Archivo por meses: diciembre 2010

Desprecio

El (sin) alcalde, que desvió 172 millones a las setas y otros delirios arquitectónicos para que además de la cotidianidad la posteridad lo tome por loco, el (sin), decía, hizo en plan trilero  que ese dinero del PGOU para los sistemas generales de los futuros barrios acabara en el Metropol & Cía. Ahora ha  tenido que entonar un ‘mea culpa’ en forma de pacto con los señores del ladrillo,  para que no lo lleven directamente al Juzgado de Guardia. Para representarle en la negociación, el (sin) nombró a su valido Marchena, acostumbrado a disfrutar de gañote  de pinceladas de mariscos al centro con los constructores, por aquello de su época de gerente de Urbanismo. Pero para su escarnio, y sorpresa de Monteseirín, los ladrilleros reclamaron otro interlocutor porque ya no le aguantan ni mijita sus modos matoniles. El desprecio de sus antiguos comensales ha sido un duro golpe a su vanidad. Y es que el valido ya no asusta a nadie desde que lo imputaron en Mercasevilla y los reyes magos le echaron carbón en el Ateneo. Como cantaba Dylan, los tiempos están cambiando.

Yogures municipales

Cuenta Chema Rodríguez, haciéndose eco de una denuncia del sindicato policial, que la dejadez del Ayuntamiento a la hora de adaptarse a los cambios legales en materia de tráfico podría provocar la anulación de miles de multas, por un defecto de forma al haberse usado durante meses formularios caducados en vez de los nuevos. Y añade: “las diferencias entre unos y otros apenas son perceptibles, aunque las hay”. El Servicio de Multas, sin embargo, pasa por alto la caducidad y da validez a las multas del último período. Se limita a aplicar la doctrina vigente en el Ayuntamiento, pues no en vano al frente del mismo (es un decir) hay un alcalde que figura como tal a pesar de que hace meses que está tan caducado como los formularios de la Policía Municipal: desde que Griñán lo defenestró por medio del famoso teletipo de Europa Press. Parafraseando a los guindillas, las diferencias entre un alcalde que se siente con mando en plaza y otro más caduco  que un yogur apenas son perceptibles, pero las hay. La principal, que el caducado está más agrio que de costumbre.

Segunda inundación con la Agencia del Agua

La crecida del Guadalquivir supera a la que provocó las inundaciones de hace diez meses

La gestión de los embalses no logra contener las riadas en la cuenca del río, traspasada a la Junta

La riada del Guadalquivir en diversas poblaciones de su cuenca hidrográfica y de su afluente el Genil a su paso por  Écija ha vuelto a sorprender a la Agencia Andaluza del Agua por segunda vez en 2010, ya que a principios de año el organismo gestor de los recursos hídricos en Andalucía tras el traspaso de las competencias a la Junta por parte del Gobierno ya vio cómo el río se desbordaba e inundaba municipios de su vega.

El manejo de los pantanos no impidió entonces la avenida del río, y ahora, tampoco, con la agravante de que ahora ha circulado aún más agua que hace diez meses por las presas en los momentos álgidos del actual temporal.

El 25 de febrero de 2010 fue la fecha culminante de la penúltima riada del Guadalquivir, cuando con toda la cuenca en estado de alerta por las inundaciones registradas a lo largo del curso del río, en la presa de Alcalá, considerada como el indicador fundamental por su cercanía a Sevilla capital y a los pueblos en situación de mayor riesgo por su ubicación en el tramo final, el caudal circulante era de 2.958,76 m3 de agua por segundo.

Ayer, día 8 de diciembre, a media mañana, el río circulaba por ese mismo punto transportando 3.247,37 m3/segundo. Peor aún era la situación en Peñaflor, donde en febrero el Guadalquivir arrastraba 2.141,90 m3/segundo y ayer el volumen de agua era 1.000 m3 más: 3.144,40.

Hace diez meses, las críticas llovieron sobre la Agencia Andaluza del Agua por su ineficaz manejo de los desembalses en la cuenca del río. Se le achacó que cuando quiso reaccionar fue demasiado tarde y el volumen del agua embalsada era tal que no había margen de maniobra para contener la afluencia de líquido por las fuertes precipitaciones y tuvo que desembalsar sin más remedio.

Hay que recordar que Andalucía sufrió un temporal de lluvias desde la Navidad de 2009 hasta mediados de enero de 2010 y que tras un paréntesis de aproximadamente un mes, el temporal se recrudeció a partir de mitad de febrero, con la máxima crecida del río hacia el día 25 de dicho mes.

Justamente la falta de desembalses cuando el tiempo dio una tregua a partir de mediados de enero es de lo que acusaron a la Agencia del Agua alcaldes y regantes que se dieron cita en Palma del Río durante la visita de Griñán y la entonces vicepresidenta del Gobierno, Mª Teresa Fernández de la Vega, para conocer los daños de las inundaciones.

Las mediciones del caudal del Guadalquivir por la presa de Alcalá del Río indicaban que hasta el 16/17 de enero se registraron unas medias de alrededor de 2.000 m3/segundo (1.800 m3 en estas fechas; 1.959 m3 hacia la festividad de Reyes), pero que entre el 21 de enero y el 15 de febrero aproximadamente el caudal medio descendió de forma muy acusada, con una media incluso inferior a los 300 m3/segundo (416 m3 el día 20 de enero; 112 el día 27).

Aun así, los embalses se hallaban al 75% -80% de su capacidad y la previsión meteorológica indicaba un nuevo temporal con fuertes lluvias a partir de la segunda quincena de febrero. La Subdelegación del Gobierno en Sevilla envió por entonces al Ejecutivo central a Madrid un informe en que preveía que el Guadalquivir alcanzaría los 3.000 m3/segundo a su paso por Sevilla, pero estos datos no fueron tenidos en cuenta por la Agencia Andaluza del Agua, responsable de la gestión del río tras la transferencia de las competencias, la reivindicación estrella de Chaves durante su última etapa al frente de la Junta.

La historia ha vuelto a repetirse, porque el actual temporal, anunciado con reiteración por los meteorólogos en vísperas del ‘puente’ de la Constitución, ha pillado de nuevo, por así decirlo, a la Agencia Andaluza del Agua con los pantanos a una media similar.

Con fecha 7 de diciembre de 2010, la Agencia emitía una nota de prensa en la que recordaba que desde la segunda quincena de diciembre de 2009 y hasta prácticamente el mes de abril del año en curso las cuencas hidrográficas andaluzas se beneficiaron de una temporada de lluvias excepcionalmente intensa y continuada. El agua de lluvia acumulada superó los registros máximos de los últimos 25 años, “lo que se ha traducido en unas aportaciones de agua excepcionales a los embalses de prácticamente toda Andalucía”.

Según la Agencia, esta situación “ha provocado un desembalse de agua progresivo en casi todos los pantanos andaluces desde el pasado año para evitar riadas e inundaciones, (desembalse) que continuó durante la campaña de riego de este verano y que se ha seguido llevando a cabo durante los dos primeros meses del año hidrológico, sobre todo tras los últimos episodios de lluvias”. La Agencia daba un 76,02% de volumen de agua en los embalses de la cuenca del Guadalquivir, osea, un nivel similar al que precedió a la riada de principios de año.

Sin embargo, ese mismo día 7, con Écija ya inundada por el desbordamiento del Genil, el director gerente de la Agencia, Juan Paniagua, mantenía la tesis contraria a la nota de prensa de su propio organismo al declarar públicamente lo siguiente: “Este año hay que tener en cuenta que los pantanos ya partían de una situación diferente a la del año pasado, ya que se encontraban sobre el 70% de su capacidad antes del inicio de las lluvias y tienen, por tanto, menos capacidad para retener agua”.

Lo cierto es que, tal como el mismo Paniagua reconocía, los niveles de desembalse en los pantanos no estaban siendo muy importantes pese a la previsión meteorológica y a las alertas naranja por lluvias decretadas en diversas provincias: 190 m3/segundo de media.

A excepción del Guadalén, que empezó a desembalsar agua en la noche previa a la inundación de Ecija, el resto de pantanos no vertía nada y los desembalses del Tranco de Beas, Guadalena, Giribaile, Negratín, Yeguas, Vadomojón e Iznájar no eran demasiado significativos.

Pero la previsión de los meteorólogos se cumplió y lluvias de entre 60 y 140 litros por m2 descargaron sobre gran parte de las sierras andaluzas a lo largo del mismo martes 7, con lo que sólo entre las 10 de la mañana y la 1 de la tarde el agua entraba en los embalses de la cuenca del Guadalquivir a un ritmo de 5.000 m3 por segundo, por lo que el 16% de los pantanos empezó a aliviar líquido y algunos a un ritmo muy superior a esos 190m3/segundo de media que mantenía la Agencia antes del temporal.

A las 23 horas del martes, ya con la alerta por la crecida del río en zonas como Peñaflor y Lora, el Guadalén estaba soltando 416 m3/segundo; Fernandina, 247; Rumblar, 410; Yeguas, 263; Guadalmellato, 412; el Bembézar, 308.

La media diaria de desembalses en estos grandes pantanos  venía siendo hasta esos momentos de menos de 20  m3/segundo, por lo que al multiplicarse por diez o veinte su aportación de agua al Guadalquivir, con el río a un nivel ya más alto que en la riada anterior de principios de año desde Córdoba a Peñaflor, la crecida a lo largo de la noche del 8 de diciembre era inevitable, así como la previsión, adelantada por expertos consultados por este periódico, de que el caudal por la presa de Alcalá superaría los 3.000 m3/segundo (3.236,43 m3 se registraban  a las 23 horas y 15 minutos del martes, y 2.948,52 m3 por Peñaflor) y de que subiría 15 metros sobre la cota habitual a su paso por Lora.

El director de la Agencia Andaluza del Agua, Juan Paniagua, ha declarado que se ha estado desembalsando todo el agua posible de manera controlada “y siempre tratando de cumplir los protocolos de seguridad”. La cuestión es si no hay que revisar esos protocolos a la luz de las últimas experiencias y de las predicciones científicas sobre que el cambio climático se traduce para España en menores lluvias pero más torrenciales, como ha ocurrido durante el ‘puente’ de la Constitución. Al parecer, la Agencia trabajaba con la hipótesis de lluvias de unos 40 litros por m2, cuando en algunos puntos de las sierras han sido de 140.

UNA RIADA SUPERIOR A LA DE PRINCIPIOS DE AÑO

(Comparativa de caudales en m3/segundo por las centrales fluyentes del Guadalquivir)

Fechas

Presa               24-12-09         25-12-09         6-1-10             24-2-10           25-2-10          8-12-10

Pedro Marín             53,58                66,82             87,74              216,58             133,58           33,28

Mengíbar     281,81              152,98            268,14         1.030,21             807,81         618,17

Marmolejo              364,55              436,62            721,91         1.811,87           1.356,00     1.359,69

El Carpio     491,08              515,47            858,35         1.856,48           1.563,43     2.092,46

Villafranca               620,96              626,12            935,24         2.040,06           1.924,43     1.943,95

Peñaflor              1.008,48           1.075,48        1.385,39         1.730,69            2.141,90     3.144,40

Alcalá                 1.296,31           1.579,52        1.958,93          2.663,46            2.958,76     3.247,37

En este cuadro se reflejan los caudales del río Guadalquivir por diversas presas en las fechas más significativas del temporal anterior (diciembre de 2009, enero y febrero de 2010) y en el actual (8 diciembre 2010). Los datos de ayer se tomaron hacia mediodía. Se comprueba que esta crecida ha sido en los puntos más importantes aún peor que durante el temporal del último invierno.

LAS LLUVIAS QUE DESBORDARON LAS

PREVISIONES DE LA AGENCIA DEL AGUA

(Acumulado del 7 diciembre 2010)

Pluviómetro                                         Litros/m2

Martín Gonzalo                                   148,70

Huesna                                    132,80

Retortillo                                             123,50

Bembézar                                            122,80

Puente Nuevo                                     116,70

Cala                                                    113,70

Melonares                                           113,00

Villafranca                                           112,40

Guadanuño                                          107,20

Cardeña                                              102,40

Venta de Cárdenas                              102,30

La Minilla                                            101,40

Ecija                                                     95,80

Jándula                                      93,00

S. R. Navallana                                     91,60

Yeguas                                      85,90

Fresneda                                               83,10

Fuencaliente                                          81,40

José Torán                                            80,00

Encinarejo                                             79,20

Marmolejo                                          77,30

Castillo de las Guardas            75,40

Carpio                                                74,80

Zufre                                                   69,10

Pintado                                               68,70

Rivera Cala                                         66,30

Zocueca                                              61,70

Vvde. Río                                           60,90

Rumblar                                              60,30

Guadalén                                             59,40

La escoba de Zoido

Zoido denuncia que Lipasam, una de las ‘tontas’ del (sin) alcalde (ya saben, esas  empresas municipales sanguijuela del Presupuesto por causas como las que siguen), ha eliminado 76 barrenderos mientras creaba 8 nuevas jefaturas a las que adscribía 31 enchufados a dedo. En el PSOE se dice que el (sin) utiliza las ‘tontas’ –y también las ‘listas’, como Emasesa- para colocar a sus afines del sector crítico antes del final de la mamela. Ninguno de estos jefecitos barre, porque a mayor graduación más lejos del cañón, pero como todos trincan, Sevilla está más sucia y la deuda de Lipasam va ya por  72 millones. ¿Y qué piensa hacer Zoido? Se inspira  en ‘Si yo tuviera una escoba’, una canción de Los Sirex de sus años mozos y cuyo estribillo rezaba: si yo tuviera una escoba, ¡cuántas cosas barrería!. “Si yo tuviera (la escoba d)el bastón de mando –ha dicho Zoido- tengo claro que en Lipasam va a haber más gente limpiando y ningún carguete mandando’. Y resuenan Los Sirex: Muchachos, os voy a comprar una escoba a cada uno. Venga, barred, otra vez, con la escoba”.

La Junta dio «garantías» contra las inundaciones en Écija

La nueva riada pone en cuestión la eficacia del encauzamiento del Argamasilla, afluente del Genil

La inundación de al menos un tercio del casco urbano de Écija ha destrozado los planteamientos optimistas de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y puede obligar a revisar las obras de encauzamiento del arroyo Argamasilla, presentadas por la Administración como la solución definitiva a las continuas riadas que sufre el casco urbano ecijano.

El pasado 8 de noviembre, hace ahora un mes, el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Juan Díaz Trillo, visitó las obras que su departamento lleva a cabo a través de la Agencia Andaluza del Agua  en el cauce del arroyo Argamasilla, afluente del río Genil, en las que se están invirtiendo 30 millones de euros.

Según destacó la Consejería en un comunicado del que se hizo eco la agencia Europa Press, estas actuaciones, junto con las llevadas a cabo por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en el río Genil, suponen una “garantía” contra las inundaciones que se producen en la localidad astigitana.

La Junta lanzó las campanas al vuelo antes de tiempo, ya que los trabajos, que comenzaron hace un año, no se terminarán al ritmo actual hasta 2012. La intervención se realiza a lo largo de 3.250 metros en el cauce del afluente del Genil, para prevenir riadas y desbordamientos del caudal de este arroyo como consecuencia de fuertes e intensas precipitaciones y Medio Ambiente da así respuesta a una demanda formulada hace años por el Consistorio astigitano.

En Écija confluyen el Argamasilla y el río Genil y ésto ha generado inundaciones frecuentes cada vez que la ciudad era azotada por algún temporal de lluvia y viento. El Pleno del Ayuntamiento astigitano aprobó en diciembre de 2007  asumir ‘motu proprio’ parte de las obras e instalaciones de este plan de encauzamiento del arroyo, dada la frecuencia de las crecidas.

En términos técnicos, el proyecto implica un desvío del arroyo a su llegada al casco urbano y afecta  a 3.250 metros de su cauce, de los cuales 1.302 discurrirán por un nuevo túnel hasta permitir su conexión con la obra de defensa contra las avenidas del río Genil. Tendrá capacidad para asumir la máxima avenida de agua en un periodo de 500 años según las estimaciones oficiales.

Tras la finalización de los trabajos, el Argamasilla tendrá  un nuevo cauce que bordeará Ecija hasta su desembocadura, más allá del conocido como puente de Hierro. El nuevo encauzamiento recogerá además aguas de los arroyos del Físico, Cabrera, Barrero, San Cristóbal y Cementerio.

Según la nota oficial de la Consejería, difundida hace un mes durante la visita a la ciudad de Juan José Díaz Trillo, esta infraestructura cofinanciada por la Unión Europea pondrá fin a las situaciones de alerta que periódicamente sufre el municipio por las avenidas, ya que protegerá a la ciudad frente a caudales de 272,85 m3 por segundo, cuando el encauzamiento actual sólo soporta 15,6.

Ahora bien, según el SAIH del Guadalquivir, el Genil ha llegado a transportar en esta avenida más de 700 m3/segundo, tras unas lluvias acumuladas de 95,7 litros por m2 y haber alcanzado una cota histórica de 7,40 metros de altura, más de un metro superior al récord anterior, por lo que cabe preguntarse si el desvío y encauzamiento del Argamasilla en su confluencia con el río será suficiente para prevenir y/o frenar avenidas futuras a la luz de lo que ha ocurrido en las últimas horas, y ello pese a que también se habían llevado a cabo antes de las grandes precipitaciones de ayer tareas de limpieza del colector de dicho arroyo por primera vez en los últimos años. Del colector se extrajeron más de 300 toneladas de residuos, por lo que sin esta limpieza previa el efecto de la inundación hubiera sido mucho peor.

En su visita de hace un mes a la población, el consejero de Medio Ambiente dijo del encauzamiento del afluente del Genil que era “una obra histórica que va a permitir, con un horizonte de 500 años, resolver un problema, también histórico, que tenía Écija con las inundaciones”.

Según Díaz Trillo, en torno al agua se estaba dando un salto “como nunca se ha hecho en la historia de la ciudad, porque no sólo financiamos esta obra de encauzamiento, sino también lo relacionado con el tratamiento. Se han puesto en marcha –concluyó- 60 millones de euros en apenas cuatro o cinco años”.

Esta es la tercera inundación que sufre Ecija en los últimos cuatro años. En noviembre de 2007, el agua en el cauce del Genil alcanzó 5,51 metros de altura y el río llegó a tener un caudal de 478 m3/segundo. Aquella riada causó daños valorados entonces en unos 8 millones de euros, pese a que las obras de la corta del río tuvieron un efecto amortiguador y el agua no superó el margen de seguridad del nuevo cauce.

En diciembre de 2009, el nivel del río llegó a la cota 5,70 metros y su caudal superó los 450 m3/segundo. Se registraron daños en los cultivos de la isla del Vicario, pedanía que hubo que desalojar parcialmente, y además del Genil se desbordaron los arroyos Cabra, Salado y Blanco.

Según las fuentes consultadas por este periódico, los desembalses ordenados por la Agencia Andaluza del Agua en las últimas horas no habrían influido en las inundaciones de Écija, ya que a excepción del Guadalén, que empezó a desaguar en la noche previa, el resto de pantanos no estaba soltando agua y los desembalses de Tranco, Guadalena, Giriibaile, Negratín, Yeguas, Vadomojón e Iznájar no eran importantes y con ellos la AAA trataba de mantener los niveles al 80% (resguardo obligado en la mayoría de embalses andaluces al 1 de diciembre).

Por tanto, las inundaciones en Écija serían producto de la intensidad de lluvia (casi 100 litros en un día) y un nivel de humedad en el suelo alto, que provoca que gran parte de las precipitaciones se conviertan en escorrentías. En este proceso, se acumulan grandes cantidades de agua en algunos puntos de los cauces, tanto en los ríos principales como en arroyos y vaguadas.

A media tarde de ayer, los embalses del Guadalquivir estaban recibiendo más  de 5.000 m3/s (460 Hm3) y sólo  desembalsaban 500 m3/s (42 Hm3).

El caudal del Genil se multiplicó

por 7 en sólo 13 horas

El domingo fue un día plácido en Écija meteorológicamente hablando, tal como revelan los registros horarios del caudal del río Genil a su paso por la ciudad astigitana. Fluía con una regularidad pasmosa, sin alteraciones: 22,02 m3/segundo durante todo el día, como si latiera a un ritmo constante. Sólo al filo de la medianoche registró un leve incremento en sus ‘pulsaciones’ hidráulicas, nada alarmante por otra parte: 29,21 m3/segundo.

Sin embargo, durante la noche del lunes 6 de diciembre, Día de la Constitución, el volumen del agua fue creciendo cada vez más, hasta el punto de que la jornada amaneció con los astigitanos viendo cómo el cauce transportaba cinco veces más caudal que el día anterior, pero aún lejos de los niveles de alarma: 108 m3/segundo a las 10 de la mañana.

A partir de ese momento, el día fue complicándose a cada hora que pasaba. De los 100 m3/segundo a las 10 de la mañana se pasó a los 200 a las 16 horas; 300 a las 17 horas; 400 a las 19 horas; casi 500 a las 20 horas; 600 a las 21 y más de 700 a las 23 horas. Una media de 100 m3 por segundo más cada 60 minutos. En tal sólo trece horas el Genil se había multiplicado por siete y su cauce ya no daba abasto para contener tanta agua, que acabó derramándose por un tercio de la ciudad de las torres.

A plena luz

Calles del Centro como Tetuán cuentan con alumbrado especial aunque Torrijos las había excluido del plan municipal con tal de  fastidiar a Aprocom. Se publica que la AIE que dirige Marchena  apoquinará 30.000 euros, pese a la quiebra de Tussam y Lipasam,  para que no ocurra como el año pasado, cuando el Centro se salvó ‘in extremis’ de quedarse sin luces de Navidad. Sin novedad en el frente. Pocos saben que el Ayuntamiento ya pagó, imputándolo a otras partidas o mediante el consorcio municipal, el alumbrado en 2009, camuflado como parte de un aniversario en la Fleet Street local de quienes no podían permitirse tal alarde por sus deudas multimillonarias y sus EREs encubiertos. La estratagema preveía que el camuflaje de este año lo asumiera el otro medio marchenero con la coartada de su traslado de sede, luego abortado por la crisis. Como a Monteseirín lo defenestraron mediante el teletipo de Europa Press, que no el de las amapolas, ya da igual todo y el Consistorio no necesita de sus lacayos externos. Lo que ayer hizo bajo cuerda hoy puede hacerlo a plena luz.

La Unesco aplaza la visita a Doñana

La misión de inspección de la Unesco a Doñana, que debía iniciarse el día 8 de diciembre de 2010 podría ser suspendida a última hora, según un aviso dado por la Administración española a las organizaciones ecologistas que estaban preparando sus reuniones con los delegados del Comité Mundial del Patrimonio de la Humanidad.

El Gobierno no ha dado explicación alguna sobre las razones de este más que probable aplazamiento ni avanzado otra fecha alternativa. Tampoco parece que haya influido en esta decisión el temporal de lluvias que está afectando a toda Andalucía, dado que los enviados de la Unesco sólo tenían previsto dedicar medio día de sus tres jornadas a inspeccionar sobre el terreno la situación del Parque Nacional y el resto del tiempo lo iban a ocupar con reuniones con organismos oficiales y directivos de empresas como la refinería de petróleo de La Rábida.

Las fuertes críticas de las asociaciones conservacionistas a este programa consensuado por el Gobierno de España y la Junta de Andalucía con el Comité del Patrimonio Mundial podrían haber hecho reflexionar a la Unesco, ante el exceso de oficialismo de su misión.

De hecho, Jesús Vozmediano, portavoz del Club Doñana, una de las asociaciones ecologistas que con sus denuncias habían provocado el envío de esta delegación del organismo de Naciones Unidas, había vertido un juicio muy negativo al plan de trabajo por considerardo demasiado condicionado por técnicos y políticos.

«De esta manera -ha dicho el abogado ambientalista y exmiembro del Patronato del Parque Nacional- se evita que la delegación de la Unesco conozca in situ los gravísimos problemas reales que padece Doñana, que es lo importante». Vozmediano ha recalcado que Doñana y su entorno ocupan una superficie superior a las 100.000 hectáreas, por lo que en «una simple mañana es absolutamente imposible percatarse de su situación medioambiental real».

Por ello, el Club Doñana había  comunicado a la Unesco su renuncia  a los 60 minutos de entrevista que le había reservado la Junta de Andalucía y la cesión de este tiempo, con el fin de que los enviados de la organización internacional optimizaran su agenda y pudieran conocer sobre el terreno los problemas reales del Parque, al margen de las versiones interesadas de los representantes de la Administración.

Asimismo, el conocido letrado ecologista había indicado que de mantenerse el programa de visita previsto y organizado por la Administración andaluza, el Club Doñana «consideraría que se ha vulnerado su derecho a la información y participación en cuestiones ambientales que le otorga el Convenio de Aarhus», por lo que «presentaría las denuncias correspondientes ante organismos nacionales e internacionales».

El principio de Cela

El querido colega Javier Rubio se pregunta qué habría ocurrido si se hubieran empezado a construir en Tablada las 15.000 viviendas preconizadas por los señores del ladrillo, cuando sin poner un solo ídem en la antigua dehesa el pinchazo de la burbuja inmobiliaria ha dejado 4.000 pisos sin vender en Sevilla y 20.000 en la provincia. La respuesta es que ahora habría 35.000 pisos vacíos más que añadir a los 113.248 igual de hueros (censo del INE, 2001) comprados durante la fiebre especuladora con el único fin de dar un pelotazo; o, casi peor aún, a medio construir como esas promociones a las que les invito pasen y vean entre Gelves y La Puebla o junto a Las Pajanosas. Cela tenía una máxima: esperaba diez años antes de comprar un libro de moda, por si para entonces había pasado la prueba del tiempo. Al urbanismo, donde se necesita un decenio para convertir el suelo rústico en ladrillo, habría que aplicarle el mismo principio del nobel gallego: dejar una década en el congelador las megalomanías de los PGOU y sin PGOU, a fin de ahorrarnos indeseados barquinazos.

Preguntas sin respuestas

Del urbanismo bajo sospecha acuñado por Monteseirín hemos pasado a la política laboral de la Junta bajo sospecha. El escándalo de Mercasevilla, que suma y sigue con el insólito descubrimiento de una caja fuerte secreta en un armario de la Consejería de Empleo, ha sembrado un campo de minas en forma de dudas sobre la gestión de este Departamento, cuyo exdelegado provincial, Antonio Rivas, está  imputado en el caso y donde nadie sabe a ciencia cierta quién autorizó la inclusión en los polémicos EREs de falsos prejubilados como el dirigente socialista de Baeza y de contratados ‘ad hoc’ para beneficiarse de generosas jubilaciones con dinero público.

Si al cabo de los años se ha descubierto que los EREs de Mercasevilla están plagados de irregularidades, ¿cómo no sospechar con fundamento que no haya podido ocurrir lo mismo en otros expedientes tramitados por una Consejería que por ende tiene sobre ella la mirada del casi millón de andaluces en el paro?

MIRANDO EN LOS ARMARIOS

La consejera de Presidencia y portavoz de la Junta de Andalucía, Mar Moreno, y la de Agricultura, Clara Aguilera, han declarado que ellas no tienen cajas fuerte secretas como  la Consejería de Empleo. ¿Y cómo lo saben? O si lo saben, cabe inferir de sus palabras que habrán ordenado un registro interno para asegurarse, ya que su colega de Empleo, Manuel Recio, descubrió fortuitamente dos meses después de su toma de posesión la caja camuflada en un armario y de la que nadie tenía noticia.

Y al igual que Mendelssohn escribió las canciones sin palabras, aquí cabe escribir muchas preguntas aún sin respuestas. ¿Cómo se pudo camuflar la caja sin que ningún funcionario advirtiera los trabajos para su instalación? ¿Pasó inadvertida porque se introdujo en la Consejería embalada como si fuera un ordenador? ¿Cómo pasaron con ella los controles de seguridad sin que su aspecto en la pantalla provocara sospecha alguna del vigilante de turno? ¿No se disparó ninguna alarma por los kilos de metal que se estaban introduciendo? ¿Y en calidad de qué se presentaron a sí mismos quienes acudieron a montarla dentro del armario, para lo cual debieron cargar con el instrumental adecuado? ¿Como ‘fontaneros’, similares a aquellos del escándalo Watergate?

¿Trabajaron en el horario laboral habitual, con lo que habrían coincidido con los funcionarios como incómodos testigos, o se presentaron a horas intempestivas para que no los viera nadie? ¿Quién les abrió entonces la puerta?

LA DETERMINACIÓN

Mar Moreno dice que todavía no tiene claro si es normal o no que en la sala anexa al despacho del consejero de Empleo hubiera una caja fuerte secreta. Si es normal que haya secretos que custodiar en cajas acorazadas , ¿por qué entonces el sucesor de Antonio Fernández, el ya exconsejero ilocalizable cuando la juez pregunta por él, llamó a la Policía Autonómica para que la abriera y no dio cuenta de la misma a la magistrada encargada del caso Mercasevilla? ¿Por qué mantuvo en secreto la operación de apertura de la caja secreta?

Manuel Recio dice haber abierto una investigación interna sobre los EREs de Mercasevilla.  ¿Por qué no ha hecho lo mismo sobre quién, cómo, cuándo y por qué ordenó comprar e instalar la caja acorazada? ¿No está acaso la factura de compra en Intervención? ¿Cuánto costó? ¿Qué fabricante la suministró?

La portavoz del Gobierno también imagina que se habrá determinado el montaje de la caja secreta por razones de seguridad. Para empezar, ¿quién lo determinó? Porque si era una cuestión de seguridad, lo lógico habría sido aconsejarse por la Policía Autonómica, la misma en que se pensó a la hora de abrirla y que tampoco sabía de su existencia.  ¿Lo determinó acaso una empresa privada previo pago de los correspondientes emolumentos? Y si lo determinó una empresa privada, ¿se contrató el servicio mediante concurso público o se adjudicó a dedo?

LA VERSIÓN OFICIAL

¿Y qué razones de seguridad se dan en la Consejería de Empleo para que tenga una caja fuerte secreta camuflada que no se dan en otras consejerías para que éstas no dispongan de un equipamiento tan ‘sui generis’? ¿No se dan ‘a priori’ más razones de seguridad en la Consejería de Gobernación, equivalente en plan doméstico al Ministerio del Interior? ¿O en la Consejería de Justicia, por  su propia naturaleza? ¿Por qué no tienen entonces cajas fuertes secretas en los armarios? ¿O sí las tienen y también guardan silencio?

¿Qué había que custodiar en la caja acorazada de Empleo? ¿Papeles secretos en plan Wikileaks o dinero contante y sonante al margen de las cuentas bancarias oficiales? ¿O las dos cosas a la vez?

¿Y por qué hemos de creernos la versión oficial, dada a conocer al cabo de los meses y sólo después de que EL MUNDO haya desvelado el secreto mejor guardado de la Consejería, de que la caja fuerte estaba vacía cuando la Policía Autonómica logró por fin forzarla, si nadie ha dado parte de todo esto al Juzgado que investiga el caso Mercasevilla? ¿Cómo creer la versión oficial cuando no ha sido avalada por nadie ajeno a la Consejería, que es parte interesada en el escándalo ? ¿Se camufla acaso una caja fuerte en un armario para no ocultar luego nada en su interior y dejarla tan vacía como vino de fábrica?

Javier Arenas asevera que ésta es una historia truculenta, sin parangón en los 30 años de autonomía, y que “en esa caja fuerte hay mucho gato encerrado”. De haberlos habido,  esos gatos andan ya sueltos desde hace mucho tiempo; y si algo queda allí dentro son únicamente  telarañas.

Preguntas sin respuestas

Del urbanismo bajo sospecha acuñado por Monteseirín hemos pasado a la política laboral de la Junta bajo sospecha. El escándalo de Mercasevilla, que suma y sigue con el insólito descubrimiento de una caja fuerte secreta en un armario de la Consejería de Empleo, ha sembrado un campo de minas en forma de dudas sobre la gestión de este Departamento, cuyo exdelegado provincial, Antonio Rivas, está  imputado en el caso y donde nadie sabe a ciencia cierta quién autorizó la inclusión en los polémicos EREs de falsos prejubilados como el dirigente socialista de Baeza y de contratados ‘ad hoc’ para beneficiarse de generosas jubilaciones con dinero público.

Si al cabo de los años se ha descubierto que los EREs de Mercasevilla están plagados de irregularidades, ¿cómo no sospechar con fundamento que no haya podido ocurrir lo mismo en otros expedientes tramitados por una Consejería que por ende tiene sobre ella la mirada del casi millón de andaluces en el paro?

MIRANDO EN LOS ARMARIOS

La consejera de Presidencia y portavoz de la Junta de Andalucía, Mar Moreno, y la de Agricultura, Clara Aguilera, han declarado que ellas no tienen cajas fuerte secretas como  la Consejería de Empleo. ¿Y cómo lo saben? O si lo saben, cabe inferir de sus palabras que habrán ordenado un registro interno para asegurarse, ya que su colega de Empleo, Manuel Recio, descubrió fortuitamente dos meses después de su toma de posesión la caja camuflada en un armario y de la que nadie tenía noticia.

Y al igual que Mendelssohn escribió las canciones sin palabras, aquí cabe escribir muchas preguntas aún sin respuestas. ¿Cómo se pudo camuflar la caja sin que ningún funcionario advirtiera los trabajos para su instalación? ¿Pasó inadvertida porque se introdujo en la Consejería embalada como si fuera un ordenador? ¿Cómo pasaron con ella los controles de seguridad sin que su aspecto en la pantalla provocara sospecha alguna del vigilante de turno? ¿No se disparó ninguna alarma por los kilos de metal que se estaban introduciendo? ¿Y en calidad de qué se presentaron a sí mismos quienes acudieron a montarla dentro del armario, para lo cual debieron cargar con el instrumental adecuado? ¿Como ‘fontaneros’, similares a aquellos del escándalo Watergate?

¿Trabajaron en el horario laboral habitual, con lo que habrían coincidido con los funcionarios como incómodos testigos, o se presentaron a horas intempestivas para que no los viera nadie? ¿Quién les abrió entonces la puerta?

LA DETERMINACIÓN

Mar Moreno dice que todavía no tiene claro si es normal o no que en la sala anexa al despacho del consejero de Empleo hubiera una caja fuerte secreta. Si es normal que haya secretos que custodiar en cajas acorazadas , ¿por qué entonces el sucesor de Antonio Fernández, el ya exconsejero ilocalizable cuando la juez pregunta por él, llamó a la Policía Autonómica para que la abriera y no dio cuenta de la misma a la magistrada encargada del caso Mercasevilla? ¿Por qué mantuvo en secreto la operación de apertura de la caja secreta?

Manuel Recio dice haber abierto una investigación interna sobre los EREs de Mercasevilla.  ¿Por qué no ha hecho lo mismo sobre quién, cómo, cuándo y por qué ordenó comprar e instalar la caja acorazada? ¿No está acaso la factura de compra en Intervención? ¿Cuánto costó? ¿Qué fabricante la suministró?

La portavoz del Gobierno también imagina que se habrá determinado el montaje de la caja secreta por razones de seguridad. Para empezar, ¿quién lo determinó? Porque si era una cuestión de seguridad, lo lógico habría sido aconsejarse por la Policía Autonómica, la misma en que se pensó a la hora de abrirla y que tampoco sabía de su existencia.  ¿Lo determinó acaso una empresa privada previo pago de los correspondientes emolumentos? Y si lo determinó una empresa privada, ¿se contrató el servicio mediante concurso público o se adjudicó a dedo?

LA VERSIÓN OFICIAL

¿Y qué razones de seguridad se dan en la Consejería de Empleo para que tenga una caja fuerte secreta camuflada que no se dan en otras consejerías para que éstas no dispongan de un equipamiento tan ‘sui generis’? ¿No se dan ‘a priori’ más razones de seguridad en la Consejería de Gobernación, equivalente en plan doméstico al Ministerio del Interior? ¿O en la Consejería de Justicia, por  su propia naturaleza? ¿Por qué no tienen entonces cajas fuertes secretas en los armarios? ¿O sí las tienen y también guardan silencio?

¿Qué había que custodiar en la caja acorazada de Empleo? ¿Papeles secretos en plan Wikileaks o dinero contante y sonante al margen de las cuentas bancarias oficiales? ¿O las dos cosas a la vez?

¿Y por qué hemos de creernos la versión oficial, dada a conocer al cabo de los meses y sólo después de que EL MUNDO haya desvelado el secreto mejor guardado de la Consejería, de que la caja fuerte estaba vacía cuando la Policía Autonómica logró por fin forzarla, si nadie ha dado parte de todo esto al Juzgado que investiga el caso Mercasevilla? ¿Cómo creer la versión oficial cuando no ha sido avalada por nadie ajeno a la Consejería, que es parte interesada en el escándalo ? ¿Se camufla acaso una caja fuerte en un armario para no ocultar luego nada en su interior y dejarla tan vacía como vino de fábrica?

Javier Arenas asevera que ésta es una historia truculenta, sin parangón en los 30 años de autonomía, y que “en esa caja fuerte hay mucho gato encerrado”. De haberlos habido,  esos gatos andan ya sueltos desde hace mucho tiempo; y si algo queda allí dentro son únicamente  telarañas.