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La batalla de Sevilla

Griñán ha subrayado el papel clave que juega la ciudad en estas elecciones al decir: “ésta es la gran batalla, la batalla de Sevilla”.

Sevilla es vital para todos los partidos, tanto por ser una de las grandes urbes del país y capital de Andalucía como por la fuerza simbólica de estos  resultados cara a las autonómicas dentro de diez meses.

Los analistas coinciden en que la votación en este bastión de la izquierda  durante los últimos 12 años será, con gran probabilidad, un anticipo de lo que ocurrirá en la lucha por la Junta de Andalucía entre Griñán y Arenas tras 30 años de gobiernos socialistas.

EL PSOE

Sevilla, tal como subrayó Zapatero en su mitin, es para el PSOE algo más que la capital de Andalucía en cuanto cuna de Felipe González. Un descalabro que diera el Ayuntamiento al PP, según vaticinan las encuestas, sería interpretado como la confirmación de la tendencia al cambio también en la Junta, apuntada sistemáticamente por los sondeos desde diciembre de 2009.

La pérdida de Sevilla podría a los pies de los caballos a Viera, impulsor del relevo de Monteseirín, laminador del sector crítico y avalista de una lista electoral plagada de independientes en los puestos altos en detrimento de las agrupaciones socialistas, que han adoptado un rol más bien pasivo durante la campaña al sentirse preteridas por el secretario provincial.

Una derrota sin Alcaldía rearmaría a los críticos y cuestionaría la sustitución de Monteseirín por Espadas –o incluso por qué faltó autoridad para haberlo relevado a mitad de mandato por Carrillo – y pondría a prueba la solidez del alcaldable socialista y de su grupo de independientes, que ante el panorama de cuatro años en el duro banco de la oposición podrían verse tentados a dar la ‘espantá’ como en su día Luis Yáñez.

EL PP

La ‘batalla de Sevilla’ es no menos esencial para que el PP, embalado en la hipótesis de conquistar la Alcaldía, pueda ganar el año próximo la ‘guerra de Andalucía’ y tomar el palacio de San Telmo tras seis lustros de derrotas, y se consolide en la capital tras doce años en la oposición. Porque si el PP no logra hoy la mayoría absoluta   después de las encuestas tan favorables;  con casi 100.000 parados en la ciudad, que teóricamente deberían propiciar un cambio político;  tras escándalos como el de Mercasevilla y sus variadas ramificaciones, y los despilfarros (140 millones de euros en las ‘setas’) de la era Monteseirín y su socio Torrijos (éste, imputado judicialmente por partida doble, como imputados buena parte del gobierno municipal, con Nieves Hernández como último caso), entonces no la logrará nunca.

A la frustración por la hipótesis de una victoria pírrica –que no le otorgara a Zoido la Alcaldía- y el efecto en la moral de su militancia, se uniría la necesidad de fabricar en los próximos cuatro años un nuevo candidato.

El juez en excedencia ya anunció hace bastantes meses, con la comprensión de Javier Arenas, que de no ser alcalde dimitiría, por el agotamiento de cuatro años pateándose los barrios de Sevilla, nunca hollados anteriormente por los alcaldables del partido de la gaviota, y la perspectiva de tener que pateárselos cuatro años más.

IZQUIERDA UNIDA

Para IU, mantenerse como la formación que tiene la llave de la Alcaldía  en caso de un escenario sin mayoría absoluta ni de PP ni de PSOE es más vital que nunca, ya que Torrijos  ha adelantado que, en tal hipótesis, vincularía su presumible apoyo al PSOE en el Ayuntamiento a otro pacto de mayor calado con los socialistas para la gobernación de Andalucía. Sevilla, pues, sería la moneda de cambio en la estrategia de IU de sentarse en el Consejo de Gobierno de la Junta.

Por otra parte, en ese supuesto de dependencia socialista de IU en Sevilla, Torrijos sacaría mucha mayor tajada que de sus pactos con Monteseirín, y aspiraría a gobernar delegaciones clave y a administrar mucho más presupuesto, máxime después de ver cómo Espadas ha pasado de no querer saber nada de él y proclamar su aspiración a gobernar en solitario a reconocer su disposición a renovar el pacto de izquierdas.

Por el contrario, perder esa condición de partido-llave del Ayuntamiento y con  ello todas las parcelas de poder, cuotas de colocados en delegaciones y fundaciones municipales y los correspondientes recursos económicos que a la postre contribuyen a la financiación indirecta de su organización, supondría, probablemente, el final de Torrijos en el Consistorio al concluir el mandato que se iniciará en junio.

EL PA

Y para los andalucistas de Pilar González, estas elecciones son incluso más fundamentales que para el resto,  porque tras cuatro años fuera del Ayuntamiento se juegan el ser o no ser como partido en la capital, que es casi tanto como decir en Andalucía. ¿Resitiría el PA otro cuatrienio de travesía por el desierto sin representación ni en el Consistorio sevillano ni en el Parlamento andaluz?

Sin embargo, este partido, que cual ave Fénix ha renacido de cenizas aún peores (en 1983 sólo obtuvo 8.000 votos y ningún concejal, y ocho años después había multiplicado esa cifra casi por diez y con Rojas Marcos de alcalde), incluso podría conseguir una carambola sorprendente de confirmarse el concejal que le da la encuesta de Sigma Dos para EL MUNDO.

En la hipótesis de un empate a dieciséis ediles entre el PP y el bloque PSOE-IU, un solitario concejal andalucista tendría en sus manos la llave del Ayuntamiento. Nunca un capitular valdría tanto.

Todos tienen tanto que perder y tanto que ganar que con razón ha dicho Griñán que la de Sevilla es ‘la gran batalla’ del 22-M.

Medallas

medalla-solacon-fondoEl (sin) alcalde ha otorgado en su adiós medallas de la ciudad a las hermandades del Rocío de Sevilla Sur, cortijo electoral de Torrijos –que, tan laico él, la exigió en su día como prueba de su poder en el gobierno-, y del Cerro del Águila, en compensación a Fran Fernández tras su descabalgamiento de las listas por Susana y Viera. Cuentan que, como no podía ser menos, la decisión ha levantado ampollas en los ambientes rocieros porque estas dos hermandades ya gozan de tan alto honor pese a contar con tan sólo 25 años de  existencia, mientras que la más antigua, la de Triana, con 75 años de historia y un papel estelar en la universal devoción a la Blanca Paloma ha sido ignorada. El problema de Triana es que no ha observado las reglas no escritas de esta particular romería que cada año ha organizado el (sin) alcalde con el reparto de las medallas. Ha hecho el camino sola, mientras que Sevilla Sur y El Cerro del Aguila hicieron su presentación apadrinadas por Torrijos y Fernández. Y con Monteseirín y Marchena, quien no tiene padrinos políticos, no se bautiza.

El sucedáneo del Metro

La Semana Santa ha estado marcada, por dos de los hitos que Monteseirín quería a toda costa que estuvieran en servicio como gran escaparate de su gestión: las setas y la prolongación del tranvía a San Bernardo.

Alcalde Metro Centro.previewEn ambos casos, la precipitación por cortar la cinta inaugural (con el tranvía no le dio tiempo a hacerse la foto oficial por haber entrado antes en vigor la nueva normativa electoral) ha sido la nota característica, hasta el punto de que Tussam hubo de reconocer que no tenía operativas todas las unidades el día señalado, Viernes de Dolores, por lo que los nuevos trenes circulaban a más velocidad de lo habitual para no perder la frecuencia de paso, aun en detrimento de la capacidad de frenada.

La empresa municipal también admitió que como los trenes no venían preparados para el clima de Sevilla -¡y eso que todavía no estamos en agosto!- había que someterlos a continuos reajustes, y que los fallos eran normales en un periodo de rodaje.

¿Imaginan que una aerolínea o cualquier otra compañía de transportes admita  que pone en servicio aviones o autobuses sin haber completado el proceso de rodaje? Como en la Sevilla de Monteseirín lo anormal es ya lo habitual, lo que sería motivo de escándalo en otra parte aquí se asume con resignación.

EL REPLICANTE

Del sucedáneo del Metro al Centro, el PA, en venganza por lo del ‘urbanismo bajo sospecha’, acuñó aquello de que iba “de ningún sitio a ninguna parte”. Ahora, una vez ampliado en 885 metros, ya sabemos a dónde va: al mismo sitio que el Metro, porque replica en superficie idéntico trayecto que bajo tierra realiza el suburbano. Nos hallamos así ante un despilfarro de recursos en la peor crisis económica reciente y que pone aún más en evidencia el sinsentido de la operación electoralista que fue el tranvía de cara a los comicios municipales de 2007.

Metro SevillaComo en el caso de las setas, el Ayuntamiento nunca ha revelado el coste de la ‘operación Metrocentro’. Generalmente se ha admitido como válida la cifra de más de 80 millones de euros para los 1,3 kilómetros iniciales entre la Plaza Nueva y el Prado, y de unos 15 millones de euros el coste de la prolongación  hasta los 2,2 kilómetros puestos en servicio el Viernes de Dolores.

En total, unos 100 millones, casi tanto dinero como el Metropol Parasol para tender una línea que se solapa con el Metro en todo su recorrido salvo en los 670 metros que distan de la Puerta de Jerez a la Plaza Nueva.

Ante la evidencia de que estando proyectado y en construcción el Metro por el mismo trazado (el 70% de la línea) que el tranvía,  éste carecía de sentido, Monteseirín trató alguna vez de justificar el ‘Metrocentro’ con el argumento de que tenía que ser el transporte de las personas mayores porque éstas tendrían miedo y/o dificultades físicas para bajar a tanta profundidad (-18 metros) por las escaleras mecánicas hasta el suburbano y se sentirían más seguras con un medio que se moviera en superficie (¿?).

POLÍTICA DE ‘GRANDEUR’

A finales del mes de marzo,  cuando hubo de improvisar una rueda de prensa dentro de una de las nuevas unidades del  tranvía para escapar del boicot del Sindicato Profesional de Policía y de los eventuales de Tussam, el alcalde adelantó que con la prolongación hasta San Bernardo se preveía incrementar la demanda en días laborables en un 15%, de forma que se capten 2.400 viajeros diarios más, hasta llegar a los 18.400 por jornada, mientras que para los festivos el incremento esperado es de un 10% . En total, los cálculos indican que se pasará de los actuales 4,6 millones de usuarios/año a 5,1 millones.

Así pues,  el Ayuntamiento se ha gastado 100 millones de euros en un tranvía de 2.200 metros que coincide en superficie con el Metro a lo largo de kilómetro y medio para transportar a 5.100.000 personas anualmente, a un promedio de 13.972 pasajeros diarios.

No hace falta, sin embargo, gastar 140 millones de euros para recuperar el mercado de la Encarnación, como ha gastado Monteseirín  con las setas y privatizando todo el espacio público para los próximos 40 años, ni 100 millones de euros para duplicar el itinerario del Metro y favorecer la movilidad hacia el casco antiguo. ¡Qué no se podría haber hecho en los barrios humildes y faltos de equipamiento de Sevilla con esos 240 millones de euros!

LOS CARRILES-BICI

En contraste con el tranvía, Torrijos, el socio de gobierno de Monteseirín, dio algunos datos en vísperas del Velocity 2011 sobre la red de carriles-bici que se ha construido en paralelo al ‘Metrocentro’ impulsado por el PSOE.

Torrijos biciEn este tiempo se han  trazado 127 kilómetros de carril-bici, a un coste estimado (cifra extraoficial) de unos 30 millones de euros; se ha pasado de 13.824 ciclistas diarios a 68.261 y el uso de la bicicleta ha evitado una emisión de CO2 equivalente a la cantidad que habría compensado la plantación de 36.000 árboles.

Gracias a esta red, un 70% más barata que el ‘Metrocentro’ y que da servicio a gran parte de la ciudad, por los Jardines de Murillo, punto de confluencia con el tranvía, circulan cada día laborable 4.903 ciclistas (el 35% de los pasajeros esperados para el ‘Metrocentro’), con la diferencia a favor de los usuarios de las bicicletas que no gastan en electricidad, ni en compra de trenes, ni en su mantenimiento y piezas de repuesto y tampoco en sueldos de conductores y revisores.

Schumacher sostenía que lo pequeño es hermoso, y es cierto: las humildes y ecológicas bicicletas impulsadas por Torrijos aportan mucha más movilidad a mucha más gente y a mucho menor coste que el sucedáneo de Metro de Monteseirín.

‘Yo sigo’

torrijos--644x362Como tengo memoria histórica, también tengo presente el caso de Demetrio Madrid. El primer presidente democrático de Castilla y León fue procesado por un asunto ajeno a  su cargo, pese a lo cual, sin respetar su presunción de inocencia, fue empujado por sus adversarios a la dimisión y al ostracismo político y personal. Cuando años más tarde fue declarado inocente, no sirvió de nada y ni recuperó su cargo ni le compensaron por aquella injusticia. Han sido los propios políticos los que han pervertido la figura de la imputación hasta convertirla en el equivalente a una condena; y Torrijos uno de los más activos en esa línea al pedir en su día la expulsión de la vida pública de catorce políticos del PP imputados en otras tantas causas, sin esperar a ver si eran declarados culpables o inocentes. Ahora, cuando el imputado es él, no dimite, sino que, por seguir con la memoria histórica,  hace suya la muletilla del humorista Felipito Takatún (Joe Rígoli) en la Transición: ‘Yo sigo’. Torrijos ha creado una variante de la caridad: la excepción comienza por uno mismo.

La prueba del algodón

Imagine que es el consejero delegado de una empresa con unos 500 millones de euros de deuda y que entre sus activos figuran unos terrenos a nombre de una filial de la que su compañía es accionista mayoritaria y por los que recibe dos ofertas: una por más de 158 millones  y la otra por 106 millones. ¿Cuál aceptaría?

mercasevillaEl sentido común le dictaría la aceptación de la más alta, pero como en el Ayuntamiento, equivalente en el símil a esa empresa con 500 millones de deuda cuya filial –Mercasevilla- recibió esas ofertas de Noga y Sanma (filial de Sando), no impera el sentido común, sino intereses presuntamente espurios, los suelos del Merca fueron adjudicados a la más baja.

Y esa decisión fue adoptada con Torrijos como vicepresidente de la sociedad pública. Esta es una de las ramificaciones del caso Mercasevilla, por el que la juez Alaya ha imputado al alcaldable de IU. Su auto dice que del resultado de las pruebas practicadas “se deduce la responsabilidad y activa participación de Torrijos de modo especial en el proceso de adjudicación de la totalidad de los terrenos (de Mercasevilla) a Sanma”.

CLÁUSULA ‘AD HOC’

La magistrada sospecha que se convocó un concurso público para la venta del suelo con un pliego de condiciones que favoreciera claramente a Sanma frente al resto de aspirantes aunque su oferta fuese inferior.

AlayaPara ello se incluyó una cláusula que penalizaba las ofertas que excedieran del 10% de la media aritmética de todas las presentadas, cláusula que la juez calificó en su día como “antieconómica, contraria al interés general y no contemplada en la ley”.

Sando estaba pagando a Mercasevilla 58.738 euros/mes por un derecho de superficie sobre los terrenos pese a que aquél no estaba legalmente constituido, de ahí que, en supuesta correspondencia, el concurso fuera presuntamente amañado mediante esa cláusula que otorgaba siete puntos de ventaja a su filial Sanma por haber suscrito previamente el citado derecho.

Torrijos ha reconocido que fue él quien impulsó el  concurso para la venta del suelo en lugar de la subasta porque pretendía evitar la especulación si se encarecía el precio. Este argumento no sólo choca con la opinión de la juez, sino también con una circular emitida recientemente por la Intervención General del Estado en el sentido de que en los concursos públicos debe primar el precio sobre cualquier otra consideración.

Pero tal como expresó en otro auto la juez, el “hecho delictivo” que persigue no es el concurso público utilizado para la adjudicación en lugar de la subasta, por mucho que no fuese el idóneo, sino demostrar que se eligió con la idea de favorecer a una empresa determinada (Sanma).

EXCEPCIÓN A LA REGLA

pipaTorrijos ha sido imputado en vísperas de la presentación por  IU del ‘Compromiso Ético por la Regeneración Democrática’, un decálogo contra la corrupción según el cual sus candidatos dimitirán de forma “cautelar” en caso de ser imputados o procesados por corrupción política o urbanística, supuesto este último en que se halla ahora el alcaldable, que corre el riesgo de una segunda imputación por un presunto delito de coacciones y contra la integridad moral de los trabajadores de Sevilla Global.

Torrijos se ha caracterizado por su cruzada contra los políticos en la misma situación procesal que él. Así, el 15 de octubre de 2008 ofreció una rueda de prensa en la que divulgó las mociones que IU llevaría al Pleno. Destacó una propuesta para exigir a la dirección del PP la dimisión “inmediata” de hasta 14 de sus cargos  que estaban imputados en causas judiciales. El alcaldable de IU subrayó que pretendía “apartar de la vida pública a personajes que se encuentran o imputados o condenados o con implicación notoria y evidente en casos de todo tipo”.

Torrijos retó al PP a incluir en otra propuesta a cargos de IU en la misma situación. Pues bien, ahora es el alcaldable de la coalición de izquierdas quien se ve reflejado en su propio espejo y, por tanto, para ser consecuente consigo mismo debería dimitir, por más que su correligionario Llamazares trate de dilatar la situación en espera de si es procesado o no. Nada de eso dice el código ético de IU, que de no ser aplicado en el caso de Torrijos quedará como papel mojado. El propio Torrijos ya ha anunciado que no dimite porque se considera inocente y porque su caso  no entra en los supuestos del código ético. Osea, que él es la excepción a la regla. ¿Acaso no se proclamaban también inocentes los otros políticos imputados, pese a lo cual él exigía su expulsión de la vida pública sin contemplaciones?

EL PACTO CON EL PSOE

La imputación de Torrijos deja en una posición injustificable  a IU y lastra al alcaldable socialista, Espadas, a la hora de repetir un hipotético acuerdo postelectoral si el candidato de IU se obceca en mantenerse en la carrera por el Ayuntamiento. El PP, raudo, ya pregunta públicamente a Espadas si va a pactar con un Torrijos imputado en un caso de presunta corrupción urbanística. El candidato del PSOE guarda por ahora un significativo silencio.

Cuando Torrijos presentó su propuesta de expulsión de la política de cualquier imputado y cayó en la cuenta de que en su lista no estaba incluido ningún edil del PP sevillano, ironizó diciendo que “la vida es larga” y destacó que su moción al Pleno era la “prueba del algodón” del supuesto compromiso de los concejales de Zoido contra la corrupción. Poco podía imaginar que, como efectivamente la vida es larga, iba a ser él mismo quien se erigiera en  “la prueba del algodón” de IU.

Un nudo más

Torrijos 2En el suelto ‘Cuerda de imputados’ hice un recuento de concejales, altos cargos y correligionarios del entorno más próximo al (sin) alcalde que acaban desfilando ante la Justicia por los numerosos escándalos que han enfangado los doce años de mandato de Monteseirín, la peor etapa de la reciente historia de Sevilla. Ahora, la cuerda tiene un  nudo más tras la imputación de Torrijos por la juez Alaya en el caso Mercasevilla, la madre de todos los corderos que han ido saltando después, EREs incluidos. El primer teniente de alcalde alardeaba entre calada y calada a su característica pipa de que en el Merca no se movía un solo papel sin que él lo supiera, pero a raíz de estallar el escándalo ha procurado ponerse de perfil. No ha colado. Fran Fernández y Torrijos han sido los dos últimos de Filipinas del (sin) alcalde en acabar en la lista negra. Monteseirín se mantuvo en el Poder merced a la campaña del ‘urbanismo bajo sospecha’. Ahora, deja el Poder no con el Urbanismo, sino con el Ayuntamiento entero sospechoso de corrupción. Este es su legado y no el de las setas.

Monteseirín se hizo su foto

El Boletín Oficial del Estado del pasado 29 de enero publicó la reforma de la Ley Electoral, por la que se regirán las elecciones municipales del 22 de mayo y los sucesivos comicios autonómicos y generales dentro de aproximadamente un año. El objetivo declarado por el legislador para esta modificación normativa es, por una parte, evitar la incidencia de los poderes públicos en las urnas mediante la realización de campañas institucionales e inauguraciones de obras; y, por otra, reducir la publicidad y la propaganda al limitarla estrictamente al periodo (15 días) de la campaña electoral.

Para comprender la fiebre de primeras piedras e inauguraciones de obras más inacabadas que la famosa sinfonía de Schubert de los últimos días en Sevilla hay que remitirse a la introducción de estos  dos apartados clave en el artículo 50 de la Ley Electoral reformada:

1)      Desde la convocatoria de las elecciones y hasta la celebración de las mismas queda prohibido cualquier acto organizado o financiado, directa o indirectamente, por los poderes públicos que contenga alusiones a las realizaciones o a los logros obtenidos, o que utilice imágenes o expresiones coincidentes o similares a las utilizadas en sus propias campañas por alguna de las entidades políticas concurrentes a las elecciones.

2)      Durante el mismo periodo queda prohibido realizar cualquier acto de inauguración de obras o servicios públicos, o proyectos de éstos, cualquiera que sea la denominación utilizada, sin perjuicio de que dichas obras o servicios puedan entrar en funcionamiento en dicho periodo.

ROZANDO EL LÍMITE LEGAL

Como Alfredo Sánchez Monteseirín ha calculado que la convocatoria oficial de las elecciones municipales del 22-M se iba a publicar  en el Boletín Oficial del Estado  el día 28 de marzos o, a lo sumo, el 29, se apresuró  a anunciar para el domingo 27 de marzo  la ‘inauguración’ de su particular estadio olímpico o mausoleo político de las setas de la Encarnación, cuyo coste global estimamos en su día en unos 140 millones de euros (valorando, además de las obras actuales, las indemnizaciones por la paralización del primer proyecto, que se elevaron a nueve millones de euros,  y la aportación en especie del edificio de la Hacienda Municipal para que Sacyr lo explote durante cuarenta años y que fue tasado en más de 32 millones de euros por el Ayuntamiento).

encarnacion 4La ‘inauguración’ del icono de la era alfrediana es una metáfora del personaje y de su política, ya que todo aquí hoy es pura fachada con el fin de que, antes de que entrara en vigor la prohibición legal de inaugurar nada,  Monteseirín pudiera hacerse la foto oficial del paripé del fin de las obras, que acumula cuatro años de retraso sobre la fecha inicialmente prevista de mayo de 2007 (para las anteriores elecciones municipales), pese a lo cual el alcalde, cómplice de la situación con tal de vez alzadas las setas y dejar su huella para la posteridad en la trama urbana de la ciudad, ha sido incapaz de imponer sanción alguna a la empresa constructora.

EL PRECEDENTE

La impostura de Monteseirín le lleva a ‘inaugurar’ unas obras inacabadas y hasta por fases, como ya hizo con el mercado, cuya actividad se ha desarrollado durante meses en un escenario plagado de andamios y con un trasiego de operarios trabajando a triple turno (¿quién ha pagagado este sobrecoste y por qué no se aplica  para rematar otras obras menos electoralistas?), con el riesgo que ello implicaba para los clientes de la plaza de abastos.

Ni la autoridad (¿?) laboral ni Torrijos, tan aparentemente preocupado por la seguridad laboral, han alzado la voz. Como tampoco la Policía Municipal, encargada de velar por que se cumplan las Ordenanzas contra el Ruido en horario nocturno, el mismo en que se han hecho todo tipo de trabajos en el Metropol Parasol sin importar las molestias que estuvieran causando al vecindario.

La compañera Ana Sánchez Ameneiro hizo un estupendo trabajo de campo periodístico al indagar sobre el terreno de la Encarnación y en las cuadrillas de operarios que estaban trabajando contra el reloj en las setas. El testimonio recogido de un jefe de cuadrilla deja en evidencia las mentiras de Monteseirín: “No sé a quién quiere engañar –aseveró el operario- el Ayuntamiento. Nosotros tenemos aquí trabajo para dos o tres meses más. Los alrededores de los parasoles sí puede que estén urbanizados a tiempo para que pase el alcalde y se haga la foto, pero no así los demás elementos del proyecto”.

DOS O TRES MESES MÁS

Según el inventario de mi colega, para poder dar por finalizadas las setas quedan por rematar al menos siete tareas todavía, entre ellas pintar con poliuretano las copas de dos parasoles, revestir de hormigón y de metal la base de dos setas, acabar el restaurante-mirador y abrirlo, equipar el Antiquarium y probar su equipamiento multimedia…. Una labor para la que harán falta dos o treses meses más de trabajo, lo cual no es óbice para que  Monteseirín haya protagonizado  otra de sus farsas: el paripé de inauguración de su faraónico proyecto, con, probablemente, hasta una placa en cualquier parte que empiece por la manida fórmula de “siendo alcalde….”.

Pero, muy a su pesar y tal como nos enseñaron en la Facultad de Periodismo, la noticia no es que un perro muerda a un hombre, sino al revés. Y la noticia que ha desmontado la farsa ha sido, a partir del lunes 28 de marzo, ver la foto de los operarios rematando por dentro y por las alturas  unas setas que, según la versión oficial y el aparato de propaganda del alcalde, ya están terminadas desde hace una semana.

Espadas y el techo de Zoido

A menos de tres meses ya de las municipales (22 de mayo), el ambiente preelectoral se caldea aún más con las encuestas. En la última semana se han divulgado las de Cepes-Andalucía, Gesta y Commentia. Las dos primeras, de alcance regional, aunque para las autonómicas quede aún un año; la tercera, sobre Sevilla capital.

Juan Ignacio Zoido

Juan Ignacio Zoido

Los tres sondeos auguran la victoria del PP. En dos casos, por mayoría absoluta, y en otro, rozándola. Son ya, pues, una docena de sondeos  los que desde hace un año reflejan una tendencia cada vez más acentuada a un vuelco político en Andalucía y Sevilla que, de producirse finalmente, tendría una dimensión histórica.

Algún observador político que ha escrutado el sondeo de Cepes ha destacado un dato que ha pasado inadvertido pero de vital importancia: el PP ganaría también ahora al PSOE unos comicios en la provincia de Sevilla.

Por su parte, Commentia augura que, también por primera vez, el PP con Zoido al frente obtendría la mayoría absoluta (17 concejales) en Sevilla capital.

INTERPRETACIÓN INVERSA

La reacción del alcaldable socialista, Juan Espadas, ante el sondeo es insóilita, ya que interpreta lo contrario de lo que muestran los datos: “El PP, tanto en España como en Andalucía  y Sevilla –ha dicho- ha tocado techo, porque aunque tiene una masa de votantes perfectamente definida, ese electorado no le permite lograr una mayoría absoluta que le deje gobernar. En el PSOE estamos acostumbrados a trabajar en otros escenarios”.

Esos otros escenarios a los que alude son las coaliciones –primero, con el PA; luego, con IU-, que han permitido al PSOE hacerse con la Alcaldía, pero al coste de entregar a sus socios, con autonomía plena, importantes parcelas de poder y del presupuesto.

Espadas no quiere enterarse de que a la luz del sondeo da igual que aluda a una nueva coalición con IU, porque el PP obtendría ahora mismo la mayoría absoluta. Y según expertos en demoscopia, Zoido aún no ha tocado techo: en función del grado de participación podría lograr 18 e incluso 19 concejales.

VOTO VERGONZANTE

Parafraseando a Javier Cercas, recién conmemorado  el XXX aniversario del 23-F, un sondeo no es más que la anatomía de un instante, de ahí que Zoido no deba lanzar todavía las campanas al vuelo. Y es que Commentia desvela la existencia de un voto vergonzante socialista en Sevilla. ¡Quién lo habría dicho hace tan sólo unos años! Antes, los simpatizantes de la Derecha se avergonzaban de revelar sus inclinaciones políticas. Ahora, las tornas han cambiado y por los antiefectos Zapatero y Monteseirín  un 23% de quienes otrora votaban al PSOE están deshojando la margarita de la duda:  votar, no votar o cambiar su sufragio.

Si a ellos se les une otro 20% de indecisos, resulta que esta foto instantánea que son los sondeos a menos de tres meses del 22-M no ha captado aún nítidamente a casi la mitad de los electores. Por esta circunstancia, basta con que en el último minuto un significativo porcentaje de ellos decidan votar incluso con la nariz tapada para hacer trizas la imagen que hoy proyectan las encuestas.

Hechas estas salvedades, habría que estar ciego sin embargo para ignorar que desde hace 14 meses los sondeos dibujan constantemente la victoria del PP.

EN CLAVE DE PACTO

Este hipotético triunfo ya está asumido en el inconsciente del alcaldable socialista desde hace tiempo, por más que Espadas proclame que su lista, que lleva por delante sus fichajes ‘galácticos’ como independientes, va a ser el revulsivo que los indecisos y los simpatizantes avergonzados necesitaban para salir de su atonía.

Espadas y Torrijos

Espadas y Torrijos

A su alusión de que el PSOE contempla otros escenarios que no son su propia mayoría absoluta ni la del PP, hay que unir la polémica que mantuvo con Torrijos acerca de que nunca le entregaría la Delegación de Economía, en un intento de distanciamiento y de congraciarse con los empresarios,  máxime tras la declaración del titular de la Delegación como persona ‘non grata’ por la hostelería a raíz de participar  en un piquete durante la huelga general. Expresarse en tales términos denota por parte de Espadas la interiorización de la necesidad de un pacto postelectoral con Torrijos como consecuencia, obviamente, de una victoria de Zoido o una casi improbable mayoría relativa socialista.

EL TIEMPO VUELA

Zoido, por su parte, también ha proyectado inconscientemente que no confía en la mayoría absoluta, pues en tal caso no se hubiera empeñado en el debate a tres en  Giralda Tv en que Espadas y Torrijos se comprometieran a respetar la lista más votada y no pactar entre ellos. Olvidaba Zoido que Becerril y Rojas Marcos pactaron en su día contra la lista más votada de Yáñez para arrebatarle la Alcaldía.

Tras veinte años de gobiernos de coalición de casi todos los colores en la ciudad, Zoido se ha impuesto cautela, pues ya sufrió una amarga experiencia en las últimas elecciones pese a haber sido el ganador.

Ahora bien, quien no puede permitirse el lujo de ser cauteloso, sino osado en pos de la victoria es Espadas. La herencia de Monteseirín es un lastre difícilmente olvidable, y ahí están las ‘setas’ para recordarlo de forma permanente; su lista con independientes en puestos de privilegio puede tener un efecto ‘boomerang’ desmovilizador entre las bases y simpatizantes del PSOE en los barrios; es el candidato más desconocido; los sondeos están en su contra y sólo le quedan 84 días para revertir la situación.

Espadas dice que ésta es una carrera de larga distancia y que él es “un corredor de fondo”. Todavía no se ha percatado de que, en su caso y máxime  por haber salido el último, es una carrera contra el reloj.

El bouquinista

bouquinistaAl contrario que su homónimo de ficción creado por Ariosto, Orlando Rivera es un pacífico exiliado cubano que, por azares de la vida, ha acabado como librero ambulante en los Jardines de Murillo. Mientras que a Juan Ramón Aguedilla le mandaba moras y claveles, a Orlando los viejos le regalan libros de eso mismo, para que los venda y se gane unos eurillos, cuando no es él quien los salva de la basura, los recicla y los expone a la curiosidad de jueces, universitarios y transeúntes. El otro día, los polis de Mir, esos que no veían nada raro en los mercadillos bajo la  influencia de Torrijos, le requisaron su inocente mercancía de segunda mano y ahora le exigen 85 euros, en concepto de multa, por  recuperarla. Cuando Neruda estaba postrado en Isla Negra y llegaron los golpistas de Pinochet en busca de armas, el nobel les dijo que debajo de su cama tenía una bomba muy peligrosa: obras de poesía. Los guindillas de Monteseirín, en plan Fahrenheit 451, piensan eso mismo de todos los libros. En la ciudad de las personas no hay, como en París, lugar para el bouquinista.

Trasquilado

Torrijos dosTal como, en plan fray Luis de León, decíamos ayer, Antonio Rodrigo Torrijos se queja amargamente de que aun siendo primer teniente de alcalde – o eso se cree él- no se le facilitan los datos sobre Tussam que pidió por el conducto reglamentario del pacto de gobierno hace tres meses. En vez de vuelva usted mañana, vuelva en un semestre. Las cosas del palacio (de invierno) van despacio. El mini escándalo montado por el portavoz del grupo Izquierda Unida, de no ser una maniobra previamente acordada de distanciamiento cara a la galería ante la proximidad de las elecciones, se presta a una segunda lectura. Tiene gracia, o más bien ninguna para el (sin) primer teniente de alcalde, que quien al alimón con Monteseirín ha expulsado a la Oposición de los consejos de administración de las empresas municipales para ocultarle información sensible (pensemos, sin ir más lejos, en Mercasevilla) se queje ahora de que a él le hagan lo mismo sus socios del PSOE. ¿Qué tal sienta, Antonio, una ración de tu propia medicina a modo de purgante? Quien a hierro mata, a hierro muere.