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El último ‘marrón’ de Espadas

Juan Espadas  cuenta en su blog que nació en un barrio obrero, junto a la avenida de Miraflores, en 1996, y añade: “Bueno, exactamente en el hospital de las Cinco Llagas, hoy Parlamento de Andalucía, que digo yo que de ahí vendrá la vocación política”. Osea, que si Espadas se considera predestinado por su lugar de nacimiento, también podría haber dicho que lo estaba para la política dentro del PSOE y al lado de Zapatero, pues no en vano su segundo apellido es Cejas. De hecho, tras su afiliación al partido del puño y la rosa (1997), fue nombrado coordinador federal de Medio Ambiente, cargo que desempeñó hasta 2009 y que le permitió codearse con los equipos de Almunia y de ZP.

Al igual que el presidente del Gobierno, Espadas presume de abuelo, llamado Manolo, un modesto funcionario municipal que fue represaliado durante el franquismo. La debacle del PSOE en estas elecciones municipales del 22-M le impedirá ofrecerle a modo de desagravio  el deseo expresado en su blog: “Paradojas de la vida. 75 años después, en la primavera de 2011, su nieto Juan Espadas Cejas será alcalde de Sevilla, si los sevillanos y las sevillanas así lo quieren”. Y no han querido.

En sus pinceladas autobiográficas, Espadas  rememora: “Con una familia de las que inculcan que ‘el que tiene la cara honrada no encuentra puerta cerrada’, mi juventud fue feliz en el colegio de mi barrio, los salesianos, en el que aprendí la cultura del esfuerzo para conseguir las metas y, en mi caso, ser licenciado en Derecho con 22 años. Por cierto –añade- una promoción, la 84-89, que estaba en la Facultad a las 7 de la mañana para escuchar, aunque fuese desde las escaleras, a Clavero Arévalo, Pérez Royo, Carrillo Salcedo o Rosi Valpuesta”.

VÍCTIMA DE LA CRISIS

Juventud, o más bien adolescencia, no tan feliz, porque su padre, empleado de Muebles Rodri en Miraflores, acabó en el paro, víctima de la crisis económica que aún persistía en 1982, año de la histórica llegada de Felipe González a la Moncloa. Es una etapa que a Espadas no le gusta recordar salvo para decir que en esta España de los 5 millones de parados, él ya sufrió en sus propias carnes aquella crisis postpetróleo que, como casi todo, nos vino con retraso.

Su padre, del que dicen que era muy apuesto, muy alto, muy rubio y muy delgado, acabó como consecuencia de aquel golpe de la vida recolocándose como ordenanza en la Consejería de Medio Ambiente, donde pudo ver con orgullo el fichaje de su hijo Juan, abogado recién titulado: primero, como asesor jurídico de la Agencia del Medio Ambiente (1989), y ya convertida ésta en Consejería, como jefe de Gabinete (1994-1996)  del consejero Manuel Pezzi, si bien el progenitor de Espadas falleció antes del nombramiento de éste como viceconsejero (2004).

Y es que el nuevo líder de la Oposición en el Ayuntamiento de Sevilla había tenido el buen ojo clínico de especializarse en Derecho y Gestión Medioambientales cuando la ecología era ya una cuestión emergente. No se sabe si fue antes el huevo o la gallina, pero lo cierto es que el recién titulado inicia su carrera profesional en el AMA y colabora con el PSOE como simpatizante en el grupo sectorial de Medio Ambiente y en la redacción del programa del partido a las elecciones autonómicas (1990) y del manual del concejal de Medio Ambiente para las elecciones municipales (1991).

Esta colaboración se transforma en militancia cuando decide afiliarse al PSOE en 1997, siendo ya secretario general de Egmasa, el brazo ejecutivo de la Consejería de Medio Ambiente, donde durante catorce años ha ocupado todo tipo de cargos hasta ser su número dos con Fuensanta Coves como consejera.

NO TAN BUCÓLICO

La vida de Espadas en la Consejería verde no transcurre de forma bucólica y pendiente de los pajaritos, las flores y los linces, sino más bien todo lo contrario. Fuensanta, que por cuyo nombre también parecía predestinada a este departamento, le encomendó la parte ‘marrón’ del medio ambiente ya desde la Dirección General de Prevención y Calidad Ambiental, donde debió ocuparse de la contaminación, los vertidos, los residuos tóxicos y peligrosos, el ruido, los gases de efecto invernadero….

Dotado de una gran inteligencia natural, con don de gentes, cercano, equilibrado, afable, sereno, sin perder nunca el dominio de la situación ni la sonrisa, de Espadas sus colaboradores destacan además de éstas y otras cualidades una muy en especial: es un trabajador infatigable. En él se cumple el dicho de que apaga la luz por ser el último en abandonar el despacho.

Cuentan en la Consejería de Medio Ambiente que cuando fijaron los consejos de dirección a las 20 horas pensando en rematar cuanto antes la jornada laboral nunca se imaginaron que el ‘fatigas’ de Espadas los podía tener ocupados con debates y papeles hasta las 12 de la noche o la una de la madrugada. Un periodista que lo ha tratado a fondo lo califica de ‘bulldozer’, por su capacidad para desbrozar y resolver problemas, y recuerda que ni siquiera pudieron librarse de él cuando, ya viceconsejero, se fracturó el calcáneo al caerse por unas escaleras.

Estuvo ingresado dos semanas en el hospital con el pie inmovilizado, preludio de dos meses escayolado y en silla de ruedas, pero se dio trazas para convertir la habitación hospitalaria en una especie de anexo de la Casa Rosa, sede de la Consejería. Aquello era una romería de funcionarios llevando y trayendo papeles al ‘vice’, que se pasaba el día estudiando expedientes y dando instrucciones por el teléfono móvil, para estupefacción del paciente de al lado.

PERFIL HUMANO

Celoso de su vida privada, la deslinda de su actividad pública hasta el punto de que sus dos hijos han ido a algunos de sus mítines al margen de la caravana electoral, como si no lo conocieran de nada y como unos espectadores más. Aunque le gusta el fútbol (tuerce por el Betis y el Barça), por su mesura de carácter le chirría tanto el forofismo de este deporte que se inclina más por el baloncesto, menos exaltado.

Su vocación frustrada es la de escritor, hasta el punto de que se escribe sus propios discursos en vez de encomendar la tarea a los típicos ‘negros’ que tienen los políticos, y además le mete la pluma a todos los papeles que le ponen por delante, sean del tipo que sean.

Durante la campaña electoral ha leído a salto de mata el libro ‘Ciudades creativas’, buscando en Londres, Nueva York y otras grandes urbes modelos para Sevilla. Ahora tiene en lista de espera ‘La catedral del mar’, de Ildefonso Falcones.

Sus últimas películas preferidas han sido ‘La vida es bella’ y, en especial, ‘Invictus’, basada en la vida de Nelson Mandela y que pone como ejemplo de cómo cuando se comparte un objetivo común, no necesariamente político, se puede lograr un cambio social.

Tras 14 años en Medio Ambiente, Chaves, que se sacó de la manga la promesa de vivienda gratis para todos, le encomendó el ‘marrón’ de ser consejero de la Vivienda justo cuando estaba estallando la burbuja inmobiliaria (2008), la banca cerraba el grifo del crédito y no se sabía cómo sacar del estancamiento a las VPO.

Allí ensayó su forma de gobernar: convocó a todos sus altos cargos y delegados a una ‘cumbre’ interna y les ordenó que escribieran en un papel (del que se quedó con copia) cuáles eran los objetivos que iban a cumplir en sus áreas respectivas teniendo en cuenta el programa del partido y el de la Junta. Tras leerse los papeles, les dio a cada uno año y medio para cumplir las metas e implantó una especie de súper programa de seguimiento donde puntualmente llevaba la cuenta de los avances y retrasos de su equipo.

El resto de su historia es ya más conocido. El PSOE le encargó el ‘marrón’ de conservar la Alcaldía de Sevilla, una misión imposible tras la última y desastrosa etapa del dúo Monteseirín-Marchena, monta tanto tanto monta, y ahora le deja un ‘marrón’ aún más negro:  administrar la debacle socialista en las urnas, que se ha saldado con la mayoría súper absoluta para Zoido, con 20 ediles y 67.000 votos de diferencia.

Sevilla real versus Sevilla oficial

Veinticuatro horas después de la accidentada presentación en Fibes de Espadas como candidato del PSOE a la Alcaldía, otro socialista, el exconsejero de la Junta Antonio Pascual, divulgaba el Barómetro Socioeconómico de Sevilla que ha elaborado el Centro Andaluz de Prospectiva para Antares.

En una ciudad con más de 70.000 parados es lógico que en el sondeo aparezca el desempleo como el principal problema. En nueve de los once distritos (el duodécimo, la isla de la Cartuja, es puramente administrativo y no tiene vida propia), la falta de ocupación es señalada como la primera preocupación de sus habitantes, y la impresión general es que la situación apenas va a variar durante el año recién estrenado.

Tres de cada cinco sevillanos aseguran que en su entorno familiar hay algún parado. La proporción sube en distritos que son tradicionales graneros de votos del PSOE, como Sur (77,5% de los encuestados), Este-Alcosa-Torreblanca (70%) y Macarena (70%).

OTRA SEVILLA

De espaldas a esta realidad social, el alcalde saliente lleva desde el Año Nuevo con una macrocampaña publicitaria denominada ‘Sevilla se ve’ pero que, tomando a la ciudad como pretexto y coartada, no es más que propaganda de autobombo personal cuya factura están pagando todos los sevillanos en esta hora tan difícil.

Campaña de autobombo de Monteseirín

Campaña de autobombo de Monteseirín

El botafumeiro monteseirinesco durará nada menos que tres meses, por lo que no se acabará hasta el 30 de marzo, a sólo 52 días de las elecciones y casi en el límite temporal para no infringir la prohibición legal de realizar propaganda camuflada en periodo preelectoral. El alcalde, no obstante, ya tiene antecedentes: fue condenado por vulnerar la ley al buzonear por toda Sevilla esas pseudorrevistas de barrio plagadas de fotos suyas.

Para esta campaña a la mayor gloria de Monteseirín, el Ayuntamiento utilizará 300 vallas publicitarias, 300 kioscos, 30 pantallas gigantescas de televisión, una serie en  DVD distribuida a través de un periódico adicto a la causa, los autobuses de Tussam, el Metro, el Ave, el aeropuerto, los eventos que organice el Consistorio, una página web específica como la que en su día le encargó el alcalde a su primo, una exposición especial en el antiguo mercado del Barranco y hasta un concierto en el Manhatan Center de Nueva York con artistas ‘de la ceja’.

LA FACTURA

¿Cuánto va a costar este alarde en plena crisis económica, cuando ni siquiera Monteseirín va a poder presentarse a la reelección? Obviamente, la cifra es ‘top secret’, pero ha trascendido que el alcalde se va a gastar al menos el 70% del presupuesto del Ayuntamiento y de las empresas municipales destinado en principio a información de interés público (convocatorias y demás). Monteseirín repite su táctica de ‘economía quemada’ que ya practicó en su último año como presidente de la Diputación, cuando dejó las arcas vacías a su sucesor.

El alcalde está tapando con su avalancha propagandística las acciones publicitarias que tuviera planeadas el candidato de su partido, Juan Espadas, y dando balas a la oposición para asociar el despilfarro a las siglas del PSOE. Zoido no ha dejado escapar la oportunidad de criticar a diario el botafumeiro alfredista y ha declarado: “los socialistas se juegan el dinero de los sevillanos al rojo o al negro, y en estos momentos Sevilla no está ni para rojo ni para negro, sino para austeridad”.

Mientras el  Consejo Económico y Social se lamenta de la falta de inversiones en el último presupuesto municipal de la era Monteseirín, con lo que no habrá medios para combatir la crisis y el paro; mientras los sevillanos deben ir a incinerar a sus seres queridos al área metropolitana porque no hay dinero para reparar los crematorios del cementerio San Fernando; mientras se acumulan los retrasos a los funcionarios del Ayuntamiento y se demoran los pagos a los proveedores, el alcalde demuestra con su campaña de propaganda que para sus fines políticos y/o personales siempre hay rendijas, como en el sofá de Rubalcaba parodiado por Mota el fin de año, por donde se cuela el dinero.

REFINANCIACIÓN

El alcalde ya por poco tiempo hace caja para él y la deja vacía o hipotecada para su sucesor al refinanciar una y otra vez la deuda municipal con el fin de gozar de liquidez en sus últimos meses en la Casa Grande y cargarle el pago de los cada vez mayores intereses a la(s) próxima(s) corporación(es) municipal(es).

Portada del famoso disco de Supertramp '¿Crisis? ¿Qué crisis?'

Portada del famoso disco de Supertramp '¿Crisis? ¿Qué crisis?'

Tal como ha desvelado el colega Carlos Navarro, primero su también defenestrado ‘delfín’, Celis, y ahora su delegada de Economía, Nieves Hernández, han procedido a alargar la vigencia de los préstamos que el Ayuntamiento tiene suscritos con la banca, mediante la fórmula de retrasar el abono de los intereses, pero a tipos cada vez más altos.

Así, en este año de elecciones, el Consistorio no paga el principal de la deuda; sí los intereses, pero sólo al 1,92%. Por el contrario, el sucesor de Monteseirín tendrá que hacer frente a partir del año próximo al pago del capital y a unos intereses del 5,62%, ¡el triple que el que había antes de esta jugada ‘maestra’ de Alfredo!

Por eso, Monteseirín, al que tanto le gusta adornarse con títulos, letras y melodías  de canciones, bien puede repetir la famosa frase del premier laborista británico James Callaghan y que inspiró el disco del mismo título de Super Tramp cuando, en la gran recesión económica de los años 70, un periodista le preguntó al bajarse del avión tras un viaje a EEUU por la crisis que estaba sufriendo el Reino Unido:

-¿Crisis? ¿Qué crisis?

Equilibrista

Espadas, en el puerto

Espadas, en el puerto

Empieza a ser proverbial la falta de ojo clínico de Juan Espadas, que lo mismo programa su proclamación como candidato del PSOE el día de un Barça-Real Madrid que un chat en Internet el 22 de cada mes (por aquello de que las municipales se celebran el 22 de mayo) sin reparar en que el 22 de diciembre es el sorteo de lotería de Navidad y el 22 de abril, Viernes Santo. Ahora se le ocurrió visitar el puerto al día siguiente del dictamen científico contrario al dragado del Guadalquivir. Él solito se metió en la boca del lobo y, claro, no sabía cómo salir del apuro ante la canallesca y sin desairar a la Autoridad Portuaria, máxime cuando su partido lo ha presentado como un experto en Medio Ambiente (fue viceconsejero del ramo) que ‘a priori’ debería haberse alineado con los ecologistas, partidarios de no tocar el río. Toda la prensa coincide en que Espadas actuó en plan gallego, para no pronunciarse ni a favor ni en contra. Vamos, que no se mojó. Esto es un político impermeable (reversible) o que nada, como en la famosa rumba de Paco de Lucía, entre dos aguas.

El PSOE proyecta nombrar senador a Espadas

El alcaldable socialista iría a la Cámara Alta

en lugar del exconsejero García Garrido

El plan crea tensiones en Cádiz y Chaves exige que se compense

a Garrido con la Delegación del Gobierno

Es la segunda vez que el puesto de López Garzón está en peligro

por el candidato a la Alcaldía

El PSOE de Sevilla ha llegado a un principio de acuerdo con la Ejecutiva Regional para dar visibilidad institucional a Juan Espadas, candidato a la Alcaldía de la capital, con su nombramiento como senador por designación autonómica en lugar de otro exconsejero de la Junta, el gaditano Luis García Garrido.

El plan, sin embargo, no es del agrado del vicepresidente del Gobierno y extitular de la Junta, Manuel Chaves,. por afectar a Cádiz, la provincia por la que tradicionalmente ha sido diputado y donde hay una larvada guerra entre distintas corrientes socialistas. Chaves quiere que se compense a García Garrido con otro cargo, preferentemente la Delegación del Gobierno en Andalucía.

El reciente episodio de la inauguración del curso escolar, donde el candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla, Juan Espadas, tuvo que colarse en la comitiva oficial sin rango alguno que le diese cobertura al tratarse sólo de un señor particular que, según la versión oficial de la Delegación de Educación fue invitado únicamente en esa condición mientras se vetaba el acceso de políticos del PP (Arenas, Zoido) con rango institucional, ha colmado el vaso de la paciencia del PSOE sevillano.

La Ejecutiva Provincial socialista quiere que Juan Espadas, que no será nombrado oficialmente candidato a la Alcaldía de la capital hasta el próximo mes de octubre, tenga un cargo oficial que le evite problemas como el citado a la hora de justificar su presencia en cualquier tipo de acto y le dé visibilidad pública hasta el momento de su designación.

Fuentes socialistas han confirmado que la Ejecutiva Provincial y la Regional han llegado a un principio de acuerdo para que Juan Espadas sea nombrado senador en Madrid en representación del Parlamento de Andalucía. Como se recordará, anteriormente se proyectó su nombramiento como delegado del Gobierno en sustitución de Juan José López Garzón, aunque las reticencias internas y la polémica externa suscitadas por dicha maniobra acabaron por tumbar la iniciativa, de la que López Garzón se enteró por los periódicos.

En este nuevo plan, el senador inicialmente señalado para dejar su puesto a Espadas es otro exconsejero, el de Obras Públicas, Luis García Garrido. Este a su vez sustituyó en el Senado en la primavera de 2009 a Mar Moreno, que causó baja en la Cámara Alta para incorporarse al Gobierno de José Antonio Griñán como consejera de Educación y portavoz.

IMPACTO EN CÁDIZ

El pacto entre el PSOE de Sevilla, bastión de Griñán en el congreso extraordinario que le elevó a la Secretaría General del partido en Andalucía  tras su designación como sucesor de Chaves,  y el PSOE regional no ha sido del agrado del vicepresidente del Gobierno y líder socialista andaluz durante los últimos veinte años, Manuel Chaves.

Chaves entiende que ese movimiento de piezas altera el delicado tablero del partido en la provincia por la que tradicionalmente ha sido diputado, Cádiz,  donde se asienta una de las facciones más descontentas con Griñán por su pérdida de poder tras el congreso extraordinario. De hecho, el secretario general de los socialistas gaditanos y presidente de la Diputación Provincial, Francisco González Cabaña, dio el plante a Griñán y no se integró en la Ejecutiva del PSOE(A).

Si al descontento del ‘clan de Alcalá’, al que pertenece el hombre de confianza de Chaves en Andalucía, Luis Pizarro, relegado en la Junta a consejero de Justicia y eliminado del núcleo duro del partido donde fue todopoderoso secretario de Organización, se le unen las tensiones generadas por el afán de Madrid de que se potencie al máximo la figura de la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, se comprende el miedo de Chaves, hombre siempre de equilibrios, de que Luis García Garrido pueda ser relegado a un papel menor.

Y es que en Madrid se ve a Luis García Garrido, por su bonhomía y su autoridad moral unánimente reconocida por todos sus compañeros gaditanos, como un hombre clave para el futuro en caso de que fuera necesario pacificar la situación en la provincia, un hombre de integración y eliminador de tensiones. Además, es también clave en la agrupación de Sanlúcar de Barrameda, municipio del que fue concejal durante años y por el que llegó a la Diputación Provincial.

Chaves entiende que no se puede devaluar políticamente la figura de Luis García Garrido en las actuales circunstancias y que para llevar a cabo el plan del PSOE de Sevilla de darle rango y visibilidad a Juan Espadas habría que compensar a García Garrido con otro cargo como la Delegación del Gobierno en Andalucía, cuyo titular es Juan José López Garzón.

Curiosamente, es la segunda vez que se piensa en el relevo de López Garzón como delegado del Gobierno por el afán de darle proyección pública a Juan Espadas con un cargo institucional. López Garzón lleva ya más de seis años en el puesto y su nombre también ha sonado en diversas ocasiones para la presidencia de Cartuja-93 en caso de que hiciera falta hacerle un hueco institucional.