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Photoshop

Abrazo del oso de Monteseirín a Espadas

Abrazo del oso de Monteseirín a Espadas

Reza el adagio que la historia se reescribe a cada generación. ¡Qué digo generación; se reescribe a cada elección!. Muy a su pesar lo comprueba el (sin) alcalde. El PSOE ha repartido casa por casa en Sevilla Este un díptico que atribuye a Espadas todo lo que allí se ha hecho en los últimos años, osea, durante el mandato de Monteseirín. Que si el parque del Tamarguillo; que si la Comisaría de la Policía Nacional; que si el mercado de abastos; que si el acceso al colegio y la nueva rotonda…..el que sale al lado de las fotos de las obras no es Alfredo, sino Espadas. Y sale Espadas a pesar de que quizás cuando se hizo todo eso en época del (sin) alcalde, Juan estaba aún de meritorio de Fuensanta Coves en la Consejería de Medio Ambiente y ocupándose de los linces y los lagartos. Al pobre Monteseirín le ha hecho su partido lo mismo que Stalin a Trotsky y a tantos de la Revolución caídos en desgracia: borrarlo de las fotos. Alfredo acabará siendo víctima del Photoshop. Por eso, para ser ‘inmortal’, se ha construido un mausoleo en forma de setas en la Encarnación.

El bautizo

Monteseirín pone nombre a las setas en presencia del arquitecto alemán Jürgen Mayer

Monteseirín pone nombre a las setas en presencia del arquitecto alemán Jürgen Mayer

El (sin) alcalde que –más difícil todavía, como en el circo- se censuró a sí mismo en su blog parte de su visita a la fábrica de los parasoles, aprovechó la gira por Alemania para bautizar las 6 setas de la Encarnación. Blancanieves tenía 7 enanitos y Alfredo, seis pitufitos. Al (sin) le revienta que sus criaturitas se llamen P1, P2, P3…como si fueran las plantas del parking de El Corte Inglés y quiere denominarlas como las calles de su entorno: Gestoso, Laraña, Imagen, Pellón (sin Puente, por el doble sentido con el Pellón de la Expo), Alcázares y Regina. Sería una injusticia histórica. El nombre de las setas debe quedar asociado a perpetuidad al de sus artífices. Así, la seta Mayer (el padre de las criaturitas); la seta Monteseirín (la madre); las setas Marchena y Celis (comadronas en el parto con forceps, pese a que los informes decían que eran técnicamente inviables); y los hongos Fran y Rey, los últimos de Filipinas y claque del (sin) alcalde. Ellos hicieron una obra tal que las generaciones futuras, al igual que las actuales, los tomarán por manirrotos.

Monteseirín se censura a sí mismo en su blog

Corta un fragmento malsonante de su delegado de Urbanismo y sus gestos triunfalistas ante las fotos de las setas en el vídeo de la visita a la fábrica alemana del Parasol

Otra visita-alcalde-aichach-fabrica-finnforest-5El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, ha colgado en su blog personal (smssevilla.wordpress.com) un vídeo censurado de su visita a la fábrica alemana que trata las maderas para las cubiertas de las setas de la Encarnación, procedentes en origen de Finlandia. El blog del alcalde incluye una entrada titulada ‘En la “fábrica de parasoles”, de la que cuelga un vídeo con la leyenda ‘Alcalde de Sevilla en la fábrica de Metropol Parasol’.

Este vídeo dura tan sólo un minuto y veintiún segundos y es el mismo que ha sido colgado en Youtube, cuando el vídeo de la visita de Monteseirín remitido el día antes a los medios de comunicación sevillanos dura unos dos minutos.

De la comparación entre el vídeo cortado en el blog y en Youtube y el que ofrecen en su páginas webs varios periódicos de la ciudad se concluye que el alcalde ha censurado en su página en Internet los primeros veintinueve segundos y algún trozo más.

Las tijeras de Monteseirín han considerado políticamente incorrectas unas imágenes en las que al pasar por delante de fotografías de proyectos arquitectónicos realizados con madera finesa de la fábrica alemana se oye a su delegado de Urbanismo, Manuel Rey, expresarse de la siguiente manera:

El pedazo de catedral de allí, que es la leche, y el castillo.

Posteriormente, Monteseirín ha eliminado la parte del vídeo en que, tras un paseo por el interior de la fábrica viendo el proceso industrial de la madera, al llegar a una pared donde con celo han sido pegadas diversas fotografías de las setas de la Encarnación levanta triunfalmente los dos brazos y casi da un pequeño salto, emulando así a los futbolistas cuando marcan un gol.

aichach-fabrica-finnforest-6En otra entrada de su blog, a la que titula ‘Finnforest para Sevilla’, el alcalde narra su visita a la fábrica alemana en los siguientes términos: “Durante la visita que hemos realizado a las instalaciones de la compañía filandensa en su factoría alemana de Aichach, próxima a Munich, donde se han fabricado más de 3.000 de las piezas de madera que componen la estructura del Espacio Metropol, similar a la que hicieron en la  Expo de Hannover o el Serpentine Pavillion, de Londres hemos comprobado la buena marcha de los trabajos de fabricación de las piezas de madera cuya últimas remesas serán enviadas a Sevilla en un plazo de dos semanas, según me han prometido los responsables de la compañía.

En este sentido –continúa Monteseirín-, una vez que las piezas llegan desde Finlandia, reciben un tratamiento de impregnación de toda la masa de la madera y de postcurado en hornos especiales para garantizar la protección contra hongos o insectos. Después del secado, las piezas se lijan y se realiza un control detallado de cada panel. Posteriormente se encolan empleando la técnica de camas de vacío para que el pegamento fije perfectamente. Más adelante, un robot de control numérico con una precisión de 1-2 mm, corta las piezas y se introducen en una cámara de calor de entre 70 a 80º de temperatura para garantizar su durabilidad”.

Y sigue el alcalde diciendo que previo al envío a Sevilla, se colocan las uniones y barras encoladas para el montaje: las piezas metálicas de unión de momentos de transmisión de fuerzas, para garantizar que sea una estructura estable, así como las uniones de los cortantes que controlan los esfuerzos laterales. A su vez cada pieza presenta ranuras que encajan unas con otras. Los responsables de la fábrica han explicado que se realizan controles de calidad de cada una de las piezas para las que el coeficiente de seguridad alcanza entre 2 y 3 puntos.

Las piezas del Espacio Metropol están fabricadas con la técnica de madera microlaminada Kerto, que consiste en láminas de abeto de 3 mm encoladas, especialmente recomendada por su elevada resistencia mecánica empleada a los grandes proyectos que Finnforest ha realizado en Europa en los últimos años.

“Según han explicado en la presentación que  nos han realizado –concluye Monteseirín-, Espacio Metropol es un proyecto internacional  ha representado un gran reto de investigación y con el que han mejorado mucho las técnicas constructivas complejas”.

El alcalde incluye al final un enlace con la página web del fabricante de la madera de las setas. Sin embargo, los alemanes ni siquiera recogen en su web oficial la visita de Alfredo Sánchez Monteseirín.

*Visión del vídeo autocensurado en: http://smsevilla.wordpress.com/page/2/

Altos vuelos

Monteseirín y Rey, en la fábrica alemana de la madera para las setas

Monteseirín y Rey, en la fábrica alemana de la madera para las setas

Zoido propuso conexiones aéreas con ciudades alemanas como Francfort, Múnich y Düsseldorf, y habló del enojo de Air Berlin por la falta de promoción hispalense. ¿Que Zoido y Air Berlin piden que vuele más gente a Alemania? Dicho y hecho. El (sin) alcalde, con los pies más ligeros que Aquiles, les ha tomado la palabra y, raudo, ha aterrizado en el país de los nibelungos: su séptima tournée internacional. Mientras otros iban por atún y a ver al duque, Alfredo ha ido de turismo y a ver la madera para las setas. Cuenta la versión oficial que se está dando un garbeo para inspeccionar los tablones de los parasoles y tomarse una copa con el arquitecto alemán que los parió. Osea, que no les cantará a los germanos las cuarenta por el retraso con el maderamen ni les anunciará esa penalización de risa, jamás aplicada, de 3.000 euros por cada día de demora. Y ya que está en Múnich, ¿por qué no darse una vuelta por Berlín dentro de la campaña ‘Monteseirín se ve’? Allí que se irá. Así que ya sabe el PSOE el cargo de consolación que puede darle a Alfredo: embajador permanente de Sevilla en Fitur.

Visión del vídeo de la visita en:

http://www.elcorreoweb.es/sevilla/politica/113883/madera/alcalde/metropol

Incomprendido

SoriaAhora lo comprendo todo. Comprendo la obra de caridad que hizo el presidente de la Junta de Andalucía y secretario general del PSOE  andaluz, José Antonio Griñán al defenestrar a Alfredo Sánchez Monteseirín por el procedimiento de urgencia del teletipo de la agencia  Europa Press viendo, a buen seguro, el estado de postración anímica en que debía de hallarse el (sin) alcalde. También comprendo por qué el (sin) ha cantado en plan bolero eso de “si se piensa en mí para un cargo político, que sea fuera de Sevilla”. Y es que Alfredo ha comprobado que no  es profeta en su tierra. Este incomprendido y adelantado a su tiempo, se ha esforzado por llevarnos a todos la tierra prometida de la Modernidad y, a las primeras de cambio, los sevillanos han rechazado en el Barómetro que su correligionario  Antonio Pascual ha realizado con el Centro Andaluz de Prospectiva para Antares sus máximos iconos: el cierre del Centro al tráfico para que, no pasando en el mismo más de 45 minutos, no se arruinen  sucumbiendo a los cantos de sirena de los comerciantes, y la nueva pirámide del siglo XXI, las faraónicas setas del Metropol Parasol en  la Encarnación, que hasta al ingrato Juan Espadas, el alcaldable socialista,  le parecen fuera de escala. Por eso se nos va. Como Paco Martínez Soria en aquella película clásica del cine español, Alfredo ya pregona: “esta ciudad no es para mí”.

Desmemoria

Griñan-EspadasEl presidente de los andaluces, al que yo respeto más que su propio su partido, donde  malévolamente ya empiezan a llamarle  Pepe Gri(s)ñán por el panorama del mismo color que pintan las encuestas (tan “inauditas” para el PSOE como para la Junta la lluvia en forma de chuzos de punta en Écija), ha dicho al presentar a Juan Espadas como el futuro Martínez de la Rosa –inventor del pasteleo político- de IU que “entre Del Valle y Alfredo no se hizo otra obra que la portada de la Feria”. Se equivoca, señor presidente. Por en medio se construyó un estadio presuntamente olímpico en la isla de la Cartuja, presentado por el PSOE como supremo ejemplo del dispendio de Alejandro Rojas Marcos. Pero, ¿adivina Griñán quién votó a favor de su construcción y pagó buena parte de su factura cuando era presidente de la Diputación y luego alcalde de Sevilla? Pues el mismo que también votó cinco veces a favor del parking subterráneo que se cargaba los restos arqueológicos en la Encarnación y luego mejoró el dispendio con un estadio olímpico bis en forma de setas: Monteseirín.

Naturaleza muerta

InauguracionA estas alturas no voy a ser yo quien descubra a Eva Díaz Pérez, que ha redactado una magistral crónica sobre la inauguración del mercado de la Encarnación por Monteseirín, adornada con la media verónica de un párrafo final que condensa al personaje. Tras describir el memorial de agravios de quienes protestaban en la calle, Eva remata así su gran  faena periodística: “Mientras, el alcalde continuaba posando ante bodegones de frutas, aves y pescados para su particular álbum de otro género pictórico, el de la vanitas. Luego, salió por la puerta de atrás, la de carga y descarga, por donde entra el pescado, la carne, la recova y otras naturalezas muertas”. En la pluma de Eva, la huida de Monteseirín de  esas nuevas pirámides faraónicas que son las ‘setas’, el símbolo de su mandato, se convierte en la mejor metáfora: “una naturaleza muerta”. Sí, porque desde su defenestración por Griñán mediante el teletipo de Europa Press, el (sin) no es más que un cadáver político que saldrá del Ayuntamiento como salió el domingo de la Encarnación: por la puerta de atrás.

Chapuza

Monteseirín setasAl (sin) alcalde le ha salido el tiro por la culata. Invitó a periodistas para una sesión de botafumeiro a su mayor gloria en las ‘setas’ de la Encarnación, pero la dircom de Sacyr cantó la gallina. Reveló que el Ayuntamiento oculta desde hace un año que la sexta ‘seta’, la que destroza ‘la Encarnita’, no pinta nada porque la pasarela de conexión es tan feble que se prohíbe el paso, no vaya a hundirse por el peso de los visitantes. Osea, que la tesis con que trataron de justificar las ‘setas’, lo de democratizar las vistas al margen de la Giralda, también se les viene abajo con estrépito. Además, para no dejar en evidencia al arquitecto alemán que ni ha previsto el acceso para los minusválidos, en la reunión se puso a los sevillanos como salvajes al decirse que no abrían la pasarela por miedo a que la gente se dedicara a tirarle piedras a los vehículos (¿cuáles, si los han quitado del medio?) y viandantes. Monteseirín y Marchena -gerente de Urbanismo cuando las ‘setas’- son como Pepe Gotera y Otilio: chapuzas en Sevilla y (¿será por viajar?) a domicilio.

Desprecio

El (sin) alcalde, que desvió 172 millones a las setas y otros delirios arquitectónicos para que además de la cotidianidad la posteridad lo tome por loco, el (sin), decía, hizo en plan trilero  que ese dinero del PGOU para los sistemas generales de los futuros barrios acabara en el Metropol & Cía. Ahora ha  tenido que entonar un ‘mea culpa’ en forma de pacto con los señores del ladrillo,  para que no lo lleven directamente al Juzgado de Guardia. Para representarle en la negociación, el (sin) nombró a su valido Marchena, acostumbrado a disfrutar de gañote  de pinceladas de mariscos al centro con los constructores, por aquello de su época de gerente de Urbanismo. Pero para su escarnio, y sorpresa de Monteseirín, los ladrilleros reclamaron otro interlocutor porque ya no le aguantan ni mijita sus modos matoniles. El desprecio de sus antiguos comensales ha sido un duro golpe a su vanidad. Y es que el valido ya no asusta a nadie desde que lo imputaron en Mercasevilla y los reyes magos le echaron carbón en el Ateneo. Como cantaba Dylan, los tiempos están cambiando.

El síndrome del jaramago

Zapatero ha presentado su proyecto de una economía sostenible basada  en Investigación+Desarrollo+innovación (I+D+i), un urbanismo a la medida del hombre frente a la voracidad del ladrillo, y las energías renovables. Esta iniciativa casi ha coincidido con la celebración en Sevilla de la investidura de Manuel Castells como doctor honoris causa por la Universidad Hispalense y del 40 aniversario de la creación del departamento de Genética por Enrique Cerdá. Ambos sabios llegaron procedentes de California, si bien uno se quedó y el otro se fue,  y los dos soñaron que la I+D+i  debía ser el motor de desarrollo de nuestra ciudad y que para eso era preciso dotarla de un recinto especial. Al margen de los balances sobre las 102 tesis doctorales y los 450 trabajos publicados en revistas científicas de los que se ha hablado ante la ministra Garmendia, una vasca que en su juventud vino a estudiar a Reina Mercedes atraída por el prestigio del departamento de Genética, Cerdá se ha alejado del triunfalismo oficial y ha sido muy crítico al declarar que a la ciudad no le importa la ciencia y que el verdadero apoyo a la misma habría sido que destinara 200 hectáreas para laboratorios o instalaciones universitarias.

Esas 200 hectáreas debieron ser el recinto de la Cartuja tras la Expo conforme al proyecto PINTA dirigido por Peter Hall y Manuel Castells, profesores entonces en Berkeley,  que concibieron una auténtica ciudad de la ciencia y la investigación cuyos resultados se transferirían al tejido productivo para su modernización tecnológica. Era la misma música que ahora, con otra letra, suena en la ‘economía sostenible’ de Zapatero, el cual pide diez años para ver los resultados de su apuesta. El proyecto PINTA, génesis de Cartuja 93, hubiera necesitado 20, 30 ó 40 años de maduración y ejecución, pero se habían creado tantas expectativas sobre el futuro posterior a la Expo que cuando los jaramagos colonizaron los solares dejados por el derribo de muchos pabellones nos entró el horror al vacío propio del barroquismo sevillano y el modelo se pervirtió.

Se dijo que jamás en la historia, y menos en una Andalucía subdesarrollada, se había concebido un espacio de tal magnitud sólo para las ‘batas blancas’ de los investigadores. Y, para combatir el síndrome de los jaramagos, se metió todo lo que se pudo meter y cuanto antes en la isla: el Parque Temático, empresas, servicios públicos, centros de investigación científica, centros tecnológicos, facultades, escuelas de negocios, centros formativos… por meter, se metió hasta la Policía Municipal y, ahora, hasta se rompe el tabú de las viviendas cuando se anuncian pisos para investigadores. Cartuja 93 ha acabado convertida en un batiburrillo, lejos del espíritu puro de aquella I+D+i que ahora pregona Zapatero como mágico instrumento contra la crisis. En Sevilla la pudimos haber tenido al por mayor, pero la minimizamos por miedo y falta de visión como la que tuvieron dos adelantados a su tiempo: Castells y Cerdá. En la tierra de María Santísima al final, como en la canción de Juan y Junior, siempre nos falta fe.

Por sus obras los conoceréis

El presupuesto es donde se materializa la política de un Gobierno. Éste puede proclamar su apoyo a la cultura, pero si luego en el presupuesto dota con más fondos  la construcción de campos de fútbol que  la de bibliotecas estará demostrando con hechos que tiene otras prioridades, conforme al dicho bíblico de “por sus obras los conoceréis”.

El gobierno de Monteseirín y Torrijos se presentó como “social y de progreso”, para atender a los sevillanos más desfavorecidos en virtud de los principios ideológicos de izquierda de PSOE e IU. Ahora, sin embargo, el Ayuntamiento aplica un tijeretazo a las partidas de Bienestar Social y Economía y Empleo para atender otros compromisos. Así, elimina un millón de euros de ayudas a domicilio, casi 40.000 de un centro de discapacitados, 139.000 euros de la partida sociocultural para la mujer, 32.000 de Participación Ciudadana, 21.000 de Educación, 85.700 de Innovación, 79.000 de Salud y Consumo, 1119.000 de Parques y Jardines….

Ese dinero detraído se destina al ‘agujero’ de Lipasam, al aparato propagandístico de Giralda Televisión y, nada menos que 413.000 euros, a promocionar el campeonato del mundo de basket de 2014. ¿Dónde queda el acento social en los presupuestos? Ahora las prioridades son otras: al Ayuntamiento ‘de progreso’ le importa más el baloncesto que las ayudas a domicilio.

Efecto llamada

La última ocurrencia del Ayuntamiento es anunciar la venta para centro comercial de la antigua sede policial de la Gavidia, comprada a módico precio al Estado para trasladar allí la Hacienda municipal desde la Encarnación una vez construidas las ‘setas’. Habrá incluso que modificar el PGOU, que califica el edificio como equipamiento público, para legitimar su privatización como complejo comercial, una maniobra que no pasará inadvertida al Gobierno, ya en pleito por los Gordales.

Si la política municipal se ha basado estos años en restringir el tráfico privado al centro y en rechazar proyectos equivalentes a éste en la Encarnación poniendo como ejemplo el ‘embudo’ de coches que se producía en la calle Baños y la ronda por el ‘efecto llamada’ del comercio en la Gavidia, ¿cómo ahora se pretende duplicar ese impacto con el equivalente a otro Corte Inglés? ¿Dónde quedan la coherencia y el modelo de ciudad de Monteseirín? Aquí, lo único que importa es hacer caja como sea.