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Desmemoria

Griñan-EspadasEl presidente de los andaluces, al que yo respeto más que su propio su partido, donde  malévolamente ya empiezan a llamarle  Pepe Gri(s)ñán por el panorama del mismo color que pintan las encuestas (tan “inauditas” para el PSOE como para la Junta la lluvia en forma de chuzos de punta en Écija), ha dicho al presentar a Juan Espadas como el futuro Martínez de la Rosa –inventor del pasteleo político- de IU que “entre Del Valle y Alfredo no se hizo otra obra que la portada de la Feria”. Se equivoca, señor presidente. Por en medio se construyó un estadio presuntamente olímpico en la isla de la Cartuja, presentado por el PSOE como supremo ejemplo del dispendio de Alejandro Rojas Marcos. Pero, ¿adivina Griñán quién votó a favor de su construcción y pagó buena parte de su factura cuando era presidente de la Diputación y luego alcalde de Sevilla? Pues el mismo que también votó cinco veces a favor del parking subterráneo que se cargaba los restos arqueológicos en la Encarnación y luego mejoró el dispendio con un estadio olímpico bis en forma de setas: Monteseirín.

‘Okupas’

Fran Fernández, el concejal que ve la vocación en los solares al igual que León Felipe veía poemas en las piedras pequeñas y aventureras como tú, no es el único entre los equipos del (sin) alcalde que ‘okupa’ propiedades ajenas. Carmelo Gómez, otro de los ángeles caídos de Monteseirín, se puso a asfaltar para parking una explanada particular  sin encomendarse ni al Registro de la Propiedad ni a Urbanismo cuando era delegado de la Macarena. Ya les conté lo de la zona verde en suelo ajeno inaugurada por Parques y Jardines. ¿Acaso Marchena no avaló con los fajos de billetes la ‘okupación’ de los terrenos por los chabolistas de Los Bermejales con el argumento de que gozaban de un derecho adquirido? Y Alfonso Mir, ¿no ‘okupó’ también la caseta de las limpiadoras en la Feria? La ‘okupación’ es una práctica inveterada del Consistorio de Monteseirín, convertido en sumatorio de ediles con vocación usurpatoria. Si un día el juez le preguntara a Fran quién diseñó los parkings sobre suelos privados, éste bien podría invocar a Fuenteovejuna: todo el Ayuntamiento a una.

Menos lobos

El (sin) alcalde ha vuelto a ‘sostenella y no enmendalla’ al decir que el proyecto de las setas de la Encarnación generará, sólo en su primer año, ojo, 165 millones de euros de beneficios para Sevilla. Alfredo en el país de las maravillas. Menos lobos, como en el chiste de aquel cazador que empezó viendo una manada y acabó por reconocer que al menos se habían movido unos matorrales por efecto del viento. Y es que Monteseirín va a modificar los estatutos del Patronato del Real Alcázar para que parte de los dineros que recauda el Palacio Real más antiguo de Europa se desvíen a la conservación del ‘Antiquarium’ bajo las setas. Si el Parasol sin Metropol va a generar ‘cienes’ y ‘cienes’ de millones de euros, más aún que la Semana Santa y la Feria al ojo de buen cubero de Emilio Carrillo con sus cifras malabares y cuyo nombre es mentarle la bicha al (sin) alcalde, ¿cómo es que hay que echar mano del Alcázar para pagar el recibo de la comunidad del ‘Antiquarium’ de la modernización  de Sevilla según Alfredo? El discurso de Monteseirín siempre acaba negando la mayor.

Colegios

Hay en el calendario fechas más o menos inmutables que permiten planificar con una antelación más que suficiente las actividades públicas asociadas a estos días ‘señalaítos’, por decirlo con terminología trianera. Y ya que hemos citado el arrabal, empecemos la relación por la Velá de Triana y sigamos sin orden ni concierto por la Semana Santa, la Feria, la Cabalgata de los Reyes Magos, el día de San Fernando, la Virgen de los Reyes, el Corpus, el Primero de Mayo, la Purísima y el día de la Constitución, la Navidad….¿Verdad que todos los años se sabe desde el primero de enero que el curso escolar comienza, día arriba día abajo, en septiembre? Pues el Ayuntamiento se da trazas cada verano en lograr que la mayoría de las obras que emprende en los colegios no estén listas para el nuevo curso. De los 63 centros en que se está trabajando durante las vacaciones estivales, sólo 27 estarán a tiempo para la cita con alumnos y profesores. El de Conservación de Edificios Municipales es el único concejal del Ayuntamiento que tropieza dos veces (y más) con el calendario.

Precipicio

Tras acordar Tussam  pedir un crédito de 12 millones de euros para pagar las nóminas, el (sin) alcalde ha dicho que estos problemas no son de hoy porque la empresa municipal  “siempre ha estado al borde del precipicio”. Monteseirín es un experto en manipular la historia. Tal como recordamos en su día, doña Sole (Becerril) puso a cero el contador de las pérdidas de Tussam antes del traspaso de poderes municipales a Alfredo, en 1999. Desde entonces, gracias a la política de barra libre con los sindicatos practicada por el (sin) y materializada en generosos convenios con subidas superiores al IPC en las vísperas de los Viernes de Dolores y de los lunes del ‘alumbrao’ de la Feria (Guillermo Gutiérrez dixit), Tussam ha acumulado 384 millones en números rojos, salvados sólo por la campana de las aportaciones extraordinarias municipales y de los créditos bancarios. Pan para hoy y hambre para mañana. Si, como dice Monteseirín, Tussam ha estado siempre al borde del precipicio, todos estaremos de acuerdo en que con él la empresa municipal ha dado un paso al frente.

Asfixia

Castilblanco ha suspendido la feria por la asfixia de las arcas municipales, hasta el punto de que en el último Pleno se acordó rebajar en un 30% el sueldo de 2.160 euros netos que cobra el alcalde y la nómina a tres concejales; quitarle la remuneración a otro edil; suprimir dos cargos de confianza del equipo de gobierno, y recortarle los pagos a otros dos. Yo ya he perdido la cuenta de cuánta gente estaba cobrando de las arcas municipales. ¿No iban a estar asfixiadas las pobres, por  tantos como metían la mano en ellas? Yo me crié en un pueblo que, como Castilblanco ahora, tenía unos 5.000 habitantes y nunca conocí que el alcalde y los concejales cobraran un duro, ni que hubiera cargos de confianza en nómina. Ser alcalde en un pueblo era, al tiempo que un honor, un servicio altruista a la comunidad, donde todos éramos medio familia o una gran familia. Ahora, gracias a la crisis nos estamos enterando de que cualquier politiquillo de pueblo tiene coche oficial con chófer incluido o se ha liberado –nunca mejor dicho- a costa del dinero de los contribuyentes.

El dilema

Espadas declaró en Canal Sur que los sevillanos querían “un cambio, una renovación” y que él no se iba a convertir “en el acompañante de Monteseirín para salir en la foto”. Pues bien, Alfredo lo pone hoy a prueba con una invitación saducea, pues además de a sus fieles ejecutados del sector crítico lo ha convocado también a él, por SMS, a una comida de hermandad en el restaurante ‘La nueva victoria’, de Sevilla Este. La denominación del local donde van a reunirse los derrotados en la batalla contra Viera no hace honor a la realidad, pero Alfredo lanza mensajes simbólicos, quizás porque ve demasiadas películas de Nicolas Cage. ¿Qué hará Espadas? Si va y lo sacan en la foto junto a Monteseirín, como ya le pasó en la caseta de la Feria, quedará retratado como el continuista del (sin) alcalde, más de lo mismo, para gozo del propio Alfredo y de Zoido. Y si no va, se arriesga al boicot interno de Alfredo y los críticos. Espadas tiene una coartada perfecta. Hoy es 24 de junio, él se llama Juan y siempre puede decir que acostumbra a pasar su onomástica en familia.

La caseta de Feria de Adán y Eva

El PSOE usó en el último Pleno el libro de estilo de Monteseirín: enmerdarlo todo para  tapar sus escándalos. Lo hizo desde con el impago del sello del coche hasta con el desalojo de los chabolistas de Los Bermejales, y la caseta de Feria no iba a ser excepción, sino la regla. Fran Fernández se remontó hasta una supuesta irregularidad de los padres del pepero Goro Serrano. Si le hubiera hecho falta habría llegado hasta Adán y Eva, aunque en nada habría cambiado la naturaleza del asunto: Mir se apropió de la caseta de las limpiadoras. El mensaje socialista era claro: todos somos iguales ante la desvergüenza. ¿Dónde, pues, la pretendida superioridad moral de la izquierda? En vez de expulsar a los inmorales, al margen de lo que haga la Derecha, el PSOE los cobija. ¿Es éste el partido de Pablo Iglesias? Lo peor fue ver que Fran Fernández no trataba de depurar responsabilidades, caiga quien caiga, sino que ofrecía al PP un oscuro pacto de silencio. Nunca como en este Ayuntamiento llegó a un nivel más bajo la Democracia, que por definición significa transparencia.

Fastidio

Lo contó el viernes la Cadena SER. El (sin) alcalde había confesado que para él la Feria era un fastidio. Ya la lió al recomendar que los sevillanos se fueran a la playa y dejaran el  Real a los turistas. Era una coartada: al instar a la desbandada general podía camuflar la suya propia. Lo peor no fue la recomendación, sino su cobardía al no reconocerla y, cuando supo que no se lo habían grabado, emprender otra caza de brujas contra la prensa. Para el (sin) alcalde ha sido un fastidio esta Feria: reírse en la foto junto a Espadas, el alcaldable ‘in pectore’ que podría ocupar su sillón, y ver cómo Susana hacía  de alcaldesa en la crisis de Tussam mientras él ni estaba ni se le esperaba. El ciudadano Monteseirín puede decir que la Feria es un fastidio, pero no es políticamente correcto que lo diga el (sin) alcalde, como no lo fue que Rajoy tachase de ‘coñazo’ el desfile de la Fiesta Nacional. Lo malo para el (sin) alcalde es que como sigue tragando quina con tal de que el PSOE le dé un cargo futuro, aún le queda otra Feria. Si no querías caldo, Alfredo, dos tazas.

La injerencia

La secretaria de Organización del PSOE (A), Susana Díaz, ha dado un balón de oxígeno a los sindicalistas de Tussam que habían declarado huelga de autobuses durante la Feria al involucrarse en el conflicto al margen del Ayuntamiento y lograr así que los huelguistas tuvieran la excusa perfecta para suspender el paro el miércoles bajo la promesa de renegociarlo todo desde cero a partir de mañana.

La injerencia de Susana Díaz es un error desde todos los puntos de vista, por más que el PSOE haya tratado de justificarla diciendo que el objetivo de su mediación era “impedir perjuicios a los ciudadanos durante la celebración de una de las fiestas más importantes y universales de la capital hispalense”. Ese argumento se vuelve en su contra, porque al invocarlo les hace el juego a los huelguistas, los cuales usan precisamente el miedo de los políticos a esos perjuicios a los sevillanos para conseguir su objetivo: doblegar la resistencia de Tussam ante sus exigencias.

Susana Díaz les ha dado un balón de oxígeno cuando más lo necesitaban porque la huelga estaba siendo un fracaso a pesar de los piquetes, las lunas rotas, los balines contra los autobuses, los pinchazos en las ruedas y demás actos de sabotaje de los que los huelguistas dicen no saber nunca nada y que tratan de asociar a “los altercados frecuentes que sufre la línea de Torreblanca”, cuando no se tiene noticia de dichos altercados en todo el año y ‘casualmente’ rebrotan cada vez que hay un conflicto laboral en la empresa municipal.

FRACASO

La huelga habría sido un éxito si la Feria hubiera estado al menos medio vacía, pero tal como reflejaba la crónica de nuestro compañero Chema Rodríguez  y puede dar fe quien suscribe, el martes por la tarde y por la noche –primer día efectivo de huelga para el festejo- el Real estaba repleto de gente: “Lo que se preveía un caos de proporciones bíblicas ha quedado reducido a pequeñas molestias. Si alguien pensaba que la huelga de Tussam –escribía Rodríguez- iba a ser algo así como la erupción del volcán islandés de nombre impronunciable, todo apunta a que se equivocó”.

La festividad del miércoles actuó en contra de los huelguistas al dar más margen de maniobra y recuperación a los sevillanos, y de no haberse suspendido la huelga por la precipitada y anómala intervención de Susana Díaz, se habría cruzado el ecuador del festejo y hasta la recta final con la demostración palpable del fracaso sin paliativos del paro y de lo injustificado del miedo que el Ayuntamiento ha tenido al comité de Tussam durante la era Monteseirín.

Ese miedo es el que ha dado alas a los sindicatos y les ha permitido, como reveló Guillermo Gutiérrez, obtener dos tercios de su masa salarial (más de 60 millones de euros/año) en forma de complementos y pluses en la ‘noche del pescaíto’ por la sempiterna amenaza de dejar la Feria sin autobuses. Pues bien, este año, como ya no queda un euro más en la caja y el alcalde ya no tiene nada que perder políticamente, han privado de bus la ciudad y no ha pasado apenas nada: Sevilla ha demostrado que puede con todo y también con la falta de medios públicos de transporte. Se ha roto un tabú.

‘PUENTEO’

Sin embargo, cuanto más débiles estaban los huelguistas y más se estaba fortaleciendo la posición de Tussam en defensa de los contribuyentes sevillanos, que son quienes han pagado los 384 millones de euros de pérdidas en la era Monteseirín, Susana Díaz se involucró absurdamente en el conflicto al plegarse a los manifestantes que previamente habían rodeado la caseta municipal en busca del alcalde y que luego hicieron lo propio ante la caseta del PSOE (A) en busca de Griñán. Lo que nunca pudieron imaginar aquéllos y sobrepasó sus expectativas era que la secretaria de Organización les iba a montar una reunión en la sede de los socialistas sevillanos con el presidente de Tussam, Francisco Fernández, y a forzar a éste a renegociar.

Una cosa fue el intento de mediación que antes del inicio de la huelga realizó Viera, y otra muy distinta ha sido que en pleno conflicto una dirigente política ajena al Ayuntamiento se haya sentado con un comité de huelga que ni había desconvocado el paro y asumiendo unas competencias ajenas. Como dijo Guillermo Gutiérrez, no era un problema del PSOE, por lo que holgaba esa reunión en Luis Montoto, sino un problema del Ayuntamiento. Susana Díaz, a lo máximo que debería haber llegado en un gesto de buena voluntad que no habría merecido reproches tendría que haber sido a pedir la mediación de la Delegación de Trabajo, pero al final ha acabado suplantando las funciones de Tussam, del Ayuntamiento y de la Junta al empeñarse ella en gobernar desde el partido. Veremos ahora qué concesiones se hacen a los sindicatos para salir del atolladero cuando aquellos se habían quedado sin argumentos por la resistencia de la dirección de Tussam y sus propias divisiones internas, ya que muchos conductores veían que iban a perder 1.400 euros por efecto de la huelga  (el plus del miércoles festivo y 1.200 euros del plan de calidad) y querían volver al volante.

La única postura coherente en  esta historia ha sido la del vicepresidente de Tussam, Guillermo Gutiérrez, que al verse desautorizado desde fuera ha dimitido y señalado con acierto que Susana Díaz ha enseñado a los sindicatos cuál es la estrategia de ‘puenteo’ que deben seguir a partir de ahora. La secretaria de Organización ha convertido una cuestión que atañía sólo a Monteseirín y al Ayuntamiento en un problema del PSOE(A) y de Griñán.