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El nudo gordiano de Zoido

Ahora que para la Feria la Policía Local amenaza con una huelga de celo, y hasta puede que algo más, se puede decir que con Zoido se cumplen las tradiciones de las fiestas primaverales al igual que con sus antecesores: los sindicatos de las empresas y/o servicios municipales convocan huelgas o protestas en las estratégicas fechas de Semana Santa y Feria y el Ayuntamiento, tras amagar una resistencia numantina a ceder a las pretensiones de los huelguistas, acaba claudicando.
La última vez que se intentó romper esta tradición fue durante la penúltima Feria de Monteseirín, el cual, incapaz de mantenerle el pulso a los sindicalistas de Tussam respaldados por Susana Díaz y el PSOE de Sevilla, se les rindió con armas y bagajes y dejó desautorizada a la plana mayor de la empresa municipal, con la consiguiente dimisión de Guillermo Gutiérrez “por dignidad”.

BAUTISMO DE FUEGO

Zoido ya ha sufrido su bautismo de fuego con la convocatoria de huelga de Lipasam en Semana Santa, y cumpliendo el guión habitual, tras tensar la cuerda hasta el límite, en el último minuto plegó velas y los sindicatos volvieron a salirse con la suya. En esta ocasión las circunstancias eran aún más críticas que en años precedentes, con el Ayuntamiento en estado de excepción económica (“intervenido”, según Espadas) tras acogerse al Plan de Ajuste para poder pagar los casi 60 millones de euros dejados como deuda con los proveedores por Monteseirín, amén de 600 millones con los bancos.

Este Plan obliga al Consistorio a reducir gastos al máximo. En síntesis, iba a recortar en un 5% los salarios en Tussam, Lipasam, IMD, Emvisesa y Emasesa; incrementar la jornada laboral a 37,5 horas semanales conforme al acuerdo de la FEMP; ‘congelar’ las plantillas, sin reponer las plazas que pudieran quedar vacantes por jubilaciones; reducir las horas extra y revisar los calendarios laborales.
Como el Plan ha sido aprobado por el Pleno, jurídicamente debe ser de obligado cumplimiento en todos los ámbitos municipales, pero…. Pero el comité de empresa de Lipasam se declaró en rebeldía y le convocó a Zoido huelga en su primera Semana Santa como alcalde. El final de la historia es
conocido: el presidente de la FEMP ha sido incapaz de cumplir en su Ayuntamiento el ajuste comprometido con el Gobierno, y en Lipasam se mantendrá vigente el último convenio colectivo de la era Monteseirín, firmado para el periodo 2009-2011 y que irritó al equipo del nuevo alcalde tras poner las empresas municipales bajo la supervisión de Jesús Maza.

PRECARIEDAD O EXCESO

Mientras que los sindicatos de Lipasam sostenían que el Plan de Ajuste les suponía un retroceso de 26 años en los derechos laborales adquiridos, para el equipo de Zoido Monteseirín les había hecho tan generosas concesiones que les había dotado de un estatus poco acorde con la imagen de precariedad que el comité de empresa ha divulgado en los días previos al Miércoles Santo.
Así,  la tasa de reposición cero será imposible de aplicar en Lipasam, porque en virtud del convenio prorrogado de facto la empresa debe mantener el nivel de empleo estable, con una plantilla mínima de personal fijo indefinido de 1.372 operarios, mediante la inmediata ocupación del número de plazas que queden  vacantes. Todo trabajador jubilado anticipadamente será sustituido por otro contratado al efecto y la empresa se obliga a aceptar cuantas solicitudes de jubilación a tiempo parcial se le formulen, contratando en su lugar a otro trabajador a tiempo parcial y por la jornada restante.
Las retribuciones de los trabajadores se incrementan con doce complementos salariales distintos. Al gobierno le sorprendió que existiera hasta una prima de compensación por no pedir anticipos. Al salario base se le añade un 20% en concepto de plus de convenio y, por cada día trabajado, otro 20% como plus de penosidad. También se paga una prima de actividad en las fiestas primaverales que asciende a unos 634 euros, amén de pluses de transporte por acudir al trabajo en coche (0,25 euros/Km) o en moto (0,15 euros/Km).

LA PAGA ANTIABSENTISMO

Además de tres pagas extra (primavera, verano y Navidad), el equipo de Zoido comprobó que Monteserín, para combatir el elevado absentismo y que llegó a ser del 9,5%, aprobó una cuarta paga extra de carácter lineal para todas las categorías, conocida como ‘Incentivo de no absentismo’ y que asciende a 1.400 euros. O sea, que en vez de controlar y sancionar al absentista, se le prima con más dinero por cumplir con su mera obligación. El dinero detraído por faltas al trabajo no se lo ahorra la empresa ni le revierte, sino que se reparte proporcionalmente entre toda la plantilla a modo de hucha común.
Lipasam paga además 5,61 euros por día laborable que coincida con las vacaciones del personal, concede 25 días naturales de permiso por matrimonio y 5 para preparar exámenes finales en caso de estudios, y hasta paga las tasas, el montaje y el desmontaje de la caseta de la Feria, entre otras ventajas.
Por todo ello, el equipo de Zoido creía que tenía fuerza moral para exigir a la plantilla un sacrificio del 5% en sus retribuciones, pero al final al alcalde le entró el mismo miedo escénico que a sus antecesores y frenó el ajuste para evitarse la primera huelga. Aunque Espadas diga que Zoido está atado de pies y manos por Rajoy, en realidad todos los alcaldes de Sevilla están atados por los sindicatos cuando llega la Semana Santa y la Feria de Abril, y ninguno se atreve a desatarse o a romper ese nudo gordiano.

La pareja

Tras mirar en los cajones y debajo de las alfombras del Ayuntamiento y de las empresas y organismos municipales durante ocho meses, Zoido ha encontrado de la era Monteseirín facturas pendientes de pago a proveedores por valor de 59.683.446 euros. La cifra en pesetas da más cabal idea de hasta dónde llegó la marea del despilfarro con el inspector médico metido a alcalde: unos 10.000 millones en números redondos. Cada año de Alfredo en la Alcaldía la deuda se engordaba en 827 kilos de media. Visto de otra manera, Monteseirín le ha dejado a cada sevillano como recuerdo de su paso por Plaza Nueva una lápida de 85 euros. Del conjunto de entes municipales, el más moroso con los proveedores ha sido la Gerencia de Urbanismo, con 17,5 millones de euros, un tercio del total de los impagados del Consistorio. Como se recordará, Monteseirín puso la Gerencia en manos de su valido, Manuel Marchena, con el argumento de que era tan buen gestor que el sueldo que cobraba le parecía poco. O sea que Marchena ha cobrado 170.740 euros por hacerle el mayor agujero al Ayuntamiento.

La perpetua

El Consejo de Ministros ha aprobado recientemente el proyecto de ley de Transparencia de las Administraciones Públicas, que incluye una modificación del Código Penal para incorporar el “delito contra el buen gobierno”. Una nueva pena de inhabilitación para el ejercicio de cargo público se aplicará a los gerifaltes que incurran en un gasto sin haberlo presupuestado antes. Tiro de hemeroteca. Poco antes de las elecciones que dieron la victoria a Zoido, Monteseirín aprobó el reconocimiento extrajudicial de pagos pendientes a proveedores desde los tiempos de Maricastaña por valor de 15 millones de euros, o sea, gastos para los que no había consignadas partidas en los Presupuestos del Ayuntamiento. Y en sus mandatos anteriores había ido acumulando otros 21 millones de euros en gastos a hurtadillas de las Cuentas y que afloraba de los cajones o de debajo de las alfombras cuando ya no tenía más remedio. De lo que se infiere que si esta norma hubiera estado vigente en su época, Alfredo haría años ya que habría sido condenado a inhabilitación perpetua.

El pulso

Zoido ha dicho que si existiera una causa para paralizar la torre Cajasol “la hubiéramos parado ya”, y que él no va a “mirar para otro lado ni me va a temblar el pulso”. Si busca un motivo, la ministra de Fomento ya le dio uno al decir que la torre “está fuera del ordenamiento jurídico” por interferir en el tráfico aéreo, pero como el alcalde no ha querido enterarse, cuando Monteseirín no necesitó motivo  para cargarse el proyecto de Moneo, sigue con su doble discurso. Matiza que hay que transmitir seguridad jurídica y generar confianza, “por lo que no se puede estar revisando los temas caprichosamente”. Si no puede generar desconfianza, ¿por qué colocó el rascacielos bajo sospecha desde la precampaña? Si no puede estar en permanente revisionismo, ¿por qué intentó frenarlo tras el informe de Icomos para la Unesco? Zoido siempre amaga y luego retrocede, en su habitual intento de tratar de contentar a tirios y troyanos para al final defraudar a unos y a otros. A estas alturas ya sabe toda Sevilla que por mucho pulso que invoque, este pulso se lo ha ganado Cajasol.

La madeja

De acuerdo con que el Ayuntamiento ha sido un reino de taifas en que cada partido de las coaliciones gobernantes se ha esforzado en destacar sus propios chiringuitos por encima de la imagen unitaria del Consistorio. Ahora bien, con la que está cayendo y después de dejar hasta sin Cabalgata a muchos barrios por ahorrarse unos miles  de euros, ¿es necesario gastarse 40.000 euros en cambiar el logotipo municipal y pintar de colorines el NO8DO para “unificar la identidad corporativa”? ¡Si ya sabemos que el PP tiene la mayoría absoluta con sus 20 ediles y que el Ayuntamiento goza de mando único! A ver si esto va a ser como los equipos de fútbol, que cambian cada año el ancho de las rayas o la tonalidad para vender más camisetas. Lo peor es que tras los 40.000 euros del nuevo logotipo habrá que gastarse otro pico, como si nos sobrara el dinero, en cambiar los sobres, las tarjetas, la papelería toda y mandar a la trituradora la antigua. Parafraseando a Juan Ramón, habría que decirle a Zoido: no la toquéis más que así (desde Alfonso X el Sabio) es la madeja de Sevilla.

1.500

Un proverbio dice que cuando el sabio señala la Luna, el necio mira el dedo. Yo, más que mirar el dedo que señala los 178 metros de la torre Cajasol, sus 43 plantas, si afecta o no a la Giralda, el Alcázar y el Archivo de Indias y si por éso o a pesar de éso nos retirará la Unesco o nos mantendrá el título de Patrimonio de la Humanidad, miro la ‘lógica’ económica de gastarse 350 millones en un cilindro de oficinas con el mercado inmobiliario hundido y cuando el Banco de España obliga ya a Banca Cívica a provisionar 1.248 millones por su riesgo y/o pérdidas con el ladrillo. ¿No queríais que nos quitáramos del ladrillo? Pues toma, dos tazas con la torre Cajasol, que dirá Pulido. Y Mafo echándole paletadas de billetes al Frob para salvar las Cajas con nuestro dinero. Ahora, Banca Cívica amenaza con rebajarle el sueldo un 20% a sus trabajadores supervivientes y despedir a 1.500. Decían que por crear con las obras 1.500 empleos (indirectos y efímeros, no se olvide) la torre iba a dar de comer a Sevilla, pero han acabado poniendo a 1.500 trabajadores en la calle.

Pelli al cuadrado

Henry Ford dijo que el cliente podía elegir el color del coche siempre que fuera negro. En las Finanzas se puede construir una torre como sede social siempre que sea de César Pelli, porque al igual que Ford tenía una cadena de montaje de coches negros, el arquitecto argentino la tiene de rascacielos unisex. Sus Majestades los Reyes de España  inauguraron en Bilbao la torre de la multinacional energética Iberdrola, una de las clónicas que ha repartido por el mundo el arquitecto de la Pampa y que no se sabe bien si copia a la de Cajasol o viceversa, porque en el fondo y en la forma todas son la misma torre y sólo varían en los accesorios. Con tal motivo, la prensa bilbaína dio los datos de su rascacielos,  que permiten una comparación aproximada con el de Pulido: 165 metros de altura el bilbaíno frente a 178 el de la Cartuja; 41 plantas frente a 43; 50.000 m2 sobre rasante la vasca por  48.060 la sevillana; 485 aparcamientos la de Iberdrola frente a 3.066 la de Cajasol. Y el coste: 200 millones de euros el rascacielos bilbaíno frente a 350 el cartujano, según la consultora Deloitte. Así pues, la torre Cajasol costará un 75% más que la de Iberdrola siendo casi iguales. Ni que estuviera recubierta de pan de oro.

El chocolate del loro

A finales de agosto de 2011, el hoy ministro de Hacienda y diputado por Sevilla, Cristóbal Montoro; el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, y el alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, visitaron el complejo termosolar que en Sanlúcar la Mayor ha alzado la multinacional sevillana Abengoa, con cuyo presidente, Felipe Benjumea, posaron al pie de una hilera de helióstatos.
Arenas declaró que Andalucía atesora “grandes recursos naturales” como los que le permiten tener “todas las condiciones para ser líder en energías renovables” y abogó por estar permanentemente estudiando la obtención a partir de estas riquezas naturales de elementos que “incentiven el crecimiento económico y el empleo”.
Montoro, por su parte, dijo que la política económica del futuro Gobierno de España “tiene que estimular las capacidades de emprender, innovar e internacionalizarse como salida a esta crisis”.
La puesta en escena no podía ser más simbólica, ya que Abengoa es pionera y líder de la energía termosolar, un sector en el que Sevilla va a la vanguardia mundial y que se desarrolla ya con un 80% de tecnología nacional. La compañía sevillana no sólo tiene 15 centrales termosolares aprobadas en España (siete en nuestra provincia), sino que también construye a 150 kilómetros de Los Angeles y por encargo de la Administración Obama el mayor complejo termosolar del planeta –Mojave-, de 280 MW y con una inversión de 1.600 millones de dólares. Recientemente ha ganado el concurso internacional convocado por Suráfrica para montar las dos primeras termosolares de ese país por 1.000 millones de euros, con lo que abre el continente africano a la exportación de la tecnología termosolar ‘made in Sevilla’.

HECHOS Y PALABRAS

Tan sólo cinco meses después de aquella foto en Abengoa y de las declaraciones de Montoro, el Ejecutivo de Rajoy ha decretado una moratoria al estímulo de las energías renovables, con el fin de reducir el déficit público en 160 millones de euros. El anuncio era un error técnico, porque confundía el déficit público (saldo negativo entre los ingresos de la Administración y sus gastos) y el déficit de tarifa eléctrico ( saldo negativo entre los ingresos de las empresas eléctricas y los costes que las normas les reconocen, lo cual no significa que sean sus costes reales).
Políticamente también ha sido un error mayúsculo y supone la culminación de la deriva del PP en materia energética: ha pasado de instaurar con Aznar el sistema de primas que ha permitido a España ponerse a la cabeza del mundo en energías renovables (primera en termosolar, tercera en eólica y entre las cinco primeras en fotovoltaica) a frenarlas en seco, sin revisar el sistema para corregir los errores en su aplicación durante la era Zapatero que, con su habitual dominio del marketing, arrebató al PP la bandera de las renovables y lo dejó ante la opinión pública como el negacionista del cambo climático.
Aunque la moratoria no afecta a las centrales termosolares por haber sido ya preasignadas en el Registro de Industria hasta 2013, deja sin perspectiva a este sector y sin presente a la fotovoltaica, eólica, biomasa, cogeneración…. con unos efectos demoledores para el empleo y la inversión.
España, falto de petróleo, gas y uranio y peligrosamente dependiente de estas fuentes de energía extranjeras, debe incentivar el desarrollo de las energías renovables, basadas en recursos inagotables y no contaminantes como el sol y el viento, hasta que maduren tecnológicamente y ya no necesiten más apoyo público.
Las grandes eléctricas las culpan del déficit de tarifa, pero sendos estudios de la consultora Deloitte sobre la termosolar y la eólica en 2010 desmontan esta leyenda negra y revelan sus efectos positivos. La termosolar, que percibió 185 millones de euros en primas, aportó al PIB 1.650 millones y sólo con los ahorros generados a la Seguridad Social, a Hacienda, en CO2 dejado de emitir y en toneladas de petróleo equivalente no importadas más que duplicó las subvenciones recibidas.
La eólica ahorró en importaciones de combustibles fósiles 1.616 millones de euros, exportó por valor de 1.105 millones, ahorró 329 millones en costes de CO2 y aportó 2.984 millones al PIB. Pero lo más importante de ambas renovables es la actividad generada en todo el país y, especialmente, en las regiones más deprimidas como Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha: 24.000 empleos la termosolar y 30.747 la eólica.

REBELIÓN DE LOS BARONES

Por eso la moratoria a las renovables decretada por el Gobierno ha provocado la rebelión de los barones del PP en todas sus Autonomías, hasta el punto de que la secretaria general, María Dolores de Cospedal, y el ministro Soria tuvieron que convocar una ‘cumbre’ anticrisis en Madrid, abortada ‘in extremis’ cuando trascendió su celebración. La Fundación Renovables calcula que hasta 2020 se perderán 62.000 millones de euros en inversión privada y 300.000 empleos.
Sólo en Andalucía se frenará una inversión de 14.700 millones de euros que generaría más de 51.000 empleos. La primera víctima ya ha sido Foret, que ha cerrado en Huelva al convertirse en inviable su alianza con Fertinagro. Once parques eólicos se paralizan en Sevilla. Y en Almería, sede con la PSA de la I+D que dio pie a la industria termosolar, Arenas concurrirá a las elecciones del 25M con el ‘handicap’ de que el ministro Soria liquida allí 217 proyectos fotovoltaicos, 45 parques eólicos y 24 proyectos de cogeneración.
Y todo por la decisión de Industria de ahorrarse 160 millones de euros: el chocolate del loro.

Perplejo

Antonio Rodrigo Torrijos ha mostrado su perplejidad  ante los primeros presupuestos municipales de la era Zoido por haberse incluido en los mismos la venta de la antigua comisaría de Policía de la Gavidia, “que –ha afirmado- no sólo depende del mercado, sino que ni siquiera está clara su legalidad, por sus implicaciones urbanísticas”.  El razonamiento de Torrijos sobre esos ingresos que en plan cien pájaros volanderos y todavía ninguno en mano ha contabilizado ya Asunción Fley sería impecable si el portavoz de IU no incurriera en una flagrante contradicción. Y es que el gobierno de coalición PSOE-IU de Monteseirín, del que él formaba parte como primer teniente de alcalde, también incluyó la venta de la Gavidia en sus Presupuestos desde al menos el año 2008, con el consiguiente fiasco ejercicio tras ejercicio. ¿Cómo es posible, pues, que un mismo proyecto de venta no tuviera ninguna salvedad a ojos de Torrijos cuando él lo apadrinaba como socio de Monteseirín y que ahora lo incluya en el  ‘urbanismo bajo sospecha’ cuando el que trata de venderlo es Zoido?

Cal y arena en los primeros Presupuestos de Zoido

Cuando se comparan los últimos Presupuestos de Monteseirín con los primeros de Zoido llama poderosamente la atención que, mientras en el capítulo de préstamos bancarios aparecían 9,9 millones de euros y en el de intereses financieros, 14,3 millones en las cuentas de 2011, para el nuevo año esas partidas se han disparado hasta 49,7 y 20 millones, respectivamente. Así pues, globalmente el alcalde socialista sólo tuvo necesidad de reservar 24,23 millones de euros para la banca, mientras que Zoido destina a las entidades financieras 69,73 millones, una diferencia de 45,5 millones de euros.

¿Quiere decir esto que Zoido va a incrementar el endeudamiento del Consistorio justo en las peores circunstancias económicas y cuando más difícil, y por tanto más caro, es acceder al grifo del crédito? Justamente lo contrario, y ésta es una de las claves que condicionan los Presupuestos  para 2012 por mor de, más que la herencia, la deuda recibida.

 

Porque, tal como descubrió en su día el colega Carlos Navarro, Monteseirín renegoció hasta por dos veces con los bancos la deuda municipal a fin de garantizarse un balón de oxígeno financiero en la última etapa de su mandato, pensando vanamente hasta casi el final que volvería a ser el candidato del PSOE. Por éso difirió a 2012  el pago en todo lo que pudo de deudas bancarias por valor de 272 millones de euros, aun a costa de que el Consistorio soportara luego intereses cercanos al 6%. Como, por otra parte, Monteseirín dejó los cajones llenos de facturas pendientes y tres años consecutivos (prácticamente su último mandato) de remanentes negativos de tesorería que también hereda Zoido, en este panorama “financieramente arrasado” (Gregorio Serrano ‘dixit’), la nueva Corporación ha redactado unas Cuentas con una previsión de 33 millones de euros de superávit (762 millones de ingresos frente a 728 millones de gastos) para absorber también el trienio monteseirinesco de déficits.

Y si a ello se le suma que se ha destinado una partida de 5 millones para pagar atrasos a lo proveedores –“las pymes serán las primeras en cobrar, para que no se pierdan puestos de trabajo”, declaró el alcalde-, se llega a la conclusión de que las Cuentas municipales están totalmente lastradas por el penoso legado de Monteseirín.

El superávit previsto se puede alcanzar por una doble vía: menores gastos y/o mayores ingresos. Los recortes se han aplicado fundamentalmente a la partida de Personal (un 4,16% menos) y a las transferencias a las empresas y organismos municipales (un 20% menos con la excepción política de Tussam, que recibirá 6 millones de euros más).

 

POLÍTICAS DE EMPLEO

 

Nueve de los doce millones ahorrados en sueldos corresponden a los Planes de Empleo que tradicionalmente sufragaba la Junta de Andalucía en forma de escuelas-taller y convenios para mejorar la preparación de los parados, subvenciones para cuya obtención es condición necesaria en un programa de cofinanciación que el Ayuntamiento hubiera consignado previamente las cifras en los Presupuestos.

La ausencia de partidas para estas políticas tradicionales de formación e inserción sociolaboral en una ciudad que camina hacia los 85.000 parados, y con el argumento de que no se esperan esas transferencias económicas por parte de la Junta de Andalucía, no parece coherente con la proclamación de Zoido de que su máxima prioridad es el empleo. Sobre todo porque no es verosímil que el sector privado vaya a ser la locomotora económica capaz de suplir a las Administraciones Públicas creando puestos de trabajo en Sevilla. La delegada de Hacienda, Asunción Fley, que se ha estrenado en estas lides, ha mantenido como línea argumental que, a diferencia de las Cuentas en la era de Monteseirín, los primeros Presupuestos de Zoido se caracterizan por ser realistas y no estar  ‘inflados’ con partidas como la de ‘ingresos imprevistos’.

Sin embargo, hay contradicciones en el discurso oficial, como la señalada por Juan Espadas de que se hayan incluido 30 millones de euros favorables al Ayuntamiento en la liquidación de la participación en los ingresos del Estado cuando, por la menor recaudación general debido a la crisis y a la caída de la actividad económica , en los últimos años la Corporación municipal ha tenido que devolver dinero al Gobierno.

Otra contradicción evidente es que la delegada no ha incluido ni un solo euro para el Metro, pese a que la Junta le reclama el pago de 23 millones de euros por la parte alícuota que le corresponde de los gatos de la línea 1 en 2010 y en 2011, a los que habría que sumar los del año próximo. La tesis municipal es que no se consigna partida alguna porque el Gobierno andaluz aún no se lo ha comunicado oficialmente, pese a que se celebró una reunión hace poco al respecto.

 

LA GAVIDIA COMO PRECEDENTE

 

Ello no es óbice para que, aun no habiendo sido oficialmente vendidos, el Consistorio sí haya incluido como ingresos 19,1 millones de euros por la enajenación  del edificio de la Gavidia (que deberá someterse previamente  a un complicado procedimiento administrativo, con el beneplácito de la Junta de Andalucía) y del edificio del Registro en la calle Pajaritos, y sin tener en cuenta  si esa valoración es acorde con la actual coyuntura del mercado inmobiliario, con precios hundidos tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, y si habrá ofertas por ellos.

En este sentido, Zoido ha acabado siendo tan poco realista como Monteseirín. Su predecesor también incluyó la Gavidia en los Presupuestos de 2009 y 2010. Tres años después, la antigua comisaría de Policía aún tiene colgado el cartel de ‘Se vende’.