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Cangrejos

A Bernardo Bueno no se le había comido la lengua el gato. El hombre que también hizo la vista gorda con Monteseirín dice que abrir un aparcamiento en la Encarnación es una vuelta atrás “como los cangrejos” y que pensaba que las licencias provisionales como la otorgada por el Ayuntamiento a ese parking no existían. Caliente, caliente, don Bernardo, pese a quien pese. Yo hice un máster en golfadas urbanísticas a cuenta de las licencias provisionales, convertidas por el Poder en el truco del almendruco para pasarse por el arco del triunfo la normativa en función de sus conveniencias y amparadas por la Junta cuando las usaban los de su cuerda. Y sí, pese a la jungla de normas autonómicas, deben de seguir existiendo cuando hasta la LOUA las cita en su artículo 177.1.e, pero siempre han sido de carácter excepcional, otorgables sólo en suelo urbanizable o rústico y previo informe de la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo. Miren por dónde, gracias al parking nos enteramos ahora de que la Encarnación es suelo rústico, ¿verdad, Maximiliano?

El Zoco

Las ‘Setas’ iban a ser, al bilbaíno modo, un Guggenheim y se han quedado reducidas al zoco que de toda la vida fueron el mercado de la Encarnación, Regina y calles adyacentes. Monteseirín prometió que este icono de la modernidad no sólo iba a democratizar el panorama de los tejados, sino que también iba a atraer un público de alto ‘standing’ y negocios acordes con su poder adquisitivo. Al final, los marcheneros restaurantes de cinco tenedores se han convertido en una barra de bar récord Guinness, por esos 50 metros para el tapeo con vistas a los tendederos de ropa en las azoteas; y las tiendas de lujo, en un mercadillo de bisutería remedo del Portobello londinense, con el añadido de los poneys dando vueltas a los niños como en un trasunto de la calle del Infierno, los vendedores de globos, los manteros exhibiendo su mercancía  y los desfiles de bandas de cornetas y tambores. Monteseirín dijo que con el tiempo Sevilla haría suyas las ‘Setas’; lo que nunca podía sospechar era que se apoderaría de su obra la que él, despreciativamente, llamaba la Sevilla rancia.

El edil Nº 21

Los relucientes pivotes de diseño bajo las ‘setas’ de la Encarnación han sido desplazados para que el espacio así recortado a los peatones lo ganen los vehículos y, en especial, los autobuses. Lo más llamativo es que la medida se ha adoptado no porque la pidiera la Delegación de Movilidad o Tussam, sino Aprocom. Voy a tener que darle la razón a Espadas cuando se hace la clásica pregunta de la Roma antigua: “qui prodest? (¿a quién beneficia?”. Sí, porque buena parte de las decisiones del gobierno local del PP  benefician en último extremo a los comerciantes del Centro, desde la eliminación del Plan ídem de tráfico hasta la reinstauración de los autobuses a la Encarnación, el Duque y la Magdalena, pasando por el gasto de 300.000 euros en flores de Pascua para exornar las plazas y calles del Casco Antiguo. Alien era el octavo pasajero; Aprocom parece el concejal número 21 de Zoido, con más poder que los otros 20 porque gobierna desde la sombra. Si en el Betis de antaño era “lo que diga don Manué”, en la Sevilla de hogaño se hace “lo que diga don José. (Cañete)”.

Coto privado

Un lector denunciaba que  se le ocurrió subir a la Plaza Mayor (pero, ¿estamos en Madrid o Salamanca o en Sevilla?) de las ‘setas’ y que tres guardas de seguridad le prohibieron el paso porque aquello estaba acotado para un acto privado de la Cruzcampo. Y se preguntaba: “¿De carácter privado en una obra que más que duplicó su presupuesto inicial y que se ha financiado con dinero público?”. Pues, sí, enojado –con razón- lector. Acto privado y en una plaza particular, pues si usted y ‘cienes’ y ‘cienes’ de miles de sevillanos aún no se han enterado, el dúo viajero Monteseirín&Marchena no sólo financió con dinero nuestro la obra en beneficio de Sacyr, sino que además le ha permitido convertirla en el equivalente al patio de su casa por los próximos 40 años. Y no únicamente  ese remedo madrileño de Plaza Mayor, sino todo lo que de forma cursi llaman ahora el ‘espacio Encarnación’. Decían con su habitual  demagogia que iban a democratizar (¿?) las vistas de los tejados y ocultaban que era a costa de crear un coto privado en el corazón de Sevilla.

¿Gratis?

En los minutos de la basura de su último mandato, Monteseirín firmó una resolución por la que ordenaba a Sacyr que otorgara a los sevillanos en las ‘setas’ de la Encarnación el mismo trato de privilegio que otrora daban en Aviaco a la Maleni: ‘gratis total’. La orden era un mero paripé, porque previamente el ya (ex) había pactado con la constructora el abono de una subvención de 180.000 euros anuales en compensación por el dinero que dejaría de percibir por la visita de los nativos al mirador, a un promedio de 15.000 euros mensuales. De momento Sacyr le ha enviado a Zoido una primera factura que duplica las previsiones: 30.000 euros sólo por el mes de mayo. Los sevillanos, tanto los partidarios como los objetores del Parasol, están pagando con sus impuestos el supuesto ‘gratis total’ de Monteseirín, su moderna versión del ‘panem et circenses’. La única diferencia del (ex) con Roma es que sustituyó el pan por las setas, porque el circo (chabolistas de Los Bermejales, facturas falsas de la Macarena, falsos prejubilados de Mercasevilla, etc…) ya lo ponía él.

 

Broche final

Cuentan las crónicas que el autohomenaje que  Marchena le organizó en lo alto de las ‘setas’ a Monteseirín junto con los últimos de Filipinas (desde el delfín Celis hasta el hombre grande, que no al revés, Fran Fernández) del Régimen demolido por los sevillanos el 22-M  se inició y acabó como el rosario de la aurora. El valido expulsó con cajas destempladas a la prensa que quería democratizar las vistas del ágape en el mausoleo alfrediano y la entrega del regalo de recuerdo (¿sería acaso el teletipo de Europa Press enmarcado?), y uno de la claque del (ex)  lió una bronca con los indignados del 15-M que derivó en heridas a un camarero y forzó la intervención de los antidisturbios. Todo un numerito. Y mientras los miembros de su club de fans político daban la cara por él, o trataban de partírsela los desafectos del Régimen, el muy heroico e ‘invictus’ exalcalde hizo la jugada de baloncesto que siempre ha hecho a lo largo de su vida cada vez que olía a chamusquina: meterse en las ‘setas’ por la puerta de atrás. Osea, la misma por la que ha salido del Ayuntamiento.

 

El ‘Setarium’

‘Cultura desecha la ocurrencia de Monteseirín de exhibir el tesoro del Carambolo en las ‘setas’. El título no podía ser más exacto al incluir el término ‘ocurrencia’, porque no de otra manera podía calificarse el capricho del (ex) de mezclar churras con merinas arqueológicas para exhibir un tesoro tartésico (o fenicio) en un yacimiento romano, con la complicidad de su amoroso arqueólogo de cámara y a costa de cargarle a los sufridos contribuyentes sevillanos la compra de una urna anti-Fukushima con tal de convencer a Cultura y convertir así el ‘Antiquarium’ en el ‘Setarium’, al que todo le cabe. Ni a Paulino Plata ni a la ministra Sinde(scargas) les ha convencido el argumento marchenero de democratizar las vistas del Carambolo, cuyo destino seguirá siendo la caja fuerte en que lleva custodiado 50 años o el Museo Arqueológico, el único que es único y no un sucedáneo como el ‘Setarium’. Menos mal, porque de haber sido al revés, el (ex) se habría vanagloriado a perpetuidad de ser como el Cid y de ganar batallas después de muerto (políticamente, se entiende).

 

 

El mausoleo

Una de las señas de identidad de este ruedo ibérico llamado España son las guerras del callejero. Si hubiera que escribir una leyenda en la correspondiente pared para reflejar el cambio de nombre de calles, plazas y avenidas a cada nuevo régimen político triunfante, no habría espacio suficiente. En línea con nuestra tradición, apenas 48 horas después del triunfo de Zoido el primer debate ciudadano suscitado ha sido el de si habría que mantener o no a Pilar Bardem en el callejero, por nascencia, que no querencia sevillana. Y todavía no se ha ido el (sin) alcalde saliente y ya un querido colega plantea para cuándo van a rotular una esquina con su nombre, tal como se hizo con Uruñuela y Del Valle y se supone se hará con Rojas Marcos y Soledad Becerril. De todos los regidores que en la Democracia han sido, Alfredo es quien menos necesita verse reflejado en una lápida sobre un muro. Sería demasiado poco para alguien cuyo nombre irá por siempre asociado a todo un mausoleo faraónico, al que sus admiradores llaman ‘la catedral sin paredes’: las setas de la Encarnación.

 

Setas versus Expo 92

Monteseirín  pronunció  durante la  ‘inauguración’ de las inacabadas setas un discurso articulado en torno a cuatro mensajes, según estas frases:

1) “Hoy terminamos muchas cosas: los parasoles, las pasarelas, la impresionante cripta arqueológica….. pero, sobre todo, terminamos con el sino de la Encarnación, con 30 años de indolencia y de frustraciones….y una demostración palmaria de incapacidad política”.

Así tachó de incapaces a los alcaldes anteriores, los mismos que no osaron hipotecar la ciudad con un gasto de 140.821.266 euros, y se puso a sí mismo como el mejor alcalde de la Democracia.

2) “Según los análisis de los expertos, los beneficios económicos que Metropol va a traer a la ciudad superarán, en sólo un año, la inversión acometida, en turismo, comercio, hostelería, imagen y proyección exterior”.

Ese aserto, por demostrar, equivale a atribuir a las setas la mitad del movimiento económico que genera  la Semana Santa por todos los conceptos (240 millones de euros).

3) “Sólo decirles (a los críticos) que no tengan miedo a cambiar, porque es cuestión de tiempo que Metropol Parasol sea cantado como uno de los símbolos seculares de la Sevilla eterna, como hoy es la Plaza de España”.

plaza mayorMonteseirín volvió a presentarse no como el alcalde de todos, sino como el permanente instigador de una división entre dos Sevilla, la supuestamente rancia por conservadora y la pretendidamente moderna por progresista, y como paladín de esta última. Pero en su, para él, momento de gloria, le traiciona el inconsciente y en vez de presentar su icono como una ruptura con la tradición, exhibe su deseo de que sea asumido por esa  denostada Sevilla eterna y equiparado a uno de sus símbolos, la Plaza de España (¿?).

4) “Tengo la sensación, que creo compartida, de que esta tarde, en la Encarnación, estamos teniendo el privilegio de asistir a la inauguración de la Sevilla del siglo XXI”.

Monteseirín comete el mayor pecado de soberbia al omitir que Sevilla entra en el siglo XXI con la Expo 92. ¿Acaso no ha sido  ése el motivo esgrimido por él mismo para dar el nombre  de Felipe González  a la biblioteca que en Torneo mira a la Cartuja, sede de la Exposición?

La Muestra dotó a la ciudad de unas infraestructuras y equipamientos (desde la  fibra óptica y el estreno de la telefonía móvil hasta el AVE) sin parangón en aquel entonces, una ventaja que no supo aprovechar.

FRENTE A FRENTE

La comparación entre el Parasol loado por Monteseirín como un canto a sí mismo y algunas magnitudes de la Expo  son esclarecedoras.

obras.jpg000Monteseirín ha tardado en construir –y aún están inconclusas, no se olvide- las setas tanto tiempo (6 años) como se tardó en levantar  los pabellones de los 108 países participantes en la Expo, de las 17 comunidades autónomas, de las 23 organizaciones internacionales y los temáticos, amén de los 471 kilómetros del AVE a Madrid, los 90 kilómetros de la autovía a Huelva, la ampliación del aeropuerto, el levantamiento del tapón de Chapina, los ocho nuevos puentes, las nuevas rondas, todos los hoteles de nueva planta, etcétera..

Si en vez de construir las setas, Monteseirín hubiera tenido que hacer la Expo y todo lo demás, ¿cuánto tiempo habría necesitado?

Con los 140.821.266 euros que oficiosamente  ha costado el proyecto de la Encarnación, la Expo habría tenido  dinero para estas opciones, a elegir:

-Dos puentes como el del Alamillo (la parte de Calatrava costó 60 millones de euros) más el Reina Sofía (costó 18,6 millones).

-Dos puentes como el del Quinto Centenario (57 millones), más el de Chapina o Cristo de la Expiración (11,5 millones) y también casi el de las Delicias (15 millones de euros).

alamillo-Toda la red ferroviaria del 92: la estación de Santa Justa (60 millones), la variante Norte a Huelva, ésa que ha permitido ahora implantar el Cercanías al Aljarafe (18 millones), el tramo Santa Justa-La Salud (24 millone), la estación de ordenación de Majarabique (9,7 millones), la estación de mercancías de La Negrilla (8,3 millones), el centro de tratamiento técnico de Santa Justa (7,9 millones) y actuaciones varias (7,2 millones). Y aún habrían sobrado 3,7 millones.

-La ampliación del aeropuerto (costó 91,8 millones de euros) y casi toda la autovía Sevilla-Huelva (60 millones).

-Todas las rondas de circunvalación: la Este (7,3 millones), la Sureste (25 millones),  la Suroeste (83 millones), la Oeste (20 millones) y hasta la Ronda Urbana Norte (7,8 millones de euros).

PRETEXTOS DISTINTOS

¿Para qué seguir? Esta muestra es suficiente para comprender que cualquiera de estos lotes de obras con que se preparó Sevilla para la Expo y con un coste similar al de las setas  han tenido un efecto dinamizador para su economía, o mejorado la vida de los sevillanos, de forma mucho más importante de lo que ‘a priori’ pueda tener el Metropol.

La Expo, como sostenían Felipe González y Alfonso Guerra, fue un gran pretexto para modernizar Sevilla y Andalucía y para que superaran el retraso secular que sufrían en materia de infraestructuras.

Por el contrario, en la Encarnación el mercado provisional de abastos, condenado a desaparecer a medio plazo conforme al pliego de condiciones impuesto por Sacyr a los comerciantes (sus gastos se han quintuplicado desde su traslado) con la connivencia municipal, ha sido el pretexto para erigir en la peor crisis económica de la historia reciente de Sevilla un costosísimo icono arquitectónico sin más función que la de perpetuar la huella de Monteseirín como‘faraón del siglo XXI’.

La política por otros medios

emilio_lledoEmilio Lledó, filósofo de Triana, declaró que le parecía “alucinante” que un alcalde ponga medallas a las vírgenes. Con Monteseirín, el intelectual trianero ha tenido ocasión de alucinarse más de una docena de veces, el mismo número que las  medallas concedidas por el alcalde a vírgenes de la ciudad a lo largo de su mandato para  ganarse el ‘voto morado’.

Como Lledó emigró a Alemania y se formó en aquella tradición filosófica, mantiene la clarividencia de ver que gestos de este tipo suponen “la utilización pública de la privacidad del fenómeno religioso” y que “tienen todos los defectos de la lucha ideológica”, movida únicamente por interés y no por sentimiento o convicción.

El filósofo, tan desapegado en su laicidad de las tradiciones religiosas, ha acabado comprendiendo que, al igual que decía Clausewitz sobre la guerra, la Semana Santa ha sido convertida en “la continuación de la política por otros medios”.

CALLEJERO MORADO

No sólo medallas a vírgenes, sino también rotulaciones de calles con nombres de los titulares de algunas cofradías. Para nuestros políticos todo vale, y vale aún más para los que se declaran de izquierdas, como si quisieran hacerse perdonar exhibiendo el entusiasmo de los neoconversos de ocasión.

Así, en esta campaña preelectoral hemos visto cómo seis concejales (cinco del PSOE y uno del PP) coincidieron en el acto de descubrimiento del rótulo de la calle Santísimo Cristo de las Tres Caídas, precisamente en Triana, el barrio del filósofo alucinado por este maridaje entre política y religión, para el que no se tuvo en cuenta el pequeño detalle de que en San Isidoro ya había una calle dedicada al Cristo de las Tres Caídas y que esa duplicidad puede inducir a más de una enojosa confusión.

MEDALLA DE SEVILLA A LA ESPERANZA DE TRIANA 27-03-2010  AVANCE COMPRIM (1) (Small)Pero, no, en el Ayuntamiento no estaban en absoluto confundidos, pues tenían muy claro el objetivo de tal honor: congraciarse con Triana (el 22-M está a la vuelta del calendario) a través de la Hermandad de la Esperanza, a la que la corporación ha otorgado la medalla de la ciudad, la rotulación de otra calle –ésta, para la Dolorosa- y la inevitable subvención para la casa de hermandad.

Hasta Torrijos, el alcaldable de IU, ha caído en la tentación y como no tenía a mano una hermandad de penitencia  en ‘su’ distrito Sur, pidió en la Junta Municipal que la medalla de la ciudad se le concediera al menos a la hermandad rociera.

¿QUIÉN DA MÁS?

Los alcaldables del PP, Zoido, y del PSOE, Espadas, han convertido también la Semana Santa en terreno abonado para la pugna y la puja políticas durante esta precampaña. Como se recordará, el Ayuntamiento había presentado en 2009 un Plan de Usos Culturales que preveía la conversión del antiguo convento de Santa Clara en un gran contenedor donde albergar el Festival de Música Antigua, la Orquesta Barroca, la Bética Filarmónica, la Casa de los Poetas, el legado de Cansinos Assens….

Ese plan fue convertido en papel mojado por Espadas, que se ha comprometido con el Consejo de Bandas de Música Procesional a incluir en su programa la transformación de Santa Clara en el gran centro de referencia y ensayos de las bandas de cornetas y tambores, que actualmente desarrollan su actividad en naves industriales y en los parques.

Zoido ha desechado la idea de su adversario con el argumento de que Santa Clara “no reúne las condiciones exigibles de espacio (a pesar de que en la segunda fase de la obra se podría disponer de 6.000 m2) y acondicionamiento”. El alcaldable del PP ha firmado un contrato-programa con el Consejo de Bandas para crear no un centro de ensayos, sino una red por toda la ciudad, distrito a distrito, y ya ha apuntado algunos: Hytasa, para Cerro Amate; el antiguo centro cívico de San Jerónimo y Arte Sacro, para la Macarena y la zona Norte.

Y no sólo de nombres de cristos y de vírgenes se alimentará el callejero si Zoido es alcalde, ya que anuncia que rotulará calles con denominaciones ligadas a las bandas que tocan durante la Semana Santa.

espadasEspadas ha ido aún más allá al proponer a continuación al Consejo General de Hermandades y Cofradías que la antigua iglesia de San Hermenegildo, en la plaza de la Gavidia y que el Parlamento quería recuperar –fue una de sus antiguas sedes- como escaparate cultural en el casco antiguo, sea un centro expositivo permanente sobre la Semana Santa y un punto de atracción turística, con lo que Sevilla tendría un sucedáneo de Semana Santa durante las 52 del calendario.

CARRERA PARALELA

Y Monteseirín no podía irse de alcalde sin dejar su huella en la Semana Mayor  con su Plan ‘Palio’: una ‘mini carrera’ paralela a la oficial, con 500 sillas gratis para mayores, discapacitados y turistas en Reyes Católicos, San Gregorio, el Polígono de San Pablo y  la Encarnación.

nazarenoCon su demagogia política habitual, el alcalde que decía querer democratizar las vistas sobre la Giralda con las setas, ha pretendido ahora ‘democratizar’ las sillas y los palcos impulsando esta medida desde el Cecop y a espaldas del Consejo de Cofradías y de la Delegación de Fiestas Mayores, como castigo a Rosamar Prieto por haberse ofrecido en su día a sustituirlo si se consumaba alguna de aquellas operaciones de acoso y derribo de su propio partido, el PSOE, contra el regidor. Ni siquiera hay tregua cristiana entre los correligionarios en estas fechas proclives al perdón.

Monteseirín ha conseguido lo que parecía imposible, hermanar a Sevilla y Málaga, ya que a partir de ahora nuestra Semana Santa tendrá lo mismo que la de la capital de la Costa del Sol: tribuna de los pobres.