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Ausente

Han pasado lista y repasado la foto de la celebración por Zoido y su gente del segundo aniversario de la victoria electoral aquel 22-M, en busca de adhesiones inquebrantables y desafectos, y ahora señalan que entre los ausentes estuvo el Defensor del Ciudadano, José Barranca. Lo escandaloso habría sido que estuviera en la foto con Zoido, no que haya faltado a la conmemoración, por más que sea un cargo nombrado por el dedo del alcalde. Mutatis mutandi, sería inconcebible que Soledad Becerril, pese o justamente por su condición de Defensora del Pueblo, apareciera públicamente proyectando la imagen de que es un miembro más del equipo de Rajoy; o ver a Chamizo en una escalinata de San Telmo junto a la chica de Presidencia y a Griñán, el que ya no le coge el teléfono ni le contesta a sus cartas de petición de cita. Así pues, Barranca acertó de pleno al no acudir a la efemérides de Zoido, porque, independientemente de quien lo haya nombrado para el puesto, desde ese momento pasó a convertirse en el Defensor de todos los sevillanos, no en el concejal número 21 del PP.

 

Efemérides

El 22 de mayo no se conmemoraba el segundo aniversario de la toma de posesión de Juan Ignacio Zoido como alcalde de Sevilla, efemérides que no se cumplirá hasta el próximo 11 de junio, sino el de la victoria del Partido Popular en las elecciones municipales de 2011. El matiz, aunque parezca insignificante, no lo es, ni mucho menos: es la diferencia que separa lo meramente partidista (PP) de lo estrictamente institucional (Alcaldía). Por éso Zoido no actuó correctamente al utilizar la sede del Ayuntamiento para celebrar la victoria de su partido y repartir un informe-balance de 142 páginas con el sello del NO8DO y la leyenda ‘Ayuntamiento de Sevilla’. El Zoido presidente del PP (A) debió haber elegido para tal ocasión la sede provincial de su partido en la calle Rioja o la regional en la calle San Fernando; el Zoido alcalde sí podía haber elegido de pleno derecho el Ayuntamiento en la Plaza Nueva para su conferencia de prensa, pero a partir del 11 de junio, nunca antes. Demasiadas prisas. En Democracia hay que ser escrupuloso hasta en los más mínimos detalles.

Zoido no ha cumplido aún la mayor parte de sus 135 promesas electorales

Ninguna de las iniciativas que le enfrentan a la Junta figuraba en el programa con que acudió a las elecciones

No ha acometido ninguno de los 29 parkings prometidos y ahora promueve dos fuera de programa, Alameda y Prado

No hace nunca referencia a las once promesas cuya realización condicionó al apoyo del Gobierno andaluz

Alude a su falta de competencias para justificar que no ha podido convertirse en el ‘alcalde del empleo’

La falta de competencias no le impidió prometer institutos de Secundaria, centros de salud y hasta un Servicio de Urgencias

 

El alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, afirmó durante su conferencia de prensa con motivo del segundo aniversario de su victoria en las elecciones municipales del 22 de mayo de 2011 que ya ha cumplido el 60% de su programa electoral y que lo mejor está por venir en los dos años de mandato que le restan.

El análisis de las 135 promesas electorales de Zoido para el conjunto de los once distritos de la ciudad demuestra que Zoido está aún lejos de alcanzar ese 60% que estima como cumplido y, sobre todo, que sólo ha cumplido una de las diecisiete promesas-estrella que hizo durante la campaña: la derogación del Plan Centro de Tráfico.

Según el aserto del alcalde, habría cumplido 81 puntos de su programa electoral y le faltarían 54 hasta mediados de 2015, fecha de las próximas elecciones municipales, pero en realidad son muchas más de 135 las promesas realizadas por escrito en sus once documentos para los once distritos de la ciudad, ya que muchos puntos  incluyen varios apartados. En sentido contrario, hay una misma promesa repetida once veces: la implantación de la Policía de Barrio. Asimismo, hay otra repetida para Los Remedios, Norte y Cerro-Amate: la reordenación de las líneas de autobuses de Tussam para prestar un mejor servicio a los vecinos de esos distritos.

Del análisis también se desprende la existencia de promesas genéricas como la recuperación de la tradición comercial de muchas calles de Los Remedios y del comercio tradicional del Distrito Norte, y velar por que la figura del comisionado especial para el Polígono Sur, en lugar de ser una cuarta Administración, sea el verdadero instrumento unificado de gestión eficaz para los vecinos de esta zona de Sevilla.

UN CONTEXTO DE CRISIS

Cuando Zoido ofrece estas 135 promesas electorales a los sevillanos lo hace en un marco general de tres años de crisis económica, en un país con cinco millones de parados y al borde de la intervención económica y en una ciudad, Sevilla, con 77.000 desempleados y con un Ayuntamiento cuya deuda está estimada por entonces en unos 600 millones de euros. Un hombre de su experiencia política, que ha sido delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha y en Andalucía, secretario general del PP (A) y líder de la oposición municipal durante cuatro años debía ser plenamente consciente de lo que prometía y de las posibilidades de cumplirlo.

Aunque ahora apela a la “herencia recibida” y a la “situación dramática” del Ayuntamiento para tratar de justificar el balance de estos dos años de gestión, en su programa electoral sólo condicionó cinco de sus 135 promesas (el 3,70% del total) a “las disponibilidades de recursos” que encontrara en caso de llegar a la Alcaldía, éstas: una piscina cubierta en el barrio de Begoña, equipamientos culturales en la Fábrica de Vidrio, pistas de pádel en Santa Justa, un bulevard sobre el canal abovedado de la Ranilla y un conjunto de instalaciones deportivas en Santa Aurelia, Padre Pío, La Música….

El segundo condicionamiento de su programa afecta a once puntos, todos relacionados con la Junta de Andalucía, a la que ahora amenaza con llevar a los tribunales tras acusarla de boicotear sus grandes iniciativas, cuya materialización -dice- le convertiría en lo que también prometió ser y aún no ha cumplido: ‘el alcalde del empleo’.

PROGRAMA OCULTO

La gran paradoja radica en que ninguna de esas iniciativas a las que alude (conversión de la antigua comisaría de la Gavidia en un centro comercial, construcción de aparcamientos rotatorios en la Alameda y el Prado de San Sebastián) figura en su programa electoral, ninguna. Es más, incluso lo incumplen, como es el caso del parking en la Alameda, ya que en su programa para el Casco Antiguo promete textualmente “dotación de aparcamientos en el perímetro del Casco Antiguo”. En el perímetro, no dentro. Zoido es perfectamente consciente de que el PGOU vigente prohíbe, por su efecto llamada sobre el tráfico (ejemplo, el parking de la Concordia y su efecto sobre la calle Baños), estacionamientos en el Casco Antiguo y por éso oculta su proyecto de parking en la Alameda.

Sólo cuando ha ganado las elecciones saca a relucir su programa oculto, la venta de la Gavidia para centro comercial y el parking en la Alameda, contrarios al PGOU, por lo que la Junta se ve obligada a rechazarlos, con lo cual el alcalde tiene la excusa perfecta para culpar al Gobierno autónomo de “un boicot a Sevilla”.

Curiosamente, de las once promesas electorales que condiciona al apoyo de la Junta de Andalucía y que beneficiarían a otros distritos o sectores que no sean el comercial del Centro no dice absolutamente nada. Son éstos: centro de día para mayores y guarderías en el Casco Antiguo, un nuevo centro de salud así como guarderías, comedores y colegios en Los Remedios, equipamientos para la Macarena, centro de día en San Pablo y San José Obrero, reurbanización integral de Heliópolis, centros de salud e instituto en Los Bermejales, centros de salud en Valdezorras y Pino Montano, equipamientos para el distrito Este-Alcosa-Torreblanca y rehabilitación de viviendas en la calle Neblí (Nervión).

UNA TREINTENA DE PARKINGS

Zoido ha convertido en arma arrojadiza contra la Junta sus proyectos de aparcamientos que no figuraban en su programa electoral por vulnerar el PGOU (la Alameda, el Prado de San Sebastián), y no habla -y cabe deducir que tampoco incluye en ese 60% de su programa electoral cumplido teóricamente porque no ha construido aún ninguno- de los 29 estacionamientos prometidos durante la campaña, de ellos 18 subterráneos (dos en Triana, tres en Macarena, uno en Bellavista-La Palmera, cinco en Sur, tres en Norte, uno en Cerro-Amate y tres en Nervión) y once en superficie (uno en Triana, uno en Los Remedios, dos en Norte y siete en Cerro-Amate), a los que hay que añadir los genéricamente prometidos en el perímetro del Casco Antiguo sin especificación de cantidad.

De todos ellos, el único que hasta ahora tiene visos de iniciarse es el de la Plaza San Martín de Porres, en Triana. Del resto, ni noticia. Prácticamente, Zoido carece ya de tiempo suficiente para ejecutar cualquiera de estos estacionamientos, con lo cual el fiasco en este capítulo puede acabar recordando al de Monteseirín, si bien éste, en su desastrosa gestión al respecto, prometió 40 más que Zoido y acabó amargando la vida de centenares de vecinos que entregaron una fianza por adelantado y que si recuperarán será gracias al actual alcalde.

Zoido, que dice haber cumplido el 60% de su programa, prometió además cinco centros cívicos  (San Pablo/Santa Justa, Cerro-Amate y Nervión), cinco centros de mayores (Los Remedios, Este y Sur), tres centros de día (Casco Antiguo y San Pablo), cinco guarderías (Casco Antiguo, Los Remedios, Este/Alcosa/Torreblanca), una escuela de adultos (Nervión), una escuela-taller (San Pablo) y cinco parques infantiles (Triana), en su mayoría pendientes de ejecución.

EDUCACIÓN Y SANIDAD

En materia de educación y enseñanza prometió luchar por el incremento de la ratio en Los Remedios, cuatro guarderías más (Los Remedios y Sur), un colegio infantil y de Primaria y un comedor escolar en Los Remedios, sendos institutos en Los Bermejales y Distrito Este, tres centros de educación de adultos en Sur y la renovación del CEIP San Pablo.

Aunque a la hora de la verdad se escuda en que carece de competencias, como en materia de empleo, también prometió nuevos centros de salud o mejora de los existentes, en su caso, en Los Remedios, Este, Valdezorras y Las Estrellas y un Servicio de Urgencias en Pedro Vallina.

El alcalde prometió también nuevos centros deportivos o mejora de los equipamientos existentes en Triana (nada menos que seis nuevas instalaciones), Macarena (tres, incluyendo una piscina cubierta), Los Bermejales (todo un pabellón que cabría calificar como olímpico, mucho mejor que el de San Pablo y hasta con pistas de nieve artificial para esquiar), Este y otra piscina cubierta en El Cerro-Amate. La gran mayoría de estas promesas siguen pendientes de materialización cuando sólo quedan dos años para el final del mandato.

El otro gran capítulo de promesas, algunas ya cumplidas como en los casos del Porvenir y la Buhaira, es el de las reurbanizaciones: Paseo de Juan Carlos I, Plaza de Armas, Ronda de Triana, Heliópolis, Pineda, Jardines de Hércules, entorno de la Ronda del Tamarguillo, Jesús, María y José, El Trébol, San Pablo-Santa Justa…..

Los sevillanos también pueden comprobar si el alcalde ha cumplido otra gama de promesas, entre las que figuran sendos parques de bomberos en Triana y Los Remedios, un mercado de abastos en la barriada Villegas, la remodelación de los del Arenal y Huerta Santa Teresa, un vivero de empresas en Alcosa y una comisaría de la Policía Local en Triana (a base de desmantelar ahora la existente en Los Remedios, frente al Parque de Los Príncipes).

Sin incluir aquí los proyectos-estrella, tan sólo este repaso al programa electoral demuestra que a Zoido aún le queda una enorme tarea pendiente en los dos años finales de mandato si quiere cumplir el 100% de las promesas que hizo a los sevillanos para auparse a la Alcaldía.

Una sola promesa-estrella cumplida en dos años

El alcalde sólo ha cumplido una de sus promesas-estrella del programa electoral, la de derogar el Plan Centro de Tráfico, y se halla en trance de cumplir otra, si bien es un proyecto que data de la era de Monteseirín: la finalización del Museo de Cerámica de Triana, que debe llevar anexa una escuela-taller.

El resto de proyectos estrella prometidos por el alcalde aunque en algún caso no tuviera competencias para ello y todavía incumplidos es el siguiente, por distritos:

Casco Antiguo: Dotación de aparcamientos en su perímetro y Líneas 2 y 3 de Metro.

Triana: Parque de bomberos.

Los Remedios: Proyecto Fábrica de Arte Elcano (Altadis), con un centro de día para mayores, un centro cultural, auditorio y centro de arte contemporáneo.

Macarena: construcción del paso subterráneo de San Lázaro.

San Pablo-Santa Justa: Terminación del Plan de Barrios y ‘Welcome Sevilla’ en la estación de Santa Justa.

Bellavista-La Palmera: Club Deportivo Multidisciplinar con piscina olímpica, pista de esquí artificial, gimnasio, pádel y aparcamientos.

Sur: Solventar los casos de los gorrillas, botellonas, prostitución y tráfico de drogas y proyecto Corazón Parque Central María Luisa, para unirlo con el Prado de San Sebastián, Jardines de Murillo, ribera del Guadalquivir, Jardines de San Telmo y Jardines de la Casa Rosa.

-Norte: Red completa de Metro subterráneo ampliada a Torneo Parque Empresarial y San Jerónimo.

Este: Escuela Internacional de Idiomas y reurbanización del canal de La Ranilla.

Cerro-Amate: Nueva construcción de 540 viviendas en Los Pajaritos.

Nervión: Nuevo Distrito judicial en el Prado  y remodelación de la antigua Fábrica de Artillería incluyendo espacios culturales y de ocio.

Más promesas para el Casco Antiguo y menos para Macarena

El Casco Antiguo es el distrito que figuraba con más promesas en el programa electoral de Zoido para las municipales de mayo de 2011, con un total de 15, y Macarena, el que menos, con 10. Además de por la cantidad, las promesas para el Casco Antiguo, que incluían la derogación del Plan Centro de tráfico, también destacan por el coste de su ejecución, ya que entre las mismas se incluían las líneas 2 y 3 de Metro, la construcción de aparcamientos en su perímetro, la reurbanización del Paseo Juan Carlos I, la remodelación del mercado del Arenal y la reurbanización de Plaza de Armas.

Por el lado contrario, en el Distrito Macarena lo más destacable era el paso subterráneo de San Lázaro y un mercado en la barriada de Villegas, mientras que la construcción de una piscina cubierta se supeditaba a la disponibilidad de dinero.

El resto de las 135 promesas electorales de Zoido se distribuyen de la siguiente forma: 13 en Los Remedios, Nervión, Este-Alcosa-Torreblanca y Norte; 12 en Triana, San Pablo-Santa Justa y Cerro-Amate, y 11 en Bellavista-La Palmera y Sur.

El ‘sin’ de Los Pajaritos

El PSOE denunció el mes pasado que después de dos años el programa de rehabilitación de Los Pajaritos sigue “sin plazos, sin proyecto y sin presupuesto”, pese a que en marzo del año pasado el alcalde acudió al barrio con la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Ana Mato, para reiterar su promesa de reconstrucción.

La Ranilla, el precedente

El gobierno local prometió un “se arreglará” cuando a principios de año se suscitó un vivo debate sobre la promesa de Zoido de convertir en canal de La Ranilla en un parque verde en el plazo de un año (2012) con 1,5 millones de euros de fondos europeos. Fue el precedente de la petición de paciencia hecha ahora por el alcalde.

El color de Sevilla

Zoido, al igual que Los Del Río en su famosa canción, piensa que Sevilla tiene un color especial. Quizás por éso una de sus más curiosas promesas electorales, en concreto formulada para el Distrito Casco Antiguo, fue la de homologar criterios y colores en el mobiliario de terrazas y también en el mobiliario urbano.

Hasta ascensores

El programa electoral de Zoido para el Distrito Sur también incluía la promesa de otorgar ayudas y apoyo para la rehabilitación de viviendas, especialmente para la colocación de ascensores en bloques de pisos de las barriadas de El Juncal, El Tiro de Línea y Las Letanías, medidas que habrían paliado la crisis de la construcción.

* PDF: Las 135 promesas electorales de Zoido_

* Participe en la encuesta del diario Viva Sevilla: ¿Ha cumplido Zoido con tu barrio?

http://andaluciainformacion.es/sevilla/310293/cumple-zoido-sus-promesas-en-tu-barrio/

 

 

El CIS y la margarita de Zoido

El secretario general del PP andaluz y alcalde de Tomares, José Luis Sanz, ha vuelto a resucitar el debate interno sobre la candidatura de Zoido a la Presidencia de la Junta de Andalucía en el peor momento posible para los populares en nuestra comunidad autónoma: el mismo día en que se difundía el último Barómetro Autonómico del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

El alcalde de Sevilla había despejado prácticamente esa incógnita en el sentido de concentrarse en sus tareas como regidor de la capital de Andalucía cuando, con motivo de la Feria de Abril, concedió una entrevista a la Cadena SER en la que, tras aludir a su doble condición de alcalde y de líder de la oposición a Griñán, le plantearon si se veía como candidato al sillón de San Telmo. Contestó que su preferencia era la Alcaldía de Sevilla. Su razonamiento era sencillo pero contundente: él es alcalde porque los sevillanos lo han elegido con sus votos en las urnas, mientras que es presidente del PP (A) porque así lo han querido sus compañeros de partido. El mensaje implícito era obvio: tiene un compromiso con los votantes sevillanos mayor que con sus correligionarios, lo cuales habían acudido a él como solución de emergencia tras la dimisión de Javier Arenas y para evitar un vacío de poder interno.

EL PARTIDO MANDA

Aunque todavía quedan, salvo adelanto del calendario por disolución del Parlamento y convocatoria de elecciones anticipadas, casi tres años para la cita con las urnas, la declaración de Zoido reconociendo implícitamente su interinazgo como líder del partido volvió a agitar las aguas internas y a dar bríos a quienes, sobre todo en Andalucía Oriental, propugnan que el PP andaluz tenga una cabeza visible proyectándose hacia las elecciones autonómicas como alternativa a Griñán antes que un líder que proclama sin ambages que su prioridad es sucederse a sí mismo como alcalde de Sevilla en unos comicios para los que sólo faltan dos años y ante los que debe echar el resto en su ciudad en el tiempo que le falta de mandato si quiere ser reelegido.

Quizás para acallar esas voces y poner freno a cualquier movimiento interno para tomar posiciones de cara a la batalla por el control del partido, José Luis Sanz concedió una entrevista a Canal Sur en la que dejó abierta la candidatura de Zoido a la Presidencia de la Junta. El también alcalde de Tomares, que sufre en el seno de su Ayuntamiento la polémica por las facturas de las mariscadas cargadas a las arcas municipales en plena crisis económica, afirma que aunque Zoido ha expresado su deseo de seguir siendo alcalde de Sevilla, “también ha afirmado que está a disposición del partido”.

Sanz se ha esforzado en transmitir el mensaje de que la decisión de Zoido sobre su futuro político no depende única y exclusivamente de él mismo, sino también de los dirigentes de su partido, por lo que si Rajoy, Cospedal, Arenas y los ocho secretarios provinciales andaluces acuerdan que el alcalde de Sevilla debe ser también el aspirante a la Presidencia de la Junta, tendrá que acatar esa decisión “sí o sí”.

PELIGRA LA MAYORÍA ABSOLUTA

El intento de reforzamiento de la dimensión andaluza de Zoido por parte de su mano derecha en el partido se ha producido justamente el mismo día en que se conocía el Barómetro Autonómico del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), al tiempo que su estudio general de opinión. Este último refleja un nuevo descenso en la intención de voto del PP, pero el partido del Gobierno incrementa paradójicamente su ventaja porque la caída del PSOE de Rubalcaba es aún superior a la suya, mientras siguen trasvasándose votos desde los partidos mayoritarios a los minoritarios, en especial IU y UPyD.

Se está dibujando un escenario político cada vez más fragmentado y con la posible necesidad en el horizonte de recurrir a coaliciones de dos e incluso más de dos fuerzas políticas para obtener una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar. Un panorama a la italiana, con los movimientos alternativos, como les ha demandado María Dolores de Cospedal, pensando en concurrir a las elecciones para tratar de repetir el fenómeno de Beppe Grillo en Italia capitalizando el descontento popular con los políticos y la vieja política.

El PP, pues, teme perder la mayoría absoluta tanto en el conjunto de España como en algunos de sus feudos tradicionales, especialmente Madrid tras la marcha de Esperanza Aguirre, y Valencia, tras la salida de Camps y el escándalo de la trama Gürtel. El mantenimiento de la Moncloa en manos de Rajoy pasa por revalidar los gobiernos autonómicos madrileño y valenciano y de lograr al menos el mismo techo de votos que había logrado Arenas en Andalucía, donde superó en sufragios al PSOE en las tres últimas convocatorias electorales.

VARAPALO DEL CIS

Sin embargo, las perspectivas que se deducen del Barómetro Autonómico del CIS no son muy halagüeñas para el PP en Andalucía, el cual es percibido falto de liderazgo. A escala regional, el estudio del CIS muestra la misma desafección a la política y a los políticos que el nacional, donde ahora las instituciones más valoradas son la Guardia Civil y las Fuerzas Armadas y donde caen la Monarquía, los partidos políticos y el Parlamento.

Así, sólo el 18,8% de los andaluces califica de buena/muy buena la gestión de Griñán al frente de la Junta de Andalucía y tan sólo un 14,07% opina lo mismo de la labor del Gobierno autónomo; el presidente de la Junta inspira poca/ninguna confianza al 62,6% de los andaluces y el 40,01% de ellos cree que la situación política en nuestra comunidad es peor que la de España, y un 55,3% estima que la situación económica es peor/mucho peor que la del conjunto del país.

Esta percepción tan negativa de la realidad andaluza debería ser el caldo de cultivo idóneo para la oposición y su líder, pero no se traduce en un mayor apoyo para el PP (A) y Zoido, a los que, mutatis mutandi, les ocurre en Andalucía lo mismo que a Rubalcaba y al PSOE en el ámbito de España: que al ser peor valorados aún que el presidente y su Gobierno acaban por mejorar su posición relativa.

Y es que tan sólo un 5,2% del electorado estima que Zoido realiza una buena/muy buena gestión como líder de la oposición a Griñán; un 48,5% opina que su labor es mala/muy mala; un 35% la califica de regular y el resto, no sabe/no contesta.

El PP a las órdenes de Zoido no es percibido ahora como alternativa de Gobierno en Andalucía, porque cuando el CIS pregunta a los encuestados si creen que lo haría mejor que la Junta en caso de que los populares estuvieran en el Gobierno autonómico en vez de Griñán, hay una diferencia de entre 15 y más de 20 puntos en quienes piensan que lo haría peor en materias como vivienda, seguridad ciudadana, educación, desempleo, infraestructuras, sanidad, ecología, economía e inmigración. O sea, en ningún capítulo hay una mayoría de andaluces que piensen que Zoido lo haría mejor que Griñán.

VOTO VERGONZANTE

En las pasadas elecciones autonómicas andaluzas, el PP ganó con el 40,7% de los votos -si bien la posterior coalición PSOE-IU le privó de gobernar- en la comunidad, mientras que el PSOE obtuvo un 39,5%; IU, un 11,4%; UPyD, un 3,4%, y el PA, un 2,5%. Cuando ahora el CIS pregunta a quienes votaron en esas elecciones por el sentido de su voto entonces, un 2,5% reconoce haber votado a UPyD; un 10,5%, a IU y un 40,6%, al PSOE. Estas cifras, con pequeñas desviaciones arriba o abajo por el tiempo transcurrido, vienen a coincidir con aquellos resultados electorales. Y atención a los datos del PP: sólo un 24% reconoce haber dado su voto a los populares, ¡un 16,7% menos que en la realidad!

Esto significa que hay un voto vergonzante que ya no se reconoce en el PP, como ocurría a los simpatizantes socialistas en la última etapa de Zapatero, un votante que quiere olvidarse del apoyo otorgado al PP hace poco más de un año, en parte por las políticas de Rajoy y en parte por el bajo perfil de Zoido como sustituto de Arenas. Además, un 46,1% de los encuestados asegura que jamás votará al partido que preside Zoido en Andalucía, frente a un 25,9% que dice lo mismo del PSOE. Por tanto, el grado de rechazo visceral al PP supera en 20 puntos al que inspiran los socialistas.

Esta es la situación que refleja el CIS para el PP en Andalucía en el año transcurrido desde las últimas elecciones, la evolución del partido con Arenas como líder y con Zoido como sucesor, un líder de la oposición que no sólo no aprovecha el desgaste de Griñán por la crisis económica y otros factores, sino que es peor valorado aún que el presidente y por lo tanto no se erige como su posible alternativa.

Con este panorama de un PP (A) huérfano de liderazgo regional a ojos del electorado, cabe preguntarse cómo, según Sanz, dentro de su partido aún se deshoja la margarita de si Zoido debe ser también el candidato a la Presidencia de la Junta en San Telmo en vez de concentrarse en retener la Alcaldía de Sevilla.

El ‘copyright’ no es de Ana Pastor

La ministra de Fomento, la habitualmente eficaz Ana Pastor, fue la invitada-estrella de la vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en la comparecencia ante los medios de comunicación del pasado viernes tras el Consejo de Ministros. El motivo no era otro que la presentación al Gabinete por parte de la ministra del proyecto de ley de Rehabilitación, Regeneración y Renovación Urbana y del Plan Estatal de la Vivienda 2013-2016, iniciativas dotadas con un total de 2.241 millones de euros y que tienen por objeto reanimar el hundido sector de la construcción tras el estallido de la burbuja inmobiliaria.

Ana Pastor dio varios datos esclarecedores en su conferencia de prensa:

-De los 26 millones de viviendas que hay en nuestro país, 15 millones tienen más de 30 años, y casi 6 millones más de medio siglo.

-Cerca del 60% del parque de viviendas se construyó sin ninguna normativa de eficiencia energética, ya que la primera data del año 1979, por lo que España está en una posición difícil de cara al cumplimiento de la Estrategia Europea 2020, acordada en el seno de la UE.

-Además, de los 10,7 millones de viviendas en edificios de cuatro o más plantas, 4 millones todavía carecen de ascensor y un porcentaje muy elevado de casas se encuentra en deficiente estado de conservación.

PLAN DE AYUDAS

Ante este panorama, el Ministerio de Fomento proyecta destinar al menos 627 de los 2.241 millones de euros de las futuras actuaciones en materia de vivienda a rehabilitación, regeneración y eficiencia energética de los inmuebles que tengan una antigüedad anterior al año 1981, el 70% de su superficie sea para uso residencial y constituyan el domicilio habitual de sus propietarios o arrendatarios. Podrán solicitar las ayudas comunidades de propietarios, agrupaciones de comunidades y propietarios únicos de edificios.

La cuantía será de hasta 4.000 euros por vivienda para conservación; 2.000 euros para la mejora de eficiencia energética (5.000 euros si se reduce en un 50% la demanda energética del edificio) y 4.000 euros para mejora de accesibilidad.

Este programa de mejora de la eficiencia energética es aún más significativo si se tiene en cuenta que, por exigencia de Bruselas, España deberá implantar a partir del 1 de junio la certificación energética de los edificios. Todo ciudadano o empresa que quiera alquilar o vender una vivienda deberá presentar al arrendador o comprador un certificado -se estima que su expedición por un profesional acreditado costará en torno a 200 euros- sobre el consumo de energía del inmueble, de forma que este indicador pueda ser comparado con el resto de las viviendas colocadas en el mercado inmobiliario. De esta manera, en caso de viviendas equiparables, el potencial comprador o arrendador se decidirá por la más eficiente energéticamente, ya que logrará un ahorro en el gasto de energía.

PRECEDENTE EN SEVILLA

Este conjunto de medidas que para el conjunto de España ha aprobado el Gobierno de la nación en este mes de abril de 2013 se inspira claramente o tiene un claro antecedente en la medida-estrella del programa electoral del PSOE de Sevilla para las municipales de 2011 y que defendió entonces -y sigue propugnando desde aquella campaña- el senador y portavoz del grupo Socialista en el Ayuntamiento sevillano, Juan Espadas.

Si recurrimos a la hemeroteca, podemos rememorar cómo el 14 de abril de 2011 se presentó en el Polígono de San Pablo, seleccionado como proyecto-piloto para la aplicación del Plan en caso de ganar las elecciones, el programa socialista de rehabilitación energética de viviendas que, se dijo durante aquel acto, “recupera el sector de la construcción, crea empleo, soluciona los problemas del arreglo de las viviendas antiguas y mejora la calidad de vida de los ancianos, sobre todo los de la clase trabajadora, con recursos económicos limitados”.

El proyecto del PSOE insistía en rehabilitar de manera integral las 3.500 viviendas del Polígono de San Pablo, cuyos bloques fueron construidos a finales de los años 60: se mejorarían las fachadas con un envolvente térmico y acústico, además de las terrazas y balcones, las canalizaciones y cubiertas y las zonas comunes con instalación de ascensores, nueva iluminación y cambio de instalaciones eléctricas. Las reformas no implicaban que los vecinos tuvieran que irse de sus casas, ya que todas se producían en las fachadas y en las zonas comunes, y tenían como consecuencia la creación de empleo en el sector de la construcción, un ahorro de al menos un 30% en la factura de la luz y la revalorización de las viviendas así mejoradas.

FINANCIACIÓN PÚBLICO-PRIVADA

El coste de rehabilitar todo el Polígono de San Pablo se estimó en 70 millones de euros (a un promedio de 20.000 euros por piso), con cargo a un sistema de financiación público-privada: el Estado, la Junta y el Ayuntamiento aportarían en conjunto el 55% del capital, y el resto la empresa constructora que resultara ganadora de un concurso público convocado a tal efecto y los vecinos (éstos pagarían una cuota media de 24 euros mensuales durante 20 años). Las obras durarían entre 8 y 10 meses.

La constructora adjudicataria debía comprometerse a contratar a desempleados del barrio y de la ciudad y amortizaría en 20 años el coste de la rehabilitación con cargo al ahorro en la factura de la luz que lograrían los vecinos, así como con contraprestaciones como la gestión de aparcamientos y de locales comerciales por acuerdo con el Ayuntamiento.

La rehabilitación energética del Polígono de San Pablo era sólo el proyecto-piloto socialista para Sevilla, en que se había venido trabajando durante dos años y para el que ya se contaba con empresas interesadas en su ejecución. El PSOE estimó que si este modelo se aplicaba en toda la ciudad y se reformaban 100.000 viviendas se generaría una actividad económica superior a los 3.600 millones de euros (equivalente o superior a la construcción de todas las líneas de Metro pendientes), se podrían crear 58.000 empleos y evitar la emisión a la atmósfera de 1,8 millones de toneladas de CO2. Este programa también fue presentado ante la patronal sevillana de la construcción, en el Foro Gaesco, y propuesto, con alguna variante, por el grupo municipal Socialista en las conversaciones que se vienen manteniendo a lo largo del mandato de Zoido para tratar de alcanzar un Pacto por el Empleo en la Sevilla de los 91.000 parados.

PROYECCIÓN NACIONAL

El plan socialista, de posible aplicación a toda España, fue elevado por Espadas al Senado el pasado 19 de marzo mediante una moción en la que se abogaba por rehabilitar 400.000 viviendas en todo el país a partir del nonato modelo del sevillano Polígono de San Pablo. Según sus estimaciones, reduciendo la aportación de dinero público y aumentando la de las empresas de suministro de luz y de agua y de los bancos, se podrían generar entre 9.000 y 14.000 millones de euros de actividad económica y crear entre 140.000 y 290.000 empleos.

Durante dos años, el PP ha hecho oídos sordos al PSOE de Sevilla, promotor de esta iniciativa a todos los niveles, hasta que la ministra de Fomento no ha presentado un plan que se inspira claramente en esta propuesta innovadora con ‘copyright’ socialista.

Se presupone que tanto el gobierno local de Juan Ignacio Zoido como el PP sevillano apoyarán, ahora sí, la medida aprobada por el Ejecutivo nacional a propuesta de Ana Pastor, una medida que podría haberse aplicado ya en el marco del Pacto por Sevilla o por el Empleo (en el Polígono de San Pablo o en cualquier otro barrio) si el alcalde hubiera tenido la altura de miras de haber hecho también suya esta buena idea emanada de la oposición y que habría colocado a nuestra ciudad, con dos años de adelanto, a la vanguardia de España contribuyendo a paliar de paso el drama de los 91.000 parados.

 

 

Legitimidades

El delegado multiusos y chico para todo del alcalde, Goro Serrano, ha tratado de descalificar al presidente de la CES -por un quítame allá ciertas críticas a su jefe- diciendo que “Rus representa a una parte legítima de los empresarios sevillanos, pero no a todos, ni mucho menos”. Hagamos una analogía. De los 562.670 sevillanos con derecho a voto en las últimas elecciones municipales, tan sólo 166.040 votaron la lista del PP que encabezaba Zoido. Y Zoido, les guste o les disguste a los 99.168 votantes del PSOE; a los 24.066 de IU; a los 16.097 de los andalucistas…. y a los 203.846 abstencionistas, es el alcalde de todos y a todos nos representa, con total legitimidad. Mutatis mutandis, por más que le fastidie a Gregorio Serrano, Miguel Rus representa no a una parte, sino a todos los empresarios sevillanos. Item más, Miguel Rus, que fue elegido por aclamación de los empresarios tras retirarse el resto de candidatos, sería incluso más legítimo presidente de la CES que Zoido -votado sólo por el 29,50% de los sevillanos, uno de cada tres- alcalde de Sevilla.

 

Alerta roja para Zoido

El calendario traía en este mes de diciembre dos fecha señaladas en rojo para Zoido: el día 11, cuando se cumplía año y medio de su toma de posesión como alcalde de Sevilla, y el día 14, fecha que señalaba el medio año desde que el 14 de junio aceptó, más o menos a regañadientes, convertirse en el sucesor del dimitido Javier Arenas al frente del PP andaluz, liderazgo que adquirió formalmente en calidad de presidente un mes más tarde cuando fue proclamado con el 96,7% de los votos de los compromisarios en el congreso regional de su partido en Granada.

Sin embargo, Zoido no tuvo apenas tiempo ni motivos para celebrar este doble aniversario porque el pasado viernes se conoció el Barómetro anual del IESA (Instituto de Estudios Sociales Avanzados) sobre Andalucía, que arroja unos demoledores resultados para el PP (A) durante su, cada vez más cuestionado internamente, liderazgo regional. Según los resultados de este estudio demoscópico, el PSOE volvería a ganar las elecciones en Andalucía, con un 39,2% de los votos, seguido ya a notable distancia por el PP, que obtendría el 30,7%, y de IU, con un 16,1%.

AL NIVEL DE HACE OCHO AÑOS

En comparación con las elecciones autonómicas de marzo, los socialistas han perdido sólo una décima en intención de voto; los populares se han derrumbado al perder un 9,7% de los sufragios que cosecharon en las urnas hace nueve meses, e Izquierda Unida se convierte en el gran beneficiario de la situación al subir en un 4,8%.

Los datos son aún más demoledores si se tiene en cuenta que en la última fase del Gobierno de Zapatero prácticamente todos los sondeos otorgaban la victoria al PP en Andalucía bajo el liderazgo de Arenas, augurios que se confirmaron en las urnas andaluzas tanto en las últimas elecciones municipales, como en las generales y las autonómicas, si bien en este último caso la insuficiente victoria de Arenas, al no lograr la mayoría absoluta, propició el actual gobierno de coalición PSOE-IU. El Barómetro del IESA, por tanto, ha retrotraído al PP, con su actual 30,7% de apoyo electoral, al nivel que tenía en 2004, ¡un retroceso de ocho años!.

El PP (A) se ha apresurado a descalificar públicamente el trabajo del IESA, aunque de puertas hacia adentro la inquietud sea máxima. Así, el secretario general y alcalde de Tomares, José Luis Sanz, ha declarado que “las encuestas tienen la credibilidad que tienen, y el IESA tiene la credibilidad que tiene: siempre se ha equivocado con el PP y siempre le ha dado menos votos de los que ha obtenido finalmente en las elecciones”. Curiosamente, los populares no descalificaban el Barómetro cuando reflejaba resultados favorables a su intereses en anteriores ocasiones.

NO TODOS PAGAN LA FACTURA

El segundo gran argumento justificativo dejado caer por los populares para tratar de salvar de cara a la galería la gestión de Zoido es que éste estaría pagando en Andalucía la factura de los recortes aplicados por Rajoy en toda España. El presidente del PP (A) sería, desde este punto de vista, otra víctima, en este caso política, de la crisis económica, como lo fue el PSOE de Zapatero en la última fase de su mandato.

Conforme a esta tesis, no sólo Zoido y el PP andaluz, sino también todo el partido que sustenta al Gobierno de la nación tendría que haber sufrido las consecuencias en cada comunidad autónoma de la política de recortes aplicada por Rajoy por imposición de Alemania y Bruselas, pero la realidad no es tan homogénea, ni mucho menos. En este tiempo, los ciudadanos han tenido la oportunidad de castigar al PP en las urnas en las elecciones autonómicas celebradas hasta ahora, que han arrojado los siguientes resultados para el partido de la gaviota:

-País Vasco: El PP ha pasado de un 14,1% de los votos y 13 diputados al 11,75% y 10 diputados. Ha perdido, pues, sólo un 2,35% de sus votos.

-Galicia: Con menos votos (sólo un 0,76% menos) ha ganado tres escaños más y retenido el Gobierno de la comunidad con mayoría absoluta.

-Cataluña: No sólo no ha perdido apoyo popular, sino que lo ha ganado en las urnas pese a los recortes y la crisis: pasa del 12,37% de los votos emitidos al 12,99 % (+ 0,62%) y logra un diputado más (de 18 a 19).

FACTOR DEFERENCIAL ANDALUZ

La conclusión es obvia: sólo en Andalucía y bajo el liderazgo (o su falta) de Zoido el PP se hunde en la primera gran encuesta poselectoral nada menos que en un -9,7% y queda a ocho puntos y medio de distancia del PSOE, luego existe un factor diferencial andaluz del que Zoido, como presidente del PP (A), es máximo responsable, por más que desde el partido en Sevilla se quieran lanzar balones hacia Madrid y Rajoy. Más que un ‘efecto’ Rajoy cunde la impresión, cada vez más extendida interna y externamente, de que hay un ‘defecto’ Zoido, una falta de liderazgo andaluz del alcalde de Sevilla, sea por lo precipitado de la sucesión de Arenas, sea por su doble condición de regidor hispalense, sea por su falta de tiempo para atender todos los frentes en los que se involucra o lo involucran, sea por su indefinición sobre si va a ser el candidato a la Presidencia de la Junta, sea por su falta de aptitud para el cargo o sea por un cúmulo de todo a la vez. La realidad es que Zoido no ha conseguido convertirse en el referente para sus militantes y cargos internos, como lo era Arenas, ni para los andaluces.

Tal como ha declarado Eduardo Moyano, director del IESA, los partidos políticos deberían estar alarmados más allá de los resultados de intención de voto del Barómetro porque, efectivamente, hay datos que dan “pavor”. El pavor deriva de la desafección que muestran los ciudadanos a la política, los políticos, las instituciones españolas, las europeas….no dejan títere con cabeza, salvo a las ONG´s, a las que únicamente salvan, pero con un aprobado raspado.

PESIMISMO GENERAL

Si se lee con atención el estudio página a página más allá de la intención atribuida de voto, el diagnóstico que hacen los andaluces sobre la situación de Andalucía es tremendamente negativo y afecta tanto al Gobierno de la nación como al de la comunidad autónoma, aunque algo menos a la Junta que a aquél:


-El 84,2% de los andaluces califican la situación general de Andalucía como mala o muy mala.

-El 75,2% creen que dentro de un año será peor.

-La situación económica es mala o muy mala para el 92,9%.

-El 70% ven la evolución futura con pesimismo.

-El 63,7% califica como malas las medidas adoptadas por el Gobierno, y el 50%, las de la Junta.

-Califican con un 3,1 la gestión del Gobierno y con un 3,9 la de la Junta.

-Un 50,2% desaprueba la gestión del Gobierno de coalición PSOE-IU en la Junta, frente a un 29,4% que la aprueba.

-Un 46,5% desaprueba a Griñán, por un 26,5% que lo aprueba.

-Un 60,6% desea un cambio de Gobierno en Andalucía, frente a un 24,2% que no.

Y pese a esta visión tan negativa sobre la situación de Andalucía y la gestión de la Junta, el descontento de los andaluces apenas se traduce en pérdida de apoyo para el PSOE (A), sólo un -0,10%, sino que se canaliza en contra del PP (A), un -9,7%, porque el primero ha sabido reorientarlo hacia el Gobierno de la nación y el partido que lo sustenta en Andalucía, dado que los andaluces no han percibido ni un contramensaje, ni otro discurso ni un liderazgo alternativo al de Griñán en la figura de Zoido ni en el PP (A).

ZOIDO NO HA CALADO

El alcalde de Sevilla suscita indiferencia entre los andaluces porque no ha sabido penetrar en el imaginario colectivo y aquéllos no lo perciben como líder político de la oposición, como demuestra el dato de que sólo lo conocen un 27,4% de nuestros conciudadanos, frente al 41,9% de Cayo Lara y el 47,6% de Rosa Díez, dos políticos ajenos a Andalucía; y no digamos en comparación con Valderas (55,2%) y con Griñán (70,4%).

Aunque el menor conocimiento propicie, paradójicamente, una mejor valoración personal de Zoido (4,4 puntos), aunque sin llegar a la de Griñán (4,6), los andaluces, como no tienen al alcalde de Sevilla como referente mental, en la comparación individual con Griñán éste supera a aquél en todo: ven al presidente de la Junta más dialogante, honesto, con más autoridad en su partido, inspirador de mayor confianza y más preparado para resolver la situación de Andalucía. Así, pese a la negativa visión inicial de la situación y de los deseos de cambio, al final es el PSOE (A), por mero derrumbamiento del PP (A) y de Zoido, quien emerge como el partido que más confianza inspira, mejor defiende los intereses de Andalucía frente al Gobierno central, se le ve más centrado frente a la derechización del PP con Zoido (cuando la obsesión de Arenas era ocupar el centro del espectro ideológico) y mantiene sus expectativas electorales.

La orfandad de liderazgo en el PP (A) se pone de manifiesto en detalles como el de que haya tenido que ser Javier Arenas quien desde Huelva saliera a contrarrestar los datos del Barómetro y a animar a sus huestes a defender en Andalucía las políticas de Rajoy. Por otra parte, aunque las extrapolaciones son un mero ejercicio de ficción política, si este hundimiento del PP en Andalucía tuviera similar reflejo en Sevilla, Zoido, sencillamente, perdería la Alcaldía.

Por todo ello es lógico que en el seno del PP andaluz se hayan disparado las alarmas. Como ha dicho Eduardo Moyano, director del IESA, basta que estos datos o similares aparezcan en un par de sondeos más para indicar que se habría creado una tendencia contraria al PP difícilmente reversible.

Autocrítico

Mientras el aparato de propaganda del PSOE trabaja a destajo para enmascarar la derrota electoral de Griñán y presentarla como un triunfo, hay un socialista que no se ha caído del guindo: el presidente de la Diputación. Villalobos, quizás por ser -a mucha honra- de pueblo y no dominar el críptico lenguaje de Griñán y sus ‘griñaninis’, sigue llamando al pan, pan; y al vino, vino. Según el de La Roda, el PSOE debe hacer autocrítica y reflexionar sobre la “tarjeta amarilla” que le han sacado los andaluces, so pena de que el castigo sea mayor si no aísla y ataja prácticas deleznables, en clara alusión a los ERE. Autocrítica, castigo en las urnas, prácticas deleznables en la Junta…. son palabras mayores en un partido que ha preferido estar ciego, sordo y mudo durante todo este tiempo y que ahora hace de la necesidad de formar con IU ‘pinza’ contra Arenas la virtud de aceptar una comisión de investigación parlamentaria por primera vez en muchos años. Al contrario que en el poema de Neruda, Villalobos gusta cuando habla, porque demuestra que no está como ausente.

La chanson de Griñán

Los cantares de gesta son esos poemas épicos en los que se narran las hazañas de un héroe legendario. Si los franceses tienen ‘La chanson de Roland’, nosotros tenemos ‘La Chanson de Griñán’, pues no en vano el candidato socialista califica de “gesta” sus resultados el 25M. Algún día, los trovadores y juglares del siglo XXII cantarán las hazañas hercúleas de este nuevo héroe del socialismo hispano, sin precedentes en la historia de Andalucía y de la Humanidad. Apostó a caballo perdedor en el congreso del PSOE y salió del mismo como presidente nacional del partido. Ha sido el primer socialista en 30 años en perder las elecciones en nuestra tierra, tras dejarse 654.000 votos y nueve diputados por el camino, y aun así seguirá siendo presidente de la Junta, sin haber ganado jamás una convocatoria electoral. ¿Hay alguna heroicidad superior a éstas? Si Monteseirín, otro que tal baila, tenía una flor en salva sea la parte, Griñán tiene la piedra filosofal de la política. El rey Midas convertía en oro todo lo que tocaba. Griñán convierte en triunfo todas las derrotas.

Zoido, del Corpus al Domingo de Ramos

El pasado mes de junio, recién investido como alcalde, Zoido se dio un baño de multitudes en la procesión del Corpus Christi, donde fue vitoreado, besado y abrazado de forma tan entusiasta que él no pudo contener las lágrimas de emoción. Nueve meses después (diez desde las elecciones municipales) llega a las procesiones del Domingo de Ramos con menos palmas de lo que podía imaginarse a la luz de aquellas adhesiones que parecían inquebrantables.

No ha habido ningún medio que no haya hablado del debilitamiento del ‘efecto Zoido’, aquella corriente de simpatía sin precedentes que, gracias al voto ‘prestado’ de barrios sociológicamente de izquierdas, impulsó al candidato del PP a la Alcaldía de una forma arrolladora al premiarlo con 20 concejales.
Por más que por su distinta naturaleza no deban compararse elecciones diferentes, ha sido inevitable que tanto en los partidos como en los medios se haya entrado en el juego de las extrapolaciones tras el 25-M. Los números  reflejan que en los diez meses transcurridos entre las elecciones municipales que encumbraron a Zoido a la Alcaldía y las regionales en que ha sido cabeza de lista del PP por la provincia, su apoyo popular ha pasado en la capital de 166.040 a 150.897 votos. Ha perdido 15.143 sufragios.

LA IZQUIERDA SE RECUPERA

Por el contrario, el bloque PSOE-IU ha pasado de 123.234 votos (99.168 + 24.066) en las municipales, a 165.474 (132.338 + 33.136) en las autonómicas. Hace diez meses, el PP aventajaba en Sevilla capital a la izquierda en 42.806 sufragios; ahora se ha invertido la situación y PSOE e IU, sumando su fuerza electoral, obtienen 14.577 votos más que el PP. La extrapolación indica que, como ha pregonado un jubiloso Espadas, Zoido habría perdido virtualmente la mayoría absoluta (16 concejales) y que PSOE e IU la habrían recuperado (17) y podrían reeditar su coalición de gobierno.

Aunque faltan tres años para que las urnas ratifiquen tal posibilidad en las siguientes municipales, los resultados del 25-M denotan al menos una tendencia y deben ser interpretados por Zoido como un aviso para que no olvide que muchos de sus votos del 22 de mayo de 2011 fueron un préstamo y que sus dueños pueden retirárselos, máxime si el tiempo sigue pasando y no ven que la situación de la ciudad haya experimentado ninguna variación sustancial.
Ahora que los sondeos han vuelto a jugar una mala pasada al PP, por exceso de confianza en las expectativas creadas, cabe recordar que el realizado hace unos meses para la Fundación Antares reflejó la opinión de los sevillanos de que tras el ascenso de Zoido a la Alcaldía en realidad todo seguía igual.

MEMORIAL DE AGRAVIOS

El alcalde inició el curso político en septiembre con una carta de siete folios al presidente de la Junta de Andalucía, Griñán, que era todo un memorial de agravios por la desatención del Gobierno andaluz hacia Sevilla, y la exigencia de que contrajera un compromiso con la ciudad “para poner en marcha grandes proyectos olvidados y estancados”.  En su larga lista, el mandatario sevillano enumeró la ley de Capitalidad, una red completa de Metro, la Ciudad de la Justicia, el pantano de Melonares, el museo de Bellas Artes, la iglesia de Santa Catalina, la conexión del AVE con el aeropuerto….
La carta, filtrada a los medios antes incluso de que llegara a su destinatario, fue interpretada como el inicio de la confrontación política con la Junta desde las capitales de provincia gobernadas por el PP, al modo de lo que había hecho el Gobierno andaluz contra el central en la era de Chaves y Aznar, y para preparar el terreno de cara a las autonómicas del 25-M, por entonces a seis meses vista, y el luego frustrado desembarco de Arenas en San Telmo.
En todo este tiempo Zoido ha esquivado pronunciarse sobre las opciones que la Junta ha puesto sobre la mesa en temas capitales como la ampliación del Metro y la Ciudad de la Justicia, con el claro propósito de que no se abordaran hasta que Arenas no ganara las elecciones para que así su partido pudiera rentabilizar políticamente la realización de los grandes proyectos. Nada nuevo bajo el sol. La Junta dio continuamente largas a Soledad Becerril sobre el Metro, cuya construcción no se inició hasta que, aun por la exigencia de Rojas Marcos, Chaves no se garantizó  de que se acometería  con un alcalde socialista (Monteseirín).

CAMBIO DE ESCENARIO

Pero los planes del PP y de Zoido se han convertido en humo tras el 25-M y la continuidad de Griñán en la Junta. Zoido se presentó como el alcalde del empleo pero durante su mandato hay 10.000 parados más. En plena recesión y con continuos recortes por parte del Gobierno central para reducir el gasto público, el alcalde difícilmente puede justificar un encastillamiento en su postura de que o red completa, simultánea y subterránea de Metro o nada, en vez de que se inicie de una vez el tramo Pino Montano-Prado, como ha preconizado y cuantificado económicamente la Junta. Tampoco se comprendería que siguiera  mareando la perdiz sobre la ubicación de la Ciudad de la Justicia, un día en Los Gordales, otro en el Prado y al siguiente en el Buen Aire. Y así sucesivamente.
Son infraestructuras y equipamientos que suponen inversión y creación de empleo para la ciudad y sobre los que Zoido no puede mantener por más tiempo su indefinición con tal de ejercer de oposición a la Junta. En la disyuntiva entre confrontación y cooperación, de inclinarse por la primera corre el riesgo de aparecer como el paralizador de los grandes proyectos de Sevilla y de sufrir un serio desgaste entre quienes, prestándole  su voto hace diez meses, le dieron la Alcaldía.