Archivo por meses: octubre 2010

Radiografía del Guadalquivir

El Guadalquivir necesita cuatro veces más

agua para frenar la salinidad y la turbidez

Transporta una media de 63 m3/segundo y precisa de 250 m3, aunque lo ideal serían 1.000 m3.

El comité de expertos concluye que todos los planes sobre el río tienen un impacto negativo salvo el de inundar los llanos mareales de Doñana

Dragar el río hasta -8 metros para que lleguen a Sevilla barcos más grandes provocaría  la erosión de las márgenes

Ampliar el arrozal implicaría más demanda de agua, reduciría aún más  la biodiversidad y multiplicaría los episodios tóxicos

El río ha perdido el 85% de sus llanuras mareales y un 60% de los aportes de agua dulce por las presas para el regadío

El Guadalquivir se ha convertido en un foco emisor de CO2 y de fitoplancton tóxico para la cadena alimentaria

El dictamen científico aboga por una autoridad única que gestione los recursos y el mantenimiento del dragado actual

El comité de expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de universidades andaluzas que durante dos años ha estudiado el impacto ambiental que causarían en el Guadalquivir una serie de proyectos, como el dragado para incrementar en dos metros la profundidad del canal de navegación a Sevilla, y la ampliación del arrozal, ha llegado a la conclusión de que todos tendrían consecuencias negativas salvo, y con matices, eliminar las barreras para permitir inundaciones mareales en Doñana. Los expertos abogan por una gestión integral del estuario y dictaminan que el río no lleva agua suficiente para mantener el ecosistema.

El río Grande de Andalucía cada vez es menos río porque ha perdido caudal a chorros como consecuencia de la intervención humana y ésa es la causa última de la mayor parte de sus males: incremento de la salinidad, turbidez, erosión, menor biodiversidad, episodios de toxicidad, cegamiento de los canales…Las actividades humanas han ido colonizando y compartimentando el estuario del Guadalquivir (110 kilómetros de longitud desde la presa de Alcalá) para acoger la agricultura intensiva bajo invernadero y el cultivo de arroz; la navegación comercial, pesquera y deportiva; las pesquerías, la acuicultura y las salinas; los desarrollos urbanos y sus infraestructuras; una amplia red de carreteras, caminos, canales de riego y de desagüe, y las actuaciones para controlar las descargas del propio río y las mareas en Doñana (los llanos mareales se han reducido en un 85% por usos agrícolas y ganaderos, vertido del dragado en las márgenes y ampliación del propio espacio natural).

La circulación de la masa de agua del río depende principalmente de su propio caudal, de la onda de marea, de las condiciones atmosféricas del mar y del viento. Estos agentes naturales unidos a la acción humana son tan variables que se produce una amplísima gama de situaciones, pero con el denominador común de una gestión heterogénea y descoordinada por parte de las Administraciones y del sector privado y de una cada vez mayor demanda de recursos o un uso aún más intensivo: incremento de los dragados, del arrozal, desmantelamiento del muro en Doñana, crecimiento de los núcleos urbanos….

El aumento de la presión humana sobre el río símbolo de Andalucía está dejando al Guadalquivir sin agua. Los expertos reflejan que entre la construcción de pantanos (desde 1950 al año 2000 se ha pasado de almacenar 1.646 a 6.554 Hm3 de agua) y el desarrollo de grandes áreas de regadío (incremento del 181% en los últimos 70 años) los aportes de agua dulce al estuario han descendido en un 60%, al pasar de una media de 5.000 Hm3/año (en  el periodo 1931-1981) a sólo 2.000 (en el periodo 1981-2000), unos valores aún más bajos en los ciclos de sequía.

El volumen de agua dulce en el estuario es vital para frenar la salinidad y la turbidez y mantener los niveles de oxígeno. Cuando ese volumen persiste durante un tiempo, el ecosistema reacciona y sienta las bases para la recuperación del río. Según los expertos, se necesitaría  que el río transportara al menos 250 m3/segundo e, idealmente, algo más de 1.000 m3; la realidad es que más del 80% de los días del año el caudal de agua dulce es inferior a 100 m3/segundo (el promedio general anual es de 63,31 m3/segundo), lo que se traduce en que en vez de mandar el río sobre la dinámica del estuario, mandan las mareas y se incrementa la intrusión salina, la turbidez y la erosión.

Debido a la poca velocidad del agua dulce –de uno a cinco centímetros cada segundo- cuando es escasa(la mitad de los días el río no transporta más de 25 m3/seg) y a la pérdida de llanos mareales y marismas, la marea favorece la colmatación del estuario, tiende a desarrollar meandros y erosiona las márgenes ayudada por el paso de los barcos y los dragados. El avance de los arenales de Doñana ha empujado las mareas contra la ribera izquierda y desestabilizado el canal de navegación.

SALINIDAD Y TURBIDEZ

Los aportes salinos llegan al estuario desde el océano con la propagación de la onda de marea y su penetración y concentración está en función del caudal del río. Con caudales medios y con avenidas del Guadalquivir, las aportaciones salinas se mantienen cerca de la desembocadura y en forma de cuña. Con caudales bajos, la salinidad avanza en forma de media campana y 40 kilómetros río arriba (Punta de la Mata) y su valor máximo es de 1,75 gramos/litro aproximadamente (menos del 5% del registro en la desembocadura).

Desde allí a la presa de Alcalá, la salinidad es prácticamente despreciable. En mareas vivas, la intrusión salina puede alcanzar hasta la Punta del Verde (80 kilómetros río arriba). En promedio se producen de cuatro a seis episodios de cuña salina (generación, evolución y desaparición) en un año en el estuario y su duración media es del orden de 5 a 7 días.

Los sólidos en suspensión, que provocan la turbidez, dependen de numerosos factores, siendo uno de ellos las descargas de agua desde la presa de Alcalá del Río, si bien son amplificados por la propia dinámica del estuario. En el 10% de los casos, se registra una concentración de 900 miligramos de sedimentos por litro de agua.

La fuente principal de sedimentos es la erosión de una capa “flotante” del lecho del río que tiene un metro de espesor aproximadamente y que flota debido principalmente a la acción de las mareas, si bien no hay una norma fija, ya que todo depende del agua dulce que transporte el río, los vientos y otros elementos.

Desde principios del siglo XX el estuario ha sufrido varios episodios de turbidez extrema de larga duración y en toda su longitud. La recuperación parcial de la normalidad por decantación de los sedimentos puede durar meses y es posible acortar el plazo gestionando bien los desembalses de la presa de Alcalá.

El informe de los expertos subraya que el tránsito de buques hacia el puerto de Sevilla condiciona la turbidez y la calidad de las aguas, ya que provoca la resuspensión de sedimentos (principalmente de la capa flotante) y, eventualmente, la erosión de las márgenes, al igual que la política de dragados.

Las elevadas concentraciones de sólidos en suspensión limita de forma severa la penetración de la luz y afecta enormemente al fitoplancton: es 20 veces menor que en otros estuarios similares y en primavera, hasta 40 veces menor. La falta de luz, unida a la turbidez de las aguas y a la elevada concentración de materia orgánica priva de buena parte de oxígeno a áreas extensas, y en la zona de Don Isaías se mantuvo en un 90% del tiempo por debajo del nivel crítico.

En estas circunstancias, el Guadalquivir ha acabado convertido en una fuente de emisión de dióxido de carbono a la atmósfera y creando ‘zonas muertas’ en la costa que condiciona el desarrollo de los recursos naturales. Las condiciones están abonadas para el desarrollo de fitoplancton tóxico como cianobacterias que se concentran en la cadena alimentaria, como moluscos (coquinas) y peces. Algunos de éstos registran concentraciones tan elevadas como para ponerlos al borde de la muerte y los episodios de mortandad acaecidos en Doñana desde 2001 se debieron a cianobacterias tóxicas de agua dulce.

EL DRAGADO

La dinámica mareal es incapaz de mantener el calado actual de 5-6 metros para la navegación (referido a la bajamar) del tramo Tarfia-Esclusa, por lo que la tendencia es a que se sedimente el cauce y se reduzca a su calado natural de 3-4 metros. El calado necesario para la navegación (los 5-6 metros en bajamar) se consigue mediante dragados y descargas de agua dulce superiores a 500 m3/segundo, pero a costa de crear una capa flotante de sedimentos en las proximidades del lecho del río que vuelve a quedar en suspensión con la acción de la marea.

Cuando este sedimento se extrae mediante dragados o por transporte hacia la desembocadura, la marea erosiona las márgenes y se vuelve a la situación anterior.

Según los expertos, si la dinámica mareal es incapaz de mantener el canal de navegación a la cota de -6 metros, menos lo hará con un dragado hasta -8 metros. Se entraría en una espiral sin fin: la extracción del material del dragado creará por parte del río nuevo material sedimentario que necesariamente saldrá de la erosión de las márgenes.

Aunque el dragado tendría efectos positivos en algunos aspectos (mejora de la capacidad de circulación de las avenidas, reducción del riesgo de inundaciones, amortiguación de los efectos de los barcos de menor porte en riberas y lecho, penetración de la luz…), el comité no lo recomienda expresamente (deja la decisión a los órganos políticos) tanto por sus consecuencias erosionadoras como porque no mejoraría la situación frente a episodios extremos tan habituales en el río (turbidez, salinidad) y porque sería complejo identificar sus efectos directos para, en su caso, exigir responsabilidades.

Del dictamen, relativamente ambiguo en los puntos conflictivos, se colige que los expertos abogan por mantener el ‘statu quo’ (dragado actual), crear una autoridad única del Guadalquivir, no dar luz verde a los proyectos nuevos y recuperar los llanos mareales de Doñana.

DICTAMEN DE LOS EXPERTOS SOBRE LOS

PROYECTOS EN EL ESTUARIO DEL RÍO

PROYECTO                    POSITIVO                 NEGATIVO                      DICTAMEN

Ampliación del             –                      Incremento de la    NO RECOMENDABLE

Arrozal                                                demanda de agua,

Que si se extrae del

Río  reduce aún más

La biodiversidad,

Favorece los episodios

De toxicidad e impide

Controlar la turbidez

Levantamiento  Potencia la                   Saliniza algunos            RECOMENDABLE

Del muro del río           inundación de               entornos que hoy

Algunos llanos  son dominio del

Mareales,                    agua dulce

Corrige el

Desequilibrio de

La desembocadura

Y aumenta volumen

En ciclos de marea

Dique en la margen                  –                      Colabora en la      NO RECOMENDABLE

Izquierda                                                    “canalización” y el

Control del flujo de

Descarga por aquella

Margen y favorece la

Profundización

Asimétrica del canal

De navegación

Dragado del canal de

Navegación a -8 metros    Mejora la                  La dinámica mareal   NO RECOMENDA.

Circulación de         no será capaz de

Las avenidas,             mantener el calado,   MANTENER LAS

Reduce riesgo de      la extracción de         LABORES DEL

Inundaciones,             material erosionará    DRAGADO

Amortigua efectos    las márgenes, será     ACTUAL

Barcos de menor       complejo identificar

Porte, reduce             sus efectos directos      GESTIÓN

Sólidos que van a       en las curvas de           INTEGRAL DEL

La superficie,             salinidad y turbidez    ESTUARIO

Mejora la

Transmisión de

La luz.

Trapos sucios

Aun cuando faltan siete meses para las municipales, la precampaña está ya al rojo vivo, como ha demostrado el ataque de Torrijos en su blog contra Zoido a cuenta de la ‘micropolítica’ del candidato del PP: señalar suciedades y deterioros del mobiliario urbano en los barrios.

Torrijos ha dicho de Zoido que “vive de la carroña”, “busca los agujeros oscuros”, “disfruta con un bache o una avería”, “celebra la basura”, es “demagógico y cínico” y “un peligro público”. Según el primer teniente de alcalde, “en todas las ciudades del mundo hay rincones sin barrer, aceras sin arreglar y espacios que dejan que desear”, por lo que cuando Zoido señala ante las cámaras estas deficiencias en plena era de la globalización pone en peligro el turismo o disuade de venir a potenciales organizadores de congresos.

Para Torrijos, “el morbo de una denuncia puede más que el silencioso y aburrido proceso de rellenar un formulario o comunicárselo de manera discreta a quien lo tiene, lo puede y lo debe reparar”.

MORDAZA

Este ataque tiene otra explicación: cada denuncia de Zoido impacta contra la línea de flotación de la Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad, que depende del propio portavoz de IU y aspirante a la Alcaldía.

A quien más erosiona políticamente el candidato del PP no es a Monteseirín (amortizado ya por su partido) ni a Espadas (nuevo en esta plaza), sino a Torrijos, máxime cuando el granero de votos de éste está en esos barrios pretendidamente mimados por el ‘gobierno de progreso’ PSOE-IU, al que Zoido deja en evidencia cuando atiende las quejas vecinales, pone el foco de la prensa sobre las deficiencias y se erige en altavoz de las reivindicaciones.

El argumento de Torrijos de que las críticas de Zoido sobre los ‘trapos sucios’ espantan a los turistas y que por eso deben lavarse en casa mediante el proceso, en la era de Internet y los ‘smartphones’, de rellenar un formulario y comunicarlo a la autoridad competente –osea, a él mismo- nos retrotrae al mismo argumentario del franquismo.

Pero en Democracia la basura no se esconde debajo de la alfombra; al contrario, la Democracia es por definición ‘luz y taquígrafos’ y Zoido no hace otra cosa que cumplir con su deber de fiscalizar desde la oposición la gestión municipal.

DEJADEZ

Si a Torrijos le molestan las denuncias de Zoido, la solución es fácil: dejarle sin argumentos con una gestión más eficaz. El Ayuntamiento tiene 5.000 personas en nómina (1.582 en Lipasam) y, sin embargo, muchas veces sólo reacciona  tras las denuncias del edil del PP en vez de adelantarse a ellas, como ocurrió con el arreglo de los baches del puente de Chapina. Hasta que Zoido no difundió los perfectos el Consistorio no tomó cartas en el asunto.

Y es que no se trata, como afirma Torrijos, sólo de rincones sin barrer en zonas marginales. Cualquiera, por ejemplo, ha podido observar cada otoño el gran manto de hojas sin recoger durante semanas junto al hotel Alfonso XIII, mascarón de proa del turismo, o el descuido sistemático del Parque de María Luisa y de la Plaza de España. ¿No espanta más al turista esta dejadez en el Centro y su entorno que las denuncias de Zoido en el extrarradio?

Sin dejar de subrayar la responsabilidad de todos en la suciedad y deterioro de Sevilla –no es precisamente el Ayuntamiento el que arroja los papeles al suelo, esparce las bolsas fuera de los contenedores y llena de pintadas los monumentos, sino el incivismo y vandalismo generalizados, pese al narcisismo de los sevillanos con su urbe-, lo cierto es que el estado de la ciudad no ha mejorado en paralelo al incremento de recursos de Lipasam.

COSTES DISPARADOS

La empresa municipal llegó a proclamar que todas las calles se barren al menos una vez a la semana, aserto cuya veracidad puede comprobar cada vecino por sí mismo. Mas las cifras  hablan. A efectos de limpieza viaria, Sevilla tiene 1.077,34 kilómetros de eje de calles. En 2009 se limpiaron 226.537 Kms;  en 2008, 240.590. Hoy se limpia un 6% menos. Y también se ha recogido menos basura: 370.545 toneladas (un -3,8% ).

Aunque  se piensa que la ciudad ha crecido, está estancada en torno a los 700.000 habitantes desde los 90,  y si bien los sevillanos producen más basura, tampoco de forma desorbitada. En el año 2000, primero completo de Monteseirín en la Alcaldía, se recogieron unas 323.000 toneladas de residuos, por lo que las 370.000 actuales sólo suponen un 14% más.

Frente a esta realidad, con Monteseirín la plantilla de Lipasam ha crecido un 44% y sus costes de personal  un 138% (de 28 millones de euros en 1998 a 66,9 millones en 2009), en línea con la política del alcalde de convertir las empresas públicas en parte de su red clientelar.  Incluso los puestos de trabajo se tornaron poco menos que en hereditarios: en 2006 se produjeron 14 jubilaciones anticipadas y las bajas fueron cubiertas con parientes, “no cumpliéndose así –decía la Cámara de Cuentas- los principios de igualdad, mérito y capacidad que la ley establece”.Hay más gente, que cobra más dinero y que trabaja menos, ya que el absentismo laboral llegó a ser del 11,40% en 2008, y aun habiéndose reducido al 7% todavía ha supuesto la pérdida de 34.263 jornadas.

¿Se comprende ahora mejor por qué Sevilla tiene más rincones sin barrer? Torrijos, en vez de implicarse en que todo el personal de Lipasam trabaje para que Sevilla esté más limpia, de lo único de que se preocupa es de acusar a Zoido de “carroñero” por señalar dónde está sucia.

‘Oferente’

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, dijo que los parados –un cesante político también lo es- no pueden quedarse quietos en el SAE y esperando a que les caiga la breva de un puesto de trabajo sin hacer nada, sino que han de convertirse en ‘oferentes de empleo’. Según el presidente, si lo que ofrece el parado –o cesante- no vale, ese ‘oferente’ debe hacer lo suficiente para que valga y pueda salir del paro. Como le pasa a todos los precursores y visionarios, Griñán ha sido un incomprendido, pero vamos a verlo tan claro como él  con un ejemplo. Espadas ofreció o le ofrecieron, que para el caso es lo mismo, ser delegado del Gobierno, porque de alcaldable no se come. La iniciativa no prosperó, pero en vez de quedarse de brazos cruzados, hizo –o le hicieron- lo suficiente para ser ‘oferente’ al Senado y ¡bingo!, ya está recolocado en la Cámara Alta aunque sea tras una carambola a tres bandas. Espadas es la prueba del éxito de la nueva doctrina de Griñán sobre los ‘oferentes de empleo’ para acabar con el paro. ¡Si lo sabrá López Garzón!

La Junta se endeudará a través de Agesa

La Junta usará a Agesa para burlar el veto de

Madrid a nuevos endeudamientos


Cambiará su objeto social, limitado hasta ahora a la

gestión de activos de la Expo-92


Agesa financiará a la Junta mediante créditos bancarios, con

los que le comprará y alquilará sus propios inmuebles y solares


Transferida a la Junta en pago por la ‘deuda histórica’,

Agesa está libre de cargas y tiene 52 millones en caja


La Consejería de Economía y Hacienda convocará una junta general de accionistas de Agesa, la empresa pública que le fue traspasada por el Gobierno en pago por la ‘deuda histórica’, para cambiar sus estatutos y convertirla, junto con Sogefinpa, en el brazo ejecutor de la operación político-económica en virtud de la cual la Junta burlará la prohibición del Gobierno de la nación a que recurra a nuevos endeudamientos. L

os créditos no los pedirá la Junta, sino Agesa, que reinyectará el dinero al Gobierno autonómico comprándole sus activos inmobiliarios y alquilándoselos luego en condiciones especiales pagaderas cómodamente a lo largo de hasta 35 años.

De la ‘deuda histórica’ a la deuda de la Junta. Es el sino de Agesa, la empresa pública heredera y gestora de los activos de la Expo-92: verse marcada en los últimos tiempos por el endeudamiento de las Administraciones Públicas. El Gobierno de la nación no tuvo más ocurrencia que recurrir a esta sociedad, totalmente saneada y dedicada a hacer caja en la isla de la Cartuja con los pabellones y solares dejados por la Expo, para pagar con ella buena parte de la ‘deuda histórica’ con Andalucía mediante su traspaso a la Consejería de Economía y Hacienda, cuya titular, Carmen Martínez Aguayo, es la mano derecha del presidente José Antonio Griñán.

Agesa, que fue valorada por el Gobierno andaluz en 456,64 millones de euros, venía a la Junta libre de cargas tras haber saldado el crédito multidivisas con que afrontó los ‘agujeros’ dejados por la Muestra Universal, con un patrimonio inmobiliario en plena explotación en la cada vez más revalorizada isla de la Cartuja de Sevilla (sede de la Tecnópolis de Cartuja-93) y con 52,5 millones de euros en dinero contante y sonante, fruto de la operación ‘Puerto Triana’. Por ende, sus activos en alquiler tienen una ocupación del 89%, lo que le asegura unas rentas fijas y beneficios a final de año. Por todo ello, la sociedad es una bicoca en estos tiempos de crisis, endeudamiento y restricciones crediticias.

Con esta situación saneada y con una caja llena de dinero, Agesa no debería tener problemas para obtener créditos de la banca, justo cuando el sector financiero se caracteriza por cerrar el grifo y atender sólo a los clientes con solvencia acreditada.

DISEÑO DE LA OPERACIÓN

Martínez Aguayo lo vio claro desde el principio, de ahí que el reciente anuncio que realizó durante el acto de presentación de los Presupuestos de que la Junta recurriría a ingeniería financiera para incrementar sus recursos económicos pese al veto del Gobierno a nuevos endeudamientos no es una operación fraguada de la noche a la mañana, sino que ya fue diseñada en pleno verano y preparada en la Disposición Adicional Segunda del Decreto Ley de 27 de julio, por el que se aprobaron las medidas urgentes en materia de reordenación del sector público (Boja Nº 147, de 28 de julio).

En ese Decreto ya se faculta a la Sociedad Estatal de Gestión de Activos Agesa (denominada ahora Empresa Pública de Gestión de Activos tras su traspaso a la Junta) y a Sogefinpa (creada previamente con el nombre de Sociedad de Gestión, Financiación e Inversión Patrimonial) para la enajenación directa y a título oneroso de los bienes inmuebles, cualquiera que sea su valor, que autorice el Consejo de Gobierno durante 2010. Asimismo, se autoriza a ambas sociedades al endeudamiento necesario para la adquisición de aquéllos, atendiendo al valor que se dé a los mismos mediante la oportuna tasación y el de los gastos que la operación suponga.

Item más, se autoriza a Agesa y a Sogefinpa a la celebración de contratos de arrendamiento de hasta 35 años de duración por parte de la Consejería de Hacienda para su utilización por los departamentos de la Administración de la Junta de Andalucía y Entidades de Derecho Público vinculadas o dependientes de los inmuebles adquiridos por este procedimiento.

Carmen Martínez Aguayo se ha encontrado con un obstáculo administrativo imprevisto que deberá resolver previamente: el objeto social de Agesa es únicamente la gestión de los activos heredados de la Expo-92. Por tanto, ha de cambiar los estatutos para eliminar esa limitación mediante la convocatoria de una junta general de accionistas. Dado que la Consejería de Hacienda y el equipo directivo de la misma tiene el control de la sociedad pública al 100%, ello no entraña ninguna dificultad.

PRESTAMISTA INTERPUESTO

Durante el acto de presentación de los Presupuestos para 2011, la consejera de Hacienda anunció que espera ingresar hasta 951,7 millones de euros mediante la venta de entre 80 y 90 edificios administrativos de la Junta y que en conjunto disponen de casi 400 millones de m2. Según Carmen Martínez Aguayo, estos edificios “podrían ser del interés de los inversores”, aunque no aclaró cómo podrían interesarles con los funcionarios dentro.

Los inversores no serán más que Agesa y Sogefinpa, los cuales se endeudarán en los mercados para comprarlos y alquilarlos a la Junta durante al menos 35 años, conforme a la Disposición Adicional Segunda del Decreto de Reordenación del Sector Público andaluz. Dicho de otro modo, la Junta se prestará el dinero a sí misma a través de estas dos empresas públicas, pero la deuda no computará en su balance, sino en el de Agesa y Sogefinpa.

El papel de Agesa será esencial, no sólo por la posición de fortaleza que le da su patrimonio, la liquidez que tiene en caja y su cartera de clientes y grado de ocupación de sus inmuebles en renta, sino también porque es la que tiene la experiencia de la gestión del patrimonio inmobiliario, tras haberse dedicado con éxito a esta tarea durante casi 18 años desde su fundación para administrar el legado de la Expo-92.

NUEVO OBJETO SOCIAL:

CARGAR CON LA DEUDA DE LA JUNTA

El PSOE (A), para justificar el pago por parte del Gobierno de Zapatero de la ‘deuda histórica’ con la sociedad estatal Agesa y solares, hizo hasta una campaña de propaganda en la que destacaba los supuestos elevados dividendos que Agesa aportaría a las arcas de la comunidad autónoma , que llegó a cifrar en unos 9 millones de euros anuales.

Sin embargo, los buenos resultados económicos de los últimos años se han debido fundamentalmente a ingresos de carácter extraordinario. Así, los 6.706.000 euros de  beneficio de 2008 se han convertido en 4.186.000 en 2009 con la actividad ordinaria (alquiler de inmuebles y venta de servicios) de la empresa.

El nuevo Consejo de Administración tiene una composición similar al de Sogefinpa, integrado por la plana mayor de la Consejería, con Martínez Aguayo al frente. La consejera ha nombrado como director-gerente a Adolfo García Fernández en detrimento de Alicia Ruiz Badanelli, auténtica memoria viva de la Expo y persona de confianza a lo largo de 18 años de los cinco presidentes que, tanto con Gobiernos del PSOE como del PP, ha tenido anteriormente la sociedad. Badanelli dimitió recientemente de su cargo y pidió el reingreso en la Cámara de Cuentas.

En este periodo de tiempo, Agesa ha liquidado el crédito multidivisas con el que se afrontó el pasivo de la Muestra Universal, resuelto infinidad de pleitos jurídicos heredados del 92 y rentabilizado los activos del Estado en la isla de la Cartuja, hasta el punto de que al cierre de 2009 había logrado un 89% de ocupación de los 78.000 m2 que ofrece en alquiler. La empresa tiene un patrimonio de 153.726 m2 de edificaciones y de 71.916 m2 en parcelas.

El imprudente

El (sin) alcalde, que ha tardado dos semanas en pronunciarse sobre la actuación del edil piquetero, se ha limitado a verter una leve crítica contra su delegado de Economía: “Yo (en su lugar) hubiera sido más prudente”. Como el (sin) ha justificado la presencia en el piquete con la peregrina tesis de que Vázquez iba en calidad de sindicalista y no como concejal, en una disociación patológica, ¿a qué se refiere entonces con su apelación a la prudencia? Verosímilmente, a haber sido tan torpe como para no darse cuenta de que lo estaban grabando, pues sin la prueba de cargo de las imágenes no habría saltado el escándalo y el gobierno ‘de progreso’ no tendría en contra a la opinión pública. En la novela ‘El extranjero’, de Albert Camus, el protagonista no es condenado por haber cometido un crimen, que al jurado hasta casi le trae sin cuidado, sino por no haber llorado durante el funeral de su madre. Para Monteseirín, Vázquez no merece reproche por haber formado parte de un piquete rompedor de mesas en el bar ‘Serranito’, no, sino por su torpe imprudencia política.

Historia del mercado de la Encarnación

Las ‘setas’ acogen a menos del 10% de los

placeros de la Encarnación

De los 430 comerciantes que había cuando en 1973 se derribó

el mercado sólo quedan 39

Los placeros apostaron por la demolición al creer que un parking

y un hotel pagarían la nueva construcción

Se instalaron en el mercado provisional con la idea de que sólo estarían tres años y han permanecido un tercio de siglo

El solar de la Encarnación fue utilizado durante un tiempo como

Parking en superficie de apoyo al de El Corte Inglés

A mediados del siglo XX fue derribada la tercera parte para el

ensanche de Imagen y la plaza de ‘la Encarnita’

Tras 37 años de espera, tan sólo 39 placeros del antiguo mercado de la Encarnación, derribado en el año 1973, han visto la ‘tierra prometida’ de unas nuevas instalaciones que sustituirán a las originales construidas en la primera mitad del siglo XIX y a las provisionales que fueron habilitadas tras entrar la piqueta en la primitiva plaza de abastos.

Estos 39 comerciantes suponen menos del 10% de los más de 400 (podrían estimarse en unos 430) que desarrollaban su actividad cuando se decidió la demolición. En el corazón de Sevilla quedó abierta una herida en forma de solar de varios miles de m2 de extensión y que ha tardado 37 años en ser suturada, aunque al precio de privatizar este espacio durante los próximos 40 años y a un coste global estimado de toda la operación de unos 140 millones de euros.

El mercado de la Encarnación debe su nombre al antiguo convento de religiosas agustinas (1591) sobre cuyo solar se edificó en la primera mitad del siglo XIX. La investigadora María Dolores Antigüedad del Castillo recoge en su libro ‘Espacio, tiempo y forma’ un proyecto de alineación en varias calles interiores con una fuente central de la plaza de abastos de la Encarnación, realizado en 1832 por el arquitecto mayor de Sevilla Melchor Cano, colaborador del asistente Arjona.

La fuente, gemela de la existente en la plaza de la Magdalena, pasa por ser la más antigua de Sevilla y aún se conserva tras su traslado a la parte de la plaza que modernamente se ha convenido en llamar ‘la Encarnita’.

El mercado fue el más moderno de su época, pero en pleno régimen franquista (1950) le fue amputada un tercio de su superficie para construir el ensanche de la calle Imagen y conectar a través del mismo la Puerta Osario con la Campana y crear una plaza (‘la Encarnita’) colindante con la iglesia de la Anunciación.

Fue el principio del fin, que se aceleró a mediados de los 60, con el hundimiento de las cuarteladas de las verduras y del pescado, casi siglo y medio después de su construcción. Al contrario que las instalaciones para los pescaderos, que fueron reparadas, los verduleros optaron por acelerar el proceso de abandono, que llevaba implícita la idea de la demolición.

NIDO DE RATAS

Según el testimonio de Francisco Rodríguez, uno de los 39 supervivientes que se traslada al mercado bajo las setas diseñadas por el alemán Jürgen Mayer, la plaza de abastos original, pese a la amputación sufrida, se había quedado demasiado grande para los 430 placeros existentes y agrupados en una de las cooperativas que fomentaba el antiguo régimen.

En la parte colindante con el antiguo bar ‘La Unión’ sólo quedaban en pie los dos primeros puestos. El resto había sido abandonado a su suerte y se había convertido en nido de ratas y hasta en letrinas y refugio para realizar actividades innombrables.

Por otra parte, tras la riada del Tamarguillo se produjo el desplazamiento de numerosos habitantes del casco antiguo a los nuevos barrios periféricos, lo que se tradujo en una caída de la clientela. Además, surgió la competencia de los primeros supermercados. Posteriormente, 48 placeros se trasladaron al nuevo mercado del Tiro de Línea, lo que supuso un golpe a las expectativas sobre cualquier tipo de recuperación del esplendor perdido y contribuyó a alimentar el deseo de tirar abajo el mercado, máxime por los cantos de sirena en la época del desarrollismo franquista.

A los placeros se les llegó a prometer que les resultaría gratis la construcción de un nuevo y más moderno mercado porque lo pagaría un parking subterráneo con 400 plazas y un hotel que se alzaría dentro del mismo complejo comercial, en pleno centro de la ciudad.

Así pues, la mayoría de los comerciantes querían y aplaudieron la demolición, que se produjo el 1 de octubre. A este derribo se sumó hacia la misma época el de unas antiguas viviendas cercanas, cuyo hueco permitió instalar un mercado provisional mientras se levantaba el nuevo, una espera que ha acabado prolongándose durante 37 años.

‘NUMERUS CLAUSUS’

De los placeros existentes, 36 fueron ‘deportados’ directamente a Bellavista, ya que no se sometió el traslado a sorteo, y otros tantos a Las Palmeritas. Más de 50 quedaron en suspenso y muchos perdieron sus licencias sin indemnización alguna al no ser aceptados o no integrarse en la mayoría que formó la nueva cooperativa y que se asentó en las instalaciones provisionales: 91 en total. Algunos aún subsistieron algún tiempo con puestos de fruta construidos precariamente con tablas y cajones de madera.

Se instauró una mentalidad de ‘sálvese el que pueda’, ya que se pensaba que cuantos menos placeros quedaran, más posibilidades de sobrevivir tendrían los demás. Con el tiempo, los placeros de más edad se iban jubilando, pero sus bajas no se cubrían porque la nueva directiva de la cooperativa , compuesta mayoritariamente por verduleros y fruteros, mantenía como política el ‘numerus clausus’ en la creencia de que a menos vendedores, más ventas por cabeza.

Así que los puestos que quedaban vacíos eran comprados por los placeros colindantes para duplicar sus instalaciones y evitar nuevas incorporaciones. Al final han quedado 68 puestos abiertos de los 91 iniciales en el mercado provisional.

El gremio que sufrió mayores bajas de efectivos fue el de los carniceros: doce en total. Algunos, para mantenerse, pasaron a vender recova, congelados y comestibles. Sólo se incrementó el número de pescaderos.

Los placeros tenían la idea, que la historia demostró totalmente equivocada, de que no permanecerían en el mercado provisional más de tres años y que en 1977 a lo sumo inaugurarían la nueva plaza de abastos. Sin embargo, su provisionalidad se iba prolongando en la misma medida en que se sucedían proyectos que nunca se materializaban, quizás porque el mercado estaba adscrito al área de Consumo y no a la Gerencia de Urbanismo, el departamento más potente del Ayuntamiento.

Por frustrarse, hasta se frustró el proyecto diseñado por el arquitecto sevillano hoy de moda, el premiado Guillermo Vázquez Consuegra, el cual ideó un mercado que recordaba al primitivo, con arcadas y en dos plantas, pero a un precio que pareció prohibitivo para la época y que hoy parecería ridículo al lado del coste de las ‘setas’.

PARKING EN SUPERFICIE

El solar incluso fue utilizado durante un tiempo como ‘parking’ de El Corte Inglés. Con el advenimiento del primer ayuntamiento democrático, presidido por Luis Uruñuela (1979-1983),  renacieron las esperanzas de los placeros, máxime cuando en un pleno extraordinario celebrado con motivo del Día de la Constitución el por entonces responsable de Consumo y mercados, José Villa, expuso al resto de la corporación municipal todo lo que supuestamente en breve se iba a construir sobre el solar de la Encarnación, promesas que merecieron el aplauso y refrendo unánime de sus señorías pero que nunca vieron la luz.

Posteriormente, entre la campaña para justificar el abandono del Metro, la redacción del nuevo PGOU y los preparativos para la futura Exposición Universal de 1992, los sucesivos consistorios no tuvieron demasiado tiempo para concretar los proyectos que sobre plano se diseñaban para la Encarnación, y cuando hubo tiempo una vez liquidada la Expo, sobrevino una de las peores recesiones económicas, con lo que la idea de resolver esta asignatura pendiente que se eternizaba no se retomó hasta el gobierno de coalición PSOE-PA, formado por Monteseirín y Rojas Marcos (1999-2003).

Aunque Monteseirín votó cinco veces a favor del proyecto impulsado por sus socios andalucistas de construir un nuevo mercado con diseño del arquitecto José Antonio Carvajal (conocido por ser el autor, entre otras obras, del nuevo seminario en la avenida de la Palmera) y con un parking subterráneo, la polémica creada por el hallazgo de restos arqueológicos en el solar y el riesgo de su destrucción por el aparcamiento fue suficiente para que, ya en un nuevo mandato en coalición con IU, el alcalde optara por liquidar el plan que él mismo había apoyado aun al coste de pagar costosas indemnizaciones por los trabajos realizados y tratara de dejar para la posteridad su sello con otro proyecto de coste faraónico y de polémico diseño por su emplazamiento: las ‘setas’ del alemán Jürgen Mayer.

A partir de ahora, el Metropol Parasol acogerá a los ‘últimos de Filipinas’ de la Encarnación. Se cierra así un capítulo que ha durado 37 años y sólo el tiempo y los placeros dirán si con un final feliz.

Un presupuesto

multiplicado por 10

El presupuesto inicial para la construcción de los 39 puestos del mercado bajo el Metropol Parasol era de 440.000 euros. Al final la factura se ha multiplicado por 10 y se ha elevado a 4.400.000 euros. El Ayuntamiento ha tratado de justificar la cifra con el argumento de que se ha debido a su deseo de atender la solicitud de los propios placeros de que se mejorara el equipamiento con el fin de adecuar las instalaciones a las exigencias de una sociedad del siglo XXI.

La adecuación de las instalaciones se ha traducido en la dotación con cámaras frigoríficas,, lo que ha supuesto un coste promedio de 101.538 euros por cada uno de los 39 puestos, unos números que parecen totalmente desorbitados para los conocedores del sector, ya que fuentes consultadas estiman que con sólo 12.000 euros se puede equipar perfectamente con una cámara frigorífica cualquier puesto. El Ayuntamiento sigue sin aclarar cómo se ha disparado este coste de forma tan extraordinaria.

Por otra parte, aunque los placeros están contentos de salir de las instalaciones provisionales al cabo de 37 años, no las tienen todas consigo sobre el futuro porque, a pesar de que el Ayuntamiento está asumiendo las facturas que exige Sacyr (pagar 350 euros de alquiler en vez de los 680 que pedía la constructora), también creen que sus gastos se van a incrementar. Ahora, por ejemplo, pagan 73 euros de licencia por un puesto de 9 m2, pero se trasladan a puestos con el doble de superficie, por lo que temen un incremento en similar proporción.Algunos temen que el hecho de que el mercado sea tan pequeño puede restarle ambiente y atractivo a la hora de captar clientela.

Disociación

Si Stevenson fuera coetáneo nuestro en vez de haber vivido en el siglo XIX, no habría escrito ‘El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde’, sino ‘El extraño caso del delegado de Economía Vázquez y el piquetero Galán’, inspirado en las tesis de Monteseirín. El (sin) alcalde ha tardado dos semanas en fabricarle una coartada al edil que participó en el piquete agresor al mesón ‘Serranito’ en la calle Alfonso XII durante la huelga: que Vázquez estaba entre los huelguistas como sindicalista en vez de como miembro del gobierno municipal. Como si, al igual que en la novela de Stevenson, pudiese desdoblarse físicamente y disociarse de sí mismo, negando ser edil simultáneamente a cualquier otra condición. Mientras en el misterio de la Santísima Trinidad hay tres personas distintas en una sola, en el de Vázquez hay dos. Milagro en la Plaza Nueva. Pero Vázquez es sólo un émulo de Monteseirín, el cual, tras estallar el escándalo de Mercasevilla,  se disoció de su condición de alcalde para eludir cualquier responsabilidad diciendo: “Yo no sé nada; yo soy médico”.

Acoplamiento

“Las imágenes muestran la ‘ceremonia tradicional’, en la que los equipos intercambian  abrazos y apretones de mano. Ambos realizarán operaciones conjuntas los próximos días”. Yo pensaba que hablaban de Espadas en la ‘tele’ y era del  acoplamiento de una nave a la Estación Espacial. Mi confusión estaba justificada porque Espadas hace lo mismo que el ‘Discovery’ o la ‘Soyuz’: acoplarse a su particular estación espacial, que son la Junta y el Ayuntamiento. Ya hizo una arriesgada maniobra de incrustación en la  inauguración del curso escolar pese a no haber sido anunciado su lanzamiento desde Cabo Cañaveral. También utilizó una grúa para acoplarse al Ayuntamiento en la iniciativa ‘Arte para todos’ en el Polígono San Pablo. Y ya se acopló con éxito a la comitiva de Rosa Aguilar en la gira por Alcosa. La diferencia con la Estación Espacial es que mientras allí realizan operaciones conjuntas sólo por unos días, Espadas amenaza con acoplarse a la Junta y al Ayuntamiento durante ocho meses. ¿Será porque Monteseirín le ha contagiado su frustrada vocación de astronauta?

Trampas

Apenas concluido el mitin con ZP en las Delicias, donde en vez de distanciarse de  Monteseirín acabó presentándose como continuador del alfredismo, Espadas anunció  que propondría a Zoido y a Torrijos una campaña “limpia”, en la que todos respetasen las reglas del juego. ¿Será cínico? Apeló a la limpieza el día en que Rosa Aguilar utilizó con total descaro su cargo de consejera para poner la Junta de Andalucía a su servicio y prepararle un encuentro con los vecinos de Alcosa, a fin de que parezca que el Metro va a tener parada  allí gracias al candidato socialista. Y más que el jefe de Personal de la Diputación lo traslade en su coche pese a no tener carnet (de conducir, que seguro que el otro sí lo tiene), me escandaliza ver cómo el delegado de Urbanismo y el gerente de Lipasam le hacen de teloneros en su precampaña por el Polígono en vez de dedicar su tiempo a aquello por lo que cobran: Sevilla. Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces. Mucho invocar el juego limpio, pero el primero que hace trampas es Espadas. El ‘fair play’ empieza por uno mismo.

De valido a rey

En la bulla de la huelga general y ecos del edil piquetero ha pasado relativamente inadvertida la designación del valido del (sin) alcalde, Manuel Marchena, como rey mago. Lleva de estrella de la ilusión a la niña de; sí, hombre, sí, a la que él colocó a dedo en Emasesa, porque, valía de la criatura al margen, el valido utiliza las empresas municipales como cadena de favores de cara (sobre todo eso) al presente y al futuro. Hoy por ti y mañana por mí. Manejando hábilmente las ayuditas desde el Ayuntamiento, dando una subvención por aquí y otra por allá, editándole un libro al catedrático, etc….consigue con pólvora del Rey traducir su cadena de favores en cadena de ‘honores’. Quien se presenta a sí mismo como el eslabón entre Monteseirín y la sociedad civil (así está el nivel de Sevilla), presumirá ahora de haber logrado un hito en su trayectoria trepadora: que su nombre aparezca en la lista de los reyes magos junto a los de Pemán, Ruiz Mateos, Prado y Colón de Carvajal….y otros grandes ídolos para el PSOE y la izquierda. Nunca el Ateneo había caído tan bajo.