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Aglomerado

setas--644x362La rotura accidental de un panel de las setas de la Encarnación dos semanas después del paripé de su inauguración por el (sin) alcalde ha puesto al descubierto el presunto timo del súper glue que los alemanes le han pegado, nunca mejor dicho, a Monteseirín. Porque, a simple vista, las fotos del panel quebrado muestran que su estructura interna ni es de madera maciza de pino nórdico, ni ha sido montada con la técnica ligera en forma de ‘T’ desarrollada por Muebles Rústicos en Dos Hermanas con el auténtico pino finlandés (inmune a la polilla, una de sus grandes cualidades), sino de un vulgar aglomerado: una mezcla de virutas ligada con algún tipo de cola o resina. ¿Y esto ha costado 140 millones de euros? Gracias a la grúa que le ha dado el golpetazo a las setas ya sabemos que el (sin) Metro-pol, que tampoco para el sol porque está orientado al revés de lo que debería para hacer honor a su nombre, no es ya una obra faraónica, ni Monteseirín un nuevo Ramsés. El (sin) es más bien es un émulo de Cecil B. de Mille, experto en montar decorados de cartón piedra.

Un nudo más

Torrijos 2En el suelto ‘Cuerda de imputados’ hice un recuento de concejales, altos cargos y correligionarios del entorno más próximo al (sin) alcalde que acaban desfilando ante la Justicia por los numerosos escándalos que han enfangado los doce años de mandato de Monteseirín, la peor etapa de la reciente historia de Sevilla. Ahora, la cuerda tiene un  nudo más tras la imputación de Torrijos por la juez Alaya en el caso Mercasevilla, la madre de todos los corderos que han ido saltando después, EREs incluidos. El primer teniente de alcalde alardeaba entre calada y calada a su característica pipa de que en el Merca no se movía un solo papel sin que él lo supiera, pero a raíz de estallar el escándalo ha procurado ponerse de perfil. No ha colado. Fran Fernández y Torrijos han sido los dos últimos de Filipinas del (sin) alcalde en acabar en la lista negra. Monteseirín se mantuvo en el Poder merced a la campaña del ‘urbanismo bajo sospecha’. Ahora, deja el Poder no con el Urbanismo, sino con el Ayuntamiento entero sospechoso de corrupción. Este es su legado y no el de las setas.

Hasta el moño

faletePresentación del estreno de ‘Siempre Falete’  en el Teatro Quintero., el teatro del Centro de Sevilla. El cantante, con un cabreo de mil pares de c… bueno, o de lo que sea, se disculpa ante la prensa por su tardanza. Confiesa que se ha hartado de dar vueltas para llegar porque no sabía que la Encarnación seguía cortada por obras. ¿Obras? Pero, ¿no había inaugurado Monteseirín las setas hace ya bastantes días? Otro incauto que ha picado. No acaba aquí la cosa. Tras hablar largo y tendido de su espectáculo y elogiar a su bailaor, el artista se enciende cuando expresa su satisfacción por hallarse –dice- en el mejor momento de su vida personal y profesional y porque llegan las elecciones. ¿Qué ha dicho? ¿Un ‘lapsus linguae’? ¡Qué va! El cantante, que sin citarlo se muestra hasta el moño de Monteseirín,  se lanza a tumba abierta, hace un canto a la libertad de expresión en Democracia, recuerda cómo va la ciudad y aboga por echar el 22-M a los que están. Pero, ¿y si los que están resulta que no salen? Respuesta: pues a comer potaje, como nuestros padres y abuelos. Falete, siempre Falete.

Fanfarronada

expo92Si para Jürgen Mayer de lo que estaba pendiente aquel domingo el mundo era de las setas de la Plaza Mayor (así ha rebautizado el ‘sin’ alcalde la Encarnación, como si fuera un vulgar remedo de la de Madrid o Salamanca), Monteseirín no quiso ser menos que su arquitecto de cámara (mortuoria) y bajo las grúas de su inacabado mausoleo faraónico  (140 millones de euros lo contemplan) dijo esta fanfarronada para la posteridad: “Estamos teniendo el privilegio de asistir a la inauguración de la Sevilla del siglo XXI”. No, mire usted, señor (sin) alcalde: el siglo XXI entró en Sevilla con ocho años de adelanto cuando el 20 de abril de 1992 el Rey  inauguró en la Cartuja la Exposición Universal. Esa Expo, aparte de convertir un erial donde había sólo un árbol en el evento que registró 42 millones de visitas, trajo el AVE, los ocho nuevos puentes, la liberación del tapón de Chapina, el nuevo aeropuerto, las nuevas rondas y tanta Modernidad, con mayúscula, que a su lado sus setas como presunto icono de una nueva era suena, aparte de a despilfarro, sencillamente a ridículo.

Mundo mundial

mayerNo de que la radiación en el entorno de las centrales nucleares de Fukushima fuera cien mil veces superior a lo normal; ni de que los rebeldes y los leales a Gadafi se estuvieran matando en Misrata tras los bombardeos de la coalición internacional; ni de la rebelión popular en Siria y la quema de sedes del partido Baaz que sustenta a El Asad; ni de las elecciones en el ‘land’ alemán de Baden-Württemberg, que podrían dar a Los Verdes el primer Gobierno de su historia; ni de los graves disturbios en Londres durante la concentración en protesta por los recortes de David Cameron; ni de la propuesta de ETA sobre una verificación “informal” de su alto el fuego; ni siquiera de la primera carrera de la nueva temporada de la Fórmula 1 en Australia. Nada de eso. Según Jürgen Mayer, el arquitecto alemán autor de su diseño, de lo que el mundo estaba pendiente el domingo era de la ‘inauguración’ de las setas de la Encarnación por el (sin) alcalde. Ahora se comprende mejor por qué Monteseirín lo eligió como su arquitecto de cámara (mortuoria). Ninguno de los dos tiene abuela.

Monteseirín se hizo su foto

El Boletín Oficial del Estado del pasado 29 de enero publicó la reforma de la Ley Electoral, por la que se regirán las elecciones municipales del 22 de mayo y los sucesivos comicios autonómicos y generales dentro de aproximadamente un año. El objetivo declarado por el legislador para esta modificación normativa es, por una parte, evitar la incidencia de los poderes públicos en las urnas mediante la realización de campañas institucionales e inauguraciones de obras; y, por otra, reducir la publicidad y la propaganda al limitarla estrictamente al periodo (15 días) de la campaña electoral.

Para comprender la fiebre de primeras piedras e inauguraciones de obras más inacabadas que la famosa sinfonía de Schubert de los últimos días en Sevilla hay que remitirse a la introducción de estos  dos apartados clave en el artículo 50 de la Ley Electoral reformada:

1)      Desde la convocatoria de las elecciones y hasta la celebración de las mismas queda prohibido cualquier acto organizado o financiado, directa o indirectamente, por los poderes públicos que contenga alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos, o que utilice imágenes o expresiones coincidentes o similares a las utilizadas en sus propias campañas por alguna de las entidades políticas concurrentes a las elecciones.

2)      Durante el mismo periodo queda prohibido realizar cualquier acto de inauguración de obras o servicios públicos, o proyectos de éstos, cualquiera que sea la denominación utilizada, sin perjuicio de que dichas obras o servicios puedan entrar en funcionamiento en dicho periodo.

ROZANDO EL LÍMITE LEGAL

Como Alfredo Sánchez Monteseirín ha calculado que la convocatoria oficial de las elecciones municipales del 22-M se iba a publicar  en el Boletín Oficial del Estado  el día 28 de marzos o, a lo sumo, el 29, se apresuró  a anunciar para el domingo 27 de marzo  la ‘inauguración’ de su particular estadio olímpico o mausoleo político de las setas de la Encarnación, cuyo coste global estimamos en su día en unos 140 millones de euros (valorando, además de las obras actuales, las indemnizaciones por la paralización del primer proyecto, que se elevaron a nueve millones de euros,  y la aportación en especie del edificio de la Hacienda Municipal para que Sacyr lo explote durante cuarenta años y que fue tasado en más de 32 millones de euros por el Ayuntamiento).

encarnacion 4La ‘inauguración’ del icono de la era alfrediana es una metáfora del personaje y de su política, ya que todo aquí hoy es pura fachada con el fin de que, antes de que entrara en vigor la prohibición legal de inaugurar nada,  Monteseirín pudiera hacerse la foto oficial del paripé del fin de las obras, que acumula cuatro años de retraso sobre la fecha inicialmente prevista de mayo de 2007 (para las anteriores elecciones municipales), pese a lo cual el alcalde, cómplice de la situación con tal de vez alzadas las setas y dejar su huella para la posteridad en la trama urbana de la ciudad, ha sido incapaz de imponer sanción alguna a la empresa constructora.

EL PRECEDENTE

La impostura de Monteseirín le lleva a ‘inaugurar’ unas obras inacabadas y hasta por fases, como ya hizo con el mercado, cuya actividad se ha desarrollado durante meses en un escenario plagado de andamios y con un trasiego de operarios trabajando a triple turno (¿quién ha pagagado este sobrecoste y por qué no se aplica  para rematar otras obras menos electoralistas?), con el riesgo que ello implicaba para los clientes de la plaza de abastos.

Ni la autoridad (¿?) laboral ni Torrijos, tan aparentemente preocupado por la seguridad laboral, han alzado la voz. Como tampoco la Policía Municipal, encargada de velar por que se cumplan las Ordenanzas contra el Ruido en horario nocturno, el mismo en que se han hecho todo tipo de trabajos en el Metropol Parasol sin importar las molestias que estuvieran causando al vecindario.

La compañera Ana Sánchez Ameneiro hizo un estupendo trabajo de campo periodístico al indagar sobre el terreno de la Encarnación y en las cuadrillas de operarios que estaban trabajando contra el reloj en las setas. El testimonio recogido de un jefe de cuadrilla deja en evidencia las mentiras de Monteseirín: “No sé a quién quiere engañar –aseveró el operario- el Ayuntamiento. Nosotros tenemos aquí trabajo para dos o tres meses más. Los alrededores de los parasoles sí puede que estén urbanizados a tiempo para que pase el alcalde y se haga la foto, pero no así los demás elementos del proyecto”.

DOS O TRES MESES MÁS

Según el inventario de mi colega, para poder dar por finalizadas las setas quedan por rematar al menos siete tareas todavía, entre ellas pintar con poliuretano las copas de dos parasoles, revestir de hormigón y de metal la base de dos setas, acabar el restaurante-mirador y abrirlo, equipar el Antiquarium y probar su equipamiento multimedia…. Una labor para la que harán falta dos o treses meses más de trabajo, lo cual no es óbice para que  Monteseirín haya protagonizado  otra de sus farsas: el paripé de inauguración de su faraónico proyecto, con, probablemente, hasta una placa en cualquier parte que empiece por la manida fórmula de “siendo alcalde….”.

Pero, muy a su pesar y tal como nos enseñaron en la Facultad de Periodismo, la noticia no es que un perro muerda a un hombre, sino al revés. Y la noticia que ha desmontado la farsa ha sido, a partir del lunes 28 de marzo, ver la foto de los operarios rematando por dentro y por las alturas  unas setas que, según la versión oficial y el aparato de propaganda del alcalde, ya están terminadas desde hace una semana.

Ridículo

Jurgen MayerEl (sin) alcalde no quiere irse de este mundo de la política -en que tan bien ha vivido con coche oficial, móvil de última generación, viajes a lo largo y ancho de este mundo, hoteles de cinco estrellas y comilonas a cargo del contribuyente- sin ver que quede perfecto para su gusto su faraónico mausoleo olímpico: las setas de la Encarnación. Al escándalo por su retraso de casi cuatro años y su coste mayúsculo, hay que unir el de su escasa fiabilidad, hasta el punto de que por miedo al colapso de los materiales se ha prohibido el paso por la pasarela y la seta llamada ‘Pellón’. La querida colega Ameneiro ha revelado que en su reciente visita a Alemania, Monteseirín abroncó al arquitecto Jürgen Mayer y su equipo por haber hurtado a los nativos y turistas el conocimiento completo de su mausoleo con esa prohibición. Mayer, estupefacto, le aclaró que la decisión fue de la Gerencia de Urbanismo en tiempos de Celis, el delfín de Monteseirín. No cabe mayor ridículo: el (sin) alcalde tuvo que enterarse en Alemania de lo que se había acordado en su propio Ayuntamiento.

De rositas

sevilla-ayer-y-hoy-giralda-metropol-parasolEl (sin) alcalde procura siempre elegir fechas simbólicas para vincularlas a sus faraónicos proyectos, por lo que les cuestan a los contribuyentes. Así, quiso inaugurar el tranvía de los 80 millones de euros el mismo día de su quincuagésimo aniversario, aunque al final parece que el trenecito no llegó a tiempo para su cita con el cumpleaños de Monteseirín. Ahora, anuncia que su mausoleo político de 100 millones de euros en forma de hongos en la Encarnación estará listo para el 17 de abril, Domingo de Ramos. Nada dice, sin embargo, de que las setas deberían estar finiquitadas para el 31 de marzo, conforme al ultimátum de mentirijillas que dio a la constructora, so pena de imponerle la sanción -¡uy, qué miedo!- a la que no se ha atrevido en estos años de demora. Será el enésimo incumplimiento sin que le pase factura alguna ni aplique las penalizaciones de risa previstas en el contrato redactado en papel mojado. El Domingo de Ramos, el (sin) alcalde de Sevilla  demostrará que a Sacyr es incapaz de meterle mano. Unos irán con palmas y otros se irán de rositas.

El secreto

top secretEl sector alfredista del PSOE está que trina tras haber sido laminado para las municipales a cuenta de los fichajes ‘galácticos’ del florentino Espadas, así que ha jurado venganza eterna. Instigados por el (sin) alcalde, algunos de sus miembros avanzaron a la canallesca que iban a desvelar algunos de los secretos mejor guardados del vierismo. Los plumillas se frotaban las manos pensando en que la ‘vendetta’ de los críticos se iba a traducir en la revelación de nuevos intrusos en los EREs o de más trinques a cuenta del ‘fondo de reptiles’ del director general que, como el personaje de Molière, hablaba en prosa sin saberlo. Pero hete aquí que, para desilusión del gremio, la montaña ha parido un ratón o una seta de la Encarnación. El secreto de Fátima que, según los alfredistas, guardaban bajo siete llaves en un cajón de Luis Montoto Viera y Susana era una encuesta que augura 18 ó 19 concejales al PP, osea la mayoría absoluta, con lo que Espadas se va a dar con sus ‘galácticos’ en los dientes. Para que luego digan que era Zoido el que tenía una agenda oculta

Sin banquillo

BanquilloPrimera lectura de la lista electoral de Juan Espadas para los votantes hispalenses: el PSOE de Sevilla se ha convertido en un partido sin banquillo. El míster, a la hora de hacer la alineación para el decisivo encuentro del 22-M, ha visto tan poca gente potable en la cantera socialista que ha tenido que fichar en el mercado de invierno a cuatro independientes para reforzar los puestos clave del equipo titular. Los sociatas de toda la vida, esos de cita diaria en la agrupación y que no faltan en los mítines llueva o ventee, o se han quedado en la grada chupando cemento o saltarán al campo de comparsas de los ‘galácticos’ del florentino Espadas. Ya ven: se han pasado cuatro años tragando carros y carretas y tratando de justificar desde las facturas falsas del caso Macarena hasta el dispendio de las setas de Monteseirín para que, a la hora de la verdad, el alcaldable les aplique el refrán que de fuera vendrá el que de tu lista electoral te echará. Mucho me temo que a la hora de la pegada de los carteles más de un socialista de base se va a declarar en huelga de brochas caídas.