Archivo por meses: junio 2011

La roncha

Todavía no ha hecho Zoido su anunciada auditoría ‘de infarto’ y ya afloran como setas las ronchas ocultas por Monteseirín bajo las alfombras. De momento se ha descubierto una lápida de 21 millones de euros en Urbanismo, de los que al menos 15 millones son imputables al imputado Marchena, de sus tiempos como gerente. Y eso que disfrutó de lleno la época de las vacas gordas, cuando del ladrillo manaba leche, miel y langostinos a mayor satisfacción del valido, conocido por su gran afición a las pinceladas al centro a costa del contribuyente o del especulador de turno. Monteseirín le puso un sueldo de 170.000 euros con la excusa de que era un gran gestor, y dijo que aún le parecía poco. El ‘cienmileurista’ ha multiplicado ciento por uno, pero con signo negativo, cada euro cobrado a los contribuyentes, pero ni se inmuta. Al igual que su jefe decía que no entendía de leyes porque era médico, él podrá alegar que de números y contabilidad no entiende porque, al fin y al cabo, es sólo un geógrafo ‘bon vivant’ que se dedicó a cartografiar los restaurantes de Sevilla.

 

El ‘Setarium’

‘Cultura desecha la ocurrencia de Monteseirín de exhibir el tesoro del Carambolo en las ‘setas’. El título no podía ser más exacto al incluir el término ‘ocurrencia’, porque no de otra manera podía calificarse el capricho del (ex) de mezclar churras con merinas arqueológicas para exhibir un tesoro tartésico (o fenicio) en un yacimiento romano, con la complicidad de su amoroso arqueólogo de cámara y a costa de cargarle a los sufridos contribuyentes sevillanos la compra de una urna anti-Fukushima con tal de convencer a Cultura y convertir así el ‘Antiquarium’ en el ‘Setarium’, al que todo le cabe. Ni a Paulino Plata ni a la ministra Sinde(scargas) les ha convencido el argumento marchenero de democratizar las vistas del Carambolo, cuyo destino seguirá siendo la caja fuerte en que lleva custodiado 50 años o el Museo Arqueológico, el único que es único y no un sucedáneo como el ‘Setarium’. Menos mal, porque de haber sido al revés, el (ex) se habría vanagloriado a perpetuidad de ser como el Cid y de ganar batallas después de muerto (políticamente, se entiende).

 

 

Capitalidad

Me pareció oír de Zoido en su discurso de investidura como nuevo alcalde que iba a reivindicar la capitalidad para Sevilla. ¿Empezamos desde el minuto uno con complejo de culpa, que obedece a la leyenda negra sobre el centralismo sevillano? Reivindicar,  según el Diccionario de la Real Academia Española, significa “reclamar algo a lo que se cree tener derecho”, pero en puridad no se puede reclamar lo que ya se tiene de pleno derecho. ¿A quién se lo vas a reclamar? Casi dos millones de andaluces aprobaron el 18-02-2007 en referéndum la Reforma del Estatuto de Autonomía, cuyo artículo 4º establece que Sevilla es la capital de Andalucía, un texto que fue sancionado como Ley Orgánica, esto es, una ley básica de la Nación Española. Punto. No hay lugar para revisionismos ni debates porque  lo hubo en su momento. Andalucía ya ha hablado. A ver si encima vamos a tener que pedir perdón o flagelarnos. Como Zoido es hombre de leyes y debe conocer todo esto, yo creo que le colaron en el discurso una errata. Donde él leyó “reivindicar”, en realidad quería decir “reafirmar”.

 

Adverbio

El discurso de investidura de Juan Ignacio Zoido me recordó el poema ‘Andalucía, de Manuel Machado, en la parte en que glosó a sus predecesores. El poeta que ha pasado a la historia por ser el hermano de Antonio en vez de por su obra fue adjetivando cada provincia (Cádiz, salada claridad; Granada, agua oculta que llora…) hasta que no sabiendo qué decir sobre Sevilla concluyó el poema al albur de sólo su nombre. Zoido fue cantando una cualidad de cada alcalde (la caballerosidad de Uruñuela; la fina ironía de Del Valle; el rigor de Soledad Becerril; la capacidad de comunicación de Rojas Marcos) y al llegar a Monteseirín….En aquel momento quizás Zoido se acordó de Lope de Vega y el soneto que le mandó hacer  Violante, pues nunca se vio en tal aprieto. ¿Qué decir del Ausente, si Alfredo el Soberbio carece de rasgo positivo destacable alguno? Salió del paso con una evidencia que resultó todo un hallazgo retórico: había sido alcalde durante doce años. A falta de cualidades en el personaje, y por tanto de adjetivos, Zoido redujo a Sánchez Monteseirín a lo que realmente ha sido: un mero adverbio de tiempo.

 

Improvisación

Los últimos días de Pompeya del (sin) alcalde Monteseirín fueron un resumen, corregido y aumentado, de todos sus mandatos, en particular el de la víspera de la investidura de Zoido, en la que fue el gran ausente aunque nadie –ni siquiera Griñán, el teletipista honorario de Europa Press- lo echó en falta. Resulta que el (sin)  de las pastillas Macabeo  contra el cabreo (Manuel Rey dixit) por la debacle electoral socialista  intentó inaugurar todo lo inaugurable con tal de que Zoido no se hiciese la foto a su costa. Fracasó, por demasiado escandaloso ante la evidencia del retraso de las obras, en cortar la cinta de la nueva comisaría de la Ranilla y la de los jardines de (sin la ele, por favor) Cristina, así que concentró todos su esfuerzos en anunciar a bombo y platillo la apertura del túnel de Los Arcos aunque fuera a las 9 de la noche. Tras un final de suspense, fuese y no hubo nada. En su habitual improvisación marca de la casa no se percató de que le faltaba el acta de ocupación. ¡Qué gran metáfora como colofón a su gestión: el (sin) alcalde, sin papeles!

 

 

Los minutos de la basura

La expresión ‘minutos de la basura’ fue acuñada en la NBA para definir la situación en un partido cuando la ventaja de uno de los equipos es tal que se considera insalvable, por más que reste tiempo de juego. Entonces, los entrenadores admiten el resultado, sientan a sus estrellas y les regalan los minutos que quedan a los suplentes y promesas.

Con la toma de posesión de la nueva corporación presidida por Zoido, en Sevilla han concluido los ‘minutos de la basura’ políticos desde el 22-M, un periodo de transición en el que la  tradición impone que el gobierno saliente no adopte ninguna decisión que ate al nuevo y se limite a mantener el funcionamiento de los servicios básicos.

Sin embargo, el dúo Monteseirín-Torrijos no ha desperdiciado ni un solo segundo en su afán de eliminar el mayor rastro posible de sus facturas, dejar ‘patatas calientes’ a Zoido y colocar a sus afines. Para ellos no ha habido minutos suficientes para maquillar su etapa final, pese a que, temiendo su derrota, se pusieran a la tarea con bastante antelación.

 

COLOCACIÓN DE AFINES

 

Tan sólo tres días antes de que Zoido fuera investido alcalde, el gobierno PSOE-IU entregó en propiedad 36 plazas de jefaturas en diversos departamentos sin haber convocado previamente, como era costumbre, un concurso de traslado entre el personal, concurso al que solían optar funcionarios que en algunos casos llevaban años esperando la oportunidad. Entre los nuevos jefes de la noche a la mañana figuran los de negociado de los once distritos. El teórico personal de confianza de los nuevos delegados del PP es en realidad el personal de confianza de Monteseirín y Torrijos, caballos de Troya para la corporación entrante.

Casualmente, según han revelado en estas mismas páginas Antonio Salvador y Sebastián Torres, entre los nuevos jefes figuran una sobrina de Torrijos, un hijo del exconcejal socialista José Gallardo y una hija del jefe de Personal.

Esta maniobra se une al del Instituto Municipal de Deportes, en manos de IU, dos días antes de las elecciones. El comité de empresa denunció que había activado cuatro bolsas de trabajo elaboradas “a la medida de los perfiles de la gente que se quiere colocar”. Al no tratarse de pruebas teóricas o prácticas, sino de requisitos y condiciones puntuales, “se han instaurado baremos muy definidos y ajustados al currículum de ciertas personas, para que sólo ellas puedan entrar, esté la corporación que esté gobernando, la que sale o la que entra”. Y quince días antes, la Delegación de Hacienda contrató como nueva directora de un departamento a una destacada militante socialista del Cerro del Aguila, afín al cesante Francisco Fernández.

 

 

 

 

 

 

CAJONES LLENOS DE FACTURAS

 

 

En previsión de la derrota que venían augurando los sondeos, Monteseirín y Torrijos han pisado a fondo el acelerador de la habitualmente lenta maquinaria burocrática para vaciar cajones llenos de facturas desde tiempo inmemorial por contratos adjudicados a dedo y para regularizar la situación contable de organismos como la fundación DeSevilla.

En sendos Plenos convocados en vísperas electorales (el 28 de abril y el 13 de mayo) lograron que se aprobara el pago de facturas pendientes por valor conjunto de unos 15 millones de euros. El método utilizado, el reconocimiento extrajudicial de deudas, es un procedimiento previsto para casos excepcionales y/o urgentes pero que PSOE e IU han convertido en práctica habitual en sus ocho años de mandato, hasta el punto de que por esta vía han dado salida a unos 50 millones de euros al margen del Presupuesto.

Antes del 22-M  han pagado por conceptos tales como la compra de mil discos de cantes republicanos (10.620 euros); el viaje a Madrid de un grupo de bolivianos que querían inscribirse en el censo electoral (1.400 euros); un estudio sobre participación ciudadana (35.000 euros); un seminario al que fue invitado Juan Espadas (20.000 euros) y, algo harto significativo, también se aprobó la detracción del dinero destinado al pago de la luz, el agua, el gas y el teléfono del IMD (más de 500.000 euros), a riesgo de que le corten por impago estos servicios básicos, para tapar los agujeros generados por IU en la fundación DeSevilla.

 

EL ‘ATADO’ DE MARCHENA

 

 

El PP ha impugnado otra de las apresuradas decisiones de Marchena en  Emasesa: un contrato de 110 millones de euros para construir en cinco años la estación depuradora de aguas residuales ‘Norte’, tan cercana a La Algaba que el proyecto ha provocado manifestaciones en ese pueblo por temor a los olores.

Si en algunos casos PSOE e IU han procurado atar a Zoido, en otros le dejan sus ‘marrones’, como  la deuda de 7,7 millones acumulada en tan sólo dos años por Giralda TV, el aparato propagandístico montado por Monteseirín en plena crisis y que no iba a costar un solo euro a los sevillanos porque se autofinanciaría.

Y Monteseirín ha dejado además en un deliberado olvido su compromiso de que, cuando se acabaran las obras,  se depurarían responsabilidades por el retraso de cuatro años y el sobrecoste que ha elevado hasta 140 millones la factura de las  ‘setas’ de la Encarnación.

Pese al informe del secretario municipal abogando por que esas responsabilidades se depuraran previamente, a fin de que no fuera el Ayuntamiento el único en pagar por las irregularidades en la obra faraónica, Monteseirín se ha ido al final de rositas. Para mayor sarcasmo, con Marchena organizándole un autohomenaje en lo alto del Metropol Parasol  “por haber creado una Sevilla más justa y más avanzada”.

 

 

 

La auditoría

El (sin) alcalde saliente y ya (ex) alcalde, al que cuando sólo le quedaban dos telediarios todavía estaba lanzando sus cargas de profundidad a babor y estribor, ha dicho  que el anuncio de Zoido sobre  una auditoría al Ayuntamiento al margen del interventor es una prevaricación. Vamos a la moviola. Cuando Monteseirín ganó por mayoría simple las elecciones del ‘urbanismo bajo sospecha’ a sus socios del PA, él y/o el PSOE anunciaron una auditoría en la Gerencia. Aquello ¿no era prevaricación? No la hizo porque habría sido tanto como auditarse a sí mismo, ya que como alcalde del gobierno coligado era él el máximo responsable de todo, del urbanismo y también de la sospecha. Lo sospechoso ahora es el pánico del (ex) a una auditoría externa al margen del interventor. Un interventor nombrado bajo su mandato,  que confesó que se la habían dado con queso en el caso Mercasevilla y al que Monteseirín se la ha colado una y otra vez con facturas millonarias sin consignación presupuestaria. Seguro que aunque saliera una auditoría de infarto, el (ex) diría que él no tiene nada que ver, a pesar de ser médico.

 

La doctrina

¿Qué es Mercasevilla? Una sociedad anónima mercantil, aunque el Ayuntamiento sea su accionista principal. No es una ONG ni una asociación benéfica, sino una empresa que, como tal y por definición, tiene ánimo de lucro: se crea para ganar dinero, no para regalarlo ni perderlo. Esta empresa recibió dos ofertas por su suelo: una de 158 millones y otra de 106. Lo vendió a la oferta que era un 33% más barata y perdió así 52 millones de euros. ¿No suena raro? Tanto que la juez Alaya le ha pedido explicaciones a Torrijos, su vicepresidente por entonces. Según Torrijos, el suelo se vendió al peor postor para evitar la especulación. Quédense con la copla de la doctrina Torrijos y aplíquenla al resto de las empresas municipales. ¿Qué van a comprar un bonobús de Tussam? Paguen un 33% menos. ¿La factura de Emasesa? Ordenen al banco un descuento del 33%. ¿La letra del piso de Emvisesa? Ídem de ídem. Y si alguien les exige responsabilidades o les acusan de insumisión u objeción fiscal, respondan con la doctrina de Torrijos: estamos contribuyendo a evitar la inflación.

 

Soberbia

Dijo Bufón que “el estilo es el hombre”. Monteseirín ha demostrado su falta de estilo o más bien su auténtica naturaleza una vez que, despojado de la púrpura del poder y ya sin disfraz por no tener necesidad de engatusar a los sevillanos, ha anunciado que no acudirá a la toma de posesión de su sucesor, Juan Ignacio Zoido. Es la primera vez en la historia de la Democracia que un alcalde saliente no está presente, en la condición que sea, en la constitución de la nueva corporación municipal. Por más que haya dicho que él jamás estuvo en la Oposición, su ausencia por un arrebato mezcla de rencor –el principal rasgo de su carácter- y de soberbia denota su incapacidad de admitir el resultado de las elecciones: es él y no Espadas quien  se siente el gran perdedor de las mismas, porque así además se lo hace sentir gran parte del PSOE al achacar la derrota a la deriva de su último mandato. El hombre da su auténtica dimensión en la adversidad, no en la victoria. Si Monteseirín se quita del medio, una vez más  no habrá sabido estar a la altura de las circunstancias.

 

 

‘Invictus’

Espadas fue a despedirse del (sin) alcalde a su vez despedido mediante aquel  teletipo de Europa Press y dijo que con la experiencia que tiene Monteseirín tras 12 años en la Casa Grande no desaprovecharía ninguno de los consejos que pudiera darle en su labor de oposición, “porque para eso somos compañeros de partido”. ¿Compañeros? Ya dijo Adenauer que, en orden creciente de virulencia, hay adversarios, enemigos, enemigos a muerte y compañeros de partido. En la víspera, el compañero Alfredo declaró que él no podía aconsejar a Espadas en la Oposición porque siempre había gobernado. Más claro, agua: Espadas es un perdedor y él, un ganador. Tarquino el Soberbio se queda en pañales al lado de Alfredo, el que va por la vida de buena gente pero con dagas florentinas bajo su piel de cordero. El mistificador Monteseirín tergiversa continuamente la historia: gobernó, pero no por ganar (perdió frente a Soledad Becerril y Juan Ignacio Zoido dos de las tres elecciones a las que se presentó), sino por pactar. En realidad ha gobernado merced a los pactos de los perdedores.