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Impacto

La Unesco amenazó con incluir en su lista negra del Patrimonio Mundial el peligro, con riesgo de posterior descatalogación que nos equiparaba el Tercer Mundo, la Catedral, el Alcázar y el Archivo de Indias, debido al impacto visual sobre ellos de la Torre Pelli. Aquella amenaza provocó una guerra de encuadres fotográficos entre partidarios y detractores del rascacielos, para demostrar que se veía o no desde los tres monumentos sevillanos en el ‘top-ten’ mundial. Conjurado el peligro por la promesa de Zoido, tras caerse del caballo camino de la Cartuja, de prohibir cualquier otra Babel, ahora, en otra de sus piruetas, quiere aparentar ser más unesquista que la Unesco y propone que también sean declarados Patrimonio de la Humanidad la Torre del Oro y la Plaza de España. Preguntado en la Cadena SER por el contrasentido de proponer una torre que con sus 36 metros está a la sombra de otra de 178, Zoido dijo tan pancho que la Torre Pelli no tiene impacto visual sobre la Torre del Oro. Lo peor de los políticos es que encima nos toman por tontos al negar la evidencia.

Gaudí versus Aníbal

Antonio Gaudí es el máximo exponente del modernismo catalán. Aníbal González, el de la arquitectura regionalista andaluza. Mientras que Barcelona ha sabido convertir a Gaudí en un mito universal y en una marca turística que le reporta ingentes beneficios, Sevilla ha sido incapaz de proyectar a su arquitecto más reconocido a un estrellato internacional que por su categoría, sin duda, merece. Y éso que, en contraste con Aníbal, Gaudí fue repudiado por los arquitectos catalanes posteriores. De ese olvido temporal no tardó demasiado en pasar a la canonización artística e incluso a ser objeto de un proceso de beatificación por su acendrado catolicismo.

El dispar tratamiento que Sevilla y Barcelona otorgan a sus dos máximos arquitectos es otra muestra de las diferencias entre ambas ciudades. Veamos algunas razones de por qué hoy Gaudí, cuyo genialidad es indiscutible, es un arquitecto mundialmente reconocido mientras que Aníbal se ha quedado constreñido a los límites de Sevilla.

CREACIÓN DEL MITO

En Barcelona se creó hace 61 años una Asociación de Amigos de Gaudí y cuatro años después una Cátedra Gaudí (a la que el Rey Juan Carlos otorgó en 1987 el título de Real) en la Universidad Politécnica de Cataluña , ambas con el fin de estudiar, preservar y divulgar la obra del arquitecto, labor que influyó en que el Gobierno declarara 17 de sus trabajos como monumentos nacionales, rompiendo la tradición de la época de que esta distinción no se otorgara hasta pasado al menos un siglo desde su ejecución.

En 1976, por el cincuentenario de su muerte, Asuntos Exteriores organizó una gran muestra Gaudí, que fue paseada por el mundo como tarjeta de presentación de la España predemocrática tras la muerte de Franco.

La capital catalana aprovechó el 150 aniversario del nacimiento del arquitecto de Reus para convertir 2002 en el Año Gaudí, con un programa de 300 actividades que atrajo a Barcelona a 5,8 millones de turistas.

Su figura se exprimió al máximo, con exposiciones como ‘Universo Gaudí’, llevada a Madrid (302.000 visitantes); ‘Gaudí, arte y diseño’ (217.894 visitantes) y ‘Gaudí. La búsqueda de la forma’ (155.000). Se compuso y representó un musical ‘Gaudí’, cual si se tratara de ‘Evita’, y se crearon los premios con su nombre para distinguir a las mejores películas del cine catalán. Asimismo, se editaron 90 libros sobre su vida y obra, se publicaron 3.500 reportajes en prensa y se emitieron 300 entrevistas radiofónicas y 50 horas de televisión, con un valor de 29 millones de euros si hubiera habido que pagarlos como publicidad.

UNA MARCA TURÍSTICA

Gracias al Año Gaudí, las visitas a los monumentos que proyectó crecieron entre un 21% y un 50%. En la Sagrada Familia se superaron los 2 millones de turistas y en La Pedrera se aproximaron al millón. En resumen, se consolidó una industria turística  en torno al arquitecto y su obra en continuo crecimiento (3,23 millones de visitantes a la Sagrada Familia en 2012), con un impacto  de decenas de millones de euros en la ciudad, hasta el punto de que el Ayuntamiento calificó el evento como “el de mayor incidencia internacional después de los Juegos Olímpicos de 1992”. Barcelona se propuso, además, que toda la obra gaudiniana fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Va camino de lograrlo, porque ya hay siete edificios que han recibido tal distinción.

Frente a este apabullante despliegue, ¿qué amigos y cátedras tiene Aníbal González? Sevilla ha perdido todas las oportunidades posibles con su figura: el centenario de su nacimiento (1976), y el cincuentenario (1979) y septuagésimo quinto aniversario (2004) de su muerte.

EL CENTENARIO

Ahora se presenta una ocasión de reparar estos olvidos porque en 2014 se cumplirán 100 años desde el inicio de su obra emblemática, la Plaza de España, y de la inauguración del Parque de María Luisa, cuya Plaza de América lleva también la impronta de nuestro genial artista con el Pabellón Real y los museos Arqueológico y de Artes y Costumbres Populares.

Existe, sin embargo, el riesgo de que la efemérides se convierta en motivo de bochorno, porque la Plaza de España, en cuya restauración se invirtieron hace dos años cerca de 10 millones de euros, vuelve a ser objeto del vandalismo. Para paliar sus efectos y honrar la memoria de Aníbal González, su familia ha propuesto la creación en los bajos del monumento de un museo a él dedicado al gran arquitecto, a la arquitectura regionalista sevillana y a la Exposición de 1929.

UN MUSEO

Estiman los descendientes que si cada turista del millón que visita la Plaza cada año pagara un euro por entrar en el museo se recaudarían un millón de euros con que sufragar la vigilancia del recinto, amén de la Plaza de América y del Parque de María Luisa, al tiempo que se crearían puestos de trabajo y se dotaría a Sevilla (la visita de los sevillanos sería gratuita) de otro atractivo cultural y turístico.

Barcelona, una vez más, se nos adelanta con su proyecto de acotar la parte monumental del Parque Güell, obra de Gaudí, para cobrar después del verano las visitas turísticas al precio de 8 euros, con una estimación de ingresos de 140.000 euros diarios.

Un museo sobre el arquitecto sevillano en la Plaza de España sería sólo una muestra de lo que podría hacerse (rutas, puesta en valor del resto de su obra, exposiciones, libros….) dentro de todo un ‘Año Aníbal’ en 2014 y que bien podría comisariar Benito Navarrete, tras su experiencia con las ‘Santas de Zurbarán’, o Víctor Pérez Escolano, con el objetivo de vindicar y potenciar la obra y la figura del Gaudí sevillano.

 

Félix Escrig

El 20 ó 21 de agosto recibí una llamada del más duradero director (12 años) que haya tenido la Escuela de Arquitectura: Félix Escrig. No era una llamada como la de dos meses antes. Entonces, con un hilo de voz, el siempre incisivo y jovial arquitecto a sus 63 años me comunicaba que estaba ingresado en el hospital y que hablaríamos cuando se recuperara porque se sentía muy débil.

Sabiendo de su condición de trasplantado (de hígado), respeté escrupulosamente su silencio, interrumpido sólo por algún fugaz correo electrónico en el que me informaba de que evolucionaba muy lentamente ya en su domicilio. Lo sorprendente de la llamada  de agosto era que me decía que, otra vez, llevaba todo el mes ingresado en el hospital pero que gracias a un ‘pincho’ USB tenía conexión a Internet y estaba trabajando en sus ideas y proyectos desde la habitación en la que lo habían internado porque no podía soportar aburrirse. Su voz era normal y si no hubiera sido por su testimonio no habría creído que estaba encamado en un centro sanitario y que sólo le quedaban ocho días de vida.

Así era Félix, al margen de que pudiera haber presentido su inminente final y querido apurar hasta el último minuto: indesmayable, hiperactivo, sagaz, crítico a fuer de perfeccionista. Compartía conmigo su entusiasmo por el relanzamiento de su editorial de arquitectura, Starbooks, y por Transformables, el congreso que estaba organizando sobre este tipo de arquitectura, que ofrece soluciones sencillas y baratas a problemas reales aunque sean complejos. De esa concepción nacieron sus aclamadas pérgolas para dar  sombra en la Expo  (el director de orquesta Claudio Abbado dijo preferirlas a todos los pabellones que vio en la Muestra) y su cubierta para la piscina de San Pablo.

Había prometido ampliarme los detalles de la solución estructural que ofreció a Monteseirín para ahorrarle a Sevilla los 30 millones de euros gastados en consolidar las ‘Setas’ de la Encarnación y me confesó su frustración, aunque ya curado de todos los espantos políticos, por el desinterés municipal en aplicar su receta arquitectónica, que habría resultado prácticamente gratis a la ciudad.

Hasta el último minuto de su existencia ideó estructuras livianas, escribió artículos en su mente, pensó en alternativas urbanísticas y soñó formas aparentemente imposibles incluso en la cama del hospital, conectado, no sé si de forma clandestina, a través de Internet al mundo que él quería hacer un poco mejor.

Félix Escrig murió con las botas puestas.

 

Se compran ‘Power-Points’. Razón, Zoido

El alcalde, como dijo en el debate sobre el estado de la ciudad que ha cumplido el 70% de su programa (el pabellón de Los Bermejales con las pistas de nieve artificial, el Central Park a la sevillana, los 29 parkings, el bulevar de La Ranilla y los centros cívicos, de salud y educativos deben de formar parte del 30% restante, del que no hay noticia), para no aburrirse en los dos años que le quedan se dedica a ‘comprar’ los proyectos en ‘Power-Point’ que le sirve su delegado de Urbanismo, Maximiliano Vílchez.

Hace unos meses, Zoido presentó en rueda de prensa el Museo de las Tradiciones (Centro de Exposiciones y Promoción de las Tradiciones Sevillanas) en la parcela municipal de la calle Santander ‘Corral de las Herrerías’, colindante con la Torre de la Plata y la Casa de la Moneda. Según el alcalde, el anteproyecto de este museo, que se abriría en 2015, había sido redactado por técnicos de Urbanismo, se atenía al Plan Especial de la Casa de la Moneda, sería desarrollado por la iniciativa privada y ya había “múltiples empresas interesadas, a las que se exigiría solvencia económica”.

Si el alcalde estaba presentando públicamente la iniciativa presuntamente municipal entonces, ¿cómo había ya “múltiples empresas interesadas en desarrollarla”?.

ACUERDO DE GERENCIA

El 19 de junio, el Consejo de la Gerencia comunicó que había aprobado “un proyecto de carácter privado” para construir el Museo de las Tradiciones presentado por la empresa Feria de Sevilla. Del supuesto anteproyecto de los técnicos de Urbanismo de que hablaba Zoido se pasa a decir reiteradas veces que es una iniciativa de esta sociedad: “Se ha admitido a trámite la iniciativa privada presentada…”; “la entidad Feria de Sevilla S. L. propone…”; “ha planteado al Ayuntamiento…”; “una vez analizada la propuesta planteada…”

Zoido habló de exigir “solvencia económica” a la compañía aspirante a construir el Museo. Pues bien, según un informe de Axesor, Feria de Sevilla, una sociedad limitada creada con 3.000 euros de capital, tenía cerrado el Registro Mercantil por no presentar sus cuentas desde hacía dos años y acumulaba sólo en un trienio 22 notificaciones en Boletines Oficiales por no hallarse al corriente de sus obligaciones fiscales, una de ellas emitida por la Agencia Municipal de Recaudación.

Urbanismo también afirmaba que el proyecto “se ajusta a los condicionantes urbanísticos de aplicación”.

ALEGACIÓN DEMOLEDORA

Nada más lejos de la realidad según los expertos en arquitectura y patrimonio Fernando Mendoza, José García-Tapial y José Mª Cabeza, que examinaron el expediente y, alarmados, presentaron una alegación en la que se hartan de denunciar presuntas irregularidades de todo tipo. A su juicio, el proyecto supone la privatización de un suelo y un subsuelo de enorme valor arqueológico, que está destinado en el PGOU a equipamientos para los sevillanos, para construir lo que no es un museo (unas pocas salas expositivas sirven de coartada), sino un tablao flamenco o sala rociera encubiertos que competiría de forma desleal con los tablaos cercanos y el centro municipal de atención al visitante en el Paseo Alcalde Marqués del Contadero.

Rompe además la estética de la Casa de la Moneda con un diseño en forma de dos hileras de sucedáneos de casetas de feria, supone la destrucción de dos paños de la antigua muralla islámica que unía el Alcázar con la Torre de la Plata y de una pileta del siglo XVII descubiertas en excavaciones financiadas ¡por la propia Gerencia! e implica un grave riesgo por apoyarse la construcción en la muralla y en la Torre de la Plata, sin garantías de estabilidad y dada la cercanía del manto freático.

Por si esto no fuera ya suficiente, se asombran de que frente a las expectativas de enorme negocio del Museo de las Tradiciones, cuyo Plan Financiero prevé unos ingresos de 3,2 millones de euros en el primer año y de 5,8 millones en el sexto de los 40 de la concesión, el Ayuntamiento sólo cobraría un canon anual de 80.000 euros (del 2,43% al 1,37% de los ingresos), una auténtica ganga cuando según el cuadro de tasas municipales vigente y el canon de Mercadona en Plaza de Armas debería ascender al menos a 400.000 euros.

LA RIBERA DEL RÍO

El segundo ‘Power-Point’ ‘comprado’ por Zoido es el del ‘Paseo del Arte’ en la margen izquierda del río, un complejo de ocio aprobado a la empresa Capitaliza, que preside el hijo de Amparo Rubiales y uno de cuyos socios es el hijo de Salas Tornero. No seré yo quien cuestione el derecho de los ‘hijos de’ a montar sus empresas, pero la opinión pública se pregunta si dos sevillanos que se apellidaran García y Gómez, hubieran fundado hace sólo diez  meses una empresa con 3.000 euros y hubieran presentado unos fotomontajes habrían logrado que le adjudicaran la explotación de la ribera del Guadalquivir y que su proyecto lo presentara y avalara el mismísimo alcalde de Sevilla.

El morbo radica en que Zoido, a la vez presidente del PP (A), le concede el borde del río al hijo de la presidenta del PSOE (A), pero son más llamativos otros nombres del Consejo de Administración ligados a empresas como Below Marko. Hace dos meses, los letrados de la Junta pidieron a la juez Alaya en el caso de los ERE que ampliara la imputación a Francisco Javier Guerrero por otras posibles irregularidades en subvenciones a, entre otras, la empresa citada, después de que de esta última dejaran de ser administrador único y apoderado un sobrino y un hermano de Felipe González. O sea, que el proyecto adjudicado a dedo por Zoido tiene mucho más morbo político todavía.

 

 

El Museo de las Tradiciones no es más que un tablao encubierto

Tres expertos en arquitectura denuncian el chollo de explotar por 80.000 euros el mejor suelo de Sevilla

García-Tapial, Mendoza y Cabeza afirman que vulnera el PGOU y que la concesión debería ser por 400.000 euros

Fernando Mendoza, premio nacional por su restauración de la iglesia del Salvador; José García-Tapial, antiguo arquitecto municipal, y José María Cabeza, exconservador del Real Alcázar y director, entre más de 350 obras, de la restauración de la Giralda, exigen en una alegación presentada ante la Gerencia de Urbanismo la retirada del estudio de viabilidad presentado por la empresa privada Feria de Sevilla para la construcción en el entorno de la Torre de la Plata de lo que Zoido ha denominado ‘Museo de las Tradiciones de Sevilla’,  por “ser incompleto documentalmente, de legalidad dudosa, contrario al planeamiento vigente, no tratarse de un auténtico equipamiento, inviable técnicamente, por provocar daños irreversibles al patrimonio monumental, afectando además a la coherencia y respeto de un entorno histórico  y con un canon de ocupación inaceptable”.

En un escrito demoledor, tres de los mayores expertos en la arquitectura de nuestra ciudad afirman que el proyecto incumple esencialmente el planeamiento urbanístico de Sevilla al pretender gestionar como privado un suelo destinado a equipamiento público y para otros fines muy distintos, lo cual obligaría a modificar el Plan Especial de la Casa de la Moneda.

Entienden que donde se produce el mayor incumplimiento del Plan Especial e, incluso, del PGOU es en la propia concepción del supuesto Museo de las Tradiciones que, dicen, “difícilmente puede considerarse ni como equipamiento, ni como público.”. Y añaden: “Simplemente por dedicar unas estancias a salas expositivas no puede suponer que todo el edificio pueda calificarse como Museo y que sea ya considerado como equipamiento. Por ejemplo, la cafetería y la tienda, ambas con fachada y acceso por la calle Santander, no están ligadas ni funcional ni espacialmente con las salas expositivas, ni dan servicio a los visitantes que han de salir a la calle para usarlas, sino planteadas como normales locales comerciales externos. El espacio fundamental del edificio propuesto, el que da sentido a toda la operación porque además supone el mayor capítulo de los ingresos económicos previstos, es el llamado “espacio gastronómico” al que, significativamente se identifica, física y nominalmente como “caseta de feria”.

Por tanto, para García-Tapial, Mendoza y Cabeza, “bajo una excusa supuestamente cultural se pretende, sobre un suelo público destinado a cubrir las carencias de equipos urbanos, construir lo que conocemos como “tablao flamenco” o “sala rociera”.  Las salas expositivas -añaden- sólo sirven para poner en situación al visitante para las actuaciones que luego va a presenciar. Por eso cuando, en el estudio económico de la propuesta, menciona a los posibles competidores comerciales cita, en primer lugar, los “tablaos” del Arenal, Los Gallos o el Palacio Andaluz”.

COMPETENCIA DESLEAL

Y se preguntan: “¿Podemos considerar esta actividad como equipamiento? ¿Si los “tablaos” que hemos citado añadieran unas salas expositivas, podrían considerarse como equipamientos?¿Fiscalmente también?¿Debe propiciar el Ayuntamiento sobre su propio suelo esta competencia desigual con otros empresarios?. A escasos metros, en el Paseo del Marqués del Contadero -continúan-, está el Ayuntamiento terminando un Centro de Atención al Visitante que coincide con muchos de los contenidos de esta propuesta, pero desde un enfoque decididamente público. ¿Para qué destinar este suelo municipal a un uso ya cubierto en las inmediaciones, estando la ciudad tan falta de otros servicios? ¿No sería preferible, por ejemplo, albergar aquí los servicios municipales que hoy, desafortunadamente, ocupan la propia Torre de la Plata, el Horno y otros espacios singulares de la propia Casa de la Moneda?”.

Los tres expertos en la arquitectura hispalense denuncian, además, que la solución arquitectónica propuesta para el Museo de las Tradiciones es inadecuada para el entorno de la Casa de la Moneda, al romper su estética tradicional: “Quizás intentando subrayar formalmente la importancia que la actividad de “caseta de feria” tiene para el programa de este supuesto “museo de las tradiciones” -aseveran- la fachada se ha rematado con una serie de frontones triangulares alineados que dan la imagen exterior de media docena de casetas feriales adosadas, tras las que asoman otras cinco casetas más de mayor altura. Por supuesto -añaden-,  la cubierta unitaria predominante históricamente ha sido sustituida por más de una docena de pequeñas e injustificadas minicubiertas a dos aguas, que ofrece más el aspecto de una villa turística que de una ciudad Patrimonio de la Humanidad.

DAÑOS IRREVERSIBLES

García-Tapial, Mendoza y Cabeza se escandalizan por el hecho de que con esta propuesta de Museo de las Tradiciones avalada por la Gerencia de Urbanismo se pretenda también producir daños irreversibles al patrimonio histórico de la ciudad al pretender demoler dos paños de la antigua muralla islámica que unía el Alcázar con la Torre de la Plata y de cuya existencia a lo largo de 50 metros han dado cuenta campañas de excavaciones financiadas por la propia Gerencia, así como destruir una pileta del siglo XVII y que el resto de la muralla quede abducida en el interior de la cafetería proyectada.

Los tres especialistas denuncian la confusión que introduce la Gerencia al presentar esta mera propuesta como un Anteproyecto, que en todo caso debe ser sometido a licitación pública; que el expediente está incompleto al no haber estudios e informes sobre tres apartados (faltan, por ejemplo, el estudio de impacto ambiental y el de seguridad y salud en la obra), y que se trata de obtener, de forma dudosamente legal, tres concesiones,  sobre una parcela edificable ( 1.121 m2) destinada a equipamiento público; una parcela destinada a espacio libre (978,69 m2) , y el subsuelo (éste, para parking con 72 plazas).

UNA GANGA ECONÓMICA

Por ello, y después de otras muchas consideraciones, el canon que la empresa privada Feria de Sevilla S. L. pretende pagar por todas estas concesiones en el entorno del Patrimonio de la Humanidad de Sevilla, 80.000 euros al año, les parecen manifiestamente insuficientes a la luz del cuadro de tasas municipales actualmente  vigente y de la propuesta que ha hecho Mercadona a Adif para explotar durante 40 años la parcela circular de Plaza de Armas y estiman que debería ascender al menos a 400.000 euros anuales.

García-Tapial, Mendoza y Cabeza alertan al Ayuntamiento de que estos suelos fueron expropiados a sus antiguos propietarios (entre ellos, los del Garaje Torre del Oro) para equipamientos y usos públicos de los vecinos del Casco Antiguo y que de cambiarse esta finalidad con este tablao encubierto aquéllos podrían pedir la reversión de los terrenos.

 

 

Sin (2)

Crónicas periodísticas han reflejado la visita de Zoido al Parque de María Luisa, previamente sometido a un zafarrancho de limpieza y a un lavado de cara,  en los términos que a continuación se exponen. El alcalde anunció un plan para rehabilitar el Parque de cara al centenario de su cesión por la Infanta a la ciudad, que se conmemorará en 2014, pero sin ofrecer detalles sobre cómo y de dónde saldrán los fondos. El alcalde anunció que el Parque será escenario de actividades culturales, deportivas y escolares, sin precisar ninguna de ellas. El alcalde volvió a anunciar el programa para la vigilancia del recinto y de la Plaza de España, pero sin aportar fechas ni desarrollo pese a que los destrozos vandálicos vuelven a ser  visibles en la obra de Aníbal González.  O sea, lo mismo que ocurre en tantos otros aspectos y ocurrió en el reciente debate sobre el estado de la ciudad: anunció una rebaja generalizada de los impuestos pero sin concretar en qué cuantía. Me da la impresión de que en Sevilla hemos pasado de un sin alcalde (Monteseirín) a un alcalde sin (Zoido).

El artefacto

Las vueltas que da la vida. El exalcalde socialista Manuel Del Valle participó en una mesa redonda organizada por Adepa sobre la situación de nuestro patrimonio histórico y no sólo renegó del PGOU de su correligionario y sucesor Monteseirín, sino que también calificó de “artefacto” las ‘setas’ de la Encarnación y abogó por que se pudran con el calor africano de Sevilla. En contraste, el gobierno de Zoido, en plan converso, convoca el concurso Photoquivir 2013 para más de mil fotógrafos y Beltrán lo anuncia -y se hace fotos sonriente junto al mismo- con un inmenso cartel cuyo ‘leit motiv’ son las ‘setas’, el icono por excelencia del mandato de Monteseirín. Como además este gobierno ha alabado sin tapujos en el Plan de la Energía el tranvía (sí, el que cuando el PP estaba en la oposición decía que iba “de ningún sitio a ninguna parte”) , el carril bici y otras infraestructuras por la sostenibilidad de la coalición PSOE-IU, a Zoido ya se le ha acabado la coartada de criticar la herencia recibida, por cuanto la ha hecho todita suya. Ahora es la herencia asumida.

 

Dos Tabladas y media

El Instituto Nacional de Estadística ha colgado en su página web el Censo de Población y Vivienda referido al año 2011 -tercero de la crisis económica-  provincia por provincia y municipio por municipio. Aunque el uso de términos similares como edificios, inmuebles y viviendas induce a confusión y no siempre cuadran las cifras cuando se segmentan por categorías distintas, ‘grosso modo’ hay datos muy llamativos.

Por ejemplo, que en Sevilla capital hay 48.178 viviendas vacías, entre las que se colige que habría que incluir las 18.394 de nueva construcción y que se han quedado sin vender tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, según el INE.

Dado que los promotores querrían haber construido 20.000 nuevas viviendas en Tablada, puede decirse con propiedad que nuestro actual parque de pisos desocupados equivale a casi dos veces y media el nonato plan de llenar de ladrillos la antigua dehesa. La pregunta del millón es la de qué les habría ocurrido a esos promotores si la crisis les hubiera pillado con los 20.000 pisos en construcción o recién construidos y hasta dónde se habría disparado el número de viviendas vacías e invendidas en la ciudad.

Al final, por mucho que se hayan quejado, hasta va a ser una suerte que la calificación del suelo se haya mantenido como rústica y no urbanizable, porque en caso contrario y de haberse lanzado a construir habría habido muchas probabilidades de que buena parte  de ellos (algunos ya han caído) hubiera acabado en la quiebra.

RUINOSAS Y DEFICIENTES

Segunda lectura del Censo: entre ruinosas (1.296), en mal estado (4.835) y deficientes (20.134), tenemos en Sevilla un total de 26.265 inmuebles necesitados de rehabilitación. Esta cifra equivale a casi los pisos de otra Tablada y media. Y ya van cuatro Tabladas en esta metáfora ladrillera.

Estos datos vienen a avalar la tesis de la consejera de Fomento de la Junta de Andalucía, Elena Cortés, cuya condición de “comunista” se complacen en subrayar los empresarios. En su reciente conferencia en el Foro Antares, ante una nutrida representación de constructores y promotores, la titular de las competencias en el sector en Andalucía sostuvo que, en materia de viviendas, hay que pasar de la especulación a la rehabilitación, en línea con la política que se practica en buena parte de Europa. Esta alternativa -afirmó-  crea más puestos de trabajo que la propia construcción;  en pro de la misma demandó al Gobierno de la nación que la potencie con mayor desgravación fiscal.

COINCIDENCIA

Además, ha acabado resultando que la consejera “comunista” y la ministra del PP, Ana Pastor, coinciden en propugnar la misma politica, ya que la responsable de la cartera de Fomento en el Ejecutivo de Rajoy ha destacado esta semana en su comparecencia parlamentaria la apuesta del Gobierno por el alquiler y la rehabilitación en el nuevo Plan de la Vivienda.

A través de la Ley de Rehabilitación y Regeneración Urbanas, el Gabinete del PP intentará mejorar la “deficiente” situación de muchas viviendas españolas, ya que hay más de 5 millones que tienen más de 50 años de antigüedad y están en malas condiciones. Según Ana Pastor, cada mil euros en ayuda directa a la rehabilitación generan una inversión productiva superior a los tres mil euros.

Así pues, cuando Madrid y Andalucía, en las antípodas ideológicas, coinciden en recetar rehabilitación, el sector sevillano debe tomar buena nota y dejar de soñar de una vez con los ‘pelotazos’ inmobiliarios de antaño, que difícilmente volverán.

LA FACTURA CRECE

La versión oficial del Ayuntamiento es que las ‘Santas de Zurbarán. Devoción y Persuasión’ han costado 425.000 euros, de los que el Consistorio ha aportado 275.000 y el BBVA, 150.000. Sólo este coste de la exposición y sus complementos ya equivaldría al presupuesto del que dispone el Museo de Bellas Artes de Sevilla para organizar exposiciones temporales durante cuatro años, pero es que la factura se va incrementando a medida que se conocen más detalles o hablan los protagonistas.

El director territorial del BBVA, la entidad patrocinadora, ha declarado en una reciente entrevista que el banco ha desembolsado en realidad 215.380 euros, con lo cual el gasto total se elevaría realmente a 490.380 euros.

Y todavía quedan por sumar la celebración de un simposio sobre Zurbarán, el espectáculo de Eva Yerbabuena, el coste de cancelación de otros actos programados previamente en el convento de Santa Clara y el de las propias obras realizadas allí para acoger la exposición.

EL PRETEXTO TURÍSTICO

Dado que, según el gobierno local, este tipo de eventos, como fue el caso de la organización de la final de la Copa Davis en el estadio de la Cartuja, se organizan para allegar clientes al sector 

turístico de la ciudad y que los presidentes de las patronales de hoteleros y hosteleros proclamaron su disposición a sufragar el coste no de una, sino de tres Copas Davis, cabe preguntarse cuándo Zoido les va a exigir que se retraten y que no sean siempre el Ayuntamiento con el dinero de todos los contribuyentes y una gran entidad foránea (Movistar patrocinó el ‘mapping’ que se proyectó en Navidad sobre la fachada de las Casas Consistoriales y ahora ha sido el BBVA el que sufraga parte de las ‘Santas’) los que acaban aflojando la bolsa.

Las ‘Santas de Zurbarán’ habría sido una magnífica oportunidad para que el alcalde hubiera demandado al sector turístico el cumplimiento de aquella promesa o para que quedara en evidencia que iban de farol.

Será que a Zoido, tan devoto de comerciantes, hoteleros y hosteleros, le falta persuasión.

Impactos

A Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y diputado cunero por Sevilla, se las ponen como dicen le ponían las carambolas al ominoso Fernando VII.

Por si no se hubiera levantado ya suficiente polvareda -por más que el albero haya estado este año más compactado que nunca-  a cuenta de los inspectores enviados por el ministro para supervisar la Feria de Abril tras divulgarse desde los tiempos de Emilio Carrillo que el festejo sevillano genera un impacto de 675 millones de euros que escapaban por completo al Fisco, en Granada se ha presentado un estudio similar sobre la repercusión económica de la Alhambra. Parece que es la nueva moda de la temporada primaveral.

La capital nazarí no había entrado mucho en el juego de la rivalidad con Sevilla, quizás porque tiene a Málaga más cerca y la ve como una competidora más directa y peligrosa por el segundo lugar del podio, pero también ha sufrido ataques de fijación con la capital de Andalucía.

Ya no sólo alardea de que sus estudiantes organizaron una botellona para el Guinness de los records con el solo propósito de batir el número de participantes en otra movida con motivo de una Fiesta de la Primavera aquí en la Cartuja, sino también de que el monumento más visitado de España, la Alhambra, genera más riqueza que la Feria de Abril, 750 millones de euros frente a 675, y más empleos: 10.000.

El estudio lo ha patrocinado La Caixa y lo ha elaborado la Universidad de Barcelona por encargo del Patronato del monumento, sin que el consejero de Cultura, Luciano Alonso, haya dicho ni pío sobre cómo desde un órgano dependiente de la Junta de Andalucía se encargan informes allende Despeñaperros. Sin pecar de nacionalistas, mal de nuestro tiempo, ¿habría sido concebible que un estudio similar sobre, por ejemplo, la Sagrada Familia de Barcelona lo hubieran encomendado en Cataluña a una Universidad andaluza?

Granada, pues, ya se ha apuntado esta pírrica victoria sobre Sevilla en la Liga de los impactos económicos. Pírrica porque así sólo conseguirá atraer sobre sí la atención de los hombres de negro de Montoro sobre cuanto se mueve en derredor de la Alhambra.

Ahora sólo caben dos opciones, o que el Ayuntamiento hispalense rescate a Emilio Carrillo para que con su proverbial retórica infle los datos referidos a la Feria de Abril y recuperemos así el liderazgo andaluz perdido, o que a Gregorio Serrano le dé por encargar otro estudio, esta vez sobre el impacto económico del Real Alcázar, para competir con la Alhambra.

Mejor no meneallo.

 

Dos picas en Holanda

Cuando estas líneas vean la luz, debe de haberse reinaugurado uno de los museos más importantes del mundo, el Rijksmuseum (literalmente, el museo del Reino) de Amsterdam, tras su restauración y adaptación a las necesidades en el siglo XXI por los arquitectos sevillanos Antonio Cruz y Antonio Ortiz que, como ahora suele decirse, han prestigiado con su fantástica labor la marca Sevilla en Holanda y ante el mundo, ya que la prensa internacional que asistió a la presentación restringida de las obras ya terminadas (500 medios se acreditaron) se ha deshecho en elogios ante el resultado conseguido.

Nada hacía presagiar la odisea que los artífices entre nosotros del estadio de la Cartuja, la estación de Santa Justa y la biblioteca Infanta Elena iban a sufrir cuando en 2001 ganaron el concurso internacional para remodelar el equivalente al Prado holandés. Según el presupuesto considerado más o menos como el original, los trabajos debían costar 272 millones de euros y estar ejecutados en 2008.

Se han finalizado en 2013 y al coste de unos 375 millones, equivalentes al de la torre Pelli o al triple de las Setas de la Encarnación, pero con un resultado artístico excepcional y, se espera, también económico en el tiempo, ya que se prevé captar dos millones de visitantes tras el reestreno del museo y la expectación mundial que ha suscitado.

El retraso en cinco años sobre el plazo inicialmente previsto se ha debido, fundamentalmente, a dos factores: el conflicto con los ciclistas y la complejidad técnica para materializar algunas de las propuestas de los arquitectos sevillanos.

El Rijksmuseum, construido en 1885 por Pierre Cuijpers en una mezcla de estilos arquitectónicos, está situado a medio camino entre el casco antiguo con sus preciosos canales y los nuevos barrios de Amsterdam, y siendo ésta la capital mundial de la bicicleta (700.000 usuarios), los ciclistas utilizaban tradicionalmente el pasaje o galería central del edificio como atajo entre una y otra parte de la ciudad.

La todopoderosa Federación Ciclista y el Comité de Conservación del pasaje paralizaron durante nada menos que dos años (2004 y 2005) la restauración del inmueble (consiguieron que el Ayuntamiento no diera la licencia de obras) hasta que Cruz y Ortiz no idearan una solución arquitectónica que salvaguardara el tránsito ciclista por medio de la galería, una anomalía a ojos de los arquitectos sevillanos, para los que era difícil concebir tal práctica en una de las catedrales mundiales del Arte. Cómparese la lucha de los ciudadanos de Amsterdam por mantener esa tradición de paso con bicicletas por medio del pasaje del museo nacional con la conformidad de los sevillanos a perder su inmemorial derecho de cruzar por el Patio de los Naranjos de la Catedral, cerrado en 1992 por la Iglesia con el fin de explotarlo turísticamente.

Hasta tres soluciones distintas imaginaron Cruz y Ortiz para conseguir el beneplácito  de los ciclistas y lograr finalmente un consenso para integrar carriles-bici en el vestíbulo del Rijksmuseum. Los arquitectos acabaron comprendiendo la exigencia cuando la tradujeron en clave sevillana: “Cambiarle el recorrido aquí a los ciclistas es como intentar cambiarle el recorrido en Sevilla a una cofradía”.

 

El segundo motivo del lustro de retraso fue la idea de ganar espacio mediante la conexión de dos patios interiores separados y desaprovechados hasta entonces, para lo cual había que hacer una excavación de unos nueve metros de profundidad. Este plan, que en otra ciudad se habría resuelto metiendo varias excavadoras sin más, era una misión casi imposible en Amsterdam, gran parte de la cual, si no toda ella, se encuentra bajo el nivel del mar y con la capa freática casi a ras de suelo.

Cruz y Ortiz, sin embargo, ya tenían alguna experiencia en lides similares. Sin ir más lejos, buena parte del estadio de la sevillana isla de la Cartuja se encuentra embutida bajo rasante, con el fin de evitar que su inmensa mole causara mayor impacto paisajístico sobre el perfil llano de la isla y del conjunto de Sevilla, para lo cual, dada la cercanía del manto freático sevillano, hubo que protegerla mediante un anillo de hormigón.

Cómparese también esta preocupación de los dos arquitectos por evitar la afección visual del estadio con lo que se ha hecho luego con la torre Pelli en el lado contrario de la Cartuja y en el borde del casco histórico: 178 metros de altura.

En Amsterdam, Cruz y Ortiz recurrieron a buzos especializados para materializar su idea. El resultado final ha sido espectacular: un atrio de 3.000 m2 con una montera acristalada que inunda de luz natural el interior y que cuando cae la noche se ilumina artificialmente gracias a dos enormes estructuras metálicas en las que se insertan los focos eléctricos. Este atrio se ha convertido ya en el símbolo del nuevo Rijksmuseum y al mismo desembocan los servicios comunes de la institución.

Tuve la oportunidad de visitar el museo en la fase final de los trabajos, cuando al menos por entonces era ya accesible al público -frente a la creencia, incluso para los medios de comunicación, de que estaba clausurado por las obras- y se podía disfrutar sin los agobios ni la afluencia masiva que se daban en el cercano museo dedicado monográficamente a Van Gogh, a cuyas puertas se formaban colas multitudinarias, con largos tiempos de espera.

Con sus paredes redecoradas en azul y gris, el museo, fantástico, no está ya organizado por estilos artísticos, colecciones, material o pintores, ya que su hilo conductor es la ilustración mediante el arte y los objetos (cuadros, maquetas de barcos, muebles…) de la historia de Holanda a lo largo de 800 años: cómo un pequeño país se convierte en una potencia gracias a su dominio del mar y al comercio. Y un detalle significativo: no vi ni un solo motivo religioso ni cuadro de tal temática en las decenas de galerías que lo componen.

La sala estrella es la Galería de Honor, sancta sanctorum del arte holandés, donde se exponen las mejores obras de sus grandes pintores (Hals, Steen, Vermeer), presididas por la imponente ‘Ronda de Noche’ del gran Rembrandt.

En este espacio, en la noche previa al día (próximo 30 de abril) de su entronización, ofrecerán los futuros Reyes de Holanda, Guillermo Alejandro y Máxima, una cena de gala a los mandatarios internacionales invitados al acto. Es de dominio público que Guillermo y Máxima iniciaron aquí, en la Feria de Abril de 1999, el noviazgo que desembocó en boda en 2002.

Holanda, pues, debe de alguna manera a Sevilla ese matrimonio real y, merced a Cruz y Ortiz, la recuperación de su museo nacional, dos circunstancias que no hemos sabido aprovechar con acciones especiales para proyectarnos aún más en el mercado de los Países Bajos. Aquí parece que sólo se piensa en la maratón de Nueva York.

* https://www.rijksmuseum.nl/