i, probablemente el futuro de la aviación y por tanto con un
enorme y triple interés para Sevilla por ser la cuna termosolar, su tradición aeronáutica (desde
Tablada hasta el A400M) y puerto de salida y arribada de la primera vuelta al mundo de Juan
Sebastián Elcano, una vuelta al globo que trata de emular este avión en 2014 y cuyo quinto
centenario se conmemora en 2022.
En mayo de 2011, antes de su investidura como alcalde, Zoido recibió en el hotel
Macarena al máximo representante del sector termosolar, que le pidió su apoyo institucional al
proyecto de convertir Sevilla, por ese triple simbolismo, en la base del avión solar en su futura
vuelta al mundo y conectar así la industria solar española con el nuevo futuro que se abre a la
aviación y con las multinacionales que lo respaldan, sin necesidad más que de apoyo logístico y
para crear ‘marca’ Sevilla.
Un año después, el ‘Solar Impulse’ ha sobrevolado Sevilla, sí, pero camino de
Marruecos, que le ha dado a Zoido el ‘pisotón’ de llevarse el avión y vincularlo a su proyecto
termosolar pese a que nuestro alcalde tuvo toda la información 365 días antes. Según Zoido, en
este año “no se ha podido hacer más”. Marruecos, al parecer, sí ha podido.