Archivo de la categoría: Justicia

‘Violencia de género’

La izquierda se solivianta por que la ministra Ana Pastor y Javier Landa no hablan de  ‘violencia de género’ en los asesinatos de mujeres, sino de ‘violencia en el entorno familiar’. Torrijos le montó un numerito a Landa; Susana Díaz dice indignada que “a las cosas hay que llamarlas por su nombre”, y la consejera de Salud, Mª Jesús Montero, proclama que “el lenguaje importa”. De acuerdo al 100% con la consejera. Y como cuando enfermamos vamos al médico, que es el que sabe, en materia de lengua yo la remito a la máxima autoridad, la Real Academia, que ya hizo un esclarecedor dictamen -accesible en Internet- sobre la cuestión. Resumo sus argumentos y la conclusión: la expresión ‘violencia de género’ es una traducción (una más, como ‘piso piloto’ y tantas otras sin ton ni son) del inglés, sin sentido en nuestra maravillosa lengua que todos deberíamos defender y donde las palabras tienen género (y no sexo), mientras que los seres vivos tienen sexo (y no género). Por tanto, lo correcto es decir ‘violencia doméstica’ o ‘por razón de sexo’. Roma locuta, causa finita.

Usted paga

Tras el fallo del Supremo que aboca inevitablemente al derribo de la biblioteca medio construida
por la Universidad en suelo amputado a los jardines del Prado, la Hispalense debería haber
reaccionado acatando públicamente la sentencia y anunciando en consecuencia la inmediata
demolición ‘motu proprio’ del adefesio de cemento perpetrado sobre una zona verde. Pero no.
Han sido el Ayuntamiento y el vecindario quienes han clamado por que este caso se acabe de
una vez por todas, mientras que la culpable y condenada, la entidad cinco veces centenaria
cuya historia quedará mancillada por  este baldón, guarda un inexplicable silencio y no asume
sus responsabilidades. Como la Universidad no se mueve ni se conmueve pese a los trece
fallos judiciales en contra que acumula, otra vez tendrán que ser los vecinos quienes insten a
que se dice un auto de ejecución de la sentencia, que puede tardar seis meses más. Como
cada día de demora supone 10.400 euros, la sinrazón universitaria supondrá un coste añadido
de 1.872.000 euros, que pagarán los sevillanos. Luque, suma y sigue.

Tarjeta roja

El Supremo estima inadmisible el recurso contra la anulación de la biblioteca en el Prado porque era nula de pleno derecho al haber sido expulsada ya del ordenamiento jurídico. Tarjeta roja. Es la decimotercera sentencia favorable a los vecinos y contraria a la Hispalense, cuyo rector, Joaquín Luque, era vicerrector de Infraestructuras cuando se promovió el ilegal proyecto y se acordó eximir al Ayuntamiento de Monteseirín y Marchena, los dos embaucadores, de cualquier responsabilidad sobre lo que acaeciera. La Hispalense debió haber demolido las obras en julio de 2009, cuando las paralizó el TSJA, y no gastar 10.400 euros/día  en su vigilancia y mantenimiento, empecinada en un recurso tras otro. Los ha perdido todos y en estos dos años y medio, aparte del dinero en la fallida construcción, ha gastado 11.232.000 euros en sostener aquel esqueleto de cemento. Un despilfarro del que Luque, cuya única salida es la dimisión, se hace el loco. Hoy, como no han derruido la biblioteca, la locura de Luque nos cuesta a los sevillanos otros 10.400 euros. Y así sucesivamente.

El mártir

Del Nido ha alardeado siempre de que es el Sevilla F. C. y no el Real Betis el equipo representativo de la ciudad, por llevar el nombre de la misma. Según su teoría, decir Sevilla F.C. equivalía a decir Sevilla, con lo que equiparaba la parte con el todo. A partir de ahora la marca Sevilla, indistintamente deportiva o institucional según la tesis de Del Nido, arrastrará la mácula de la condena a siete años y medio de cárcel, 15 años de inhabilitación y 2,7 millones de euros de multa que pesa sobre quien dice representarla por los estadios de España y puede que incluso de Europa. Las hinchadas de los equipos rivales podrán corearle al Sevilla F. C. la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga para comerle la moral a sus jugadores, al igual que le cantan el nombre de Messi a Cristiano Ronaldo para sacarlo de sus casillas. José María Del Nido, ‘martir’ al unamuniano modo, dice estar dispuesto a soportar el sufrimiento por el bien de la entidad de Nervión. Si antes confundía el club con la ciudad, ahora confunde su persona y su sevillismo con el Sevilla.

Dos ‘ejemplos’

Caso número uno. Ni siquiera ha sido imputado aún por la Justicia en el escándalo al que presuntamente se le vincula y por cuya causa está en boca de todo el mundo, pero por su conducta tachada de “no ejemplar” precisamente fue obligado por la más alta magistratura del país a poner todo un océano Atlántico de por medio hasta que se clarificara su horizonte judicial y ha sido apartado de la agenda oficial de su familia política, la Familia por excelencia. Caso número dos. Lo han condenado a una pena de siete años y medio de cárcel, inhabilitación absoluta y al pago de una compensación de 2,7 millones de euros al Ayuntamiento saqueado con su –dice el fallo judicial- cooperación necesaria en los delitos de fraude en concurso con prevaricación y malversación de caudales públicos. A pesar de ello, con el argumento de que la sentencia es recurrible y no afecta a su ámbito privado, como si la persona pudiera disociarse de sí misma, se niega a abandonar la máxima representación de su familia deportiva. Uno se llama Ikañi Urdangarín; el otro, José María Del Nido.

Osadía

Mientras que la dirección de Tussam llevaba buscando desde hacía más de un mes, como Diógenes con el candil, un crédito -que ningún banco le dabsa salvo, al final, el Sabadell por intercesión expresa de Zoido- de 11 millones de euros con el que poder pagar las nóminas, una veintena de conductores que fueron destinados al tranvía le ponía un pleito porque querían dejar de ser calificados como chóferes de autobús y que se les creara una categoría nueva, la de maquinistas, con un salario mensual de entre 4.835 y 5.868 euros. Total, han dicho, si esta demanda supone sólo un aumento de 5.000 euros anuales de media en sus retribuciones, a la empresa qué más le da.  Bien, compare usted, amigo lector, su nómina con las que, de estas cifras manejadas en el pleito, se deduce existen en la arruinada Tussam que sostenemos con nuestros impuestos (el bonobús no da ni para la mitad de los ingresos) y saque sus propias conclusiones. Supongo que serán las mismas a que ha llegado el Juzgado de lo Social Número 10 para desestimar las elevadas pretensiones -con la que está cayendo-  de estos frustrados maquinistas de la General: es una “osadía”.

elfrancotiradordesevilla@gmail.com

El mundo al revés

La Policía informó el otro día de que había tenido que reducir por la fuerza a un joven de 18 años que, tras proferir amenazas de muerte a su ex-novia de 17 a través de una conocida red social de Internet y el telefonillo de su propio domicilio, la estaba esperando a las puertas del instituto donde ambos cursaban sus estudios con un cuchillo de 24 centímetros de hoja oculto entre los libros de texto que llevaba en su mochila. En el momento de la detención por los agentes que habían acudido a proteger a la menor, el individuo se resistió y reiteró a gritos sus amenazas de agresión. Puesto a disposición de la Justicia es imputado, sí, pero acaba en la calle y sin orden de alejamiento de la amenazada. La historia continúa con el individuo del cuchillo volviendo tan campante al mismo instituto del barrio de la Macarena y con la ex-novia amenazada debiendo pedir de forma urgente el traslado a otro centro educativo, lo más alejado posible por miedo a que se cumpla la especie de ‘fatwa’ mortal que pesa sobre ella como una espada de Damocles. ¿Hay quien lo entienda?

El ‘okupa’

Una de las noticias más leídas y comentadas en los rankings digitales de los periódicos estos días ha sido la del hallazgo, al cabo de tres años, del cadáver de un fan de la reina Isabel II de Inglaterra frente al palacio de Bukingham. Bah, éso no es nada al lado del ‘scoop’ que publicó aquí en la víspera de la necrológica londinense el compañero Chema Rodríguez: entre la Junta de Andalucía y la Justicia han tardado diez años, que se dice pronto, en desalojar a un ‘okupa’ que se había quedado a vivir dentro del Palacio de Justicia en el Prado de San Sebastián pese a su manifiesta incomodidad. El ‘okupa’ habrá pensado que su desahucio tan tardío, cuando ya se había adaptado a su ‘modus vivendi’, es una injusticia, en virtud del conocido adagio que reza así: “La Justicia lenta, no es Justicia”. Juan Ignacio Zoido, juez por más señas, quiere reformar las Ordenanzas municipales para agilizar las licencias de apertura, que tardan años. A la luz de lo sucedido en el Palacio de Justicia con el ‘okupa’, lo que se debe agilizar son las licencias de ‘desokupación’.

 

 

 

Fran y Cruyff

Fran Fernández, el último de Filipinas de Monteseirín y otro más de los imputados de su (des)gobierno, ha declarado con total desparpajo ante el juez que si adjudicó a dedo y saltándose todos los procedimientos un contrato de 644.000 euros fue por “las presiones mediáticas”. Puedo dar más fe que nadie (¿verdad, Marchena?) de que era justamente al revés: no eran los medios quienes presionaban al Ayuntamiento, y menos para vulnerar la legalidad, sino el Consistorio el que acosaba, vetaba y mucho más a ciertos periodistas y periódicos. ¡Qué lástima que esa supuesta presión mediática no surtiera efecto alguno en escándalos como las facturas falsas, los falsos prejubilados de Mercasevilla, el desalojo a golpe de billetes de los chabolistas de Los Bermejales, los viajes de Monteseirín y un larguísimo etcétera! Decía Cruyff que quien no supiera soportar la presión del Nou Camp no podía jugar en el Barcelona. A la vista de su desvergonzada coartada, Fran no estaba capacitado no ya para ser concejal, sino ni siquiera para jugar en el Cerro, el equipo de su barrio.

 

 

Emulos de Ford

Un alto cargo municipal miembro de la familia Iturri ha dimitido un mes después de que la Fiscalía ordenara investigar si el Ayuntamiento benefició ilegalmente a su empresa familiar a raíz de que el Sindicato de Bomberos denunciara casos como la adjudicación de un contrato un año después de que fueran entregadas 450 pares de  botas;  la adquisición de 63 chaquetones no homologados y que nunca llegaron a los bomberos y compra de camiones por supuestas razones de urgencia para eludir el procedimiento reglado y que se pagaron cuatro años después. Las actas de la reunión sobre  los camiones revelan que pese a que por mayoría se acordó encargar el carrozaje a otra empresa, considerada la mejor, un jefe municipal dijo a las claras lo que iba a hacer el Ayuntamiento. “Se puede optar por otras casas; por ejemplo, Iturri”. Osea, la aplicación del principio de Henry Ford: “Cualquier cliente puede tener un coche pintado en cualquier color siempre y cuando lo quiera negro”. En el Consistorio, igual: hay libertad de contratación, siempre que se contrate a Iturri.