Archivo por meses: mayo 2010

Buena pesca

Antes de que los noruegos lo domesticaran en sus piscifactorías de los fiordos –yo he visto cómo les echan pienso desde carretillas en plan ‘pitas, pitas’- y pasara de ser lujo escaso a plato habitual, el salmón era tan abundante que los mineros asturianos del XIX se sublevaron hartos de que  lo sirvieran como rancho en el tajo. Las comidas de trabajo, aunque sean manjares, acaban siendo un fastidio, de ahí que el entorno de Mellet, el exdirector general de Mercasevilla, no haya dado mayor importancia a las facturas cargadas a la Visa de la empresa municipal a su servicio: 530 euros en ‘La Buena Pesca’, especializado en marisco; 149 euros en el ‘Asador de Aranda’; 173 euros en  el ‘Oriza’, y 323 de otra comida en  ‘Alcuza’. Ya no sé si estos directivos comen para trabajar o hacen como que trabajan para comer siempre a costa del contribuyente. El  Gobierno estudia quitar la ayuda de 426 euros/mes a los parados de larga duración:   menos dinero aún que una comida en ‘La Buena Pesca’. ¿Y si probara a retirarles la Visa a todos en los que estamos  pensando?

Gañote

La prueba de que Sevilla está sin alcalde -mientras los demás viven en guardia para defenderse con uñas y dientes de los recortes del Gobierno- es que Monteseirín se ha largado tres días con el Sevilla F.C. a la final de la Copa en Barcelona y no se le ha echado en falta. ‘Amar es notar la ausencia’, rezaba el lema de la película ‘Love story’. Si no se nota la ausencia, cabe inferir que hace tiempo que no hay (¿lo hubo alguna vez?) ‘feeling’ entre Sevilla y Alfredo. Bueno, ni entre Alfredo y el PSOE. Y para una vez que estaba justificado el viaje institucional del (sin) con cargo a las arcas municipales para sentarse en el palco junto al Príncipe, va y, como el cartero, mete la pata dos veces. La primera, al decir que iba para representar a los que no se lo podían pagar. Eso es mentar la soga en casa del ahorcado por la crisis. Y la segunda, al confesar que viajaba a gastos pagados por Del Nido. Osea, Turquía segunda edición. Parafraseando lo que se decía de Arafat, Monteseirín nunca pierde la oportunidad de perder la oportunidad de viajar de gañote.

Gatos rojos

Torrijos escenifica a un año de las elecciones su separación del (sin) alcalde al anunciar una moción contraria a la externalización de líneas deficitarias como solución al déficit de Tussam por defender la naturaleza pública de los servicios ciudadanos. ¿Es ésta la naturaleza pública que defiendes, Antonio, u otra cosa? A los hechos me remito:  trabajar cada vez menos (35 horas/semana), con más prebendas, colocando a más gente afín (querían los puestos de trabajo hasta  hereditarios  y fueron condenados por el Defensor del Pueblo) y ganando al menos un 30% más que en el sector privado (3.000 euros/mes según denunció Gutiérrez) a costa de los contribuyentes. Con la que está cayendo, el ciudadano está hasta la coronilla de las ideologías y de que la solución,  huelgas (salvajes o no) previas, sea siempre meterle la mano en el bolsillo subiéndole el billete. Acuérdate del mensaje de tu camarada Deng Xiao Ping a Felipe: gato blanco, gato negro, no importa: sólo que cace ratones. La externalización ni se habría planteado con menos ideología y más eficacia.

Diagonal

El Ayuntamiento de Barcelona, espejo en que se mira Sevilla, organizó un referéndum sobre el proyecto municipal de convertir la Diagonal  en un bulevar al alfrediano modo (con tranvía, carril bici y dos carriles para coches con velocidad limitada a 30 Kms) o en una nueva versión de las Ramblas, o bien por una tercera opción puesta al final de tapadillo y sin apenas publicidad, por aquello de aparentar algo de democracia: dejarla como estaba. El 80% de los votantes (172.161 de un censo de 1,4 millones) se pronunciaron al juanramoniano modo de ‘no la toquéis más, que así es la rosa’ y desautorizaron la iniciativa. Yo me pregunto qué habrían votado los sevillanos si se les hubiera dado a elegir entre dejar la Alameda como estaba o convertirla en el Paseo Marítimo bis de Islantilla; la calle San Fernando de toda la vida o como la terminal ferroviaria de Alcázar de San Juan; dejar igual la Encarnación o embutirle las ‘setas’ inspiradas en una gasolinera de Hamburgo, y dejar igual el Prado o meterle la biblioteca que imita el pabellón de México en la Expo-92.

Fariseo

El (sin) alcalde, cuya primera decisión hace 11 años fue subirse el sueldo, trata ahora que tiene un pie en el estribo de congraciarse con los funcionarios al decir que le parece “un poco injusto” que ZP les recorte un 5%. Lo afirma farisaicamente quien en 2009 quiso recortar la subida pactada con los sindicatos del Ayuntamiento aun a costa de sublevar a los funcionarios, desatar huelgas en los servicios y hasta poner en crisis el grupo socialista con tal de darle por saco a Carrillo, a quien, tras relegarlo a Delegado de Personal, había tendido la trampa de que cerrara el convenio municipal al alza para luego dejarlo a los pies de los caballos negándose a reconocer la subida en Pleno. ¿A quién va a engañar a estas alturas? Y aún omite si va a recortarse su nómina en un 15% como ha hecho el Gobierno. Tendría truco, porque aunque el (sin) dice que gana unos 60.000 euros como alcalde, en la práctica se embolsa cerca de 110.000 merced a las empresas municipales. Al contrario que Telepizza, su secreto no está en la masa (salarial), sino en las dietas.

Zoido demostró, frente a quienes auguraron que no iba a aguantar cuatro años en el Palomar, que no sufría el síndrome de Luis Yáñez, el cual dio la ‘espantá’ cuando vio que no iba a suceder a Del Valle. Sin embargo, ahora Zoido ha metido la pata hasta el corvejón al decir que si no es el alcalde se irá tras las elecciones porque ha venido a la política “a servir y no a servirse”. Incurre en una confusión garrafal de concepto: no sólo se sirve desde la Alcaldía, sino también desde la Oposición, como demuestra él mismo cada día controlando al Poder en nombre de todos los sevillanos y no sólo de sus votantes. Con sus palabras ha dado pie a que Moriña le acuse de ambicionar sólo el cargo, de incivismo por querer irse si no es alcalde y de hacer un chantaje antidemocrático al electorado. Tiene razón el portavoz socialista: la obligación de un político que se presenta a unas elecciones es defender el interés ciudadano allí donde democráticamente le sitúen los votos. Esta vez, Zoido se lo ha puesto al PSOE como decían que se las ponían a Fernando VII: a huevo.

Grecia está en Sevilla

El título no hace referencia  a la Avenida del mismo nombre, sita en Los Bermejales, donde la Junta proyecta un nuevo edificio en el  antiguo Instituto del Tabaco para cinco de sus delegaciones y que, mediante la colaboración público-privada (la misma de la que habla Rosa Aguilar para las futuras líneas del Metro), le obligará  a pagar un alquiler de al menos  7,5 millones de euros durante cada uno de los 25 años siguientes a su terminación (hagan las cuentas y vean luego si el coste de rehabilitar de San Telmo ha sido caro o barato).

Tampoco estaba pensando en el restaurante griego por excelencia en la ciudad, el Helas, fundado por quien es ya un sevillano de Esparta y que tras venir a Sevilla por  la Expo  se quedó aquí para ofrecer en la calle Gonzalo Bilbao platos con resonancias del idioma homérico que se podía estudiar en el Bachillerato de Letras: Nisiotiko, Sutzukakia, Kokkinisto, Musazas, Paputsaki……

Y, desgraciadamente, tampoco aludo a la revista ‘Grecia’, adelantada de todas las vanguardias literarias en España, y que vio la luz en Sevilla en 1918 bajo la dirección de Isaac del Vando. En sus páginas  tuvieron cabida por primera vez todos los –ismos del siglo XX: el ultraísmo, el dadaísmo, el cubismo, el futurismo…literaturas rompedoras e historiadas por uno de sus miembros, Guillermo de  Torre, en un libro en varios tomos convertido en todo un clásico. Con sólo enumerar la nómina de colaboradores podremos comprender la distancia cultural que media entre la Sevilla inquieta de entonces y la actual: García Lorca, Borges, Adriano del Valle, Garfias, Cansinos Assens, Aleixandre, Gómez de la Serna…..

LOS NÚMEROS ROJOS

Hace escasas fechas, la Unión Monetaria Europea tuvo que lanzarse sí o sí, como diría Del Nido, al rescate de Grecia, cuya  deuda  estaba hundiendo el euro. Acordó con el Fondo Monetario dotar un fondo de  110.000 millones de euros a cambio de un severo plan de ajuste, preludio del que se ha visto forzado a aplicar también Zapatero en España bajo la espada de Damocles de  Merkel, Sarkozy y hasta de Obama.

Al igual que hablamos en prosa sin saberlo, probablemente no sepan que cada familia sevillana ha tenido que prestar 586 euros para salvar a Grecia.Y como nuestros socios helenos han necesitado de mucha más ayuda, por el conjunto de esos 110.000 millones de euros cada griego ha contraído una deuda de 9.166 euros.

Ahora comprenderán por qué Sevilla no está tan lejos de Grecia. Según Hacienda, cada sevillano del conjunto de la provincia debe a través de sus Consistorios 506 euros a los bancos, una cifra que se aproxima a los 586 que hemos tenido que prestar a los griegos para salvarlos de la bancarrota. Hay municipios, como Almensilla, cuya deuda de 4.199 euros per cápita es casi la mitad de la contraída por los arruinados griegos con la Eurozona y el Fondo Monetario. Dicho de otro modo: si Almensilla fuera una nación (bueno, con esto de las Autonomías quién sabe si algún día no se reivindicará como tal) en vez de, por ahora, un pueblo, también habría necesitado una operación de rescate de la UEM y el FMI.

TRAGEDIAS DOMESTICAS

La tragedia griega sevillana ya se está representando en vivo en algunos ayuntamientos. Pensemos en los trabajadores del de Huévar, con créditos bancarios por valor de 1.210.000 euros y que además adeuda la nómina de seis meses, más una paga extra, a sus funcionarios tras las alegrías de la época del ladrillo. Aquéllos, desesperados, han protagonizado encierros junto a sus familias y empezado a denunciar a título individual sus casos  ante la Subdelegación del Gobierno, la Diputación y el Defensor del Pueblo. Pese a haber reducido la plantilla a la mitad y al maná de la implantación en el municipio de grandes empresas como Mercadona e Inés Rosales, el Consistorio es incapaz ahora d

El patulaje

Zoido demostró, frente a quienes auguraron que no iba a aguantar cuatro años en el Palomar, que no sufría el síndrome de Luis Yáñez, el cual dio la ‘espantá’ cuando vio que no iba a suceder a  Del Valle. Sin embargo, ahora Zoido ha metido la pata hasta el corvejón al decir que si no es el alcalde se irá tras las elecciones porque ha venido a la política “a servir y no a servirse”. Incurre en una confusión garrafal de concepto: no sólo se sirve desde la Alcaldía, sino también desde la Oposición, como demuestra él mismo cada día controlando al Poder en nombre de todos los sevillanos y no sólo de sus votantes. Con sus palabras ha dado pie a que Moriña  le acuse de ambicionar sólo el cargo, de incivismo por querer irse si no es alcalde y de hacer un chantaje antidemocrático al electorado. Tiene razón el portavoz socialista: la obligación de un político que se presenta a unas elecciones es defender el interés ciudadano allí donde democráticamente le sitúen los votos. Esta vez, Zoido se lo ha puesto al PSOE como decían que se las ponían a Fernando VII: a huevo.

La ley del silencio

Un Elia Kazan redivivo podría ambientar otra versión de ‘La ley del silencio’ tanto en los muelles de Nueva York como en lo que rodea  al del mismo nombre que existe  en Sevilla, donde impera una  ley similar gracias a la cobardía colectiva de una sociedad que adora el oro del becerro aun a costa de perder la dignidad y vender hasta el alma. Y, como dijo Cristo, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma? Dos sevillanos, el catedrático Luis Rull y el ingeniero Luis Eusebio León, han demostrado tener alma y dignidad al irse directamente a su casa antes que seguir en una tertulia radiofónica donde censuraron sus comentarios sobre el viaje de lujo de Monteseirín y Marchena a Turquía después de que el valido, el mismo que fue premiado por la Asociación de la Prensa (¡qué gran ojo clínico!),  actuara a golpe de teléfono para acallar las voces críticas. La emisora así llamada lo  (sobre)entendió perfectamente: o mordaza de silencio o corte de ciertos fluidos municipales. Es una variante del principio de McLuhan: el telefonazo ya  es el mensaje.

Colegas

Reza la noticia que el alcalde viajó a Turquía a gastos pagados en un avión privado invitado por un empresario en busca y captura, a través del Boletín Oficial de la Provincia, debido, nunca mejor dicho, a que  adeuda el ‘sello’ de dos coches, incobrables al carecer de fondos en las cuentas intervenidas. Aquí sólo pagamos los de siempre. Recuérdese que también Monteseirín estuvo reclamado en el BOP por pasar olímpicamente de pagar el ‘sello’ del coche durante la tira de años y que si se puso al día fue por un hecho casual. En una visita a la Delegación de Hacienda  en época de Carmelo Gómez le hicieron una demostración de los avances informáticos municipales. Por curiosidad pidió que teclearan su nombre y se quedó lívido: la pantalla escupía datos y más datos sobre su morosidad. Volviendo a la crónica periodística, decía: “el Ayuntamiento buscaba al moroso mientras el alcalde viajaba a su lado”. Tanto monta, monta tanto: a la vista de los antecedentes de uno y otro, ¿acaso no podía decir el empresario lo mismo de Monteseirín? Dos colegas volaron juntos.

‘Up in the air’

Tal como recordamos antes de que se consumara su defenestración por Griñán mediante el teletipo de Europa Press,  Monteseirín ya era visto dentro y fuera del PSOE como un ‘pato cojo’. La prensa norteamericana acuñó esta  metáfora  animalística (‘the lame duck’) para definir el síndrome que afectaba a los presidentes que no podían optar a la reelección porque se hallaban en su último mandato.

Los presidentes que dejarán de serlo a plazo fijo pierden mando e influencia porque el resto de los políticos dejan de tenerlo como referente y se reorientan en función de los posibles candidatos a la sucesión. Como reacción, los inquilinos de la Casa Blanca con fecha de caducidad empiezan a pasar olímpicamente de todo porque ya no van a ser penalizados electoralmente.

Y ésta, justamente, es la posición en que se encuentra Monteseirín: el ‘pato cojo’ amortizado por el PSOE y que ha decidido pasárselo lo mejor posible en el año que le queda como alcalde. Y una de las formas en que mejor se lo pasa Monteseirín es viajando a costa del contribuyente o por invitación.

CUALQUIER PRETEXTO

Sólo en los últimos 16 meses, el regidor sevillano ha hecho catorce viajes al extranjero detectados por la prensa, en los que ha dado el equivalente a casi una vez y cuarto la vuelta al mundo: 47.141 kilómetros.

Con la excusa de la promoción turística, cinematográfica, deportiva o lo que se tercie de Sevilla, se ha escapado a ciudades como Nueva York (presentación de la Bienal de Flamenco), Zúrich  y Múnich (acompañando a la Sinfónica, aunque los melómanos locales dicen que no lo ven nunca en un concierto en el Maestranza), Bruselas (congreso de movilidad sostenible: lo que más le gusta a Alfredo, la movilidad), Katowice (a ver la final del Eurobasket, por aquello de la subsede para Sevilla), Londres (se encalomó al séquito de Griñán al World Trade Market, aunque eso no le evitó la defenestración o, quién sabe, acaso hasta la aceleró), Bochum (los premios de Cine Europeo como coartada), Nápoles (siempre hay un congreso en el que parece inexcusable su presencia y éste sobre ciudades mediterráneas -¿por qué entonces Pierre Chanu escribió su monumental ‘Sevilla y el Atlántico’?- le inspiró su carta de despedida a los sevillanos, si bien luego se arrepintió conforme al lema que popularizó en TVE el humorista Joe Rígoli: “Yo sigo”), París (la Bienal de Flamenco bien vale ese sacrificio del viaje a la ciudad de la Luz) y otros.

Ahora se anuncia su viaje a Río de Janeiro, el undécimo transoceánico en su  mandato. Monteseirín es como el Ryan Bingham  -encarnado por George Clooney- de la película ‘Up in the air’, cuya meta era volar 10 millones de millas para obtener la tarjeta ‘gratis total’ de por vida. A diferencia de Bingham, un experto externo y sin alma a la hora de recortar plantillas, Alfredo es un experto en incrementar la del Ayuntamiento (130 nuevos contratos este año) y los gastos de personal (5,2 millones de euros más) pese a la crisis.

BORBOLLA, EN PAÑALES

Y entre el último viaje conocido, Tánger, y el próximo, Río, el esperpento del vuelo secreto a Turquía con Marchena y el cónsul honorario turco que a la par es importador de tuberías como las que se usan en las obras que licita Emasesa, un vuelo destapado por el colega Alberto García Reyes, el cual ha hecho honor a la definición de qué es periodismo: aquello que no le interesa al Poder que se sepa.

Monteseirín ha dado ya tres versiones contradictorias  de un viaje que ocultó a sus ediles con la mentira (¿cuántas ya?) de que se ausentaba por unos días de Sevilla con su familia. Tras la trola, él  y su valido se largaron  a Turquía en un jet privado cuyo vuelo ha costado  37.000 euros, se alojaron en Estambul en plan lujo asiático en un hotel de cinco estrellas cuya suite vale al menos un 25% más que la habitación más cara del Alfonso XIII y se dieron un homenaje en un restaurante turco que se precia de servir ‘la sinfonía del marisco’, en sintonía con la predilección del mandamás de Emasesa por las pinceladas al centro. Y pensar que en otros tiempos  se formó  un escándalo en Sevilla por que Borbolla degustó unos langostinitos en París…..

¿QUIÉN PAGÓ LA FACTURA?

El cónsul-importador de tubos y viceversa dice que el viaje lo organizó el Consulado por invitación del primer ministro turco para que Emasesa exportara tecnología a su Ministerio de Medio Ambiente. El alcalde dice ahora que no era un viaje institucional, sino comercial. Si tal era, ¿por qué en secreto y no se aireó como un gran éxito suyo  al ser invitado a exportar ‘software made in Sevilla’? Si era institucional para vender informática de Emasesa al Ministerio de Medio Ambiente, ¿por qué ya en Turquía  visitaron la fábrica de tubos, si según el cónsul que los importa, su firma ni ha tenido en el pasado, ni tiene en el presente, ni tendrá en el futuro relación contractual con Emasesa?

Si era una misión comercial de la empresa municipal, ¿por qué los turcos, supuestos compradores de un mero programa informático, han corrido teóricamente con los gastos a cuerpo de reyes de los vendedores  y qué pintaba en un jet privado el cónsul, si jamás de los jamases su empresa tuvo, tiene ni tendrá relación con Emasesa?

Y ¿por qué Monteseirín y su valido hicieron escala en Mallorca para no dejar huella del vuelo a Turquía, se montaron en un coche de espaldas para no salir en las fotos y se fueron pitando de San Pablo por puerta distinta a la de Autoridades?

Sólo obra así quien tiene mala conciencia.