Las cuentas de Isla Mágica en 2010, aprobadas de forma oficial, muestran que el Parque Temático vuelve a perder dinero (¿lo ganó alguna vez?), a razón de 3,6 millones de euros, y que su facturación bajó un 13% pese a los ímprobos esfuerzos de su plantilla, dignos de todo encomio. Cajasol ha evitado el concurso de acreedores inyectándole casi 10 millones, pero ya no está dispuesta a poner más dinero (lleva 34 millones), máxime desde que es Banca Cívica y está en Bolsa. La única solución ‘imaginativa’ que circula es, cómo no, otra recalificación urbanística. Fuentes de Cajasol indicaban a una querida colega que el Ayuntamiento tendría que aceptar usos comerciales en el Parque Temático, ya que existe un exceso de oficinas en Sevilla. Por el inconsciente habla la verdad. Si Cajasol admite que hay exceso de oficinas, ¿qué sentido tiene entonces gastarse 300 millones de euros en la torre Pelli, sita tan sólo a unos 2.000 metros de Isla Mágica, para ofertar más oficinas a un mercado saturado y sin demanda por la crisis y el estallido de la burbuja inmobiliaria?
Archivo de la etiqueta: torre Pelli
Los arquitectos salen de la clandestinidad
Los arquitectos salen de la clandestinidad
Hace años, un prestigioso arquitecto llamó indignado a mi periódico por entonces para denunciar la desastrosa situación de las orillas del Guadalquivir.
El espacio comprendido entre el muelle de la sal y la torre del Oro seguía convertido en un gran parking, en contraste con los muelles del Sena, en París, que el ilustre comunicante ponía de ejemplo.
No quedó ahí la filípica, porque del abandono a su suerte de las riberas del río pasó a criticar con gran fundamento muchos otros aspectos de la ciudad.
El redactor que le atendía le dijo:
-Tienes toda la razón. Voy a darle a tus denuncias el máximo espacio posible. Seguro que viniendo de ti se va a abrir un debate público sobre todo lo que has dicho y que el Ayuntamiento va a tomar buena nota para corregir la situación.
Al otro lado del teléfono se oyó una voz suplicante. El ilustrísimo arquitecto se había arrepentido ‘ipso facto’ y dijo que de ninguna manera podía salir su nombre en los papeles, ya que ello podría ponerle en peligro ante la Junta y el Ayuntamiento. En realidad, según aclaró, él había llamado para que fuera el periodista el denunciante de la desidia o las barrabasadas urbanísticas municipales, nunca él mismo.
AL CABO DE DOCE AÑOS
Recordé este caso tras la reciente presentación por el decano del Colegio de Arquitectos, Angel Díaz del Río, del Consejo Consultivo del ente colegial, formado por José Antonio Carbajal, Rafael Manzano, Fernando Mendoza, Antonio Sáseta y Gabriel Verd.
El decano anunció la celebración de unas futuras jornadas sobre arquitectura con el fin de que Sevilla “recupere la sensatez”, perdida a su juicio durante el mandato de Monteseirín por causa de tres iconos de la modernidad según el alcalde: las ‘setas’ de la Encarnación, la torre Cajasol en la Cartuja y la Biblioteca en el Prado.
Los miembros del recién creado Consejo no ahorraron descalificaciones a estos hitos de la era Monteseirín. Para ellos, supuestos representantes de todas las corrientes arquitectónicas del colegio sevillano, las ‘setas’ son como naves extraterrestres que han aterrizado en una ciudad poseedora de una arquitectura y un urbanismo únicos; la biblioteca del Prado es estrafalaria, de pladur y supone un misil contra el PGOU, y el rascacielos en la Cartuja, aparte de ilegal, representa un modelo de arquitectura-espectáculo que sólo busca hacer negocio cuando en realidad nos lleva a la ruina.
El decano, Angel Díaz del Río, ha resumido la cuestión con estas palabras: “Sevilla no necesita más iconos porque ya los tiene y son los que viene buscando la gente”.
TORRES DE MARFIL
Todas estas opiniones de primeros espadas de la arquitectura sevillana (salvo algún caso, en mi modesta consideración) son tan respetables como sus contrarias, porque el libro de los gustos no está escrito, ni hay unanimidad sobre cuál debe ser el canon arquitectónico de Sevilla, aunque algunos se empeñen en erigirse en martillo de la tradición y otros se rebelen contra los profetas de la modernidad. En realidad, existen tantas Sevilla como sevillanos, pero no es éste, el estético, el debate que quiero suscitar.
No, la cuestión de fondo es por qué ahora, a dos meses y pico de las elecciones municipales tras las que se augura un hipotético cambio de ciclo político, se constituye este Consejo y se lanzan estos ataques contra los símbolos de la era Monteseirín, y no durante cualquiera de los doce años de su mandato.
¿Acaso no es este decano del Colegio de Arquitectos que arroja denuestos contra las ‘setas’, la biblioteca y el rascacielos el mismo que participó en algún jurado o comité de expertos convocado por el Ayuntamiento para elegir esos proyectos faraónicos contra los que ahora se pronuncia?
¿Acaso no es este Angel Díaz del Río que ahora tacha de innecesaria la torre Pelli el mismo que, nadando entre dos aguas para no significarse públicamente, lo máximo que se atrevió a decir antaño sobre el rascacielos fue que era “contundente”?
Y, ¿dónde han estado en estos doce años, cuando aún estaban abiertas las mesas del PGOU y se hicieron públicos luego los diseños ganadores de esos concursos o encargos para las ‘setas’, la biblioteca y la torre de casi 200 metros quienes ahora los tachan de platillos volantes, tabiques de pladur y misiles urbanísticos?
¿Estaban acaso en Marte o más bien refugiados tras los seguros muros de sus propias torres de marfil, sin bajar a la arena ni decir esta boca es mía?
COLECTIVO SIN VOZ
Cuando debieron y pudieron alzar la voz para evitar lo que ahora consideran irreparable permanecieron mudos, y en este momento, tras años de una política de hechos consumados y de urbanismo de mesa camilla que ya no tiene remedio, tratan de ponerse al frente de una manifestación que, dada la insensibilidad predominante (salvo casos aislados), ni siquiera ha sido convocada.
La posición del Colegio de Arquitectos, un referente cívico incluso en momentos más comprometidos como los del franquismo (contestación a la usurpación del ejido comunal del Prado o al Actur de la isla de la Cartuja), recuerda la verídica historia de Caracol el del Bulto, aquel flamenco que fue padre de Manolo Caracol y mozo de estoques del torero Joselito ‘El Gallo’, durante un viaje desde Sevilla hasta Madrid en un tren tirado a duras penas por una locomotora decimonónica.
Cuando, tras descender del tren en la estación de Atocha, caminaba ya por el andén, de pronto la máquina dio un resoplido y lo envolvió por completo en una nube de vapor.
Caracol no pudo contenerse y exclamó:
-¿Ahora me vas a venir con eso? ¡Esos cojones, en Despeñaperros!
Monteseirín: claves de su carta del adiós
El aún alcalde de Sevilla envió el viernes, camino de Nápoles, una carta a los periódicos de la ciudad con publicación embargada hasta el domingo para despedirse de los sevillanos y, de paso, lanzar una serie de mensajes codificados a su partido, que pretende que agote el mandato y permanezca en la Alcaldía hasta dentro de quince meses, cuando se celebren las elecciones municipales.
Insólito: el alcalde se despide sin haberse ido. La carta, titulada ‘Gracias a Sevilla (que me ha dado tanto..)’, puede interpretarse como un órdago a la dirección del partido: aparentando una dimisión inminente, Monteseirín buscaría obtener garantías de futuro como condición para continuar en su puesto y no precipitar una nueva crisis en el Ayuntamiento que obligara al PSOE a improvisarle un sucesor. Los hechos demostrarán si el alcalde se va definitivamente en un ataque de dignidad o se traga las palabras como hizo cuando la crisis con Rojas Marcos por el caso Bazar España o cuando cambió de postura en el tema de las Cajas.
Reproducimos en negritas párrafos de la carta del alcalde y, a continuación, nuestras acotaciones:
1) Ya es pública mi decisión, que vengo madurando desde hace mucho tiempo…..
Monteseirín sigue tratando de aparentar que ha sido él y no Griñán quien ha decidido su marcha del Ayuntamiento, cuando su estrategia desde su clamorosa derrota (se parapetó tras el denominado ‘sector crítico’, ya que no tuvo el valor de presentarse él mismo) frente a Viera en el congreso socialista de julio de 2008 ha sido la de una numantina resistencia para evitar que el PSOE lo defenestrara antes de tiempo.
En segundo lugar, para evitar también que cuajara la alternativa interna (Emilio Carrillo) preparada por el partido con la antelación suficiente y dado su derrumbamiento en las encuestas y el rechazo que genera en la opinión pública (el 20% de los sevillanos que declaran conocer al alcalde lo califican directamente con un cero y jamás ha aprobado en una encuesta durante sus 11 años de mandato, sin contar el demoledor resultado para él de la encuesta encargada por el PSOE a Julián Santamaría).
En tercer lugar y una vez emigrado Chaves (su gran valedor, no tanto por estima como por temer que abrir el melón sucesorio en Sevilla en mitad de un mandato equivalía a abrir la veda para que se hiciera lo mismo en la Junta de Andalucía en mitad de una legislatura, como así le acabó ocurriendo a él: Chaves se veía en el espejo de Monteseirín), una vez ido Chaves, decíamos, amagar con su dimisión a finales de 2009 ante Griñán al comprobar que no gozaba del favor del nuevo presidente, pero con un doble objetivo:
1) Forzar su ratificación ante la supuesta falta de tiempo (17 meses por entonces) para que el PSOE buscase un candidato alternativo fuera del Ayuntamiento.
2) En caso contrario, dejar colocado como sucesor a Celis, el hombre encargado de convertir Sevilla capital en el califato del sector crítico frente a la Ejecutiva Provincial liderada por Viera y pese a haber contado éste con el 88,6% de los votos en el último congreso provincial socialista.
Monteseirín ha tratado de asaltar el PSOE de Sevilla desde la trinchera de la capital, parapetado en su condición de único alcalde socialista de una capital de provincia y de Sevilla como capital de Andalucía. Ha tratado deliberadamente de dividir el partido al sentirse ‘intocable’ por ser alcalde de Sevilla, desafiando de forma permanente la autoridad del secretario general y confiado en el manto protector de Chaves.
Monteseirín siempre ha jugado manejando los tiempos políticos para que el tiempo acabara jugando a su favor. Contaba con que su amago de dimisión nunca sería aceptada por Griñán a tan sólo año y medio de las elecciones y que ese año y medio le daría margen de maniobra para tratar de ganarse al nuevo presidente de la Junta, por una parte, y de invertir los sondeos contrarios a su persona mediante una intensa campaña mediática (puesta en marcha de Giralda Tv, compra de favores periodísticos a través de Marchena y del dinero de la publicidad institucional o de las empresas municipales; buzoneo de publicaciones laudatorias en los barrios…) y de captación de apoyo social.
Así, el alcalde habría intentado que Griñán hubiera actuado de presentador suyo en una conferencia que iba a pronunciar después de Reyes. Al no conseguir su propósito de que el presidente de la Junta le hiciera su loa política y que ésta se interpretara como un aval a su persona, dentro y fuera del partido, pospuso la conferencia ‘sine die’.
Más ejemplos de la estrategia del alcalde de ganarse apoyos sociales para que fueran valorados en la Casa Rosa: intentó que le otorgara la medalla de oro del Ateneo el nuevo presidente de la docta casa, Alberto Máximo Pérez Calero, médico como él y como agradecimiento por los favores municipales –ahí se vio que no eran gratuitos- a la entidad de la calle Orfila.
2) ….un muchacho de barrio, criado junto a la Facultad de Medicina, llegara en 1999 a la Alcaldía de la ciudad que “es bella porque siempre es nueva”.
Monteseirín trata en esta frase de justificar su ‘grandeur’ arquitectónica, como si Sevilla no fuera bella por el Guadalquivir, el conjunto histórico-artístico de la ciudad, la Catedral, la Giralda, el Real Alcázar, la torre del Oro, la Plaza de España, el parque de María Luisa y todo lo existente antes de su llegada a la Alcaldía sin necesidad del legado del alcalde: las ‘setas’ de la Encarnación, la torre Pelli, la biblioteca de Zaha Hadid en el Prado, la nueva Alameda de Hércules, el proyecto de ‘La piel sensible’ para la Alfalfa, Pescadería, el Pan y otras plazas del Centro…..
3) …superando las dificultades de todo tipo que (siempre los mismos) hemos ido encontrándonos por el camino.
Con ese “siempre los mismos” el alcalde ha anatemizado una vez más como miembros de una Sevilla retrógrada, ‘facha’, rancia, tradicionalista, ‘derechona’ y demás sinónimos a todos aquellos que han osado llevarle la contraria o criticarle en desacuerdo con su gestión, con el doble fin de presentarse ante el electorado de izquierdas como una víctima de esa Sevilla clasista de los de siempre y, por consiguiente, como un héroe/mártir de las clases populares, el hombre que desde una condición humilde llega a la Alcaldía para, levantando las ‘setas’ de la Encarnación por ejemplo, democratizar (¿?) las vistas sobre el caserío histórico que hasta entonces sólo podían disfrutar los ricos desde los miradores de sus casas-palacio. Mensajes simplistas (dicotomía bueno-malo) y demagógicos para consolidar la imagen de la existencia de dos Sevilla, acentuar los enfrentamientos de clase en vez del interclasismo y dividir en vez de integrar.
4) Hemos sido coherentes con un modelo de ciudad….
Monteseirín quiere hacer creer que ha actuado siempre conforme a un modelo previo de ciudad cuando, en todo caso, esa nueva ciudad que él presenta como su Arcadia feliz es la que resulta del lápiz del arquitecto Manuel Angel González Fustegueras y del proceso de participación ciudadana, que confluyen en el nuevo PGOU. Dicho de otro modo, el PGOU no es el fruto de Monteseirín, sino Monteseirín del PGOU. Poco de ese nuevo modelo de ciudad al que tanto remite el alcalde está previamente en sus programas electorales. Al contrario: la peatonalización de la Avenida es la condición necesaria para implantar un tranvía como sucedáneo del Metro y que por acumular tres años de retraso no iba a estar listo ni para las elecciones municipales de 2007.
Recuérdese que Monteseirín llegó a la Alcaldía por el ‘pacto del Metro’ entre Chaves y Rojas Marcos y que en la perspectiva de carecer de Metro todavía ocho años después, no podía presentarse a las elecciones con las manos vacías. Hizo, pues, de la necesidad virtud y a marchas forzadas construyó (destruyendo incluso los hornos almohades de la Puerta de Jerez) y presentó el tranvía como el ‘Metrocentro’, un sucedáneo de Metro penetrando hasta el Centro y cuya consecuencia era la peatonalización para abrir paso a vías y catenarias. El marketing político y electoral convierte esta improvisación en el modelo de ciudad del que alardea el aún alcalde.
5)…tras tantos años de proyectos eternamente pendientes de abordar…
Monteseirín ha querido pasar a la historia como el alcalde que resolvió las cuestiones pendientes de la ciudad (el solar del mercado de la Encarnación, el traslado de la Feria de Abril, el vacío del Prado de San Sebastián, la ampliación de Fibes….), pero algunas las ha dejado irresueltas (la Feria), otras las está resolviendo a un coste multimillonario (las ‘setas’ y el Palacio de Congresos) y ha dejado algunas nuevas para el futuro (el acuario de Delicias, la biblioteca del Prado).
Basó una de sus primeras decisiones nada más llegar a la Alcaldía y que resolvía una de esas cuestiones pendientes, como fue liquidar el edificio administrativo de Moneo que llenaba el espacio vacío del Prado, con el argumento de que ese dinero (unos 30 millones de euros) se debía destinar a modernizar los barrios y que había que ‘descentralizar el Centro’ repartiendo sedes administrativas por los distritos y ahorrar recursos mediante la informatización y con Internet.
Al final, ha acabado preso de su megalomanía y creyendo que la modernidad de una ciudad se basa en costosísimos iconos arquitectónicos cuales nuevos estadios Olímpicos y no en el eficaz funcionamiento de los servicios públicos (transportes, limpieza) y en la construcción de amplios equipamientos (bibliotecas de barrio, centros cívicos, polideportivos, plazas, jardines..). Mientras alzaba las ‘setas’ en la Encarnación, alteraba la Alameda o ampliaba Fibes, los servicios públicos (Tussam, Lipasam) han acabado en la ruina. ¿Cuánto dinero queda de los convenios urbanísticos firmados en su día para equipar los futuros barrios de la ciudad?
6) Y hoy, aun cuando la crisis económica y financiera mundial está azotándonos como a todos de la forma más lacerante, con el desempleo…
Responsabiliza a factores externos, esa crisis mundial, del incumplimiento de su promesa electoral del pleno empleo y de una vivienda para todos y sin sorteo durante este mandato. Se arroga lo que se hace en la ciudad y culpa de lo que no se hace a las circunstancias y a “los de siempre”.
7) Sevilla volverá a ganar la partida frente a la resignación, el inmovilismo y la involución.
Monteseirín practica un doble lenguaje o una doble moral. Por una parte, ataca de forma sistemática a esa Sevilla inmovilista e incluso involucionista, para complacer así a los votantes de la izquierda, y por otra hace lo imposible por complacer y cortejar a esa Sevilla de las tradiciones de siempre, que supuestamente detesta y es un freno para sus planes modernizadores.
Ni Soledad Becerril ni Rojas Marcos, ni por supuesto Del Valle y Uruñuela, otorgaron tantas medallas de la ciudad (doce) a Vírgenes como ha otorgado Monteseirín; ni se inventaron el ‘urbanismo morado’ para alimentar de subvenciones a las cofradías en descarada busca del voto popular; ni erigieron tantas estatuas a toreros y nobles en el Paseo de Colón o espacios públicos; ni frecuentaron tanto los salones de la aristocracia, los palcos de la Semana Santa o la plaza de toros de la Maestranza……
8) …..gracias con el alma por como habéis respaldado siempre nuestras ideas y nuestras propuestas en el foro de la democracia ciudadana. Ese apoyo y confianza me han permitido ser, después de estos más de diez años, la persona que más tiempo lleva desempeñando la tarea de alcalde de Sevilla desde que se instituyeron las alcaldías modernas, a principios del siglo XIX.
Esta es la mentira reiterada de Monteseirín, en la que insiste una y otra vez como un martillo pilón: que ha obtenido siempre el respaldo electoral en las elecciones municipales. Falso. Sólo ganó una de las tres a las que se ha presentado, y por mayoría relativa. Las primeras y las terceras las ganó el PP (Becerril y Zoido), y en sus tres mandatos tuvo que pactar (una vez con el PA, dos con IU) para lograr los votos que le faltaban para ser alcalde.
9) …..voy a dirigir mi vocación por la cosa pública a otras tareas, en mi condición de funcionario o en cualesquiera otras en las que mi formación y mi experiencia puedan seguir siendo útiles…
Lanza el mensaje de que quiere un nuevo cargo público, cuando en el comienzo de su carta reconoce que lleva 30 años en la política y los últimos quince sin bajarse del coche oficial (hasta el punto de que reconoce en su declaración de bienes que no tiene ninguno de su propiedad; no le hace falta) como presidente de la Diputación y de la FAMP y alcalde de Sevilla. Veremos hasta dónde se cumple el aserto de Griñán el pasado fin de semana de que el PSOE “no es ni una empresa, ni una ONG”.
10)….Un impulso renovado que, desde la continuidad del proyecto y los relevos generacionales que lo acompañen..
Con la expresión “los relevos generacionales”, Monteseirín está postulando de nuevo a Celis como su sucesor frente a personas de la vieja guardia del partido como pudieran ser Rosamar Prieto, Viera o el mismísimo Alfonso Guerra. Es curioso que hasta diciembre, cuando hizo el amago de retirada ante Griñán pese a que no hace mucho decía que quería seguir en la Alcaldía hasta el año 2020 por lo menos, Monteirín nunca se incluía entre los necesitados de relevo generacional, a pesar de que ya tiene más de 50 años y de que lleva 30 ocupando puestos y cargos en el PSOE y en la vida pública en nombre del PSOE.
11)La ciudad nos necesita a todos y a todas al margen de coyunturas o decisiones personales.
Monteseirín está llegando al final de su carta y por primera vez parece que habla en clave institucional y como alcalde de todos los sevillanos, pero….
12) Sevilla, la buena gente de Sevilla, se lo merece todo.
…al final vuelve a hablar de buenos y de malos al establecer una distinción implícita entre la buena gente, a la que nombra, y la mala, subyacente en la frase. Siempre el mensaje de las dos Sevilla y de que él va de bueno por la vida y como tal debe ser perdonado por sus errores de gestión, imputables más a su entorno (el manido recurso a los técnicos municipales en escándalos como el de los Bermejales, la cubierta de la Davis, la caseta de la Feria…) que a su persona.
Y así fue como Monteseirín dio las gracias a Sevilla (que le ha soportado tanto).