Para hacer esta muralla cada Semana Santa no se necesitan todas las manos que pedía Nicolás Guillén en su homónimo poema; bastan las sillitas ‘made in China’ que se extienden hasta el horizonte y a las que el Ayuntamiento indulta en aplicación del lema del mayo francés: ‘prohibido prohibir’. Gracias a la bárbara costumbre de las sillitas chinas, huelga que Rosamar relance el debate para ampliar la carrera oficial con el políticamente correcto argumento de que las clases populares tendrían más posibilidad de acceder a una silla de tijeras. Los sevillanos de a pie pasan ya de esa reforma; justamente porque han dejado de estar de pie merced a esta profusión de sillitas chinas de bazar, las cuales producen un ‘efecto tapón’ mayor aún que el de Matalascañas y ante el que de nada servirán un día los planes de evacuación. La alternativa a las sillitas chinas: unos bastones-sillín que no ocupan espacio y sobre los que es posible apoyarse temporalmente apretando sólo un botón. Fue el antídoto del pabellón de Castilla y León contra las colas y bullas de la Expo-92.
Archivo de la etiqueta: Expo 92
El gato al agua
Se equivocó Arenas, se equivocaba, como la paloma de Alberti. No es que el Gobierno le dijera a la Junta que Agesa valía 300 millones y haya dicho luego que son 518, sino que era la Junta la que, conforme a su propia tasación, decía que valía 300 y la que al final ha acabado pasando por el aro de la valoración de Zapatero, que siempre se mantuvo en los 518 millones desde el primer día. Por tanto, el que se ha llevado el gato al agua con la Deuda Histórica no ha sido Griñán, sino Zapatero, apodado ‘el Maquiavelo de León’ en cierta biografía no autorizada. Griñán, que fue consejero de Hacienda antes que presidente, deberá explicarles a los sevillanos y a los andaluces cómo ha comprado por casi el doble de su valor los activos de la Expo que ya teníamos y encima gratis. El Estado ha hecho el negocio del siglo cobrándose de golpe todas las plusvalías de la Exposición. Parafraseando a Luis Aragonés con el fútbol, lo peor de esta derrota política de Sevilla ante Madrid con la Deuda Histórica no es la derrota en sí misma, sino la cara de tontos que se nos queda.
Nueve pantanos, a más del 90%
El Gergal, Zufre, Agrio y José Torán están completamente llenos y aliviando agua
La presa con más volumen es la del Pintado y la de mayor lluvia registrada, la de José Torán
Sevilla no tendrá problema de abastecimiento de agua en los próximos tres o cuatro años, ya que todos sus embalses (incluidos los dos situados en la Sierra de Huelva –Aracena y Zufre- y que abastecen a la capital hispalense) se encuentran a más del 75% salvo la presa de Alcalá del Río, que está a la mitad. El año agrícola está siendo el sexto más pluvioso de la historia hasta el momento y sólo en los dos últimos meses (desde mediados de diciembre a mediados de enero) ha llovido en 40 de los 60 días de ese periodo de tiempo.
De los doce embalses sitos en la provincia de Sevilla o que estando fuera de ella están al servicio de núcleos urbanos sevillanos (Aracena y Zufre), y descontando la presa de Cantillana por falta de datos, la situación al 19 de febrero conforme a la estadística de la Agencia Andaluza del Agua era la siguiente:
-Cuatro pantanos llenos y aliviando agua: Agrio, Gergal, José Torán y Zufre.
-Cuatro a más del 95% de su capacidad: Pintado, Huesna, La Puebla de Cazalla y Torre del Aguila.
-Uno a más del 90%: Aracena.
-Uno a más del 85%: Cala.
-Uno a más del 75%: La Minilla
-Uno al 50%: Alcalá del Río.
El volumen de agua embalsada en este mes de febrero supone en algunos casos, como el de la presa utrerana de Torre del Aguila, un 65% más de lo que es habitual por estas fechas. La situación de los pantanos sevillanos, con la que se aleja por varios años el fantasma de la sequía, es fruto de un año excepcional, en que en conjunto las precipitaciones se acercan a la cifra de 700 litros por m2 desde el mes de septiembre, lejos aún de los 805 litros del año 1990, que precedió a la gran sequía de un lustro posterior a la Exposición Universal y que aún perdura en la memoria de los sevillanos.
Por tanto, es perfectamente posible, como acredita la experiencia, que a un período de grandes lluvias como el que estamos viviendo en estos meses siga luego otro incluso proporcionalmente más seco. Por de pronto aún quedan seis meses en el calendario para que en 2010 pueda superarse el récord histórico de precipitaciones de hace veinte años.
Aquilatando aún más los períodos de tiempo, de los últimos 60 días ha llovido en 40, lo que significa el lapso temporal más lluvioso desde el año 1950. Los registros del mes de diciembre en el aeropuerto de Sevilla han sido espectaculares: 296,4 litros/m2, cuando lo normal en los últimos 30 años es que no se sobrepasaran los 100 litros (en concreto, 95). A partir de diciembre es cuando se han multiplicado las lluvias, puesto que noviembre, tradicionalmente uno de los meses más húmedos en nuestra ciudad, fue extraordinariamente seco: sólo cayeron 18,1 litros sobre el aeropuerto, frente a una media de 84 litros en el período 1979-2009.
La intensa pluviosidad se refleja hasta en la estadística de los embalses. El de José Torán, sito sobre el río Guadalbarcar (entre los términos municipales de Constantina, Lora del Río y La Puebla de los Infantes), es sobre el que más lluvia ha caído desde el 1 de octubre de 2009 a la fecha: 860,40 litros/m2, lo que significa prácticamente el doble de lo habitual en el período 1971-2000. Las cifras son también espectaculares para presas como las del Huesna, La Minilla, La Puebla de Cazalla y Cala.
El embalse que más agua acumula es el del Pintado, destinado a regadío agrícola, con 202,23 Hm3 (95,03% de su capacidad), y entre los de abastecimiento, el de Zufre (dentro de la red de Emasesa), con 187,62 Hm3, es decir, 12 Hm3 más de su propia capacidad, por lo que está aliviando agua. En la misma situación de superación de capacidad por exceso de agua y por tanto desaguando se hallan El Agrio, Gergal y José Torán, hasta el punto de que estos embalses se han convertido en focos de atracción de visitantes como ocurrió en la Sierra Norte cuando las nevadas de finales y principios de año.
Los excursionistas acuden a contemplar el espectáculo de las presas soltando agua a chorros y a hacerse fotos con el telón de fondo de estas cataratas domésticas. Se ha dado el caso de que El Gergal ha aliviado en tan sólo 24 horas casi 16 Hm3 de agua, cifra equivalente al consumo de toda Sevilla capital durante mes y medio.
SITUACIÓN EMBALSES SEVILLA Y ÁREA DE INFLUENCIA
Pantano % de llenado Media últimos años
en mes de febrero
Cala 85,01 50,04
El Agrio 100,00 79,45
El Pintado 95,03 53,08
Gergal 100,00 55,24
Huesna 97,89 71,86
José Torán 100,00 59,99
La Minilla 76,70 57,65
Puebla de Cazalla 96,16 49,23
Torre del Aguila 98,67 33,55
Aracena 93,05 71,22
Zufre 100,00 74,64
Alcalá del Río 50,02 82,95
Fuente.- Agencia Andaluza del Agua
La sartén de doña Sole
Soledad Becerril ha dicho que se fue tras ganar las elecciones del año 1999 porque no podía consentir que el PA exigiera Urbanismo para reeditar la coalición. De acuerdo en que los andalucistas habían perdido tres concejales, pero la clave estuvo en el mandato anterior. Recuérdese que Rojas Marcos y Becerril pactaron en contra del PSOE de Luis Yáñez en vísperas de la Expo-92 y que, por haber cosechado más votos que el PP, Alejandro se quedó con lo mejor del pastel municipal, Urbanismo incluido. Tras las elecciones de 1995 cambiaron las tornas y el PP fue más votado que el PA. A la hora de renegociar el pacto, en vez de darle la vuelta a la tortilla doña Sole dejó las cosas tal como estaban salvo en la Alcaldía: le dio al PA unas alas que ya no pudieron recortarle ni ella ni el PSOE, hasta el punto de que, con Monteseirín, Rojas Marcos se volvió a quedar con Urbanismo y hasta con el 70% del Presupuesto. Doña Sole tuvo en su momento a Alejandro contra las cuerdas y la sartén por el mango, pero a la hora de la verdad no supo manejar la sartén y se quemó.
Algo más
Sostiene Antonio Távora, presidente de los agentes de viaje, que a principios de los 90 Sevilla tenía aquello de lo que carecían otras ciudades –AVE, un palacio de congresos y una buena planta hotelera- pero que ahora poseen ya muchas y que, por tanto, hay que ofrecer “algo más”. Por tener, teníamos hasta fibra óptica en la Cartuja, presentada como el símbolo de la máxima modernidad. Sin quizás pretenderlo, Távora nos ha enfrentado a nuestra propia mediocridad. Sevilla no ha sabido aprovechar el gran salto adelante que supuso el 92, hasta el punto de que, sin necesidad de ninguna Expo, en otros sitios se han puesto a nuestra altura o incluso nos han rebasado, porque nos ha faltado ese ‘algo más’ del que habla Távora. ‘Sic transit gloria mundi’, como reza la leyenda de uno de los cuadros pintados por Juan Valdés Leal para el Hospital de la Caridad. Lo malo es que para poder pedir otra Exposición Universal aún quedan 83 años hasta el VI Centenario del Descubrimiento que la justifique. Y es que, ya se sabe, Sevilla sólo avanza a golpe de grandes eventos.
Atrasado a su tiempo
Más de 70.000 personas han participado esta semana en Sevilla en el sorteo de Emvisesa para la adjudicación de 233 viviendas de protección oficial (VPO) en régimen de venta en las antiguas cocheras de Tussam en El Porvenir y de 95 para alquiler en Torrelaguna y San Luis, siendo el 70% de ellas jóvenes. Actualmente, el 57% de los sevillanos con edades comprendidas entre los 18 y los 34 años no pueden emanciparse de sus padres debido, fundamentalmente, al elevado precio de los pisos pese a las aparentes bajadas por efecto de la crisis.
Según el Observatorio Joven de Vivienda en España, en el hipotético caso de que un joven sevillano decidiera comprarse un piso, tendría que dedicar casi el 65% de sus ingresos a pagar la hipoteca; sólo le quedaría el 35% para afrontar las facturas de la luz, el agua, el gas, el teléfono, la ropa, la comida, el transporte…..Es un sueño prácticamente imposible, pues para realizarlo el joven sevillano medio debería ganar al menos 2.582 euros/mes, cuando sus emolumentos no superan los 1.200 en el mejor de los casos. Se comprende, pues, la avalancha de solicitudes ante cualquier sorteo de VPO como el del Porvenir.
Antes y ahora
Con este panorama social sorprende aún más si cabe que en su comparecencia parlamentaria para explicar el acuerdo con el Gobierno sobre los pormenores de la ‘deuda histórica’, la consejera de Economía, Carmen Martínez Aguayo, dijera que el hecho de que la mayoría de los suelos cedidos sirvan para levantar, más que VPO (ninguna en Sevilla, ya que aquí se paga con los restos de la Expo) viviendas de renta libre (3.128, el 71% del total), da más valor económico a la operación, puesto que la Junta podrá venderlas sin límite de precio y obtener así más dinero. ¿Cuánto tiempo deberá esperar el Gobierno andaluz a que se reactive, y al alza, el mercado inmobiliario para colocar esos futuribles pisos? El INE revela que en octubre la venta de casas cayó un 21% y el BBVA augura una caída de los precios del 20% en dos años.
La Junta de signo socialista se felicita, pues, de poder construir pisos de renta libre (los más caros) en suelos públicos para los ciudadanos de mayor poder adquisitivo en vez de para los jóvenes sin recursos y los mileuristas, justamente lo contrario de lo que en su momento hizo Monteseirín en las antiguas cocheras de Tussam, por puro oportunismo político en busca de un pacto con IU porque ya no podía soportar más la por entonces vigente coalición con el PA.
Subasta
Recuérdese que Monteseirín sacó a subasta las cocheras del Porvenir con el declarado fin de obtener fondos con los que acabar con el enorme déficit acumulado por Tussam bajo su mandato y aprovechando el traslado de los autobuses al antiguo cuartel de San Fernando. Dada su privilegiada situación en la nueva ‘milla de oro’, varias empresas pujaron por el solar. Umbella 4 presentó la mayor oferta en vísperas de las elecciones municipales de 2004: 43 millones de euros, dinero más que suficiente para haber liquidado la deuda de Tussam.
En una de sus características marchas atrás (el frenazo al edificio de Moneo, en el Prado, inauguró la serie) Monteseirín decidió, sin embargo, anular el proceso de venta para anunciar la construcción de VPO en vez de pisos de renta libre. El caso acabó en un pleito en que el juez impuso una condena mínima al Ayuntamiento en una sentencia que fue todo un varapalo para el alcalde. Dijo el magistrado en su fallo que se había producido “una falta de lealtad y quiebra de la buena fe” por “la ruptura unilateral provocada de forma consciente por la entidad demandada, quien primero quiere acudir al mercado a hacer caja con sus terrenos, convoca a los interesados en la adquisición, y luego modifica las condiciones de la cosa que se ofrece en venta para provocar precisamente el efecto contrario, es decir, su salida del mercado”.
Balance cero
Urbanismo tuvo que salir al rescate del alcalde tras su frenazo y marcha atrás: rediseñó el solar del Porvenir en el PGOU para permitir 233 pisos de VPO y detrajo del Patrimonio Municipal de Suelo unos veintitantos millones de euros (frente a los 43 que pagaba Umbella) para comprarle a Tussam las cocheras, que luego cedió gratis a Emvisesa a fin de que construya las viviendas que se han adjudicado esta semana y que tardarán en entregarse varios años. Si el concurso de venta se hubiera resuelto tal como se planteó, habrían estado ya edificadas el 30% de VPO a que obligaba la ley al promotor privado que lo ganó y las arcas municipales habrían ingresado 43 millones de euros con los que enjugar el déficit de Tussam.
Por el contrario, la habitual improvisación de Monteseirín le ha costado a la ciudad esos veintitantos millones de euros que con una mano hubo que sacar de un organismo municipal (Urbanismo) para entregarlo con la otra a una empresa 100% municipal, Tussam. No se ganó ni se perdió nada con la transacción, porque el dinero simplemente se cambió de un sitio a otro, como en el trile. El balance económico fue cero, como el famoso objetivo de la Expo. Lo que no pudieron conseguir ni Olivencia ni Pellón en la Cartuja lo logró por arte de birlibirloque el alcalde en El Porvenir. Pero en vez de quedar como un adelantado a su tiempo al trocar viviendas de renta libre por VPO, a Monteseirín la jugada le ha salido al revés, ya que la Junta dice ahora, con motivo de la ‘deuda histórica, que lo ortodoxo es construir pisos caros en los suelos públicos con tal de hacer, cuanta más caja, mejor.
El Estado apaga la luz
Sevilla, tal como analizó Javier Rubio en estas páginas en su artículo ‘La misma moneda’, ha hecho un pésimo negocio con la decisión de la Junta de Andalucía de aceptar el pago de la deuda histórica en solares en cinco provincias y, en nuestro caso, la asunción de Agesa, gestora de los activos de la Expo. La consejera de Economía, Martínez Aguayo, afirma que los bienes de Agesa valen más de 300 millones de euros. ¿Cómo lo sabe, si el primer punto del acuerdo es tratar de ponerse de acuerdo en su valoración? Estado y Junta los tasarán por separado y, en caso de discrepancia, se remiten a un tasador independiente. El proceso llevará tiempo, más el que impliquen los cambios registrales, asignación de activos a los organismos correspondientes y otros trámites, con lo que los hipotéticos fondos que se obtuvieran mediante ventas difícilmente podrán aplicarse ahora a las partidas ‘a priori’ presupuestadas por el Gobierno andaluz a cuenta de la deuda histórica cuando el criterio era el de cobrarla en líquido en vez de en especie.
Los activos de la Expo no valen ni 300 millones, ni los 150 que se ha dicho luego, cuando se ha moderado el oficialista exceso de entusiasmo por esta operación que habría que preguntarse si, por ejemplo, se la hubiera ‘tragado’ Cataluña. El valor neto contable que figuraba en los libros de Agesa antes del cambalache era de 93 millones de euros: tres veces menos de lo pregonado por la consejera de Economía. Y aunque el papel lo soporta todo y se podrán hacer los apuntes que se quiera, el valor real de sus activos será el que marque el mercado en cada momento. Huelga decir que el mercado inmobiliario está hundido. ¿Qué, pues, va a poder venderse o malvenderse de Agesa? Repásense sus bienes y se verá la dificultad de que, como ha dicho Griñán, su contravalor en “dinero contante y sonante” (¿un edificio es dinero contante y sonante o en la actual coyuntura más bien un inmovilizado devaluado, como bien sabe la banca cuando trata de vender sus impagados con rebajas ya de hasta el 50%?) “se reinvertirá en vivienda, salud y educación a lo largo y ancho de las ocho provincias andaluzas”?
Gastos en vez de ingresos
¿A quién le puede interesar comprar el pabellón del Futuro, el de la Navegación, la torre Schindler, la torre panorámica, el helipuerto, el pabellón de España (dentro de Isla Mágica), el teatro Central, la nao Victoria…..Agesa soporta el mantenimiento de esos activos ‘ociosos’ tras la Expo merced a la explotación de sus particulares joyas de la corona, como el edificio Expo, el centro de prensa, el edificio Leonardo, la banda de servicios y, en el futuro, el centro de negocios del Palenque. En el hipotético caso de que la Junta vendiera esos inmuebles rentables para hacer caja con destino a viviendas, hospitales y colegios en toda Andalucía, Agesa entraría en barrena, al quedarse con los ‘marrones’ (Futuro, Navegación…) que no generan rentas y sí gastos de conservación.
Lo más sensato sería mantener el modelo actual, que ha costado perfilar estos 17 años tras las regulaciones de plantilla (quedan 48 trabajadores) y el pago del crédito multidivisas de unos 20.000 millones de pesetas por el ‘agujero’ del 92. Hoy, como dijo Aguayo, Agesa es una sociedad saneada que ha dado beneficios de 6,7 millones al Estado, pero sólo en 2008 y por extraordinarios derivados de la regularización de Isla Mágica. De ordinario los beneficios no superan el millón de euros. Como de los 784,21 millones de deuda histórica la Junta se cobra 300 millones en especie sólo con Agesa, para que las rentas generadas por esta última (ese millón anual) equivalgan en dinero contante y sonante a esa cantidad harían falta ¡300 años!
Si la Junta vende los activos rentables de la Expo para reinvertir en toda Andalucía habrá una transferencia de recursos desde Sevilla al resto de las provincias. Sevilla pierde. Y si se mantiene el ‘statu quo’, o no gana nada, o también pierde, porque se queda sin la presencia del Estado y sin las inversiones que Madrid se sentía moralmente obligada a ejecutar en la isla a través de Agesa, como esos 10 millones de euros en plena crisis en un nuevo museo en el Pabellón de la Navegación cuando Cultura recorta, difiere o rechaza inversiones en la ciudad (véanse si no los casos de la Fábrica de Artillería, el Museo y el Maestranza), 42 millones en el nuevo Palenque y 15 en el Instituto Cartuja.
El mayor error ocurrido tras la Expo fue que el 13 de octubre de 1992 el Gobierno, por las críticas a la inversión realizada, dejara el piloto de la Cartuja en ‘stand by’ y propiciara el ‘síndrome de los jaramagos’. Con el trueque de Agesa por la deuda histórica, la Junta logra que el Estado ‘apague la luz’ y se vaya definitivamente de Sevilla.
Salida para Monteseirín
La asunción de Agesa podría tener un efecto rebote añadido, ya que en el PSOE se empieza a sopesar que esta empresa pública, o en su defecto Sogefinpa –a la que podría ser adscrita- sería una honrosa salida para Monteseirín y su equipo de máxima confianza en caso de que el partido optara por otro candidato para la Alcaldía en las próximas elecciones.
Sería toda una paradoja, ya que Monteseirín acuñó la famosa frase de que Agesa no tenía corazón, sino únicamente cartera, cuando le exigía mayores inversiones en la ciudad, y podría verse en la tesitura de negarle a otros lo que él pedía para sí mismo. ¿Aceptaría Monteseirín ser el Pellón del siglo XXI? De alcalde de Sevilla a alcaide de la Cartuja.
Realidad que supera a la ficción
El Trío de Capilla (Javier Rubio, Sebastián Torres y Juan Miguel Vega) imaginó en su último diálogo irreverente la siguiente situación: “Pleno municipal. Zoido fuera de sí denunciando escándalos y, de tanto ardor, le da un chungo. La presidenta del pleno, Rosamar, como si se tratase de un mero trámite, se dirige a los presentes con displicencia: “¿Hay un médico en la sala?”. ¿Qué haría el Doctor NoDo (Monteseirín)?”. Este caso ya se dio en Sevilla. Reunión del comité de expertos de la Expo. De pronto, al nobel Severo Ochoa le da un soponcio, quizás por la tensión de ver el acoso a Olivencia, ya que acabaría dimitiendo de su cargo tras la destitución de éste. Alarma en la sala. El discípulo predilecto de don Severo, Santiago Grisolía, grita: “¡Que llamen a un médico!”. Y Ballester, que cae en la cuenta, le dice: “Pero, don Santiago, ¿usted no es médico?”. Sí, pero como estaba dedicado a la investigación en laboratorio había perdido la consciencia de su titulación, de lo que se colige que aunque el hábito no haga al monje la bata blanca sí hace al médico.