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La carta a Susana

El alcalde inició el año, que no el curso político, convocando una conferencia de prensa en la que compareció flanqueado por Juan Bueno y Francisco Pérez. El anuncio suscitó cierta expectación, sobre todo porque Zoido había dicho con motivo de su segundo aniversario en la Alcaldía que “lo mejor está por llegar” y porque pocos meses después habló de importantes proyectos en ciernes para la ciudad que aún no podía desvelar. Se pensó, pues, en que había llegado el momento decisivo, con las elecciones municipales de 2015 en lontananza, de anunciar a los sevillanos la inminente ejecución de algunos de esos magnos proyectos mantenidos en la reserva hasta ahora por aquello, quizás, de los famosos ‘flecos’, pero la montaña volvió a parir un ratón.

Zoido se presentó ante los medios para divulgar una carta a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, en versión corregida y aumentada de la remitida a Griñán cuando apenas había tomado posesión como alcalde (hace de ello dos años y siete meses) con las reivindicaciones del Ayuntamiento de Sevilla a, o más bien contra, la Junta de Andalucía.

TRES ERRORES

Además de sobre la misiva a la presidenta, en ese acto o en declaraciones posteriores a los medios de comunicación, el alcalde aún también presidente del PP andaluz habló de otros temas, y cometió tres errores. Uno de ellos fue cuando en referencia al proyecto de reforma de la ley del Aborto declaró que en su partido había libertad de voto y ausencia de consignas, para a continuación reconocer que alguna vez se había dado el caso de una llamada de atención por haber pulsado el botón de voto equivocado en el Parlamento. Si hay libertad de voto en el PP no puede haber botón equivocado, porque lo uno implica lo contrario y es la confesión inconsciente de que existen consignas previas.

El segundo error fue evaluar en “cientos de miles” los empleos que se crearían en Sevilla en caso de desbloquear la Junta los supuestos proyectos pendientes. Una exageración típicamente andaluza pero que no cabe en la boca de un político serio que se precie. Esos pretendidos centenares de miles de empleos no se crearon ni con la Expo.

 

Y el tercero, simbolizar en la Ciudad de la Justicia la lista “interminable” de proyectos supuestamente bloqueados por la Junta en Sevilla, para a continuación añadir que enviaría el sábado siguiente (por el 11 de enero) su propuesta de (re)ubicación de la misma. Si el Ayuntamiento no ha propuesto aún ninguna alternativa, ¿cómo puede sostener desde hace dos años y medio que la Junta bloquea la Ciudad de la Justicia? ¿No será más bien al revés? Porque el único proyecto realmente existente al respecto es el de la Junta en Los Gordales y el que lo cuestiona, empecinado en que no se haga allí, es el Ayuntamiento.

REVELACIÓN PÚBLICA

El mayor error de todos por parte de Zoido fue difundir públicamente el contenido de los 16 folios de su carta a la presidenta de la Junta. Tradicionalmente se entiende que una carta no es propiedad del remitente, sino del destinatario, y que además este medio de comunicación epistolar queda en la esfera de lo privado entre quien lo escribe y quien lo recibe.

El alcalde rompió todas las reglas no escritas de cortesía en materia epistolar al divulgar el contenido de la misiva antes siquiera de que llegara a manos de su destinataria, Susana Díaz. La presidenta no es que se tuviera que enterar por la prensa de su contenido, sino, para colmo, por las redes sociales. Y es que Zoido se dedicó a continuación a tuitear en los 140 caracteres extractos del escrito,  en términos como éstos: “@_susanadiaz confío en el compromiso con sevilla del nuevo gobierno andaluz. Te acabo de enviar una carta con el objeto de vernos pronto”; “Los sevillanos me preguntan si sus hijos tendrán una red de metro completa @_susanadiaz tengo que trasladarte esta pregunta”…

Este comportamiento tan frívolo es más propio de un candidato de la oposición en campaña electoral (el papel en el que Zoido se siente más cómodo, siempre yendo a la contra y descargando en otros su responsabilidad) que el del alcalde de la capital de Andalucía desempeñando su rol institucional. Ello le dio pie a Susana Díaz a plantear ante los asistentes a su conferencia posterior en la antigua Audiencia que qué opinaría de ella Rajoy si se pusiera a enviarle tuits preguntándole cuándo iba a nombrar al candidato del PP a la Presidencia de la Junta de Andalucía.

El ejemplo sería extrapolable a cualquier alcalde de gran capital. ¿Quién actuaría con su presidente de comunidad autónomo como lo ha hecho Zoido con la presidenta de la Junta? Nadie se imagina al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, imitando a Zoido en sus relaciones con la Junta, porque fundamentalmente basa su éxito en la discreción. Así consiguió llevarse el museo Pompidou tras varios años de negociación en secreto, mientras que a Zoido le pierde el populismo, salvo que entendamos esta actuación pública como una gran maniobra de distracción perfectamente diseñada.

ESTRATEGIA POLÍTICA

Al revelar públicamente la misiva, por más que supiera que su comportamiento acabaría irritando a la presidenta de la Junta, y tuitearla ‘urbi et orbi’, Zoido multiplicó los ecos, en su estrategia de volver a señalar al Gobierno autónomo como el responsable de la situación de Sevilla en vez de el Ayuntamiento por su propia inacción o por la falta de proyectos, para redirigir así hacia San Telmo  en vez de a la Plaza Nueva a ese 80% de sevillanos que según el Barómetro de Antares piensa que la ciudad no ha cambiado o ha ido a peor bajo su mandato.

El alcalde se dispersa en exceso en su escrito. Le plantea a la presidenta medio centenar de reivindicaciones (16 folios) de todo tipo, aunque no sean de su competencia o las tenga compartidas con el Gobierno de la nación (al omitirlo en esos casos, por ser de su mismo partido, pierde credibilidad), en vez de concentrarse en pocas y sólo en las que tenga manifiestamente razón, como es el caso de la primera de ellas: qué pasa con las Atarazanas cuando se va a cumplir un año de la marcha de La Caixa tras entregar 10 millones de euros a la Junta para un proyecto alternativo al de Vázquez Consuegra del que sigue sin saberse nada.

Con tanta dispersión y confusión, sin un orden de prioridades, Zoido pierde eficacia y al final el bosque no deja ver los árboles. El alcalde dice entender en su escrito “la situación económica que atravesamos todas las Administraciones”, ante lo cual la Junta podría responderle que como justamente por éso el Gobierno le ha transferido 1.600 millones de euros menos y le obliga a recortar en todo tipo de capítulos, por ello no hay dinero para el Metro, la Ciudad de la Justicia y tantas demandas de la lista de Zoido, pero no por esta realidad el alcalde deja de insistir en sus reivindicaciones habituales, por lo que al final la imagen que proyecta es la de que la Junta bloquea Sevilla.

CONTRADICCIONES

El alcalde exige ayuda del Gobierno autónomo para los museos de Bellas Artes y Arqueológico, cuando son de titularidad compartida con el Estado, al que nada reclama. Curiosamente, dice poner todos sus recursos a disposición de Susana Díaz para recuperar el Arqueológico, cuando hubo que retirar el Tesoro del Carambolo porque ni pagaban a medias la factura del vigilante. Zoido también añade que “la restauración de Santa Catalina es una obligación de los responsables gubernamentales”. Se equivoca. Es responsabilidad legal de su propietaria, la Iglesia de Sevilla. Pero si así piensa, ¿cómo le pide dinero a la Junta si él mismo no ha presupuestado un solo euro para ese templo en las Cuentas del Consistorio? Donde sí tiene razón Zoido es en denunciar el abandono por la Junta del conservatorio Cristóbal de Morales. También reclama el pago de ayudas comprometidas ¡hace 10 años!, como 100.000 euros de la Copa del Mundo de golf.

De los 16 folios, seis y medio se centran en la denuncia de recortes, impagos y/o retrasos en las ayudas a programas de política social y empleo o carencias que afirma ha tenido que suplir el Ayuntamiento: dependencia, zonas de transformación social, ayudas a domicilio, alimentación infantil, inmigrantes, drogodependientes… Más que probablemente el alcalde tenga razón en sus reivindicaciones, máxime cuando la Junta no ha librado hasta hace poco una partida para parte de los atrasos en dependencia, pero siempre le cabe argumentar que son consecuencia de los recortes que sufre a su vez del Gobierno y que parte de las reivindicaciones del alcalde ya no tienen sentido conforme a la reforma de la Administración Local.

URBANISMO

El otro gran capítulo de la carta es el urbanístico, en el que Zoido culpa a la Junta del bloqueo de proyectos que ni siquiera ha presentado, como la Ciudad de la Justicia y Altadis, y la desafectación de vías pecuarias en casos como el de Ikea, cuando el propio Consistorio era el competente para iniciar los trámites de deslinde y lo hizo con años de retraso. El alcalde insiste en presentarle a la presidenta de la Junta proyectos urbanísticos pese a los dictámenes negativos previos de los organismos autonómicos por no atenerse al PGOU, como la Gavidia y los parkings rotatorios en el Centro y el Prado, con el argumento de que son necesarios ante la falta de Metro, pese a que ello no haya sido óbice para que sus potenciales beneficiarios, los comerciantes, hayan visto lleno el casco antiguo durante la Navidad.

Más que una carta en busca de comprensión y acuerdos, Zoido ha redactado un memorial de supuestos agravios que ha publicitado por todos los medios porque su fin último era seguir señalando a la Junta como la boicoteadora de proyectos que en algunos casos no existen aún (Altadis) y en otros chocan contra las disposiciones del PGOU porque Zoido no ha tenido el valor de modificarlo por completo para mostrar su modelo de ciudad o, a la vista de su trayectoria en este tiempo, su falta de modelo.

‘Me quedo en Sevilla’

El dato revelado al finalizar 2013 por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de que, conforme a la actualización del Padrón, Sevilla ha perdido 2.186 habitantes a lo largo del pasado año y se queda con 700.169, a tan sólo un paso de bajar de la cifra redonda de los 700.000, ha provocado preocupación general y suscitado todo tipo de comentarios sobre si se trata de un indicador de un declive con consecuencias políticas, económicas y hasta de rango, por el riesgo de perder la calificación como ‘gran urbe’ y de ser adelantada como cuarta de España por Zaragoza.

En efecto, la capital aragonesa es la única de las tres españolas (junto con Las Palmas de Gran Canaria y Málaga) que no pierde población en 2013, queda ahora con 682.004 habitantes y está a tan sólo 18.165 de igualar a Sevilla. Tiene muchas probabilidades de sobrepasarla demográficamente antes de que lleguemos al primer cuarto de este siglo XXI.

Hay que subrayar que, de momento, Sevilla aún se mantiene con más de 700.000 habitantes, pero hay que atender la señal de alarma que avisa de que estamos a punto de caer por debajo de esa cifra. La primera consecuencia sería de índole política. Siempre que supere los 700.000 habitantes la ciudad mantendrá los 33 concejales actuales. Ahora bien,  en el momento en que quedase con 700.000 justos o menos de esa cantidad perdería dos ediles (se quedaría con 31), ya que el artículo 179 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General establece que se asignarán  25 concejales por hasta 100.000 habitantes  y uno más por cada otros 100.000 o fracción, añadiendo uno más cuando el resultado final fuese par.

CONSECUENCIAS POLÍTICAS

Con la población actual le corresponderían los 25 concejales por hasta 100.000, más 6 por hasta 700.000, más 1 por la fracción de 169,  más el último por ser el resultado par, a fin de facilitar la gobernación con un número impar de ediles (33) que permita una mayoría absoluta, ya que con 32 (número par) podría generarse una ingobernabilidad por teóricos empates en las votaciones.

Cabe preguntarse si la configuración política de la corporación actual habría sido diferente con 31 que con 33 concejales. Dicho de otra manera: ¿a qué partido político beneficia y a cuál perjudica electoralmente que Sevilla tuviera 700.000 habitantes o menos y perdiera dos concejales? Es imposible saberlo, porque las circunstancias son distintas en cada elección y los votantes no se comportan de la misma manera.

En un mero ejercicio de política-ficción, si extrapolamos los votos obtenidos por cada partido en las últimas elecciones municipales (mayo 2011) a una corporación con 31 ediles en vez de con 33, paradójicamente la cuota de poder  entre los partidos no habría variado pese a que el PP habría perdido dos ediles, pero no su mayoría absoluta. El Ayuntamiento resultante habría sido  del mismo color político que el actual, con estos resultados:

PP: 49,3% de los votos y 18 concejales.

PSOE: 29% de los votos y 11 concejales.

IU: 7,1% de los votos y 2 concejales

PA y UPyD no habrían obtenido concejal alguno.

GRAN CIUDAD

Pese a que se ha admitido comúnmente que Sevilla perdería su condición de gran urbe si bajara de los 700.000 habitantes, técnicamente es una falsa creencia, aunque psicológicamente, y máxime si es rebasada por Zaragoza con el tiempo, la ciudad se lo tomaría como una pérdida de rango en la clasificación, máxime en estos tiempos en que se admite cada vez más que son las ciudades y no los países las que compiten en una especie de Liga mundial por la captación de grandes proyectos y la proyección universal de su ‘imagen de marca’.

Legalmente, Sevilla no perdería la condición de municipio de gran población,  ya que esta figura se instauró en  la Ley 57/2013, de 16 de diciembre, de Medidas para la Modernización del Gobierno Local, y en la misma se define como tales  a los municipios con población superior a los 250.000 habitantes, las capitales de provincia de población superior a 175.000 habitantes, los municipios capitales de provincia, capitales autonómicas o sede de instituciones autonómicas y los municipios cuya población supere los 75.000 habitantes que presenten circunstancias económicas, sociales, históricas o culturales especiales. Y es evidente que Sevilla sigue cumpliendo todos estos parámetros.

FINANCIACIÓN

La tercera gran consecuencia con la que se ha especulado es la económica. A menos habitantes, menos transferencias ‘per cápita’ de recursos por parte de las Administraciones estatal y autonómica. Se ha estimado que de entrada la ciudad va a perder 400.000 euros por esta regresión demográfica, un dinero que no sería nada despreciable, por cuanto equivale casi al coste del alumbrado navideño de un ejercicio, según las cifras oficiales facilitadas en su día al respecto por el Ayuntamiento.

No parece que a tenor de las actuales cifras del padrón, pese a la pérdida de habitantes sufridas, la repercusión económica vaya a ser notable, ya que Sevilla sigue ostentando todas las calificaciones como ciudad que vimos anteriormente.

La financiación en virtud de la Ley de Haciendas Locales sólo se vería significativamente afectada si la población bajara de 75.000 habitantes, para lo cual haría falta literalmente una hecatombe. En cualquier caso,  estos parámetros no son fáciles de estimar ‘a priori’,  ya que dependen de  su regulación en los Presupuestos Generales del Estado, en los de la Comunidad Autónoma, en las liquidaciones de las Cuentas Generales de estas dos administraciones, etcétera, y a partir de la aplicación de unas fórmulas matemáticas.

Las consecuencias prácticas, al menos de momento, de la pérdida de población sufrida no son tan graves como al principio se pensaron, pero no por ello la caída en 2.186 habitantes en tan sólo un año deja de ser preocupante. Esta mengua no se ha producido de la noche a la mañana. Cabe deducir que se ha ido produciendo una acumulación sucesiva de bajas en el padrón y que ‘alguien’ en el Ayuntamiento tendría que haber detectado el fenómeno que se estaba produciendo y reaccionado sobre la marcha con medidas paliativas para evitar o contrarrestar la sangría demográfica. Sin embargo, ya hemos visto que no ha sido así. Nadie se ha percatado de nada hasta que el Instituto Nacional de Estadística ha publicado la cifra revisada y disparado la alarma.

REACCIÓN OFICIAL

¿Y cuál ha sido la reacción oficial del Ayuntamiento? Zoido le ha restado importancia. Cuando le preguntaron sobre la posibilidad de que la población empadronada caiga por debajo de la barrera de los 700.000 habitantes, el alcalde señaló que la población de la ciudad lleva dos décadas moviéndose en torno a esa cantidad: “Esa cifra de 700.000 habitantes, arriba o abajo, lleva en la ciudad las últimas dos décadas”.

Sin embargo, muy distinta fue su reacción cuando a final de 2007 se conoció el padrón actualizado y que Sevilla se había quedado en 699.145 habitantes, tan sólo 1.024 menos que ahora. Ocho días después, Zoido, por entonces líder de la oposición, anunciaba el lanzamiento de la campaña ‘Me quedo en Sevilla’, para frenar lo que calificaba como “éxodo de la población”. En una intervención ante el Comité Ejecutivo Regional del PP (A), el hoy alcalde  dijo: “Desgraciadamente, en Sevilla se ha producido un éxodo masivo e innecesario que  ha dado un mazazo al censo, el cual ha bajado de la barrera psicológica de los 700.000 habitantes. Esto demuestra que mientras en España otras ciudades despegan, Sevilla se ancla, al tiempo que el descenso de habitantes supone menos inversiones para la ciudad….”.

 Según Zoido, si en Sevilla vivía menos gente  “es porque los sevillanos se van huyendo de una ciudad con más impuestos, con viviendas más caras y con peores servicios. Monteseirín ha conseguido hacer de Sevilla –añadió- una ciudad incómoda, cara y con una vivienda a la que sólo pueden acceder unos pocos”, por lo cual no había que quedarse cruzado de brazos, sino plantear un programa de medidas (su campaña ‘Me quedo en Sevilla’) que propiciara la vuelta de los sevillanos y el freno del éxodo’.

PLAN DE CHOQUE

Zoido anunció que reclamaría a Monteseirín que se dirigiera “a donde corresponda” y trabajara para levantar en Sevilla 20.000 viviendas, con un cupo del 50% para los jóvenes. De estas 10.000, 3.000 tendrían que ser en régimen de alquiler (1.500 con opción a compra) y las 7.000 restantes en régimen de compra. También abogó por la creación de centros residenciales destinados a un alquiler temporal, económico y con un tiempo de disfrute máximo de cinco años, “para que puedan rotar y así esta medida pueda llegar al mayor número de sevillanos; estos centros serían como residencias universitarias, que permitirían a los jóvenes emanciparse a bajo precio”.

El hoy alcalde también propugnaba que el Ayuntamiento pusiera en marcha programas de alojamiento compartido entre personas mayores de edad, discapacitados y familias monoparentales: “Así –aseveró- los jóvenes resolverían su problema de residencia pagando un alquiler a bajo precio o gratuito a cambio de su ayuda a esas personas con problemas”.

Zoido ha tenido la oportunidad durante estos dos años y medio como alcalde de llevar a cabo las medidas que propugnaba para frenar el éxodo de población. No ha acometido ninguna, el éxodo ha continuado y ahora, frente al catastrofismo con que describía la situación con Monteseirín, dice que lo normal es que Sevilla pierda o gane habitantes según las épocas. Zoido en estado puro.

Pompidou: Málaga deja en evidencia a Zoido

Juan Ignacio Zoido ha reaccionado a la noticia de que Málaga había conseguido convertirse en la primera subsede en el extranjero del Centro Nacional de Arte y Cultura de París, más conocido como el centro Pompidou (apellido del presidente francés que lo impulsó) o como el Beaubourg y que incluye un Museo de Arte Contemporáneo, además de biblioteca, filmoteca y otras dotaciones culturales, diciendo que aunque este referente artístico mundial abra una sucursal en un cubo de cristal que se está construyendo en el puerto malagueño, “otras ciudades jamás tendrán lo que tiene Sevilla”.

El alcalde se lamentó, no obstante, de que mientras el Ayuntamiento de Málaga ha sabido invertir en tiempos de bonanza económica, “nosotros estamos pagando aún proyectos de esa época, como las Setas o Fibes, que no se pueden destinar a uso museístico”. Zoido no desaprovechó la ocasión para culpar de nuevo a la Junta, de la que dijo “está aportando poco  en Sevilla y mucho en Málaga”, y le pidió que desbloquee la construcción de un museo en las Atarazanas.

El problema para Zoido es que habiendo sido él el primero en hablar del Pompidou o su equivalente para Sevilla casi tres años antes que su homólogo y correligionario alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, éste lo ha dejado en evidencia al conseguir para su ciudad lo que Zoido ha dejado abandonado por el camino, por cambiar su propio programa electoral. Al alcalde de Sevilla le ha pasado como a esos equipos de fútbol que pierden cuando traicionan su filosofía de juego.

Tiremos de hemeroteca y echemos la vista atrás para tratar de comprender cómo es posible que Málaga le haya acabando arrebatando a Sevilla no ya sólo la idea de emular al Pompidou, sino el Pompidou original.

EL ORIGEN

El 27 de enero de 2011, Zoido eligió el estudio del artista Mundi Martín Iglesias para presentar su programa cultural para las elecciones municipales de mayo del mismo año.

En ese acto anunció que si era elegido alcalde convertiría el abandonado mercado de la Puerta de la Carne en “el centro Pompidou de Sevilla”, al que definió como “un nuevo espacio para creadores de arte contemporáneo andaluces, con talleres de formación, becas de estudio, seminarios, exposiciones y centros de estudios”.

Zoido afirmó que reconvertiría un edificio cerrado y sin uso, “que -añadió- tiene unas posibilidades de espacio y de ubicación increíbles para la cultura más emergente y vanguardista de Sevilla”, y abundó en su idea: “Aspiro a que, con el tiempo, Puerta de la Carne se convierta en el Centro de Arte Contemporáneo, con la misma filosofía que el Centro Pompidou de París”.

Cuando Zoido hizo este anuncio, las Setas de la Encarnación llevaban casi cinco años en obras, hasta el punto de que Monteseirín las inauguró ya casi acabadas el 27 de marzo de 2011 por aquello de que eran el icono de su último mandato, y el actual alcalde era consciente de las modificaciones presupuestarias que habían tenido que aprobarse en los Plenos municipales para rematarlas y que dispararon su coste a más de 100 millones de euros. Lo mismo cabe decir sobre las obras de Fibes. Por tanto, el alcalde no puede ahora llamarse a engaño sobre su promesa electoral de convertir el mercado de la Puerta de la Carne en el equivalente a un Pompidou, cuanto más de que albergara una sede del museo parisino. Esto denota una vez más la escasa seriedad de Zoido, por hacer promesas infundadas económicamente y por incumplir al menos el 70% del programa con que concurrió a las elecciones.

GOURMET ANTES QUE MUSEO

Después de que en el año 1999 los placeros del mercado, dado su deterioro, se trasladaran a la antigua estación de Cádiz, los técnicos municipales redactaron un proyecto de rehabilitación del inmueble, que fue valorado en 99 millones de pesetas (menos de 600.000 euros actuales), aunque no se ejecutó porque los comerciantes se negaron a volver,  al comprobar que tenían más y mejores clientes en su nueva ubicación y obtenían mayor rentabilidad. Aunque el coste se hubiera duplicado e incluso triplicado en los catorce años transcurridos desde entonces, la rehabilitación a un precio relativamente moderado podría haber permitido la reconversión del edificio en ese Pompidou a la sevillana prometido por Zoido.

Y, sin embargo, ¿qué ha hecho el alcalde? Pues traicionar su programa electoral y en vez de invertir fondos municipales en la restauración, obrar al revés: privatizar el antiguo mercado de la Puerta de la Carne al sacarlo a concesión -tan sólo dos semanas antes de que Málaga anunciara el fichaje del Pompidou- para su reconversión en otro mercado gourmet y reservándose para usos culturales municipales tan sólo 200 m2 del espacio y únicamente durante 73 días del año. A eso ha quedado reducida la promesa de Zoido de un Pompidou sevillano, sin que haya influido nadie (¿o también va a echarle la culpa a la Junta de Andalucía?) en su decisión: ha preferido destinar el antiguo mercado a gastronomía para ricos en vez de al arte contemporáneo.

FINANCIACIÓN

En otros proyectos (museo Picasso, por ejemplo), Zoido podría haber tenido razón al hablar de las inversiones culturales de la Junta en Málaga, pero es que en el caso del museo Pompidou se equivoca de cabo a rabo, porque se trata de un proyecto estrictamente municipal, al menos de momento. Dado que Sevilla fue incapaz de mantener sus dos Cajas de Ahorro y que la fusionada Cajasol cavó su propia tumba embarcándose en el dislate del rascacielos justo al advenimiento de la crisis inmobiliaria, el alcalde malagueño sí puede esperar que Unicaja le sufrague el 50% de la operación Pompidou, pero De la Torre ha declarado de que si no contara con ese patrocinio, el Ayuntamiento de Málaga abordará el proyecto con sus propios recursos.

¿Y cuánto le cuesta traerse el Pompidou al Ayuntamiento de la Costa del Sol? Pues un millón de euros al año por un periodo de cinco, en concepto de canon, alquiler o como queramos llamarlo. Un millón de euros en una operación de esta envergadura, con los réditos que puede reportar a la ciudad al potenciar su ya amplia oferta museística (el Picasso y el Thyssen, entre otros), no es tan gravoso. Equivale al coste del alumbrado de Navidad de Sevilla más el de instalar en el Parque de los Príncipes la cubierta de la Copa Davis. Pero, claro,  cada ciudad demuestra con sus obras y proyectos cuál es su modelo urbano y cuáles sus prioridades.

Por otra parte, Zoido ha alardeado de haber logrado superávit en las cuentas municipales, por más que invoque continuamente la ‘herencia recibida’, hasta el punto de disponer de 48 millones de euros como remanente de tesorería.

PATALETA

La reacción de Zoido a la noticia de la incorporación del Pompidou al portfolio cultural malagueño no deja de ser una pataleta y una torpeza política, tanto en su calidad de alcalde de Sevilla como de, aún, presidente del PP de Andalucía, lo que le vuelve a inhabilitar para ser el candidato de los populares a la Presidencia de la Junta al carecer de una visión global de Andalucía distante de localismos y aldeanismos.

El regidor sevillano ya se equivocó  en sus declaraciones sobre la condena carcelaria de Del Nido y ahora ha vuelto a hacerlo al decir, como el zorro sobre  las uvas supuestamente verdes en la fábula de Samaniego, que Málaga podrá tener el Pompidou pero nunca los atractivos de nuestra ciudad, cuando lo que procedía era haber felicitado a la capital de la Costa del Sol por un éxito que beneficia a todos los andaluces, incluidos los sevillanos amantes de la cultura, al poner a un tiro de piedra de Sevilla las exposiciones que canalice el Pompidou hacia Málaga. Y, además, los turistas urbanos que acudan a la Costa del Sol por el arte que allí se muestre siempre sentirán la tentación de acercarse también a nuestra ciudad, con lo que se impondría la necesidad de articular de forma inteligente y cooperativa paquetes turísticos conjuntos Málaga-Sevilla.

Contrastan las palabras de Zoido con las de Francisco de la Torre tras conocer las declaraciones de aquél: “Yo siempre me alegraré de cualquier avance en Granada, Sevilla o Córdoba, por decir alguna ciudad andaluza”.  Antes eran los políticos sevillanos los que se mostraban con altura de miras hacia Málaga frente al victimismo de los malagueños y ahora empieza a ser al revés, lo cual no deja de ser significativo a la vez que preocupante.

ATARAZANAS

Sin olvidar que fue el Ayuntamiento en que con sus continuas trabas burocráticas propició el abandono de las Atarazanas por La Caixa hace ya más de un año, Zoido sí tiene razón en exigirle a la Junta de Andalucía que presente de una vez por todas el proyecto sustitutivo al de Vázquez Consuegra que prometió por aquel entonces la Consejería de Cultura con la financiación supletoria acordada con la entidad catalana para este nuevo objetivo.

Mientras el alcalde se enfanga en polémicas urbanísticas con el Gobierno andaluz a cuenta de la interprertación del PGOU porque no ha tenido arrestos para modificarlo durante su mandato y plasmar así su modelo de ciudad (¿tiene alguno aparte de potencial el tráfico privado?), no ha sabido abanderar en todo este año la reivindicación de las Atarazanas. ¿Será porque allí no puede montar otro mercado gourmet?

La infravivienda según Vílchez

Si no fuera porque el almanaque marcaba la fecha del 8 de diciembre en vez de la del 28, Día de los Santos Inocentes, las declaraciones del delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, el pasado domingo durante una entrevista periodística bien habrían podido ser tomadas por una inocentada. El delegado, que reconoció haber pensado en dimitir en más de una ocasión a lo largo de estos dos años y medio de mandato que mañana se cumplen, se lamentaba de que por mor del estallido de la burbuja inmobiliaria no gozaba de la misma largueza presupuestaria que sus predecesores. Cuando le preguntaron que en caso de que hubiera dispuesto de similares fondos en qué los habría empleado, su respuesta fue que en combatir la infravivienda.

A nadie se le escapa que pese a que las elecciones municipales se celebraron en mayo de 2011, tres años después del inicio de la crisis por el derrumbamiento del mercado inmobiliario, Zoido se presentó a aquellos comicios con un programa en muchos aspectos alejado de la realidad en que vivíamos y aún vivimos, ya que incluía la promesa de construir 4.000 nuevas viviendas de protección oficial, a un promedio de 1.000 VPO por cada uno de los cuatro años del mandato. Asimismo, Zoido, con la comprometida ayuda del Ministerio de Sanidad y Asuntos Sociales, prometió impulsar la rehabilitación de zonas degradadas (caracterizadas justamente por sus infraviviendas de hasta 30 m2 de superficie) como el barrio de Los Pajaritos, con sus 524 pisos municipales de alquiler.

FRENAZO A EMVISESA

A pesar de que había por entonces unos 16.000 demandantes de VPO inscritos en las listas de espera de Emvisesa, el gobierno constituido por Zoido paralizó prácticamente desde sus inicios la construcción de nuevas viviendas públicas con cargo a la empresa municipal Emvisesa, obviando la promesa electoral del alcalde de edificar 4.000 durante su mandato.

Las infraviviendas que sitúa en su punto de mira el delegado de Urbanismo al menos existen e incluso, dada la falta de alternativas, pueden hasta acabar cobijando varias generaciones de una misma familia, pero las VPO que no se construyen, sencillamente no figuran para nada. Es más, puede decirse que la falta de VPO contribuye a consolidar las infraviviendas que hay en las zonas degradadas de la ciudad, ya que se deja sin apenas opción a los jóvenes que pretendan emanciparse.

El pasado 28 de noviembre, Zoido entregó las llaves de sus nuevos pisos a 50 de los 147 adjudicatarios de VPO promovidas por Emvisesa en el Polígono Aeropuerto, algunos de ellos con entre 10 y 20 años de tiempo inscritos en las listas de espera. Sin embargo, ninguna de estas viviendas han sido promovidas durante el mandato de un alcalde que prometió 4.000.

Los planes del Ayuntamiento para la empresa municipal se han limitado a administrar la ‘herencia recibida’ (ésa de la que tanto se queja el alcalde) del mandato anterior PSOE-IU para ir entregando gradualmente las 719 VPO iniciadas antes de su llegada al Ayuntamiento y a medida que se vayan terminando las promociones.

SIN BALÓN DE OXÍGENO

Tenemos en torno a 15.000 demandantes de VPO y 9.199 de nuestros 90.740 parados pertenecen al sector de la construcción, por lo que un impulso a la edificación de nuevas viviendas públicas sería un estímulo para nuestra maltrecha economía local, pero el Ayuntamiento ha frenado la actividad y los presupuestos de Emvisesa con el pretexto de la crisis, los recortes y la sequía crediticia. En puridad, el gobierno local sólo ha promovido 16 VPO en la Ronda de Capuchinos, que supondrían, en caso de materializarse, únicamente el 0,4% de las prometidas por el alcalde.

En este marco de vaciamiento de Emvisesa por falta de actividad no es de extrañar el rocambolesco episodio de que haya sido embargada por la propia Agencia Tributaria del Ayuntamiento a consecuencia del impago de tributos municipales, justamente porque el Consistorio no se ha subrogado el crédito que aquélla asumió (indebidamente, según la Cámara de Cuentas) en el mandato de Monteseirín para la terminación de Fibes.

Esta deuda lastra sus cuentas, pese a que existe desde 2012 un acuerdo, incumplido aún, de la Junta de Gobierno de transferirle 11,2 millones de euros y parcelas por valor de 14,2 millones. Esta laxitud con Emvisesa contrasta con la celeridad para modificar el Presupuesto de la ciudad si hace falta y transferirle cantidades millonarias a una Tussam en apuros, pero, claro, Emvisesa no tiene 1.000 conductores que puedan paralizar el transporte público en la ciudad en caso de problemas. Por tanto, cuando la oposición habla de que Zoido podría repetir con Emvisesa el mismo caso que con Sevilla Global, halla argumentos sobrados para ello en la actuación de su gobierno.

RETRASOS EN LOS PAJARITOS

En el estandarte de la lucha contra la infravivienda propiamente dicha, la primera etapa de la rehabilitación de Los Pajaritos (herencia del Plan Integral para los Tres Barrios, que el gobierno anterior redactó pero que no impulsó, por centrarse en las Setas de la Encarnación, la Alameda y los carriles-bici) se están incumpliendo los plazos anunciados previamente. En su última visita a las obras del edificio-puente, sito cerca de las cocheras de Tussam y al que deben trasladarse de forma transitoria las familias para poder derruir sus viviendas actuales y construir en su lugar otras más dignas, Zoido prometió que estaría concluido en noviembre.

Una vez más se ha vuelto a sobrepasar el plazo, ya que nos adentramos en diciembre y a este paso nos plantaremos en 2014 sin concluir el traslado. En cualquier caso, se trata de tan sólo 66 familias de las 524 que se contabilizaban en Los Pajaritos, un 12,59% del total, con lo que nos hallamos en una situación parecida a la de las VPO: mínimo avance.

Hasta aquí, el Ayuntamiento podría tratar de ampararse en la coartada de los recortes económicos y el cierre del grifo del crédito por la banca para justificar que no ha podido hacer mucho más en estos dos años y medio, pero cuando las palabras del delegado de Urbanismo quedan como un mero brindis al sol es cuando se analiza la política municipal con los recursos que ya tiene.

CORRAL DE TRIANA

Si tanto le preocupa al Ayuntamiento el problema de la infravivienda en nuestra ciudad, menos se comprende aún que haya dado prioridad al intento de ahorrarse 60.000 euros anuales del alquiler de la comisaría de la Policía Local en Santa Fe trasladando su sede a la Casa Tapón, en Pagés del Corro, en un corral en el que existen 13 viviendas municipales, de las que ocho siguen vacías pese a que hay 700 familias en situación tan desesperada que ni siquiera pueden pagar un alquiler y sólo aspiran a un piso social.

Ahora que la Junta de Andalucía ha denegado la ocupación de la Casa Tapón en el Corral de la Encarnación por tratarse de un Bien de Interés Cultural, el Ayuntamiento, que a buen seguro sumará esta decisión a la lista de agravios con el Gobierno autonómico, ya no tiene ningún pretexto para seguir manteniendo semivacío el inmueble.

Cabría recordar cómo el gobierno local, que se dice tan preocupado por la infravivienda, desmanteló Otainsa, la oficina creada en el anterior mandato para atender a las personas en riesgo de desahucio, y cómo desde Urbanismo, de la que depende Emvisesa, se dio orden de desahuciar a  inquilinos de viviendas municipales en San Jerónimo y otros barrios antes de que tras varios suicidios que conmocionaron el país el alcalde, de forma políticamente oportunista, ordenara paralizar casi en el último minuto los lanzamientos previstos.

LA DEFENSORA DEL PUEBLO

El delegado de Urbanismo expresa su preocupación por la infravivienda, pero lleva dos meses de papeleo en Emvisesa para resolver las decenas de peticiones de inquilinos con escasos recursos que aspiran a un alquiler social, también prometido al hilo de los últimos acontecimientos por el alcalde.

Lo último, por ahora, ha sido el nuevo requerimiento de la nada sospechosa Defensora del Pueblo, la exalcaldesa popular Soledad Becerril, para que el Ayuntamiento le informe sobre las actuaciones que ha emprendido a fin de que no quede sin ocupar ninguna VPO en Sevilla, después de que Emvisesa contestara “sólo de forma parcial” a la carta que le envió en el mes de marzo en tal sentido. Han pasado nueve meses sin que el Consistorio haya sido capaz de aclararle a la Defensora si ha cumplido sus recomendaciones sobre viviendas protegidas vacías.

Por más que Maximiliano Vílchez exprese su inquietud por la infravivienda, la política de Zoido no está contribuyendo precisamente a erradicar el problema. Sus escasas iniciativas en este campo amenazan con convertirse en el mayor capítulo del Debe del alcalde ante la próxima cita con las urnas, para la que ya sólo falta año y medio.

Zoido proyecta ahora reducir al mínimo las actas de los Plenos municipales

Los ediles tendrían que consultar las intervenciones en un documento de audio

El nuevo sistema les obligaría a copiar a mano los pasajes de su interés

Queda en el limbo la forma en que los sevillanos accederían al material

 

El gobierno local, que pese a las promesas de transparencia y de ‘luces y taquígrafos’ de Zoido sólo permite a la oposición tomar notas a bolígrafo de los expedientes municipales en horario de oficina, proyecta ahora una vuelta de tuerca más cuya consecuencia será volver a dificultar la labor fiscalizadora de la oposición, ya que se eliminará la mayor parte de la transcripción de las actas de los Plenos.

La crisis económica sirve de coartada para todo, según y cómo. El Ayuntamiento de Sevilla saca de los Presupuestos más de 400.000 euros para alumbrar las calles durante la Navidad pero amparándose en la necesidad de recortar el gasto público no cubre dos vacantes existentes en el Negociado de Actas, pese a que podría declararlas como un servicio esencial para la ciudad.

Con esta realidad como pretexto y dado que según la versión oficial la carga de trabajo sobrepasa la capacidad laboral existente, el equipo de gobierno maneja un proyecto para ahorrar costes implantando un nuevo procedimiento para transcribir, o más bien no transcribir al 100%, las actas de los Plenos, como viene sucediendo hasta ahora para dejar constancia documental del contenido de los debates plenarios y de lo que argumenta y vota cada concejal.

Hasta los sevillanos pueden acceder a las actas de los Plenos a través de la página web del Consistorio (www.sevilla.org) y las pestañas sucesivas Ayuntamiento-Pleno-Actas de los Acuerdos. Actualmente se pueden leer las actas hasta el Pleno correspondiente al Pleno del 26 de julio, faltando aún las de los meses siguientes, como demostración de la escasa prioridad que se da a la transparencia y difusión de los acuerdos del máximo organismo representativo de la ciudad.

MINI ACTAS

El nuevo procedimiento proyectado consiste en elaborar una mini acta que incorpore sólo el dato de los concejales asistentes al Pleno, los acuerdos adoptados, las enmiendas presentadas y las votaciones, pero omitiendo todas las intervenciones y argumentos de los concejales durante los debates.

Este material no se transcribirá en un documento escrito, mucho más fácil y rápido de leer,  analizar y manejar por parte de los propios concejales (y los ciudadanos a través de la página web), sino que se dejará como documento de audio, ya que todos los Plenos se graban con imágenes y sonido, si bien no se difunden pese a haberlo planteado alguna vez la oposición.

Para facilitarles a los ediles la búsqueda dentro del audio, en las mini actas en papel se incluirá en cada punto una remisión al contenido de la grabación , con indicación del minuto en que comienza cada turno de palabra. Según el proyecto que se trata de implantar, cada edil podrá avanzar y retroceder dentro del audio, como a la antigua usanza, para localizar el pasaje que busque. El plan es presentado como el cumplimiento de lo dispuesto en la ley 11/2007, de Acceso Electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos, que recoge entre sus fines la mejora del funcionamiento interno de las Administraciones Públicas mediante el uso de las tecnologías de la información, la eficacia y la simplificación de los procedimientos.

Esa extrema simplificación obligaría a partir de ahora a todos los concejales a tomar también notas a mano de los contenidos de los debates que quieran consultar, ya que se elimina la transcripción de los mismos por escrito para las actas. La consecuencia directa es que otra vez  se dificultaría la labor de la oposición y hasta la tan publicitada participación ciudadana en la vida pública, ya que se deja en el limbo jurídico la forma, si es que se considera siquiera, en que los sevillanos accederían a los audios para comprobar la labor que realizan los concejales a los que han votado.

El Correo de Andalucía

Me llega un tuit del alcalde en el que da todo su apoyo y ánimo a los trabajadores de El Correo de Andalucía, “que -dice- defienden su empleo y la continuidad de un diario centenario”. Me indigna tanta hipocresía. La situación del decano de la prensa se vuelve contra la política de comunicación de Zoido y su arbitrario reparto de la publicidad institucional, que debería regirse por criterios objetivos (EGM, OJD…). Mientras que a su boletín oficial, que ha ocultado que cobraba sobresueldos, lo ha recompensado con casi 650.000 euros, patrocinios por otras vías aparte, al Correo y a otros los ha dejado a dos velas, cuando no los ha excluido por su línea crítica. ¿Cuántos anuncios de las Santas de Zurbarán ha puesto Zoido en El Correo? ¿O cuántos sobre la renovación de las casetas de la Feria de Abril y la información pública de las Ordenanzas Fiscales? Con que sólo se hubiera atenido a su cuota de lectores y de mercado  en el reparto del pastel, quizás Zoido habría contribuido a prolongar la vida del periódico en vez de lamentarse farisaicamente por su agonía.

 

El Correo de Andalucía

Me llega un tuit del alcalde en el que da todo su apoyo y ánimo a los trabajadores de El Correo de Andalucía, “que -dice- defienden su empleo y la continuidad de un diario centenario”. Me indigna tanta hipocresía. La situación del decano de la prensa se vuelve contra la política de comunicación de Zoido y su arbitrario reparto de la publicidad institucional, que debería regirse por criterios objetivos (EGM, OJD…). Mientras que a su boletín oficial, que ha ocultado que cobraba sobresueldos, lo ha recompensado con casi 650.000 euros, patrocinios por otras vías aparte, al Correo y a otros los ha dejado a dos velas, cuando no los ha excluido por su línea crítica. ¿Cuántos anuncios de las Santas de Zurbarán ha puesto Zoido en El Correo? ¿O cuántos sobre la renovación de las casetas de la Feria de Abril y la información pública de las Ordenanzas Fiscales? Con que sólo se hubiera atenido a su cuota de lectores y de mercado  en el reparto del pastel, quizás Zoido habría contribuido a prolongar la vida del periódico en vez de lamentarse farisaicamente por su agonía.

El secreto está en la tasa

Cuenta la leyenda que Leonardo Fernández Pujals, el cual había conocido en Estados Unidos el ‘boom’ del reparto de comida a domicilio y en especial el de pizzas, se propuso emular en España aquel negocio de éxito, para lo cual dejó su cómodo puesto de directivo de una multinacional, hipotecó su casa para conseguir liquidez y empezó desde la nada las probaturas para fabricar pizzas antes de poder repartirlas.

Los niños que jugaban al fútbol en las calles del madrileño barrio del Pilar fueron sus conejillos de Indias. Les dio a probar todo tipo de combinaciones de ingredientes y sólo cuando la mayoría de ellos coincidieron en señalar la que más les gustaba de todas supo que había dado con la fórmula, la cual tradujo en un lema comercial: ‘El secreto está en la masa’. Había nacido Telepizza.

Asunción Fley, la delegada de Hacienda de Zoido que pasa por ser la dama de hierro y la ‘manostijeras’ municipal (por aquello de los recortes a troche y moche, salvo cuando se trata de subirle el sueldo hasta los 105.000 euros a su directora general), le ha dado un sinfín de vueltas al proyecto de Ordenanzas Fiscales de 2014, para conciliar el mensaje propagandístico del alcalde de que supondrían la mayor rebaja impositiva de la historia de la Democracia con la necesidad de compensar de tapadillo y por otras vías la caída de ingresos que supondrá la congelación del IBI, previa subida del 10% en ejercicios anteriores.

Tras frustrarse, por impopular, la idea de implantar el copago policial, la oposición descubrió en el Pleno de las Ordenanzas celebrado el pasado 30 de octubre que el secreto de Fley estaba en la tasa….. de la basura, en la Ordenanza reguladora de la recogida de residuos. Así, se suscitó un debate entre lingüístico y técnico, de esos que espantan a los no iniciados, pero que justamente por la aversión que suscitan permiten que en caso de no producirse los tecnócratas como Asunción Fley, fichada para la política por Zoido, acaben camuflando sus medidas y que éstas no se perciban hasta que sus consecuencias no se hacen evidentes, ya demasiado tarde.

ANÁLISIS COMPARADO

Juan Espadas, el portavoz socialista, comparó la redacción de la Ordenanza Fiscal de las Basuras de 2013 y 2014 y reparó con alarma en, sobre todo, el artículo 6º, que ahora reza así: “Constituye el hecho imponible de la presente Tasa, la prestación del servicio de recepción obligatoria de gestión de residuos urbanos que se generen o que puedan generarse, tanto en viviendas y edificaciones cuyo uso catastral sea predominantemente residencial, como en alojamientos, edificios, locales, establecimientos e instalaciones de todo tipo, cuyo uso catastral no sea residencial en los que se ejerzan o puedan llegar a ejercerse actividades comerciales, industriales, profesionales artísticas, administrativas, de servicios y sanitarias públicas o privadas”.

La diferencia esencial es que hasta ahora la tasa de la basura se cobra a viviendas y locales o establecimientos donde se ejerzan actividades de cualquier tipo o sean utilizados a modo particular por el contribuyente, sea empresario, profesional o un simple vecino sin más, y que a partir de ahora, conforme a esta nueva redacción del artículo 6º la tasa de basura se cobrará tanto por la actividad que se realice en los locales comerciales, profesionales, industriales…. (en suma, los no destinados a vivienda o uso residencia) como por la actividad que pueda llegar a ejercerse en los mismos.

La conclusión es obvia: un local comercial o destinado a usos profesionales (despacho de abogados, por ejemplo) o de cualquier tipo que no sea para vivienda particular pagará la tasa de la basura aun cuando esté vacío; aun cuando no se desarrolle ninguna actividad en el mismo, ya que se grava por igual que allí no haya una actividad de tipo económico y esté ocupado por personas que generan residuos que deba recoger Lipasam como el hecho de que en un futurible pueda ser alquilado o comprado para instalar un nuevo negocio, ya que por definición un local que no es vivienda es porque va a ser utilizado de forma no residencial.

LA TESIS DE FLEY

La delegada de Hacienda sostiene que no ha cambiado nada, lo cual no se compadece entonces con la necesidad de haber modificado ocho artículos de la Ordenanza de 2013 y una decena de tarifas, sino que sólo se produce una especie de afinación en el criterio a la hora de cobrar la tasa: hasta hoy se tenía en cuenta la solicitud de alta que realizaba el promotor del negocio o el propietario del local comercial, pero con la nueva Ordenanza se toma como referente los datos del Catastro, el cual refleja la categoría del local, si es para uso residencial o no residencial. Con esta medida, según Fley, se simplifican los procedimientos y se combate mejor el fraude fiscal.

La delegada sostuvo en el Pleno que el servicio de recogida de basuras por Lipasam se sigue prestando, con independencia de que un negocio se haya cerrado o no, lo cual justificaría, a su juicio, la polémica redacción del artículo 6º.

La tesis de Asunción Fley no parece muy consistente: los camiones de Lipasam siguen pasando por la calle donde se haya clausurado un negocio y por tanto el local comercial está ya vacío, pero los operarios no recogen ninguna basura procedente de los mismos ni cajas vacías de cartón, no le prestan ningún servicio técnicamente hablando, sencillamente porque el comerciante o el profesional ya ha echado el cierre por la crisis y lo único que queda es un cartel sobre la luna del escaparate o en la puerta con el anuncio de ‘se vende’ o ‘se alquila’. Los centenares de locales afectados por el cerrojazo seguirán generando derechos de cobro de la tasa de basura para Hacienda aunque no generen ninguna renta para sus propietarios, los cuales en muchos casos han invertido en ellos los ahorros de toda una vida.

¿Y cuánto le puede costar al dueño mantener vacío, no precisamente por su voluntad sino por causa de la crisis, un local comercial? Pues en función de su superficie (de menos de 20 m2 hasta 500 m2) entre 96 euros y 1.245 euros anuales.

EL CATASTRO

El hecho imponible para el Ayuntamiento de Zoido – el mismo que hablaba de bajar impuestos, eliminar trabas administrativas y tender alfombras rojas a los inversores- ya no es el alta en el Impuesto sobre Actividades Económicas, sino que un local no residencial esté calificado como tan en el Catastro, esté activo o inactivo, ocupado o vacío. Da igual porque va a pagar el ‘tasazo’ de la basura, en expresión de Espadas, sólo por el hecho de que por su puerta pase el camión de Lipasam y aunque no tenga nada que recoger.

Como medida defensiva, el propietario al que se le quede vacío un local comercial podría tratar de darle de baja en el Catastro para así librarse del tasazo de Fley, pero la delegada ya ha previsto tal posibilidad y ha modificado también la Ordenanza para asegurarse seguir cobrando por la basura durante el tiempo que el Catastro tarde en hacer la modificación y hasta tanto el propietario no presente una declaración fehaciente del cambio.

El informe técnico de la Delegación de Hacienda para justificar el cambio normativo revela que el objetivo del mismo es lograr un incremento de ingresos por valor de 2,184 millones de euros, lo cual permitirá “la financiación -puede leerse- de las bajadas previstas en los impuestos de plusvalía, ICIO e IAE, los beneficios fiscales otorgados en materia de fomento del empleo y hacer  frente a la financiación suficiente por la congelación generalizada de tasas  y precios públicos”.

COMPENSACIONES

Salta a la vista: Fley compensa por un lado con nuevos ingresos, en este caso por el ‘tasazo’ de la basura a los locales vacíos, las rebajas que por el suyo anuncia Zoido, aunque ello suponga una incoherencia para la ideología del PP y una increíble aproximación a las tesis de Izquierda Unida sobre la propiedad privada.

Las malas lenguas dicen que Torrijos no sufrió una lipotimia por el exceso de calor y la fatiga en el último Pleno municipal, sino por la emoción que le produjo comprobar el desplazamiento de Zoido hacia la izquierda en el espectro político: IU propuso antes del Pleno que se gravaran las viviendas vacías; el PP ha empezado por aprobar el ‘tasazo’ a los locales vacíos.

Como decía Fraga, la política hace extraños compañeros de cama.

 

Zonal azul (2)

Como las coincidencias las carga el diablo, el Ayuntamiento ha tenido que atender a través del Servicio de Urgencias municipal que dirige la dama de hierro Asunción Fley un S.O.S. de Tussam y detraer casi 4,4 millones de euros del Presupuesto de la ciudad para pagarles las nóminas a los conductores de los autobuses a la misma vez, como habría dicho quien decirlo solía, que Aussa se comprometía a abonarle al Consistorio un canon anual de 1,5 millones por la explotación de la zona azul. Dado que Tussam tiene el 51% de las acciones de Aussa, en la teórica derrama societaria le correspondería desembolsar 765.000 euros. ¿Y cómo una empresa que no llega ni a fin de mes y necesita conectarse a la bombona de oxígeno de Plaza Nueva va a sacar para ese nuevo canon municipal? Para rizar el rizo de los despropósitos, ahora lo que faltaría sería que el gobierno de Zoido hiciera otra modificación del Presupuesto para aportarle a Tussam su parte alícuota en la adjudicación del concurso y pagarse a sí mismo a través de la empresa municipal de transportes el canon de la zona azul.

Zona azul

El Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por un juez llamado Juan Ignacio Zoido, es a su vez juez y parte en la empresa de aparcamientos urbanos Aussa, al poseer el 51% del capital social. Ahora, la Corporación municipal le ha adjudicado a Aussa, que es tanto como adjudicárselo a sí misma (para que luego hablen de la Fundación dedicada por Felipe González a la figura de Felipe González), el concurso de la nueva zona azul por un canon de 1,5 millones de euros, cuando había otra compañía, Dornier, que ofrecía 2,5 millones. Yo no es por señalar, pero caigo en la cuenta de que la juez Alaya investiga “el perjuicio del interés general” en el caso Mercasevilla porque la Gerencia de Urbanismo, que no era accionista ni nada de la empresa ganadora, tuvo la ocurrencia de adjudicarle los suelos de la lonja a Sanma, filial del Grupo Sando, por 106 millones de euros cuando había una oferta de Noga por valor de 158 millones. La diferencia entre la oferta de Sanma y de Noga era de un -49%; la existente entre la de Aussa y Dornier es de un -73,33%. A ver ahora cómo lo explica Zoido.