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Hato Ratón: multas impagadas por 13 millones

Una finca de Doñana lleva 13 años de riesgos

ilegales y sin pagar 13 millones en multas

Las sanciones no se han ejecutado por la Confederación ni la

Agencia del Agua pese al aval del Tribunal Supremo

La Sociedad Agraria de Transformación (SAT) Guadiamar acumula sanciones por más de 13 millones de euros por riegos presuntamente ilegales en una finca del entorno de Doñana llamada ‘Hato Ratón’ desde el año 1997 hasta la fecha sin que ni la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir ni la Agencia Andaluza del Agua hayan sido capaces ni de cobrar las multas ni de clausurar los pozos clandestinos, pese a que el Tribunal Supremo ha rechazado sistemáticamente los recursos de la SAT y por tanto avalado las sanciones impuestas por estos regadíos al margen de la ley.Los ecologistas calculan que ha extraído del acuífero 27, del que se nutre Doñana, al menos 60 millones de m3 de agua.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, de la que depende la Agencia Andaluza del Agua, ha confirmado indirectamente las denuncias de Ecologistas en Acción sobre la permisividad de las Administraciones Públicas con la SAT Guadiamar, explotadora de la finca ‘Hato Ratón’, al reconocer que los expedientes sancionadores contra esta sociedad por riegos ilegales en el entorno de Doñana han sido elevados ahora a la Agencia Tributaria en Madrid para que proceda a su ejecución.

Desde 1997, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir primero y posteriormente la Agencia Andaluza del Agua vienen mostrando su incapacidad para cobrarle lo más de 13 millones de euros en multas que acumula y clausurarle sus pozos ilegales, prueba del descontrol más absoluto que existe en materia de aguas en el Parque Nacional y su entorno.

La Consejería de Medio Ambiente se escuda en que como los expedientes sancionadores son anteriores a la fecha del traspaso del Guadalquivir a la Agencia del Agua, siguen siendo competencia de la Confederación Hidrográfica y no han sido asumidos en las transferencias, si bien le consta que han sido elevados a la Agencia Tributaria del Ministerio de Economía y Hacienda para que los ejecute directamente.

La Confederación Hidrográfica guarda un mutismo absoluto al respecto, pese a los reiterados intentos  a lo largo de semanas para obtener su versión de los hechos, y la Agencia Tributaria alega que no puede dar datos sobre contribuyentes.

Según las denuncias de Ecologistas en Acción, en la finca ‘Hato Ratón’ se habrían extraído ilegalmente al menos 60 millones de m3 de agua, pese a lo cual la Junta de Andalucía trata de ‘premiar’ a la SAT Guadiamar dando curso a su solicitud de que se le otorgue una concesión de aguas públicas procedentes del embalse del río Agrio, que ha quedado sin uso tras la catástrofe ecológica de Boliden en las minas de Aznalcóllar.

Ecologistas denuncian que los solicitantes ya están negociando con esta concesión, incluso antes de su adjudicación, para traspasarla a una compañía promotora de un proyecto de energía solar a cambio de más de un millón de euros anuales, ya que las plantas solares necesitan tierras con derecho a agua para refrigeración.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha confirmado la existencia de la solicitud de esta concesión por la multisancionada SAT Guadiamar, pero la desvincula de estos expedientes sancionadores y dice que se enmarca en los acuerdos del Consejo de Participación de Doñana, el cual decidió en su momento ir sustituyendo progresivamente los riegos con aguas subterráneas del acuífero 27, del que depende el Parque Nacional, por otros con aguas superficiales como las del embalse del río Agrio. Esta concesión en trámite cumpliría, según la Consejería de Medio Ambiente, el objetivo de liberar más de 20 Hm3 de riegos con pozos para aliviar así la presión sobre Doñana.

AÑOS DE ILEGALIDADES

‘Hato Ratón’ es una finca de aproximadamente 1.500 Has. sita en la marisma de Aznalcázar, una tierra arcillosa y de escasa productividad agrícola salvo que se le aporte agua de riego que lave la sal característica de estos terrenos. En los años 70, el IRYDA realizó cerca de 400 sondeos para la explotación del acuífero 27 dentro del Plan Almonte-Marismas. Una veintena se hicieron en esta finca.

A finales de 1987, el Iara requirió a los dueños de ‘Hato Ratón’ para que pusiera a su disposición los pozos. Aquéllos presentaron recurso y el 28 de mayo de 1998 –más de diez años después- el Tribunal Supremo falló a favor del Instituto Andaluz para la Reforma Agraria.

Sin embargo, en ‘Hato Ratón’ se siguió haciendo uso de los sondeos. En julio del año 2000, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) resolvió denegar a la SAT Guadiamar la inscripción en el catálogo de aguas privadas de 20 sondeos construidos por el IRYDA. La situación no varió.

La CHG denunció los riegos, que se seguían haciendo pese a vulnerar la negativa a la inscripción, con resoluciones de los expedientes sancionadores del Consejo de Ministros de los años 1998, 2001, 2004, 2006…En este último años, el Gobierno le impuso una última sanción de 601.012,10 euros, con la obligación de indemnizar con 1.638.956 euros por los daños causados al dominio público hidráulico.

Nada de esto surtía efecto alguno y en ‘Hato Ratón’ se seguía regando ilegalmente y elevando recursos para no pagar las sanciones. A finales de 2007, el Supremo falló que la denegación de la inscripción de los sondeos realizados por el IRYDA era acorde a derecho.

Todo siguió igual, con recursos y más recursos. En el año 2009, el Supremo volvió a fallar que los expedientes sancionadores eran correctos y desestimó los recursos de la SAT. La paradoja es que en el año 2010, sin haberse ejecutado aún ningún expediente sancionador y tras haber extraído al menos 60 millones de m3 de agua según Ecologistas en Acción, la Junta de Andalucía ha dado curso a su solicitud de una concesión para el riego de 1.000 Has. justificándolo como una forma de evitar los problemas con los sondeos ilegales.

MIL POZOS ILEGALES MÁS DESDE 2004

Los ecologistas estiman que en el entorno de Doñana se han perforado en los últimos años un millar de pozos ilegales para el regadío de las fincas colindantes con el agua almacenada en el acuífero 27, del que depende la supervivencia del Parque Nacional, ya que los afloramientos de aguas subterráneas son vitales para el mantenimiento de los lucios y lagunas que sirven de refugio y hábitat a numerosas especies de aves acuáticas.

Un informe de la Agencia Andaluza del Agua realizado hace ahora aproximadamente un año puso de manifiesto que el nivel del acuífero había bajado en dieciocho metros como consecuencia de la sobreexplotación de sus recursos mediante estos pozos ilegales, sin que la Administración haya sido incapaz de clausurarlos ni de cobrar las sanciones impuestas a sus promotores, en el dudoso caso de que hayan sido notificadas.

Ante su propia incapacidad para hacer cumplir la ley, la Junta de Andalucía, responsable de la gestión del Parque y su entorno, trata ahora de consolidar la situación creada mediante un plan de reconocimiento de las hectáreas de regadío existentes, que cifra en algo más de 10.000 Has.

Para los ecologistas, sin embargo, no son 10.000, sino 14.000 las Has. puestas en riego ante las propias barbas de la Confederación Hidrográfica y la Agencia del Agua, por lo que no se puede premiar a los infractores de la ley, como en el sintomático caso de la finca ‘Hato Ratón’. La Junta pretende que el Consejo de Participación de Doñana bendiga con su aprobación esta nueva política de hacer borrón y cuenta nueva, es decir, lo mismo que se viene preconizando de toda la vida sin resultado alguno.

El agua cubre Las Cruces

El agua cubre el fondo de la corta minera de

Las Cruces pese a meses sin lluvias

La Junta ha expedientado a la compañía por

extraer 800.000 m3 más de la cuenta

El fondo de la corta minera de Cobre las Cruces sigue cubierto de agua pese a que en la comarca no ha llovido desde hace meses, según denuncia Ecologistas en Acción mediante fotografías aéreas obtenidas durante un vuelo realizado el pasado 12 de septiembre. A juicio de los ecologistas, esta situación demuestra que los problemas sufridos por la mina en el último año no se han debido al exceso de precipitaciones, sino a la afección que le supone la existencia del acuífero Niebla-Posadas.

Los conservacionistas cuestionan con un nuevo reportaje fotográfico a vista de pájaro la eficacia del sistema de drenaje y reinyección de Cobre las Cruces y estiman que la filial de la multinacional canadiense Inmet Minning es incapaz de contener y/o drenar el exceso de agua que fluye del acuífero, cuyo volumen habría rebasado tiempo ha los cálculos más optimistas del modelo matemático utilizado en el proyecto para simular el comportamiento del sistema hidrológico que rodea al yacimiento minero.

Metafóricamente, es como si Cobre las Cruces hubiera horadado un terreno equivalente a una esponja llena de agua para extraer el cobre de su interior y el agua contenida en la esponja se filtrara continuamente al lecho de la mina pero en mucha mayor cantidad de lo previsto por los ingenieros que en su día idearon este sistema sin precedentes para arrancarle a la Naturaleza la materia prima.

El pasado mes de agosto trascendió que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía incoó en mayo un expediente sancionador a Cobre las Cruces por incumplir la condición de compensar en su totalidad las extracciones de agua realizadas en el acuífero Niebla-Posadas, cláusula impuesta por la Administración andaluza para permitir la extracción del mineral.

La Junta estima que la compañía extrajo unos 800.000 m3 más de lo estipulado y que sólo logró restituir unos 400.000 m3. En resumen, que entra más cantidad de agua subterránea que la que luego Cobre las Cruces devuelve al acuífero, una situación considerada como falta grave por Medio Ambiente.

Para compensar este exceso de detracción, Cobre las Cruces tendría que adquirir derechos de agua a terceros por una cantidad equivalente, aunque hasta ahora no ha logrado cumplir este objetivo.

Accidente ‘secreto’ en Las Cruces

Dos operarios sufrieron quemaduras en la mina de Las Cruces el fin de semana anterior

Trabajaban en el interior de la corta con una motobomba de gran potencia y fueron trasladados a Urgencias del Macarena

Dos trabajadores de una empresa del Aljarafe contratada por Cobre las Cruces para trabajos del sistema de drenaje y reinyección y en materia de aguas del complejo minero sufrieron quemaduras en otro accidente acaecido el viernes 21 de mayo, justo cuatro días antes de que, el pasado martes,  una tubería con ácido sulfúrico se rompiera y vertiera su contenido sobre tres operarios. Mientras que este suceso ha trascendido a la opinión pública, sobre el otro se ha guardado el más absoluto silencio.

Dos operarios de la compañía aljarafeña se hallaban el viernes en interior de la corta a cielo abierto de Cobre las Cruces para comprobar por qué la bomba que extrae el agua que fluye desde el acuífero Niebla-Posadas no estaba bombeando líquido elemento hasta el depósito exterior. La motobomba era una Volvo con una fuerza equivalente a la de 300 caballos de vapor y capaz de extraer más de 250.000 litros de agua a la hora.

Técnicamente estaba ‘cavitando’, es decir, la turbina estaba girando pero no impulsaba el agua hacia los niveles superiores, por lo que aquélla estaba siendo batida en el cuerpo del ingenio mecánico. Al no circular el agua, tampoco se refrigeraba el cuerpo de la bomba, por lo que probablemente empezó a hervir y se formaría una burbuja de vapor. Verosímilmente, la presión del vapor acabó rompiendo el sello del cuerpo de la bomba y alcanzó a los dos operarios, los cuales sufrieron quemaduras desde parte del rostro hasta el tórax.

Los dos accidentados, cuyos nombres responden a las iniciales J.E.M. y F.D.M., fueron evacuados desde el fondo de la corta minera e introducidos en un vehículo al servicio de la compañía contratista que, por la naturaleza de los trabajos hidráulicos que realiza, se mueve habitualmente por todo el complejo minero y dispone de llaves de puertas de acceso y salida que no son las utilizadas habitualmente para el trasiego de operarios.

La persona que conducía el vehículo, de gran potencia y tamaño para poder maniobrar por las anfractuosidades del complejo minero, se hallaba en un estado de nervios tal por la situación creada y el hecho de transportar a dos heridos con quemaduras junto a él que no engranó bien las marchas y acabó rompiendo el motor a escasos metros del hospital Virgen Macarena de Sevilla, al que los trasladó ya avanzada la tarde-noche  del viernes.

El Servicio de Urgencias del hospital ha confirmado a este periódico el ingreso en Urgencias de los dos heridos, los cuales habrían sido aleccionados para que facilitaran la versión de que el accidente se produjo cuando arreglaban una motobomba alquilada a Cobre las Cruces pero no el interior de la mina, sino en una nave industrial de Burguillos. Lo que no supieron explicar es cómo una motobomba en frío y en seco en un taller pudo arrojar sobre ellos agua hirviendo o vapor a altas temperaturas. Por otra parte, al haberse producido el accidente durante el fin de semana, daba margen de maniobra a la compañía auxiliar para sustituir a los operarios por otros el lunes sin levantar sospechas.

Cobre Las Cruces aún no ha respondido oficialmente  sobre este suceso, que no ha sido reflejado en el gran cartel de días sin percances que está colocado a la entrada de la planta. Si hubiera trascendido el accidente, habría obligado a la intervención de la Dirección General de Minas de la Junta de Andalucía por haberse producido en el interior de la corta minera.

Según los testimonios recogidos, es muy probable que la empresa  contratista haya ocultado el suceso a Cobre las Cruces, ya que este tipo de multinacionales penalizan a las empresas auxiliares con episodios de inseguridad laboral. Si así fuera, este suceso dejaría en evidencia la falta de control de la compañía minera sobre sus propias instalaciones y la falta de supervisión de la Junta, pues la empresa afectada por el accidente está involucrada  en el vital sistema de drenaje y reinyección y el tendido de tuberías que pasan junto al arroyo Garnacha.

Esta rivera fue desviada al interior de la mina y confluye a su salida con el arroyo Molinos. Pues bien, pese a que éste es el principal y de más caudal, los aspectos morfodinámicos del terreno revelan ahora que el Garnacha aporta mucho mayor volumen de agua que el otro, sin que ni la Confederación Hidrográfica ni la Junta de Andalucía hayan encontrado aún una explicación a este anómalo fenómeno hidráulico.

Imputados 4 directivos de Las Cruces

La juez cita a declarar al director general y a los de Minas, Aguas y Medio Ambiente de la compañía por la presunta contaminación del acuífero con arsénico

Da un plazo de veinte días al Igme para que entregue un informe definitivo sobre la compañía minera

La juez titular del Juzgado de Instrucción Nº 19 de Sevilla, Ana Escribano Mora, ha citado a declarar en calidad de imputados y con asistencia de letrados a cuatro directivos de Cobre las Cruces (CLC), filial de la multinacional canadiense Inmet Minning Corporation (IMC), en la causa abierta por la presunta contaminación con arsénico del acuífero Niebla-Posadas y por el incumplimiento de las condiciones del permiso inicial dado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), hechos denunciados hace casi dos años por la Fiscalía de Sevilla y Ecologistas en Acción.

Los imputados por la magistrada son François Fleury, consejero director general de la compañía; William Thomas William, director del departamento de Minas; Juan Carlos Baquero Ubeda, director del departamento de Gestión de Aguas, y Paz Cosmen Shortamm, directora del departamento de Medio Ambiente. Los dos primeros deberán comparecer en el Juzgado el día 17 de mayo; los dos segundos, una semana después. Asimismo, la juez requiere al Instituto Geológico y Minero de España (Igme) para que en el plazo de veinte días le remita el informe definitivo que sobre la actuación de la compañía minera le requirió en su día.

La Fiscalía de Sevilla denunció a Cobre las Cruces por un presunto delito ecológico al haber causado, supuestamente, una grave alteración del curso de las aguas, con el consiguiente peligro para las personas y el entorno medioambiental. Según el fiscal, por la actuación de la empresa minera de capital canadiense habría resultado afectado por arsénico un acuífero (el de Niebla-Posadas) del que se abastece la población, y las consecuencias habrían sido aún mayores de no haberse adoptado la medida cautelar de suspensión por la CHG. El Ministerio Público valoró en su momento  el perjuicio presuntamente causado en 322.381 euros.

La CHG detectó que la compañía minera no había respetado las condiciones con las que se otorgó el permiso de explotación con el fin de proteger el acuífero y que, además, habría reinyectado en el mismo aguas presuntamente contaminadas. Según la denuncia del fiscal, el 2 de abril de 2008 se tomaron muestras de las aguas reinyectadas y se detectaron diversas sustancias contaminantes, fundamentalmente arsénico, con valores muy superiores a los permitidos por la ley en el agua para consumo humano. Para el Ministerio Público ello se debió a la inyección de agua procedente del fondo de la corta minera, “lo que estaba terminantemente prohibido”.

Incumplimientos sistemáticos

En la resolución de suspensión de la autorización para las obras del sistema de drenaje-inyección (SDR) de Cobre las Cruces, acordada por la Comisaría de Aguas de la CHG con fecha 12 de mayo de 2008, se afirma que el objeto del permiso era rebajar el nivel del agua subterránea por debajo del yacimiento de mineral a fin de permitir su extracción, y que para proteger el acuífero y evitar la pérdida de agua, CLC preveía un sistema de reinyección de los recursos extraídos en el propio acuífero, basado en un modelo hidrogeológico y de gestión matemático.

Sin embargo, siempre según el documento de la CHG, la compañía introdujo importantes modificaciones en el modelo matemático con respecto al que sirvió de base a la autorización e inició por su cuenta la actividad en la explotación minera. Para colmo, se llegó a una situación que ni siquiera ésta se ajustaba al modelo modificado. Asimismo, CLC comenzó a extraer agua del acuífero antes de que culminara el proceso de reconocimiento y precintado de los mecanismos de control. No contrató un hidrogeólogo residente, condición exigida en el permiso, hasta cuatro años después y la  actuación de este profesional no se ajustó a las funciones que le correspondían.

Cobre las Cruces vulneró también la prohibición de no inyectar agua procedente de un sector en otro distinto, que había impuesto la CHG con el fin de preservar la calidad natural de las aguas subterráneas. “Un elemento (inyector en sector distinto) planteado como excepción, en realidad se pretende convertir en norma, contraviniendo el esquema de funcionamiento planteado anteriormente”, acusaba la CHG. La compañía comenzó a actuar sin el exigido plan de contingencias previo, donde debían preverse las operaciones en caso de un vertido accidental o cualquier otro imprevisto.

Tampoco cumplió la exigencia de mantener el volumen de agua del acuífero, pues al poco ya le habían detraído 519.836,31 m3 (informe del 16 de mayo de 2008). Y el aspecto clave fue el de la contaminación. La condición específica octava del permiso establecía que “las aguas procedentes del drenaje del fondo de corta en ningún momento podrán formar parte del sistema de drenaje-inyección, por lo que no serán bombeadas ni reinyectadas posteriormente en el acuífero”. Este aspecto tenía una especial relevancia, ya que las aguas del fondo de la corta son contaminadas por metales cuya reinyección en el acuífero supone un peligro de alteración de las aguas subterráneas.

Según la CHG, en este aspecto el proyecto presentaba importantes deficiencias, habiendo propuesto la empresa una reinyección de las aguas del fondo de la corta previamente tratadas, “lo cual no está contemplado en la autorización”. La Comisaría de Aguas acabó detectando evidencias de contaminación metálica en el drenaje que desde el sondeo conocido como de la Gravera llegaba hasta el río Rivera de Huelva, y contaminación por oxidación de las aguas drenadas.

Las Cruces se ahoga

El nivel del agua en el fondo de la corta sigue subiendo incluso en ausencia de lluvias

El sistema de  tratamiento del agua contaminada ha quedado desbordado

La extracción de mineral  queda interrumpida al menos hasta mediados de abril

La compañía realiza sondeos dentro de la misma corta en cotas próximas al acuífero

El nivel del agua en el fondo de la corta de la mina de Las Cruces ha seguido subiendo desde que desvelé en El Mundo  a finales de enero la inundación que sufre el yacimiento y ya ha subido entre tres y cuatro metros, tal como atestiguan las fotografías aéreas tomadas por Ecologistas en Acción en un nuevo vuelo realizado el pasado día 13 de marzo, por lo que el volumen de líquido acumulado en el interior de la mina se ha incrementado en unos veinte mil metros cúbicos pese a los continuos bombeos realizados por Cobre las Cruces (CLC) en este último mes y medio.

Si a finales de enero la compañía trataba de minimizar la situación creada inicialmente por el temporal de lluvias de diciembre y expresaba que en quince días se reanudaría la extracción de mineral, ahora la previsión es de acceder al fondo de la corta a mediados de abril.

CLC trata siempre de vincular la causa del problema a lluvias extraordinarias, pero lo cierto es que el tiempo ha dado una generosa tregua durante el mes de marzo, un periodo teóricamente más que suficiente para haber reabierto la mina conforme a aquella previsión de quince días formulada en enero.

La realidad, sin embargo, es que la compañía canadiense aún no ha conseguido acceder hasta el fondo de la corta ni llegar hasta los dos grupos de bombeo situados en zonas más profundas. Asimismo, la excavadora de cadenas que va abriendo camino se encuentra en la rampa de acceso a treinta metros de la parte más baja de la mina  (en la que los últimos diez metros están completamente inundados).

Los derrumbes generalizados de las bermas de los bancos y la elevación del nivel del agua han sumergido y enterrado el grupo de bombeo más profundo de los que fueron instalados en la corta y lo han dejado inutilizado.

La cantidad de agua acumulada en  la corta en este momento es de aproximadamente unos 70.000 (setenta mil) metros cúbicos. Contribuye además a esta acumulación de agua la parada que ha efectuado la Planta de Tratamiento, que deja de consumir unos 1.000 metros cúbicos diarios procedentes de las Aguas de Drenaje Ácido de la mina, por lo que este volumen seguirá  incrementándose muy probablemente.

EL PROBLEMA DE FONDO

El grave problema al que se enfrenta Cobre Las Cruces es que los aportes de agua que se acumulan en fondo de la Corta procedentes del acuífero Niebla-Posadas supondrían  una detracción del mismo mucho mayor que la autorizada y, además, superarían con creces la capacidad de tratamiento del  sistema existente. Quizás sea por eso –y para minimizar estos aportes hídricos antes de que se contaminen como agua de contacto- por lo que la empresa está haciendo sondeos de captación dentro de la misma corta, en cotas inmediatas (-130 metros) a la de ubicación del acuífero (-140 metros) .

La acumulación de agua durante casi tres meses ya, pese a la ausencia de lluvias en las últimas semanas, denotaría que el SDR –Sistema de Drenaje Reinyección- ideado por FRASA  para Cobre las Cruces no estaría siendo  capaz de cumplir los objetivos previstos de deprimir suficientemente el nivel piezométrico del acuífero Niebla-Posadas en el entorno de la explotación minera.

Se iban a detraer unos 5 litros/segundo pero el aporte de agua a la corta estaría ya por encima de los 60 litros/segundo. Además, la empresa no ha podido impedir hasta ahora que el agua llegue a la explotación a cielo abierto tal como se comprometió  en su Plan Global de Gestión de Aguas, presentado en Septiembre de 2008, mientras estaban suspendidas las autorizaciones de operación (el parón duró un año).

Tampoco ha funcionado tal como se preveía el Plan de Gestión de Aguas de Contacto diseñado por MP MEDIOAMBIENTE y presentado en Enero de 2009.  La capacidad de tratamiento de las aguas contaminadas mediante el Sistema de Ósmosis Inversa se ha mostrado completamente insuficiente a la vista de la situación existente. El Plan preveía un máximo de 90 m3/hora cuando los responsables de la mina deben enfrentarse a un flujo de 220 m3/hora, volumen que más que duplica la capacidad de tratamiento de la planta.

CONSECUENCIAS

Todos estos problemas están afectando gravemente al proyecto minero, cuya puesta en producción de régimen  comercial estándar estaba prevista para el presente mes de Marzo, según reflejó en su página web INMET MINING, la multinacional canadiense propietaria del 70% de Cobre Las Cruces. La situación real es de casi tres meses de parada de la mina por causas de fuerza mayor y con una dudosa perspectiva de recuperación inmediata cuando los volúmenes de aguas ácidas existentes se van incrementando día a día en lugar de disminuir.

Técnicos independientes consideran que la situación de incapacidad de extracción de mineral en la Corta en condiciones de abastecimiento regular para la Planta Hidrometalúrgica puede prolongarse un mínimo de dos a tres meses más (CLC estima internamente al menos un mes), lo que resulta especialmente crítico para la empresa cuando el stock de mineral extraído antes de la llegada de las lluvias en Diciembre de 2009 se encuentra drásticamente reducido al día de hoy,  casi a nivel de limitar la puesta en marcha nuevamente de las instalaciones mineralúrgicas.

La compañía minera ha anunciado que contratará a más de 500 personas durante quince días para realizar tareas de mantenimiento y ajuste de los procesos de producción en el marco de una parada anual previamente programada y a un coste cercano a los 3 millones de euros.

Las Cruces: desaparecen rampas de la corta

La compañía minera Cobre las Cruces (CLC) anunció a finales de enero, tras revelar El Mundo la inundación que sufría la corta, que en el plazo de dos semanas contaba con reanudar las labores de extracción de mineral una vez concluidos los bombeos del agua acumulada en el interior. Han pasado ya tres semanas, la corta sigue inundada y al problema provocado por las lluvias y el cada vez mayor volumen de agua que fluye del acuífero Niebla-Posadas por el ‘efecto sumidero’ de la explotación, se ha sumado el derrumbamiento generalizado de los bancos de la mina.

Tal como revelan las imágenes aéreas tomadas el sábado 20 de febrero, han desaparecido prácticamente las rampas de acceso a la corta, debido a los desplomes en los taludes, y hacia la mitad de la mina, en la zona más plana (cota -100 metros) , se ha formado una gran balsa de agua, de varios miles de m3,  sobre una de las bermas más extensas.

Las rampas de penetración a la corta minera de las Cruces se han convertido en caminos de cabra y muy peligrosos tras el derrumbamiento de los taludes, hasta el punto de que, por la situación de riesgo que se ha creado, el acceso al fondo de la mina se está limitando sólo a las operaciones de bombeo del agua acumulada. Como las pistas para la circulación de vehículos han quedado impracticables o sepultadas por los desplomes de los taludes, la compañía ha barajado incluso la posibilidad de utilizar helicópteros para bajar combustible a fin de mantener operativos los grupos electrógenos del interior, ya que al menos habría tres equipos de bombeo aislados en el fondo (aproximadamente en las cotas -160, -150 y -140 metros).

Además del impacto de las lluvias sobre las inestables margas arcillosas, en Las Cruces se está observando un exceso de aporte de agua a la corta, y no sólo por causa del temporal, sino también por el ‘efecto sumidero’ que produce en el acuífero Niebla-Posadas la propia explotación minera: cuanto más se excava en busca de mineral, más agua drena el terreno, caudal incrementado porque las copiosas lluvias de este invierno han recargado el acuífero citado. Todo este cúmulo de circunstancias adversas hacen prácticamente imposible la reanudación de la extracción de mineral, aunque la actividad en la planta hidrometalúrgica no se paralizará gracias a la gran cantidad de mineral extraído previamente (podría estimarse en unas 400.000 toneladas) y al acopio aún existente.

DISEÑO TEÓRICO

La explotación minera a cielo pretende extraer el cobre contenido en 17,6 millones de toneladas con una ley del 6,2% y presenta básicamente el problema de la interacción entre una sección del cono invertido que es la Corta proyectada y el acuífero de Niebla-Posadas, justo en el contacto de unas margas azules de edad terciaria y unos materiales paleozoicos (la Faja Pirítica Ibérica) en los que encajan las mineralizaciones  que pretenden aprovecharse. Tal como reza en la autorización administrativa de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, se trata de “un proyecto de una complejidad técnica inusual”, puesto que “resulta difícil encontrar a lo largo del mundo actuaciones similares y del mismo orden de magnitud”.

Básicamente, la idea que soporta la viabilidad de la explotación es el establecimiento de un Sistema de Drenaje-Reinyección –SDR- del agua del acuífero para rebajar su nivel de forma que la mina, según el Instituto Geológico y Minero de España, “quede en seco”. Teóricamente el objetivo se conseguía  mediante un anillo perimetral de 69 sondeos en torno a la explotación minera, que extraen el agua primero y la reinyectan después, a una distancia aproximada de 2,5 kms. de la corta. El sistema descrito, simple conceptualmente, es, sin embargo, muy complejo en su ejecución por la gran cantidad de factores y parámetros que intervienen, y su validez se basaba en un modelo matemático que supuestamente preveía el comportamiento del acuífero.

LLUVIA MÁS ACUÍFERO

Cobre las Cruces incumplió las condiciones impuestas por la Administración, que llegó a suspender el sistema de drenaje-reinyección de agua (SDR), por lo que se vio obligada a realizar un nuevo planteamiento que redefine y cambia la situación prevista inicialmente: el denominado Plan Global de Gestión de Aguas –PGGA-, presentado en Septiembre de 2008 suponía una inversión añadida de 15 millones de euros para depurar las aguas –mediante un proceso de ósmosis inversa- previamente a su reinyección en el acuífero en sectores distintos a los de extracción.

La concesión de aguas otorgada a CLC limita su extracción neta a 5 litros/segundo (equivalentes a 160.000 metros cúbicos/año, incluyendo las aguas de contacto) para usos minero-industriales, pero según estimaciones de técnicos independientes, se estarían extrayendo del orden de 40 litros/segundo del acuífero, debido a que éste aporta mucho más líquido del inicialmente estimado. Por tanto, el problema de la inundación no lo causarían sólo las lluvias, sino también el acuífero.

El exceso de aporte de agua, con carga contaminante y material sólido en suspensión, estaría comprometiendo la capacidad de depuración con que cuenta hasta ahora el complejo minero y causando serios problemas al sistema de filtros, tal como ha reconocido IMC, la multinacional canadiense de la que es filial CLC. El sistema de tratamiento de agua por ósmosis inversa suele presentar una tasa teórica de rechazo del 10% del caudal (por impurezas, contaminantes….), pero en las Cruces la proporción se estaría elevando al 30% y, en ocasiones, al 80%.

La conjunción de todos estos problemas ha motivado a los ecologistas a solicitar formalmente al Seprona que investigue si el aporte del acuífero a la corta (las eufemísticamente denominadas “aguas de contacto” y cuyo nombre técnico es “Drenaje Acido de Minas”/AMD) supera ya la capacidad de depuración y tratamiento de Cobre las Cruces.

Por otra parte, los problemas con los filtros de depuración habrían obligado a levantar una presa de varios metros de altura (en torno a 8 metros) en el fondo del depósito de residuos estériles para recoger los ácidos que rezuman y que, según el compromiso de CLC, no podían contener más de un 10% de humedad.

Las Cruces: el agua inunda la corta

La extracción de mineral, paralizada desde hace un mes

La producción de cobre se mantiene gracias al acopio previo

El deslizamiento del terreno ha afectado a dos taludes y a la pista de acceso al yacimiento


La compañía niega que esté vertiendo agua contaminada y reduce a 30.000 m3  el volumen del líquido represado

La corta minera de Cobre las Cruces está inundada desde hace aproximadamente un mes tras el intenso temporal de lluvias que ha azotado toda la provincia de Sevilla y ello ha obligado a paralizar la extracción del mineral de cobre, si bien, según la compañía, el acopio previamente realizado está permitiendo mantener la actividad en la planta hidrometalúrgica.

Mientras la empresa afirma que sólo hay acumulados unos 30.000 m3 de agua -que se ha contaminado por contacto con el mineral- y que la que se bombea al exterior es previamente tratada antes de su vertido al medio natural, técnicos independientes y ecologistas estiman que hay centenares de miles de m3 en el fondo de la corta y dudan de que se estén depurando, por falta de suficiente capacidad.

Las fotografías aéreas tomadas el pasado jueves no dejan lugar a dudas: el temporal ha inundado la corta de la mina de Cobre las Cruces,  gran cantidad de agua se acumula en el yacimiento y se ha contaminado por contacto con el mineral y las intensas lluvias han causado daños evidentes a los taludes, que hace tiempo ya  sufrieron problemas de estabilidad y de seguridad por las características geológicas del terreno y el método de explotación elegido.

Según algunos técnicos mineros independientes y ecologistas que llevan ocupándose desde hace años del proyecto de Las Cruces, al menos hay todavía 20 metros de agua en el fondo de la corta pese a los bombeos acometidos por la empresa minera, de ahí que estimen en bastantes centenares de miles de metros cúbicos el volumen del líquido elemento que ha debido acumularse en el yacimiento, un agua que se ha acidificado por contacto con el mineral y que desde hace al menos un mes impide los trabajos de extracción.

Además, estos observadores dudan de que Cobre las Cruces tenga una capacidad suficiente de depuración del agua contaminada antes de verterla al medio ambiente, so pena de que la plena depuración de la misma se haga a costa de retrasar durante mucho tiempo el reinicio de las labores mineras y afectando a la rentabilidad económica.

Se da la circunstancia de que el cobre del fondo de la mina es muy soluble en el agua por su contenido en carbonato, por lo que el líquido elemento se contamina con mucha mayor rapidez que lo que es habitual en otras minas del Suroeste peninsular. El color verdoso del agua que se observa en las fotos aéreas tomadas estos días demostraría su impregnación por cobre.

Los críticos del proyecto subrayan también que además del temporal de lluvias se está produciendo lo que califican como “efecto sumidero”, esto es, a medida que se profundiza en la corta para la extracción del  mineral brota más agua del acuífero Niebla-Posadas, sobre el que se asienta el yacimiento y que se pretende mantener a raya mediante un complejo sistema de bombeo y reinyección cuya validez se basa en modelos matemáticos teóricos.

Estos han debido ser revisados ya por estimarse insuficientes en su momento las medidas adoptadas, lo que obligó a la compañía a multiplicar la inversión en paliar efectos imprevistos. Por otra parte, el temporal ha afectado la estabilidad de los taludes, otro de los talones de aquiles del proyecto por las características geológicas del terreno, según los críticos. Las imágenes aéreas muestran que por primera vez los deslizamientos han afectado a la rampa de acceso a la corta al haberse venido abajo al menos dos taludes (pueden tener alturas de unos 15 metros) y que se ha recurrido a gigantescos bulldozers para tratar de arreglar las bermas afectadas.

Versión oficial

Un portavoz oficial de Cobre las Cruces ha reconocido que la corta está inundada por efecto del temporal y que de momento sigue sin poderse extraer mineral, pero ha minimizado el impacto de la situación, pues ha reducido el volumen de agua a unos 30.000 m3 y ha expresado su confianza en que se puedan reanudar las labores mineras en unos quince días.

Según la compañía, la falta de mineral no ha paralizado la planta metalúrgica, por lo que se sigue produciendo cobre metal gracias a los acopios previos, y las autoridades administrativas que supervisan el funcionamiento de la mina están al corriente de la situación y no han puesto objeción alguna a la actuación de la empresa. Cobre las Cruces afirma que el agua contaminada por contacto con el mineral se bombea a la planta de ósmosis para su depuración antes de ser devuelta al medio natural.

Para la empresa, la afección a los taludes es una incidencia sin mayores complicaciones y normal en este tipo de terreno de la Franja Pirítica, y se trabaja en su restauración sin ningún tipo de alarmismo. Por último, Cobre las Cruces asegura que en una explotación minera se producen contingencias como la ocurrida por efecto del temporal y que por eso mismo ya se asume que se pueden perder una serie de días de trabajo a lo largo del año, por lo que a la larga se irán compensado las jornadas perdidas de extracción de mineral.