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Demagogia

El (sin) alcalde, hablando de la peatonalización,  dice que eliminó 11 líneas de autobús, y añade: “¿Y qué precio tiene volver a ver a jugar a los niños en la Plaza Nueva?”. Respuesta: ninguno, porque los niños han jugado allí antes y después de la peatonalización. Es más, cuando dejaron de jugar fue precisamente durante las obras de peatonalización, tiempo en que  Monteseirín la puso patas arriba. Si nos situamos en la fachada del Ayuntamiento, observaremos que el ‘statu quo’ no se ha modificado, ni para  niños ni para adultos. Donde antes había parada de autobuses desde Tetuán a Méndez Núñez ahora hay de bicicletas. El espacio reservado otrora a Tussam frente al hotel Inglaterra lo ocupan ahora paradas de taxis y del microbús eléctrico de la propia Tussam. Y el sitio de las paradas en el lateral de la Consejería de Gobernación está destinado a la del tranvía, con sus vías hasta casi la calle Zaragoza. Los niños tienen el mismo espacio ahora que antes porque Monteseirín ha logrado en la Plaza Nueva lo que no pudo Pellón en la Expo: el balance cero.

La otra Ronda

Torrijos ha programado para los domingos a partir de ahora (dos al mes, en principio) el cierre de 4,5 kilómetros de la Ronda histórica para, inspirándose en Bogotá hace 30 años, organizar marchas en bicicleta, exhibiciones de patinaje, actuaciones de malabaristas y piratas, cuentacuentos, pasacalles y otras actividades lúdicas y deportivas.

Según Torrijos, este corte no generará molestias (serán sus usuarios y los vecinos quienes lo dirán con más propiedad, pacificará el tráfico y reducirá la contaminación (no, porque a la postre aquél se desviará por otros sitios) y hará más amable la ciudad (relativamente, ya que será más irritable aquella parte de la urbe que sufra la descongestión parcial de la Ronda).

En suma, ésta es la proclama de Torrijos: “Hay que fomentar una nueva cultura de ocupación y aprovechamiento de los espacios públicos”.

LA ALTERNATIVA

¿Por qué imitar a Bogotá, cortar la Ronda, pagar más horas extra a la Policía para que vigile a los conductores despistados, crear problemas a la circulación de autobuses y coches y usar tan sólo 4,5 kilómetros y únicamente dos días al mes, cuando Sevilla tiene una alternativa  que no tiene Bogotá? Tiene otra Ronda hasta ocho veces más larga y que podría aprovecharse los 365 días del año.

Esa Ronda son las márgenes del Guadalquivir, pues sólo desde San Jerónimo hasta el puente de las Delicias por la margen izquierda y desde el Alamillo hasta la Feria por la derecha hay al menos 8 kilómetros de riberas urbanizadas y semiurbanizadas con escasísimo aprovechamiento por parte de los sevillanos.

Esos 8 kilómetros en cada ribera suman 16, y si reparamos en que hay dos niveles, el superior (Vg.- el Paseo Alcalde Marqués del Contadero), y el inferior (Vg.- el Muelle de la Sal), al final Sevilla podría gozar de un circuito de muchos más kilómetros donde albergar y desarrollar todo tipo de actividades, sin afecciones al resto de la ciudad.

POSIBILIDADES

Al borde del río se podrían haber reutilizado, tal como preconizó García Camarasa, jardinero mayor de la Expo, los 8 kilómetros de pérgolas que maravillaron al mundo por su original simplicidad, belleza floral y eficacia en la Muestra y que proyectaban 50.000 m2 de sombra. Otros 30.000 m2 se consiguieron mediante cubiertas y toldos, un método barato e igual de eficaz que también podría haberse imitado junto al Guadalquivir. Sin embargo, la falta de imaginación y desidia de las Administraciones es tal, que las pérgolas que aún no han sido saqueadas por los vándalos para venderlas como chatarra, siguen tiradas en los terrenos inundables de la Cartuja.

Las orillas del Guadalquivir podrían ser un atractivo de primer orden para nativos y turistas con puestos permanentes de artesanía y comida típica como los que tiene Roma junto al río Tíber, desde el castillo de Sant Angelo a la isla Tiberina. O con ‘bouquinistes’ (pequeños puestos de libros de ocasión y souvenirs) como los de París en muelles del Sena y que incipientemente aparecen en el Prado de San Sebastián. El borde de nuestro río podría acoger hasta piscinas y playas fluviales, tantas veces prometidas antes de  cada elección municipal y nunca realizadas, pese a que es posible verlas en otras capitales centroeuropeas sin el tórrido calor de Sevilla.

PEOR QUE ANTES

La recuperación de las orillas sigue siendo la asignatura pendiente de la ciudad. Lo ha dicho hasta el arquitecto sevillano Vázquez Consuegra, premio de la Arquitectura Española 2005 por haber reordenado para los habitantes de Vigo dos kilómetros de borde marítimo. Sevilla tiene esta asignatura pendiente pese a que en el PGOU figuraba la devolución a los sevillanos de la margen derecha del Guadalquivir, ocupada por bares, restaurantes y clubes privados y que según el redactor del Plan, Fustegueras, debe ser  tan importante para la ciudad como la playa de la Victoria para Cádiz.

¿Qué ha hecho, sin embargo,  el Gobierno de progreso PSOE-IU/ Monteseirín-Torrijos? Tal como describe el profesor Leandro del Moral en su informe sobre la ría del Guadalquivir, “la realidad está dominada por el mantenimiento de las instalaciones privadas. La enajenación por el Estado de parte de los suelos de los concesionarios privados situados en la ribera de la calle Betis –añade- resucitó la vieja disputa patrimonial entre la administración central y el ayuntamiento. La postergación del desmantelamiento de la comisaría y de las actividades hosteleras, que incluso se han incrementado (erección del restaurante Abades, por ejemplo) han constituido nuevos golpes a la promesa de liberación de la ribera de la calle Betis. Se descarta o posterga el traslado de los clubes deportivos y se crea un pacto de silencio en torno a la Fábrica de Tabacos….La única operación positiva realizada, aguas arriba de esta zona, es la conversión en transitable del paseo de la O (entre los puentes de Triana y Chapina). Más al sur, el único punto que se ha cumplido es el desmantelamiento, posiblemente innecesario, y posterior traslado, seguramente infausto, del puente de Alfonso XIII”.

Y como el Ayuntamiento que se proclama de izquierdas no se atreve a tocar  los intereses privados en suelo público de la margen derecha, pese a lo que preveía el PGOU, ofrece ahora el sucedáneo de construir ¡una pasarela flotante sobre el agua! Mientras organiza pasacalles y paseos en bici por la Ronda, Torrijos huye de fomentar en la orilla de Triana y Los Remedios esa cultura de ocupación y aprovechamiento de los espacios públicos que predica. Torrijos sólo dispara con balas de fogueo.

Los adioses

El (sin) alcalde inicia su postrero curso político cada vez más solo. Los últimos –por ahora- en anunciar el abandono de un barco que se hunde han sido Alfonso Seoane, con quien compartimos tantas horas en aquella Expo del buen recuerdo y que se pasa del fútbol –fue portero del Real Madrid- al baloncesto como directivo de la Federación, y Rosamar Prieto, a la que Monteseirín le ha cogido más ojeriza que Ibrahimovic a Guardiola desde que ella mostró su predisposición a sustituirle en la Alcaldía si Viera se lo cepillaba. Antes que ellos, dieron o les dieron el portazo el propio Viera, Carrillo, Celis…. El mandato del (sin) alcalde se asemeja a la sinfonía ‘Los adioses’, de Haydn, ésa en que los músicos dejan de tocar, apagan la vela de su atril y se van yendo despacio uno tras otro, hasta que al final se quedan únicamente tocando el violín, y con sordina, dos: el director y el concertino, que en nuestro símil serían Monteseirín y Fran Fernández. El último de ellos, que apague la luz (si es que antes no la corta Endesa por la deudas que deja el sin alcalde).

Málaga y Sevilla

Coincidiendo con las presiones desde el PSOE(A) y la Junta para forzar la fusión Unicaja- Cajasol como núcleo de la ‘Gran Caja’ tras el fiasco de Cajasur y la alianza de Caja Granada con entidades foráneas, se constituyó la Plataforma Pro Autonomía de la Región de Málaga. El objetivo de los independentistas malagueños es “ver a nuestra querida Málaga libre del poder injusto y leonino que la Junta en Sevilla ejerce sobre nuestra amada provincia malacitana”.

Los panfletos, declaraciones de los promotores, página web y mensajes recogidos destilan un antisevillanismo exacerbado, con expresiones como éstas:

-Hay que defender Málaga contra “el imperio juntero-sevillano”.

-La Junta quiere llevarse la sede de Unicaja a Sevilla, “la ciudad más mimada y subvencionada” por el Gobierno andaluz.

-Unicaja no se va de Málaga sin que antes todos los malagueños saquemos hasta el último céntimo de un icono malagueño.

– Málaga es la capital económica a pesar de la Junta. Recauda el 25 % de los ingresos fiscales, además de tener una iniciativa económica privada muy potente, que nada tiene que ver con PER y subvenciones.

– Málaga no tiene nada que ver con las diversas manifestaciones sevillanas impuestas por la Junta, como el Rocío, la Copla, el flamenco, los carnavales de Cádiz, etc. Todas son tan respetables en Málaga como la salsa, el tango o la jota aragonesa. Nuestra propia cultura nos lleva a los verdiales, el traje de cenachero, etc. como parte de nuestro pasado y de las nuevas fiestas que puedan provenir de los numerosos residentes  extranjeros, con los que nuestra provincia mantiene estrechos vínculos.

(…) la sociedad malagueña, que salga de la hipnosis y síndrome de Estocolmo en el que estamos sumidos ante la Junta Andaluza de Sevilla.

La Junta ha dejado de invertir en Málaga ingentes cantidades de dinero y los ha invertido descaradamente allí…

FALSOS MITOS

Treinta años de autonomía no han servido para fortalecer la hermandad entre Sevilla y Málaga, sino para todo lo contrario. Hoy, Málaga se afirma contra Sevilla, como fruto de una estrategia de los alcaldes de la capital malagueña, fueran del signo político que fueran, desde Pedro Aparicio (PSOE) hasta Francisco de la Torre (PP), pasando por Celia Villalobos (PP), la misma que botaba en el palco del estadio malagueño durante un partido de fútbol al grito ‘¡Puta Sevilla!’ de la enfervorizada masa de hinchas.

El discurso del agravio comparativo contra Sevilla ha calado tan hondo en el imaginario colectivo malagueño que hasta Griñán tuvo que referirse a ello ante la candidata socialista, María Gámez,  a la Alcaldía: “Tenemos que hacer que el malagueñismo sea una identidad compartida –dijo-, que no se defina por exclusión o por confrontación y llevamos muchos años viendo que a lo que se ha invitado a los malagueños es a ser antital o anticual”.

Este discurso del agravio se basa en dos postulados falsos: 1) Que Málaga es la capital económica de Andalucía, cuando Sevilla aún genera más riqueza al conjunto de la economía andaluza y tiene más empresas que Málaga; 2) Que Sevilla le roba las inversiones a Málaga, cuando en los 18 años transcurridos desde la Expo las inversiones del Estado en Sevilla sólo han superado una vez la media nacional. Y, para acabar con el mito, las inversiones en infraestructuras para la Expo fueron de 258.224 millones de pesetas en Sevilla y de 213.155 en Málaga. Escasa diferencia para ser Sevilla la sede del evento.

EL AVE

En los la Transición, el Gobierno hizo contactos diplomáticos para pedir consejos sobre cómo combatir el independentismo vasco. Una de las recomendaciones recibidas fue que incrementara la construcción de ferrocarriles y de carreteras, para favorecer al máximo los contactos con el resto del país y, mediante la permeabilización de la sociedad vasca, acabar así con los tópicos del nacionalismo y del separatismo, que florecen en la incomunicación.

Sevilla y Málaga pueden complementarse en multitud de iniciativas y en este sentido la futura conexión por AVE, que unirá a ambas capitales en tan sólo 55 minutos, hará más por mejorar las relaciones bilaterales  que cien discursos políticos. La primera consecuencia de la alta velocidad será la desestacionalización del turismo, ya que los 28 trenes en servicio diario permitirán dar satisfacción a una demanda inicial estimada de 2,5 millones de usuarios.

LAS UNIVERSIDADES

Un extraordinario ejemplo de que es posible una estrategia ‘win-win’ (en la que los dos ganen) de Málaga con Sevilla en vez de Málaga versus Sevilla la han dado los rectores de las Universidades al hermanarse en una candidatura conjunta para crear un ‘campus’ único de excelencia y fomentar seis grandes áreas de investigación: aeroespacial, biotecnología, transporte, energía, comunicaciones y turismo.

Ambas universidades se han percatado de que Sevilla y Málaga generan el 45% de la riqueza de Andalucía, agrupan el 80% de las empresas de base tecnológica, tienen dos parques tecnológicos punteros (el PTA y Cartuja-93) y que las fortalezas de una (telecomunicaciones y turismo en el caso malagueño) compensan las debilidades de la otra. Aquí nadie ha dicho que la sede debe estar en tal o cual sitio como condición ‘sine qua non’, sino todo lo contrario: ambas universidades compartirán titulaciones y una escuela internacional de postgrado y planes de atracción de talento y de movilidad de profesores y alumnos.

Mientras políticos, economistas e iluminados se dedican al enfrentamiento, las Universidades de Málaga y Sevilla demuestran que es posible vertebrar Andalucía.

El papel lo aguanta todo

Una de las puertas de la Expo se llamaba Puerta de Triana. ¿Por qué con los años pasó a denominarse aquella zona Puerto Triana, en masculino, en vez de Puerta Triana, en femenino? No, no fue por aquello de que Sevilla ha sido puerto y puerta de Indias, sino por algo más prosaico.

Agesa convocó un concurso internacional de ideas para el reaprovechamiento del sector Sur de la Cartuja. Lo ganó un proyecto denominado Puerto Triana porque incluía un gran puerto deportivo circular excavado en la margen derecha de la dársena, entre el puente del Cristo de la Expiración y la torre Schindler.

La simulación gráfica era una preciosidad. Allí se veían, como si se pudieran tocar con los dedos, maravillosos yates con unos enormes mástiles que proyectaban la idea de que Sevilla se convertiría en la nueva meca del turismo náutico de lujo. Lo gordo iba detrás del puerto: su complejo comercial, su torre diseñada por Ricardo Bofill…..pero ésa es otra historia.

Al cabo de unos días, un colega se dio en la Redacción un tortazo con la mano en la frente y gritó: “¡Pero si esto es imposible!”. Nadie, ni siquiera los miembros del jurado, había reparado en que ninguno de aquellos yates podía atracar junto a la Cartuja, porque con sus mástiles no podrían haber pasado jamás bajo los puentes fijos de Los Remedios, San Telmo, Triana y El Cachorro. Pero la simulación gráfica coló y fue vital para la adjudicación del concurso.

El papel lo soporta todo.

LA HISTORIA SE REPITE

En mayo de 2007, a poco de las municipales, la Gerencia de Urbanismo, dirigida por  Manuel Marchena,  ocultó el descubrimiento de sus técnicos y de  Sacyr: el dibujo de las setas con el que el arquitecto alemán Jürgen Mayer había ganado en marzo de 2004  el concurso internacional sobre la Encarnación era inejecutable.

El posterior delegado de Urbanismo, Celis, confesó luego que se trataba de “un proyecto imposible cuya ejecución ha sido incierta desde que comenzó y que se adjudicó sin que existiera la tecnología necesaria para poder ejecutarlo”. Nadie sabía entonces cómo se ensamblaban cada uno de los 5.000 cruces de las láminas de madera que debían componer los parasoles, pero el jurado quedó obnubilado por los dibujos presentados por Mayer y cuando se descubrió el pastel  el arquitecto puso como coartada “la ausencia de antecedentes similares en el mundo”.

LA FACTURA

El coste de haber asumido un simple boceto lo están pagando con creces los sevillanos –unos 116 millones de euros-, pero ¿qué fallos de supervisión han dado lugar a esta situación?

El decano de los arquitectos, Angel Díaz del Río, ha salido en defensa de Mayer con  la tesis de que “no hay ningún proyecto inviable técnicamente”. Según Del Río, al que se le vincula con el jurado que falló el concurso, la construcción de las setas nunca debió adjudicarse a partir del proyecto básico, como hizo Urbanismo, sino una vez redactado un proyecto de ejecución. ¿Cuál es la diferencia? El proyecto básico establece valores, estimaciones y previsiones genéricos, mientras que el proyecto de ejecución obliga a hacer cálculos detallados de estructura y a fijar un presupuesto desglosado por partidas y cerrado.

El secretario municipal, Luis Flores, dijo en su informe sobre las modificaciones presupuestarias para seguir sufragando las setas que los problemas técnicos debieron detectarse en el proyecto de ejecución, “lo que hubiera permitido una toma de decisiones con mayor conocimiento de causa y no encontrarnos ahora ante lo irreversible de la situación”.

DISEÑADOR Y EJECUTOR

Una situación propiciada además por que Sacyr, la constructora, encargó el proyecto de ejecución al propio Jürgen Mayer, justamente el menos interesado en desvelar las deficiencias técnicas de su diseño, hasta que ya no fue posible ocultarlas por más tiempo.

Tal como ha señalado el decano de los arquitectos, el Ayuntamiento perdió gran parte de su capacidad de control sobre las setas al permitir una situación “poco recomendable”: que Mayer acabara convertido en director facultativo de la obra al firmar un contrato a sueldo de Sacyr.

El informe del secretario municipal es aún más tajante, cuando dice: “Sería necesario extremar los controles para evitar situaciones como ésta, en la que falló el proyecto del arquitecto, no fue debidamente controlado por la empresa concesionaria que presentó el proyecto y tampoco encontró reparo alguno en la Oficina de Supervisión”. ¿Y quién era el máximo responsable de esta oficina en su calidad de gerente de Urbanismo? Pues Marchena, cuya nómina era  tan sólo 20.000 euros menor que la del gobernador del Banco de España.

HACIA EL OLVIDO

El secretario instó a que se depuraran responsabilidades por el quebranto económico sufrido por las arcas públicas a consecuencia de la enorme desviación presupuestaria  de las setas, pero en vez de atender el deictamen del funcionario municipal y abrir un expediente en tal sentido, Monteseirín, al decidir con su voto de calidad aportar otros 30,4 millones de euros y diferir la apertura de un expediente a la conclusión de la obra, ha asumido implícitamente que toda la responsabilidad por los fallos es del Ayuntamiento y no del arquitecto ni de la constructora.

Si llega el día en que se sustancie esta responsabilidad, probablemente tras pleitos y recursos en los tribunales, Alfredo ya hará años que no estará en el Ayuntamiento y los errores de su gestión no le pasarán factura ni a él ni a su partido en las urnas. Al fin y al cabo, es ya un político amortizado.

Frenazo y marcha atrás

“Nada volverá a ser como antes”. Estas palabras del ministro de Fomento, José Blanco, el 24 de mayo en el Congreso eran una premonición del drástico recorte de las inversiones en obra pública. Zapatero se comprometió ante la UE  a ajustar en 50.000 millones de euros el gasto en  2010-2013, de los que 6.400 corresponderían a Fomento entre este año y el próximo. Blanco ya ordenó  que sólo se terminaran las carreteras cuya finalización fuera más barata que las indemnizaciones que habría que pagar por suspenderlas. Esta semana, Fomento ha comunicado a la patronal sus planes: rescisión de los contratos de 70 obras en curso, ninguna carretera nueva en 2011  y  retraso de las que están en obras hasta 2016-2017.

Sevilla aparece de nuevo -la inversión pública en nuestra provincia sólo ha superado la media nacional una vez en los 18 años desde la Expo-  como la primera en la ‘lista negra’ del Ministerio, por los 500 millones de coste de los túneles de los Atlantes, proyectados por José Luis Manzanares sobre el río para la SE-40. El ingeniero trianero decía: “Un túnel bajo el Guadalquivir, en el lago Tharsis, cuna de Tartesos y sede de leyendas ancestrales , debe rememorar la gesta de los atlantes de los que toma el nombre: una estructura épica para un lugar épico y misterioso”.

CORTAR POR LO SANO

Pero como en Fomento no hay lugar para la épica, los cuatro túneles de 2,5 kilómetros –los más largos bajo un río en España-  cuentan con un 99,99% de posibilidades de ser diferidos ‘ad calendas graecas’ o incluso de quedar enterrados en el baúl de los recuerdos y ser sustituidos por un modesto puente, no se sabe cuándo. A Fomento no le duelen prendas a la hora de recortar, y ya eliminó el puente gemelo al del Alamillo diseñado para la Expo por Calatrava y lo sustituyó por otro sencillito de catálogo. La ley asegura a los contratistas –las andaluzas Sando y Azvi entre ellas- el cobro del 6% de la obra no ejecutada, más los gastos por la compra de maquinaria y otros conceptos, pero el Gobierno prefiere pagar esa indemnización (30 millones de euros) antes que 500 millones.

Además de los túneles, se va a paralizar buena parte de la SE-40, una ronda de circunvalación de 77,6 kilómetros, con un coste inicial de 1.200 millones de euros  y dividida en once tramos. Iniciada en 2005, sólo están en ejecución cinco de sus once fases, y al ralentí. A preguntas del diputado Ricardo Tarno (PP), el Gobierno reconoció hace dos meses que sólo se habían certificado obras por 70,5 millones de euros en 2009, cuando se habían presupuestado 170 millones. Por tanto, Fomento ya venía pisando el freno al librar sólo el 41,50% del dinero previsto.

LA LISTA NEGRA

El frenazo a la SE-40 implicará la más que probable paralización del gran puente que conectaría La Algaba con la autovía de acceso Norte a Sevilla. Todos los indicios apuntan a que no se van a licitar los tramos pendientes de esta ronda y a que con suerte se podrían rematar  los 23,9  kilómetros entre La Rinconada y Dos Hermanas (el 30,79% del total), que acumulan ya ocho meses de retraso. Antes del tijeretazo se preveía su conclusión para el primer semestre de 2011.

En la lista negra de obras sevillanas frenadas también pueden acabar el túnel del AVE Santa Justa-aeropuerto y la ampliación del tercer carril de la A-49 hasta La Palma. Con suerte se concluirían las obras hasta Sanlúcar la Mayor. Y a Blanco le han venido de perlas las protestas de los alcaldes de Utrera y El Cuervo sobre el futuro trazado de la A-4 y la de colectivos de la Sierra de Huelva sobre la mejora de la conexión Sevilla-Lisboa para aparcar estos proyectos. Lo único que parece salvable en la actual coyuntura es el Cercanías ferroviario del Aljarafe, avalado con su presencia por el propio ministro, que le dio el pistoletazo de salida hace unas semanas. Ya entonces Griñán dijo que las carreteras podían esperar, no así el ferrocarril.

CRISIS SOBRE CRISIS

Estos recortes tendrán un efecto demoledor en la construcción y en la  refinanciación de empresas andaluzas como Sando, una de las contratistas de la SE-40. La compañía, con fuerte presencia en Sevilla, refinanció hace un año un préstamo sindicado y otros créditos por 1.500 millones de euros con un ‘pool’ de bancos. Todo el plan se basaba en los ingresos que la empresa esperaba por su cartera de obra contratada, unos contratos que en parte son ahora papel mojado.

En los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno destinaba más de 500 millones de euros para infraestructuras en Sevilla. Esta cifra, aunque insuficiente, fue bien valorada por Comisiones Obreras al contemplarla en un escenario de crisis y con más de 200.000 parados -un 22% de tasa de desempleo-. El sindicato calculó que podría suponer para la provincia el 1,8% del PIB y la creación de 4.000 empleos directos en la construcción y el mantenimiento o inducción de otros 25.000 en sectores auxiliares, por lo que el parón inversor de Fomento en Sevilla  tendrá una fuerte repercusión. Las patronales de la construcción calculan que por cada millón de euros dejado de invertir en obra pública se destruyen 18 empleos directos e indirectos, de lo que se colige que sólo la ‘congelación’ de los túneles de la SE-40 dejará de brazos cruzados a 9.000 personas.

Y todo en la semana en que según el último informe socioeconómico, en Sevilla han desaparecido 5.000 empresas víctimas de la peor crisis que se recuerda. Ni siquiera la obra pública aparece ya como una tabla de salvación.

La Expo de Zaragoza cuadruplica las pérdidas de Sevilla 92

Sus números rojos superan los 500 millones pese a ser diez veces más pequeña y durar tres meses menos

Monteseirín ha propuesto otro gran evento para el V centenario de la primera circunnavegación del planeta por Elcano

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, se hizo eco en Río de Janiero de la idea del profesor Antonio Egea de conmemorar con una Exposición Universal el V centenario de la primera circunnavegación del mundo por Juan Sebastián Elcano, que se cumple en 2019, y propuso celebrar un gran evento de tres años de duración justo semanas después de que el Tribunal de Cuentas hiciera público el balance oficial de la última gran Exposición celebrada en España: la del Agua en Zaragoza 2008, que se ha saldado con 501,7 millones de euros en pérdidas. Los números rojos de la Muestra aragonesa suponen un 417% más que los de Sevilla-92, que extraoficialmente (oficialmente nunca se reconocieron pérdidas) fueron de unos 120 millones de euros.

Aunque Monteseirín explicó en Brasil que no quiere que el V Centenario de la primera circunnavegación sea “una mera celebración de cohetes, fanfarrias o Exposiciones al uso”, Sevilla, que reinventó en 1992 las Exposiciones Universales -un evento que se creía más propio del siglo XIX y que a raíz del éxito hispalense experimentó un renovado impulso hasta la que actualmente se celebra en Shanghai-, deberá crear un nuevo modelo de celebración en plena crisis económica a la luz de los resultados de la Exposición Internacional del Agua en 2008, en Zaragoza, que se ha saldado con 501,7 millones de euros en pérdidas. En su día, los 120 millones de euros en números rojos de la Expo-92 desataron una polémica nacional, mientras que ahora la abultada cifra de pérdidas de la Muestra aragonesa, reconocida oficialmente por el Tribunal de Cuentas, ha pasado prácticamente inadvertida.

Sánchez Monteseirín explicó en el III Foro de la Alianza de las Civilizaciones, que se celebró en  la ciudad brasileña de Río de Janeiro,  que concibe la conmemoración del V Centenario de la primera vuelta al mundo como un ‘encuentro mundial descentralizado’ en el que se hable sobre la paz, la cultura, el futuro del planeta y el desarrollo humano. Según la idea inicial del alcalde, las celebraciones tendrían lugar principalmente en Sevilla y se extenderían por tres años, a partir de septiembre de 2019, con la realización de intercambios tecnológicos, diplomáticos, culturales, económicos y deportivos. Desde Sevilla también se crearían herramientas para facilitar la celebración de eventos paralelos en otras ciudades. El evento culminaría en septiembre de 2022 en ‘un gran encuentro intercontinental para promover la universalización de los derechos humanos, la convivencia y la sostenibilidad del planeta’.

En síntesis, la propuesta de Monteseirín ha consistido en la primera Expo global de la historia, con multisedes planetarias y eventos paralelos, un modelo completamente distinto al reimpulsado desde Sevilla en 1992, con centralización y concentración de todos los actos en un recinto único y que es el mismo que han imitado posteriormente otros países/ciudades con eventos universales (Hannover, Shanghai) e internacionales (Lisboa, Zaragoza) y que parece agotado, como demostraría el pésimo balance en todos los sentidos de la Expo del Agua en Zaragoza 2008, recientemente divulgado por el Tribunal de Cuentas.

PREVISIONES INCUMPLIDAS

La Expo-92 se desarrolló en un recinto de 212 Has. de la isla de la Cartuja, participaron en ella 108 países, las 17 Autonomías y 23 organismos internacionales, duró 180 días y recibió 41,7 millones de visitas (casi 6 millones más de lo previsto). La Expo de Zaragoza, internacional y no universal, se celebró en un recinto de 23 Has., duró 93 días, albergó 105 países y registró 4.635.154 visitas, frente a una previsión inicial de 7,5 millones, luego rebajada a 6,5 millones.

No se han cumplido prácticamente ninguna de las previsiones. Los fallos en las cuentas comenzaron por el número de visitas y culminaron en un coste superior al 30 por ciento respecto a los presupuestos inicialmente aprobados. Los gastos de la Expo zaragozana fueron de 53 millones de euros en personal, 113 millones en servicios directos, 47 millones en publicidad y 77 millones en gastos externos. Los ingresos fueron de sólo 78 millones por venta de entradas(se habían previsto 135 millones por este concepto) , 109 en patrocinio, 13 millones en subvenciones a la explotación y 34 millones en ‘Otros’. El Tribunal de Cuentas ha subrayado la improvisación a la hora del gasto como, por ejemplo, en la cimentación del pabellón-puente, que resultó un 59 por ciento más cara que la inversión inicialmente aprobada por los responsables de la Muestra.

ACTIVOS SOBREVALORADOS

En vez de liquidarse la Expo del Agua el 14 de marzo de 2009, como estaba previsto, se procedió, al igual que en Sevilla, ha crear una sociedad gestora de los activos con el nombre de Expo Zaragoza Empresarial que pretendía camuflar las pérdidas del evento con una sobrevaloración de suelos e inmuebles y la venta de los mismos, pero el Tribunal de Cuentas no se ha dejado embaucar. Su presidente, Manuel Núñez, dijo en una comparecencia en el Congreso que buena parte de los edificios de la Muestra «carecerían de valor por no poderse enajenar», previéndose por la propia sociedad Expoagua que su destino final sería «la cesión o traspaso, principalmente a los accionistas de la sociedad». Además, el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Zaragoza impide hacer negocio con gran parte de los equipamientos de la Expo, pese a lo cual la Organizadora les había dado en libros un valor de 75 millones de euros.

Para evitar el ‘síndrome de los jaramagos’ que se dio en la isla de la Cartuja y aparentar actividad donde no la habría por falta de demanda en el mercado, algunos inmuebles vendibles han sido cedidos. La Torre del Agua es el único equipamiento que podría albergar oficinas, pero se ha cedido a la Caja de Ahorros Inmaculada por 20 años prorrogables por otros diez a cambio de una renta simbólica de un euro anual. El centro de climatización que daba servicio al recinto es otro equipamiento, pero en este caso levantado sobre suelo municipal. El Pabellón Puente es un equipamiento (sistema general) con servidumbre de paso y se cederá por otros 20 años a Ibercaja. El Acuario es un equipamiento privado adjudicado a Coutant por cinco años prorrogables por otros tantos.

Los paralelismos entre la Expo-92 y Zaragoza-2008 son muy evidentes, con la diferencia a favor de Sevilla de sus menores pérdidas y su mayor éxito nacional e internacional, quizás por ser la primera de una nueva generación de eventos que ha dado síntomas de agotamiento en tan sólo dieciséis años. Haría falta otro modelo de celebración si se quiere saldar con éxito económico y de reputación otro V Centenario: del Descubrimiento a la Circunnavegación del Globo Terráqueo

Los olvidados de Charly

Los mandos de la Policía Local deben de haber visto muchas películas sobre Vietnam para llamar ‘Charly 2’ a su ‘cuartel’en la Cartuja, cuya falta de climatización ha motivado que los agentes se desnudaran en la calle para  airear, nunca mejor dicho, su situación ante el Ayuntamiento (sin) de la ciudad. Llamar a aquello edificio es una licencia poética, porque, tal como denuncian los policías, es un lugar cerrado, sin ventilación y con el techo de chapa,  pues no en vano formaba parte de la Banda de Servicios de la Expo: estructuras modulares montadas hace casi 20 años para almacenes de la Muestra Universal y que nunca fueron concebidas como oficinas. Este ‘moderno’ almacén de policías se convierte en una sauna con el tórrido calor de Sevilla. Elemental, querido Watson. Ha habido que esperar a que el termómetro marque cerca de 40º y al ‘full monty’ policial para que el concejal de Conservación (¿?) de Edificios Municipales diga que ultima las gestiones para arreglar el asunto. A buen seguro, él, Charly 1, nunca habría estado dos meses sin aire acondicionado.

Diagonal

El Ayuntamiento de Barcelona, espejo en que se mira Sevilla, organizó un referéndum sobre el proyecto municipal de convertir la Diagonal  en un bulevar al alfrediano modo (con tranvía, carril bici y dos carriles para coches con velocidad limitada a 30 Kms) o en una nueva versión de las Ramblas, o bien por una tercera opción puesta al final de tapadillo y sin apenas publicidad, por aquello de aparentar algo de democracia: dejarla como estaba. El 80% de los votantes (172.161 de un censo de 1,4 millones) se pronunciaron al juanramoniano modo de ‘no la toquéis más, que así es la rosa’ y desautorizaron la iniciativa. Yo me pregunto qué habrían votado los sevillanos si se les hubiera dado a elegir entre dejar la Alameda como estaba o convertirla en el Paseo Marítimo bis de Islantilla; la calle San Fernando de toda la vida o como la terminal ferroviaria de Alcázar de San Juan; dejar igual la Encarnación o embutirle las ‘setas’ inspiradas en una gasolinera de Hamburgo, y dejar igual el Prado o meterle la biblioteca que imita el pabellón de México en la Expo-92.

Medio Jardín Americano

¿Qué negocio es aquél en que se gasta dos veces el dinero en comprar lo mismo para al final quedarse con la mitad? Responderán que eso no sería un negocio, sino una tomadura de pelo. Pues, ‘mutatis mutandis’, esto pasa con el Jardín Americano de la Expo, cuya reapertura ha ‘vendido’ en plan triunfalista el Ayuntamiento, con foto incluida de Monteseirín plantando un árbol. La verdad es que habría poco que celebrar; más bien ocultar nuestras vergüenzas por haber dejado abandonado durante casi 18 años un jardín único en el mundo, legado de la Muestra a Sevilla y que se formó por las donaciones de los países iberoamericanos en lo que se llamó ‘Operación Raíces’. Aquella maravilla botánica, que habría sido el orgullo de una sociedad culta, albergó 690 especies. Ahora, hemos gastado 8,5 millones de euros en recuperar tan sólo 400, el 58% de las que había. Por nuestra desidia hemos dejado perder 290 plantas que nadie,  salvo nosotros, tenía fuera de América. Pero, claro, es más vistoso hacerse una foto plantando un árbol que regarlo a diario para que no muera.