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Primera vez

La delegada de Hacienda, Asunción Fley, ha logrado terminar el proyecto de Presupuestos municipales justo a tiempo para que Zoido los pudiera presentar el martes ante el Consejo Económico y Social y luego elevarlos a un Pleno para su aprobación antes del fin de 2011, en cumplimiento de su promesa electoral y en contraste con los tradicionales retrasos de Monteseirín, que los estiraba hasta primavera como mínimo. Sin embargo, con ser extraordinario para lo que se acostumbraba por estos lares, este éxito no tiene mérito al lado de otro no bien ponderado y que ha pasado prácticamente inadvertido. Hace un mes, cobró la primera multa de que se tiene noticia a un gorrilla, al amparo de la Ordenanza aprobada en 2008 y que hasta ahora era papel mojado porque todo el mundo sostenía que cobrarle a un guardacoches era imposible, dada su acreditada insolvencia. Sólo han sido 30 euros, pero menos da una piedra y más importante aún es su valor simbólico. Ahora, para que yo la tenga en un pedestal, sólo le falta un tercer milagro: cobrarle algún tributo al Sevilla y al Betis.

Números rojos

NUMEROS ROJOS_0La fundida -por Espadas- delegada de Hacienda de Monteseirín, Nieves Hernández, alardeaba en el Pleno de que el Banco de España iba a homologar la reducción de la deuda en 70 millones de euros: de 524 a 454. Así que el PP tuvo que solicitar la intervención, valga la redundancia, del interventor, para que éste dijera la verdad. Ya saben, el interventor es ese funcionario a cuyos “caprichos”, según declaró el exdirector general de los EREs en la Junta, los sociatas no pueden verse sometidos a la hora de usar la pasta. Y el interventor silenciado hasta ahora ha dejado en evidencia a Nieves al revelar que Monteseirín va a legar una ‘lápida’ de 633 millones de euros. La deuda oculta del (sin) alcalde se halla camuflada en el consorcio de empresas municipales controlado a través de Marchena. Pero las trampas no acaban ahí, ya que tampoco se han contabilizado los 70 millones de un anticipo a devolver a Hacienda. El suma y sigue asciende a 700 millones. Aun así, Monteseirín todavía mantiene la desfachatez de decir que él va a dejar la caja mejor que como se la encontró.

Las rendijas de Monteseirín

Parados ante una oficina de empleo

Parados ante una oficina de empleo

A finales del año 2007, cuando oficiosamente la Administración española comenzó a admitir la existencia de la gravísima crisis económica actual, había en la provincia de Sevilla 118.000 parados. En enero de 2009 ya eran 173.000; en enero de 2010, 203.027; en enero de 2011, último dato revelado por el Ministerio de Trabajo hace unos días, 216.033. En tan sólo tres años el número de desempleados inscritos en el INEM –las estadísticas no recogen a aquellos que, por el efecto desánimo, se caen de la lista o ni siquiera se apuntan- casi se ha duplicado: un 83% más. De esta cifra desoladora, un tercio de los parados (entre 71.000 y 75.000, según qué fuente) corresponde a la capital hispalense.

Los datos reflejan que las personas de entre 25 y 45 años, y en mayor proporción  los hombres que las mujeres, son las más afectadas por esta situación de emergencia social. Es la prueba evidente de que la reforma laboral del Gobierno no ha servido aún para nada. En el último año incluso se han firmado 200.000 contratos temporales menos que al inicio de la crisis. Los contratos fijos para menores de 30 años son una quimera. La ya conocida como ‘la generación perdida’, cuando halla trabajo es como camareros, dependientes y en otras actividades del sector servicios.

RECORTE DE LA INVERSIÓN

Para que haya trabajo y actividad económica debe haber primero empresas y emprendedores. Y si hemos visto anteriormente las desalentadoras estadísticas del INEM sobre el mercado laboral, las del ‘Informe sobre la Economía de Sevilla’, elaborado por el catedrático Francisco Ferraro para la Cámara de Comercio y la Confederación Empresarial Sevillana y presentado unos días antes, van por la misma senda.

En lo que llevamos de crisis han desaparecido en Sevilla y su provincia 6.368 empresas, a una media, atención, de seis cada día. Otras 292 han entrado en proceso concursal, antigua suspensión de pagos.

En esta gravísima situación, todas las miradas se vuelven hacia las Administraciones Públicas en demanda de una solución keynesiana: más inversión pública. Lo imploran los empresarios, los sindicatos y hasta el Consejo Económico y Social (CESS).

Mota imitando a Rubalcaba

Mota imitando a Rubalcaba

La respuesta la han dado en los Presupuestos para 2011, que van justamente en la dirección contraria: un tijeretazo general a la inversión y, por consiguiente, a proyectos que puedan generar empleo. La Junta de Andalucía ha recortado en un 25% el dinero que destina a Sevilla. La Diputación, en un 50%. Y el Ayuntamiento gobernado por Monteseirín, ¡en un 78%!

El CESS, en su dictamen sobre los últimos Presupuestos del actual alcalde sevillano, criticó el “desplome” de las inversiones municipales en la capital, “en una época donde serían esenciales para reactivar la economía y crear empleo”. Las cuentas del Ayuntamiento destinan más dinero a la televisión de Monteseirín que a inversiones, y con eso está dicho todo.

El argumento defensivo del gobierno local es que ya se han hecho todas las obras que había que hacer y que, por tanto, toca apretarse el cinturón en época de crisis.

NO HAY FONDOS

Por eso, por ejemplo, como no hay dinero la biblioteca de la Casa de las Columnas (Triana) se cierra por las tardes desde hace casi tres meses y no se ha acabado de construir ninguna de las 18 bibliotecas públicas proyectadas para antes de 2012. Marcelino Oreja, que cuando era presidente del Consejo de Europa visitó Sevilla, decía que para medir el grado de desarrollo de ciudades y países en sus viajes internacionales no se fijaba en datos económicos de renta per cápita  y similares: observaba el número y estado de las bibliotecas y colegios –donde se forman nuestros hijos- y la limpieza. Sevilla, con más de 700.000 habitantes, sólo tiene doce bibliotecas municipales, a razón de una para cada 58.333 sevillanos.

Por esa falta de dinero que alega el Ayuntamiento, funcionarios municipales trasladados al edificio Metrocentro llevan desde diciembre ateridos de frío porque, por no tener, carecen hasta de electricidad y, huelga decirlo, de ordenadores y material de oficina.

Por eso, porque hay que apretarse el cinturón por la crisis, al Defensor del Ciudadano ni le han pagado los 67 euros que tuvo que poner de su bolsillo para una cerradura rota de la puerta de su despacho.

Y así sucesivamente.

Este es el mensaje y la práctica de presunta austeridad del gobierno ‘de progreso’ PSOE/IU en Sevilla.

EL QUE BUSCA, HALLA

Hace unas semanas, comentamos aquí, medio en serio medio en broma, que Monteseirín era como el humorista José Mota en su imitación por Nochevieja de Rubalcaba, cuando a la pregunta sobre dónde estaba el dinero decía que “en la rendija que queda en medio de los cojines del sofá, ahí hay todo un mundo de posibilidades”.

Monteseirín se abona al centenario de Elcano aunque se vaya de alcalde

Monteseirín se abona al centenario de Elcano aunque se vaya de alcalde

Pues bien, la realidad de Monteseirín supera una vez más a las parodias fruto de la imaginación de Mota. En la misma semana en que hasta se ha cancelado en Sevilla la Feria del Toro por falta de 300.000 euros, entre las lamentaciones del sector turístico, la compañera María Rionegro ha descubierto que el alcalde ha ‘detraído’ 150.000 euros del Presupuesto municipal para una fundación ‘fantasma’ (‘Sevilla World’) que conmemore en el año 2019 la vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano.

Probablemente, el regidor habrá seguido el consejo del humorista Mota pero aplicado a las rendijas de las cuentas públicas en vez de a las del sofá del salón: “Hay que meter la palma de la mano por todos lados, porque siempre cae algo”.

Monteseirín, el alcalde que como estamos en crisis ha hecho sólo siete viajes al extranjero en el último año desde la Sevilla de los 70.000 parados, siempre acaba, como el humorista Mota, dando la campanada.

El que venga detrás…

….que arree. Así se desprende de las cuentas municipales presentadas por la delegada de Hacienda, Nieves Hernández, que dibujan el mismo panorama de ruina que dejó tras de sí Monteseirín a su paso por la Diputación, con su sucesor y a la vez cuñado, Luis Navarrete, hipotecado durante bastante tiempo por la ‘lápida’ de Alfredo.

El 22 de mayo  los sevillanos elegirán al sustituto del considerado generalmente  como el peor alcalde de la historia reciente de la ciudad, pero Monteseirín lo dejará atado de pies y manos durante año y medio como mínimo para que lo recuerde a diario.

Nieves Hernández

Nieves Hernández

La delegada de Hacienda ha tardado nada menos que un año  en presentar el balance de 2009, saldado con unas pérdidas  de 31,4 millones de euros, que se suman a los 87 millones de déficit en 2008.

Como además Monteseirín se ha fundido en las ‘setas’ de la Encarnación, la conversión de la Alameda en el equivalente al paseo marítimo de Islantilla y otros proyectos hasta los 172 millones que había en el PGOU para los futuros barrios, el resultado de su política es similar al mensaje que dejó en un sobre el ministro laborista británico de Hacienda a su sucesor conservador: “No hay nada en la caja”.

UNA HERENCIA DE FACTURAS

La crisis le viene de perlas a Nieves Hernández para enmascarar la bancarrota en que su jefe deja a Sevilla y  tratar de justificar un presupuesto sin  dinero para inversiones. Total, como según sus adláteres Monteseirín ya ha hecho todas las obras que había que hacer y ‘modernizado’ la ciudad a su manera (por ejemplo, duplicando con un tranvía de más de 100 millones de euros tras su ampliación el mismo trazado del Metro), lo único que debe hacer el que venga es pagar las facturas pendientes. Vamos, que no va a tener ni para poner una primera piedra.

Hasta no hace mucho, Monteseirín decía que Sevilla había roto las costuras heredadas de la Expo y  necesitaba un segundo esfuerzo inversor. Pues para ese esfuerzo no hay fondos en el ‘a priori’ propicio año electoral de 2011, y sólo habrá 1,5 millones para 2012, porque la previsión de la delegada de Hacienda es que las arcas municipales no tengan un respiro hasta al menos año y medio. Así pues, Zoido o Espadas, sea quien sea alcalde, tendrán que dedicar la cuarta parte de su mandato a tapar los agujeros de  Monteseirín.

Para mayor sarcasmo, la delegada se ha vanagloriado de la refinanciación de parte de la deuda contraída con los bancos, merced a la cual el Consistorio se ahorra el pago de 18 millones de euros en 2011. Nada dice de que el endoso empieza a correr otra vez en 2012, para la nueva corporación.

‘PATATAS CALIENTES’

El próximo alcalde se va a encontrar con otros regalos envenenados: el Ayuntamiento debe 256 euros a los 5.444  empleados municipales (entre funcionarios y personal laboral) por una subida pactada en 2008 y que no va a pagar tampoco en este ejercicio, más las horas extra de este año y las que deberán realizar el que viene para no desatender los servicios ante la falta de personal existente (hay 487 puestos vacantes), otra ‘patata caliente’ a resolver por quien coja el bastón de mando.

La mezcla de vacantes sin cubrir y del tradicional absentismo  en la Casa Grande es la causa del último conflicto laboral, motivado por la ‘externalización’ durante las vacaciones navideñas de la limpieza de los colegios.

El Ayuntamiento ha tenido que gastar de urgencia 20.000 euros en contratas con empresas, al faltarle el 27% de la plantilla entre puestos amortizados, jubilaciones sin reponer, bajas médicas, permisos, cambios de destino y liberados sindicales.

Giralda TvLos sindicatos han montado en cólera y acabado en enfrentamientos con la Policía a cuenta de sus movilizaciones de protesta por temor al inicio de la privatización de este servicio municipal, y han achacado la precaria situación de los centros docentes al desvío de 7  millones de euros para tapar las deudas de Tussam, Lipasam y Giralda Tv.

Pues a pesar de la falta de recursos humanos, el ínclito delegado del área, Alfonso Mir, ha decidido compensar a la plantilla municipal, “por su sobreesfuerzo”, regalando dos días extra de descanso a todos y cada uno de sus miembros: 60.000 horas de trabajo perdidas en total, con la clara finalidad de, ya que no quedan fondos, comprar con tiempo libre la paz social en el Ayuntamiento.

UNAS ‘SETAS’ CADA AÑO

Ese desvío de 7 millones para Tussam, Lipasam y Giralda Tv denunciado por los sindicatos es sólo un anticipo de lo que se avecina. El triunfalista anuncio de que este año se ha conseguido en Tussam un balance equilibrado (omitiendo que tras traspasarle previamente, para salvarla de la quiebra, el edificio de Diego de Riaño y la parcela del Prado reservada al edificio de Moneo y valorada en 34,5 millones de euros) no casa con las previsiones de transferencias de dinero, tanto a la empresa de transportes como a Lipasam, que ascenderán a 174 millones de euros (64+110, respectivamente) en el año próximo y a 176  millones (63+113) en 2012.

Estas cifras suponen cargar en cada ejercicio al presupuesto municipal con el equivalente a  unas ‘setas’ de la Encarnación o un estadio ‘olímpico’. El Ayuntamiento de la Sevilla de los 70.000 parados se queda sin capacidad de inversión para paliar la crisis y con una deuda de 631 millones (corporación + empresas municipales) al cabo de 12 años de mandato del actual regidor.

Hace dos meses, un periódico llevaba a título las siguientes declaraciones del alcalde: “No dejaré las arcas vacías”.

Monteseirín se cree sus propias mentiras.

El síndrome del jaramago

Zapatero ha presentado su proyecto de una economía sostenible basada  en Investigación+Desarrollo+innovación (I+D+i), un urbanismo a la medida del hombre frente a la voracidad del ladrillo, y las energías renovables. Esta iniciativa casi ha coincidido con la celebración en Sevilla de la investidura de Manuel Castells como doctor honoris causa por la Universidad Hispalense y del 40 aniversario de la creación del departamento de Genética por Enrique Cerdá. Ambos sabios llegaron procedentes de California, si bien uno se quedó y el otro se fue,  y los dos soñaron que la I+D+i  debía ser el motor de desarrollo de nuestra ciudad y que para eso era preciso dotarla de un recinto especial. Al margen de los balances sobre las 102 tesis doctorales y los 450 trabajos publicados en revistas científicas de los que se ha hablado ante la ministra Garmendia, una vasca que en su juventud vino a estudiar a Reina Mercedes atraída por el prestigio del departamento de Genética, Cerdá se ha alejado del triunfalismo oficial y ha sido muy crítico al declarar que a la ciudad no le importa la ciencia y que el verdadero apoyo a la misma habría sido que destinara 200 hectáreas para laboratorios o instalaciones universitarias.

Esas 200 hectáreas debieron ser el recinto de la Cartuja tras la Expo conforme al proyecto PINTA dirigido por Peter Hall y Manuel Castells, profesores entonces en Berkeley,  que concibieron una auténtica ciudad de la ciencia y la investigación cuyos resultados se transferirían al tejido productivo para su modernización tecnológica. Era la misma música que ahora, con otra letra, suena en la ‘economía sostenible’ de Zapatero, el cual pide diez años para ver los resultados de su apuesta. El proyecto PINTA, génesis de Cartuja 93, hubiera necesitado 20, 30 ó 40 años de maduración y ejecución, pero se habían creado tantas expectativas sobre el futuro posterior a la Expo que cuando los jaramagos colonizaron los solares dejados por el derribo de muchos pabellones nos entró el horror al vacío propio del barroquismo sevillano y el modelo se pervirtió.

Se dijo que jamás en la historia, y menos en una Andalucía subdesarrollada, se había concebido un espacio de tal magnitud sólo para las ‘batas blancas’ de los investigadores. Y, para combatir el síndrome de los jaramagos, se metió todo lo que se pudo meter y cuanto antes en la isla: el Parque Temático, empresas, servicios públicos, centros de investigación científica, centros tecnológicos, facultades, escuelas de negocios, centros formativos… por meter, se metió hasta la Policía Municipal y, ahora, hasta se rompe el tabú de las viviendas cuando se anuncian pisos para investigadores. Cartuja 93 ha acabado convertida en un batiburrillo, lejos del espíritu puro de aquella I+D+i que ahora pregona Zapatero como mágico instrumento contra la crisis. En Sevilla la pudimos haber tenido al por mayor, pero la minimizamos por miedo y falta de visión como la que tuvieron dos adelantados a su tiempo: Castells y Cerdá. En la tierra de María Santísima al final, como en la canción de Juan y Junior, siempre nos falta fe.

Por sus obras los conoceréis

El presupuesto es donde se materializa la política de un Gobierno. Éste puede proclamar su apoyo a la cultura, pero si luego en el presupuesto dota con más fondos  la construcción de campos de fútbol que  la de bibliotecas estará demostrando con hechos que tiene otras prioridades, conforme al dicho bíblico de “por sus obras los conoceréis”.

El gobierno de Monteseirín y Torrijos se presentó como “social y de progreso”, para atender a los sevillanos más desfavorecidos en virtud de los principios ideológicos de izquierda de PSOE e IU. Ahora, sin embargo, el Ayuntamiento aplica un tijeretazo a las partidas de Bienestar Social y Economía y Empleo para atender otros compromisos. Así, elimina un millón de euros de ayudas a domicilio, casi 40.000 de un centro de discapacitados, 139.000 euros de la partida sociocultural para la mujer, 32.000 de Participación Ciudadana, 21.000 de Educación, 85.700 de Innovación, 79.000 de Salud y Consumo, 1119.000 de Parques y Jardines….

Ese dinero detraído se destina al ‘agujero’ de Lipasam, al aparato propagandístico de Giralda Televisión y, nada menos que 413.000 euros, a promocionar el campeonato del mundo de basket de 2014. ¿Dónde queda el acento social en los presupuestos? Ahora las prioridades son otras: al Ayuntamiento ‘de progreso’ le importa más el baloncesto que las ayudas a domicilio.

Efecto llamada

La última ocurrencia del Ayuntamiento es anunciar la venta para centro comercial de la antigua sede policial de la Gavidia, comprada a módico precio al Estado para trasladar allí la Hacienda municipal desde la Encarnación una vez construidas las ‘setas’. Habrá incluso que modificar el PGOU, que califica el edificio como equipamiento público, para legitimar su privatización como complejo comercial, una maniobra que no pasará inadvertida al Gobierno, ya en pleito por los Gordales.

Si la política municipal se ha basado estos años en restringir el tráfico privado al centro y en rechazar proyectos equivalentes a éste en la Encarnación poniendo como ejemplo el ‘embudo’ de coches que se producía en la calle Baños y la ronda por el ‘efecto llamada’ del comercio en la Gavidia, ¿cómo ahora se pretende duplicar ese impacto con el equivalente a otro Corte Inglés? ¿Dónde quedan la coherencia y el modelo de ciudad de Monteseirín? Aquí, lo único que importa es hacer caja como sea.

Tres rondas y un Metro

¿Cuánto vale construir un kilómetro de autovía/autopista? Depende de numerosos factores: si discurre por terreno llano o montañoso; si ha de salvar accidentes geográficos con puentes, viaductos o túneles; si se aplican excepcionales medidas ecológicas, como en la Jerez-Los Barrios….La media normal estimada  es de 6 millones de euros por kilómetro.

La nueva ronda de circunvalación de Sevilla, la SE-40, de 77,6 kilómetros de longitud, tiene un presupuesto de 1.400 millones de euros. Cada kilómetro cuesta un promedio de 18 millones de euros, tres veces más de lo habitual, debido a la necesidad de construir el viaducto de La Rinconada y el túnel de los Atlantes para cruzar sobre o bajo la superficie el río Guadalquivir.

Con estos datos a modo de patrón-oro de la construcción, ya podemos comprender la auténtica dimensión de las inversiones previstas en Sevilla (en torno a 435 millones de euros) en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2011.

LA SE-40 COMO PARADIGMA

El secretario provincial del PSOE, José Antonio Viera, ha declarado tirando de argumentario que los PGE “contienen suficientes partidas económicas para que no se detengan los proyectos estratégicos que la provincia necesita para salir de la crisis”, y también que “contemplan partidas para todos los proyectos que constituyen el soporte para el presente y el futuro de Sevilla”.

Ya que hay general coincidencia en que la SE-40 es el proyecto más estratégico de todos, si aplicamos los patrones de coste citados anteriormente a los 82,5 millones destinados a la Ronda la conclusión es que sólo permiten construir entre 4,5 y 14 kilómetros, en el mejor de los casos.

En el mejor no, en el híper óptimo, porque si ya este año se han tenido que paralizar tres de los siete tramos adjudicados (son doce en total) porque no llegaba el dinero pese a que se contaba con 226 millones de euros en los PGE anteriores, ¿qué previsión podrá cumplirse cuando las partidas se le han reducido en un 63%?

Y si se repara en que para los dos tramos de la SE-40 por el Aljarafe que ya fueron adjudicados en 2009 se han consignado cuatro millones de euros, la perspectiva no puede ser más descorazonadora: ese dinero da sólo para sacar a las excavadoras de excursión.

EL CERCANÍAS DEL ALJARAFE

No se trata sólo de la SE-40. Para la duplicación, que no desdoble (palabro inventado por los políticos y que no recoge el Diccionario de la Academia), de la A-49 entre Dos Hermanas y Los Palacios hay una partida de 240.000 euros: menos aún de lo que costaba un kilómetro de autovía en el 92, hace 18 años (1,8 millones de euros). Y todavía  nos ‘venden’ que con los 5 millones reservados para el tercer carril de la A-49 Sevilla-Huelva, la de los atascos en el Aljarafe, se podrán continuar las obras hasta Benacazón y redactar el proyecto para su futura ampliación hasta Huévar y Chucena.

Salvo que se recurra al manido ardid de aprobarle en las Cortes enmiendas al PSOE de Sevilla para incrementar las dotaciones y permitirle así  rentabilizar políticamente la jugada ante la opinión pública al presentarse como el salvador ‘in extremis’, con los futuros PGE sólo se podrá aspirar a rematar una única obra: el Cercanías ferroviario del Aljarafe (hay 50 millones de euros), gracias a la infraestructura ya existente y a que el ministro de Fomento comprometió públicamente su palabra durante su visita a Sevilla.

Hay partidas para todas las obras, como dice Viera -que entre bastidores reconoce que bastante ha luchado para que el tijeretazo no fuera aún peor-, pero partidas para aparentar que ninguna de ellas se paraliza, si bien las apariencias no engañan a nadie, porque para que no se frenen tendrán que acometerse  necesariamente a cámara lenta, so pena de consumir los escasos fondos a las primeras de cambio.

MALTRATO A SEVILLA

Como ya somos adultos, por edad y vigencia de la Democracia, sobran ese tipo de mensajes triunfalistas y/o eufemísticos que tanta credibilidad restan a los políticos. Habría bastado con reconocer que son los Presupuestos de la crisis, quizás los únicos posibles en las actuales circunstancias, aunque Viera también ha dicho algo más, digno de reflexión: estos Presupuestos de la austeridad todavía dejarán en Sevilla más dinero que los de 2004, cuando en plena bonanza económica el PP estaba en el Gobierno.

Y es que si algo caracteriza a Sevilla es que ha sido maltratada sistemáticamente en los PGE por todos los Gobiernos de la nación, tanto del PP como del PSOE, desde 1990, vísperas de la Exposición Universal, cuando era el prestigio de todo el país el que se hallaba en juego por el compromiso internacional de España.  En los veinte años transcurridos desde entonces, sólo ha habido uno, 2008 (848 millones en los PGE), en que la inversión per cápita del conjunto de las Administraciones Públicas en nuestra provincia fue superior a la media nacional.

El profesor Francisco Ferraro ya estimó que sólo entre 2000 y 2007 Sevilla acumuló un déficit en inversiones públicas de 4.915 millones de euros, debido a que las licitaciones de obra pública en la provincia supusieron la mitad que la media del país. Con ese dinero se podrían haber construido el equivalente a tres rondas como la SE-40 y aún habrían sobrado 715 millones, más que suficientes para otra línea de Metro (la 1 ha costado 658 millones).

Alemania ha tardado 91 años en pagar la factura del Tratado de Versalles. Sevilla lleva 20 años pagando la factura por haber albergado la Expo-92.

La trama de las facturas falsas

La Policía ha acreditado que el Ayuntamiento pagó antes de las municipales de 2003 por obras no ejecutadas en el distrito Este y amparadas en facturas falsas, al igual que en el distrito Macarena, hechos éstos por los que la Justicia condenó a penas de cárcel a José Pardo, escolta del alcalde en aquella campaña electoral, y a José Marín, exdirector de Área del Ayuntamiento y, en la época de autos, secretario del distrito.

El presidente de la Cais, José Baena, alertó a la Justicia de que en mayo de 2007 recibió copias de unas facturas por valor de 5.266 euros y emitidas por un cambio de solerías en el distrito Este, obras que jamás se ejecutaron, pese a lo cual fueron abonadas por el Ayuntamiento. La Policía elevó en 2008 a la juez del  caso un informe en el que advertía de que esas facturas no son más que “la punta del iceberg”, porque el constructor había facturado al distrito 269.412 euros sin que las cuentas cuadrasen.

La Policía ratifica así la denuncia que en 2005 hicieron los dos ediles del PA, Paola Vivancos y Rafael Carmona, que destaparon el escándalo, los cuales señalaron que había una trama de facturas falsas en los distritos  Macarena y Este. Sólo les dio tiempo antes de salir del Ayuntamiento a airear la corrupción en el primero.

CAMBIO DE PAREJA

Tras las municipales de 1999, el hartazgo de Soledad Becerril propicia la ruptura de la coalición PP-PA y la forja de una nueva alianza, PSOE-PA, que permite el acceso de Monteseirín a la Alcaldía por un pacto en el que Rojas Marcos  impuso a Chaves desde el Metro hasta  su cuota de poder municipal: controlarían el 70% de las inversiones del Ayuntamiento pese a contar con la mitad (6) de concejales.

El PA seguía manteniendo la delegación clave de Urbanismo y otras áreas que les permitían proyectar sus políticas para luego rentabilizarlas electoralmente: Obras, Cultura y Deportes, Fiestas Mayores y Participación Ciudadana. Así pues, Monteseirín gobernaba realmente sobre un 30% del presupuesto y, teóricamente, su capacidad de acción era muy limitada, si bien el PSOE podía beneficiarse de la imagen pública del nuevo alcalde, imagen que ha acabado siendo tan pésima como empezó, ya que su primera decisión fue la de subirse el sueldo.

EL ANZUELO

Los socialistas tendieron una ‘inocente’ trampa a los andalucistas, y éstos mordieron el anzuelo. El delegado de Hacienda y del distrito Macarena, Carmelo Gómez, propuso a sus socios que se incrementaran los presupuestos de los distritos y se les permitiera acometer pequeñas obras: arreglos y similares.

El grupo Andalucista debate la propuesta. En principio no le ve sentido, porque el PA controlaba todos los trabajos  en la ciudad a través de Urbanismo y de la nueva delegación de Obras. Asimismo, porque los distritos carecían de personal y más aún de técnicos especializados, como eran los de Urbanismo, para controlar la calidad de la ejecución y la veracidad de los presupuestos de los contratistas.

Sin embargo, al final se impone la tesis de Juan Ortega, delegado de Fiestas Mayores, que veía en la idea una gran oportunidad de que se visualizara en su distrito Sur la acción del PA. Así que se multiplicó el presupuesto de los distritos y se les dio capacidad de hacer ‘obritas’, pese a que ni tenían personal ni técnicos, una carencia que Carmelo Gómez se ofreció a subsanar mediante arquitectos de Patrimonio que visasen los expedientes y personal de apoyo (voluntarios) que supervisasen las obras, que se acometerían previa consulta a los vecinos sobre su necesidad.

PRINCIPIO DEL FIN

Cuatro años más tarde, tras las elecciones de 2003 -en las que el PSOE marcó al PA con la acusación del ‘urbanismo bajo sospecha’-, Monteseirín logró desembarazarse de sus incómodos socios de gobierno al forjar una nueva coalición con IU merced a la caída de los andalucistas, que de 6 concejales pasaron a 4. El PSOE ganó el equivalente a lo perdido por el PA y pasó de 12 concejales a 14.

Dos de los distritos controlados por los socialistas, Macarena y Este (ambos con casos de facturas falsas), fueron clave. En Macarena, el PSOE pasó de 29.217 votos a 34.711;  el PA, de 14.526 a 9.565. En Este, el PSOE evolucionó de 36.365 a 41.501;  el  PA registró 9.938 votos frente a los 12.739 anteriores. Y en el distrito Sur, donde debían visualizarse las obras acometidas por el PA, el PSOE prácticamente se mantuvo (de 18.912 votos a 18.645) y los andalucistas fueron incapaces de rentabilizar nada: de 7.787 votos a 6.370.

Ya en la Oposición, cuando Vivancos y Carmona buscaron una explicación a lo ocurrido y chequearon durante seis meses los expedientes municipales, se percataron de que de obritas, nada: en los distritos controlados por el PSOE se habían urbanizado hasta avenidas enteras mediante facturas fraccionadas como “arreglitos”, y hasta en los marmolillos se había impreso, en vez del sello municipal, una leyenda del  distrito Macarena, para que los vecinos visualizaran quién les hacía las obras, encargadas a personas afines. Como no había control técnico de Urbanismo, nadie sabía, podía o quería interpretar si habían sido 100 en vez de 200 los m2 de solería colocados, y así se propició que se inflaran los costes y hasta se falsificaran facturas por  obras inexistentes, como se ha vuelto a demostrar ahora en el distrito Este, donde la Policía no ha hallado vestigio de “solado de hormigón pulido en color verde”.

Monteseirín, que dijo desconocer hasta a su guardaespaldas –uno de los condenados en el caso Macarena-, calla. ¿Seguirá sosteniendo que no había ninguna trama?

El alcalde, sin margen para más ingresos

Aplica ya prácticamente el tope máximo que le permite la ley en los cinco principales impuestos

En los diez años que lleva de mandato duplicará el coste del recibo del IBI que pagan los sevillanos

Trata de hacer caja con las multas de tráfico, cuya recaudación ha multiplicado por cinco en sólo dos años


Ha anunciado  la supresión de servicios por falta de fondos

Diez años después de la llegada de Monteseirín a la Alcaldía, el Ayuntamiento de Sevilla se halla en una más que delicada situación financiera, con una deuda de 493 millones de euros según el Banco de España, una mengua de 52 millones de euros en las transferencias del Estado por efecto de la crisis económica, el arrastre del déficit de ejercicios anteriores, con Lipasam y Tussam prácticamente en quiebra y sin apenas poder incrementar la capacidad recaudatoria municipal porque roza, cuando no aplica ya, los tipos máximos impositivos que le permite la Ley reguladora de las Haciendas Locales.

La asfixia económica en que se encuentra el Ayuntamiento de Sevilla un decenio después de la llegada de Monteseirín a la Alcaldía es tal que él mismo ha anunciado que peligran algunos servicios municipales, y ello pese a que el Consistorio socialista ha exprimido casi al máximo las posibilidades recaudatorias que le otorga la ley y a que los sevillanos son, comparativamente, los habitantes de las grandes ciudades españolas que más impuestos pagan por ser propietarios de una vivienda.

El sevillano que haya tenido la sabia precaución de archivar los justificantes de pago de sus impuestos podrá comprobar que desde el ejercicio del 2000, el primero en que entraron en vigor unos Presupuestos Municipales con Monteseirín como alcalde, hasta el año 2009 el recibo del IBI se le ha incrementado en un 90% en números redondos.

La base imponible de este impuesto es el valor catastral de los bienes inmuebles. Cuando Hacienda autoriza su revisión, la base imponible sube en un 100% y el incremento se aplica gradualmente durante un decenio, a razón de un 10% anualmente. El 2010 será el último año de aplicación de la subida (el 10% restante) para completar la duplicación del coste del recibo.

Morosos y multas

Ahora bien, los tipos impositivos del IBI pueden ser incrementados o reducidos por los Ayuntamientos en los supuestos y dentro de los límites fijados por la ley reguladora de las Haciendas Locales. La norma permite aplicar un tipo impositivo sobre la base imponible que oscila entre el 0,4% y el 1,1%. El Ayuntamiento de Sevilla aplica un 0,847% desde el año 2002. Otros ayuntamientos, como el de Cádiz, han logrado una congelación práctica del IBI a través del tipo impositivo aplicable.

En la delicada situación financiera en que se halla el Consistorio sevillano, a Monteseirín aún le queda un último pero impopular recurso: incrementar el tipo impositivo del IBI hasta ese máximo legal permitido del 1,1%, lo que supondría un nuevo ‘catastrazo’ en el bolsillo de los sevillanos.

Consciente del efecto electoral ‘boomerang’ que podría tener esta hipotética medida de urgencia para el PSOE en las elecciones municipales de 2011, Monteseirín ha dado orden a la Delegación de Hacienda de que haga lo imposible por cobrar los 45 millones de euros que en conjunto adeudan millares de contribuyentes al Ayuntamiento por diversos conceptos desde hace 15 años, pese a que la Oposición estima que muchas de esas deudas han prescrito.

Otra de las medidas para engrosar como sea las arcas municipales es incrementar en lo posible las multas por infracciones de tráfico y, en especial, por aparcar en doble fila. El famoso coche ‘ponemultas’ y el comando especial de la Policía Local denominado ‘Blackberry’, por haber sido equipados con tecnología de última generación para imponer sanciones con la mayor fiabilidad y celeridad, son dos exponentes de la nueva política municipal, que está dando sus frutos. En tan sólo dos años, el Ayuntamiento ha pasado de recaudar 2,5 millones de euros por sanciones a los automovilistas a 11,3  millones de euros: casi cinco veces más.

Topes máximos

Otra de las opciones que tiene el alcalde de hacer más caja es sello del coche. Se trata de un impuesto directo y real que grava la titularidad de los vehículos de tracción mecánica de cualquier clase y categoría, aptos para circular por las vías públicas. La ley de Haciendas Locales fija un cuadro de tarifas en función de la potencia fiscal y clase de vehículo. Los Ayuntamientos pueden incrementar las cuotas fijadas en dicho cuadro aplicando unos coeficientes en función de la población de derecho de su municipio. El coeficiente máximo en el caso de Sevilla es el 2% y el Ayuntamiento ya aplica un 1,82%, por lo que el margen de maniobra que le queda es muy escaso.

El Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana grava el aumento de valor que los terrenos urbanos hayan experimentado a lo largo de un periodo máximo de veinte años, siempre que tal aumento se ponga de manifiesto como consecuencia de su enajenación o de la limitación de su dominio, ambas a título oneroso o lucrativo.

La base imponible es el incremento del valor de los terrenos, que se calcula aplicando sobre el valor catastral del suelo en el momento del devengo un porcentaje a fijar por cada Ayuntamiento que varía en función de la población de derecho del Ayuntamiento y de los periodos de revalorización de los solares, y que se sitúa entre un mínimo del 2 por 100 y un máximo del 3,7 por 100. Sobre esta base se aplica un tipo impositivo fijado por cada Ayuntamiento cuyos límites oscilan también en función de la población de derecho del municipio entre un mínimo del 16 por 100 y un máximo del 30 por 100. Pues bien, el Consistorio sevillano ya aplica el tope máximo.

El  Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras tiene un carácter indirecto y  grava la realización dentro del término municipal de aquellas actividades enunciadas en su denominación que requieran licencia municipal, haya sido expedida o no ésta. La base imponible está formada por el coste de la operación gravada. El tipo impositivo básico es del 2 por 100, incrementable por los Ayuntamientos hasta un máximo del 4 por 100 en función de la población de derecho del municipio. En este caso, la Corporación hispalense también aplica el máximo permitido por la ley.

El Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), de carácter directo,  se exige por el ejercicio de actividades empresariales, profesionales o artísticas. La cuota tributaria resulta de aplicar las tarifas del Impuesto. Las tarifas mínimas se aprueban por Real Decreto y sobre ellas los Ayuntamientos pueden aplicar un coeficiente en función de la población de derecho del municipio, e independientemente pueden aplicar una escala de índices que pondera la situación del local comercial en función de la categoría de la calle en la que radique. En Sevilla hay recargos por cinco categorías de vías públicas y el Ayuntamiento ha fijado también el máximo legal, por lo que carece de margen de maniobra.

Con este panorama, al Consistorio sólo le queda prácticamente incrementar ingresos por la vía de las tasas municipales (hay 29), un método tampoco muy popular, ya que el contribuyente percibe con nitidez el efecto de las subidas en su bolsillo.

LOS ‘AGUJEROS’ CONDICIONAN

EL PRESUPUESTO DE 2010

Los Ayuntamientos presididos por Monteseirín baten records de retraso en la aprobación de los Presupuestos. Los del año 2009 vieron la luz en abril con la excusa del Plan ‘E’, aunque ello no fue óbice para que corporaciones de otras grandes ciudades beneficiarias también del plan de reactivación de Zapatero los tramitaran en tiempo y forma. Igual está ocurriendo este año, ya que se prevé que las cuentas municipales no se aprueben hasta la primavera, máxime cuando la Delegación de Hacienda deberá hacer encaje de bolillos para cuadrar los números.

El problema de fondo radica en que los gastos de la Corporación son más o menos fijos (más bien más que menos) mientras que los ingresos son variables y dependen en buena medida de las transferencias estatales. El punto de partida son 52 millones menos de dinero aportado por el Gobierno de la nación por causa de la crisis y la caída de recaudación en las arcas del Estado.

Siguiente hándicap: el Ayuntamiento arrastra un déficit de 87 millones de euros del ejercicio de 2008 y la Ley le obliga a realizar un plan de saneamiento para reducirlo en el plazo de tres años, ya que en caso contrario quedaría bajo la tutela económica de la Junta de Andalucía. Así pues, en los Presupuestos de 2010 debe ahorrar un tercio de ese déficit: 29 millones de euros.

Se estima que por el hundimiento del sector inmobiliario, la Hacienda municipal podría dejar de ingresar unos 7 millones de euros por los impuestos relacionados con el mundo de la construcción y las plusvalías de los terrenos.

Y, por ende, el Ayuntamiento deberá afrontar los déficits generados por las empresas municipales. Tussam podría acabar el ejercicio 2009 con un ‘agujero’ superior a los 50 millones de euros, y Lipasam tiene pendiente de ejecución un plan de saneamiento por unos 30 millones. En esta senda de pérdidas se hallaría ya Giralda Tv, que precisaría de una financiación añadida de 1,5 millones de euros.

En esta situación de caída general de ingresos y arrastre de déficits, a la Corporación sólo le queda recortar gastos allí donde pueda. La primera víctima del tijeretazo municipal ha sido la Real Orquesta Sinfónica: mientras las demás Administraciones mantendrán sus aportaciones para el año 2010, el Ayuntamiento ha recortado su contribución a una de las señas de identidad culturales de la ciudad.

Pinza contra Sevilla

Las 22 academias de la Lengua Española incorporaron recientemente a la página web del Diccionario voces como ‘abducir’, ‘cultureta’, ‘muslamen’, ‘tsunami’, ‘bróker’, ‘meloncete’, ‘rojillo’….y así hasta 2.996 enmiendas y adiciones al texto normativo de nuestro idioma porque, según el secretario de la Real Academia, ésta está “en el tajo siempre, haciendo aportes continuos para seguir el ritmo de la sociedad y del idioma”.

No estará tan en el tajo cuando aún no ha incorporado la palabra de moda del  verano tras su invención por esa maestra del eufemismo que tiene la Junta de Andalucía y que se llama Rosa Aguilar. Si usted teclea en el buscador web de la Academia los neologismos ‘reprogramación’ y ‘reprogramar’, acuñados por la consejera de Obras Públicas, la respuesta que obtendrá será que “no están en el Diccionario”.

Sí están en el Diccionario palabras de toda la vida como ‘retrasar’, ‘diferir’, ‘aplazar’, ‘posponer’….pero como con ésas se entiende todo y de lo que se trata es justamente de contrariar a nuestro universal poeta Juan Ramón Jiménez, que decía “inteligencia, dame el nombre exacto de las cosas”, Rosa Aguilar no anunció  este agosto un retraso en la ejecución de 39 obras públicas programadas por la Junta y un recorte de 850 millones de euros en las inversiones, sino una ‘reprogramación’.

DISFRAZAR LA REALIDAD

¿Que cuál es la diferencia? Según la María Moliner del Gobierno andaluz, “retraso significa que no se sabe cuándo culminarán las obras; hablamos de ‘reprogramación’ con la certeza de que las obras se van a culminar”. Extrapolando a la realidad sevillana el argot de la consejera, el que las setas de la Encarnación no se concluyeran en ninguna de las cuatro fechas anunciadas desde 2004 hasta hoy no significa que acumulen tres años de retraso, sino simplemente  que su ejecución fue ‘reprogramada’.

Y cuando a Rosa Aguilar le preguntaron por una obra sevillana cuyo inicio se retrasará, perdón, quería decir ‘reprogramar’, seis meses, estuvo sembrada al decir que sufriría “una deriva en el tiempo”. Genial. Habrá que pensar seriamente en proponer la candidatura de nuestra maga del lenguaje para el primer sillón vacante de la Academia, porque esta inventora de eufemismos se merece una letra mayúscula.

SEVILLA TRAGA

Para que no la acusen de estar al servicio del ‘centralismo sevillano’ y sabedora de que a quien dentro del PSOE levante la voz en defensa de Sevilla le puede pasar lo mismo que a José Caballos, y que todos los suyos aquí van a decir amén o a repetir como papagayos  el argumentario oficial, Rosa Aguilar le ha pasado la mayor parte de la factura de la ‘reprogramación’ a Sevilla, para blindarse frente a las protestas de otras provincias. Así, del ahorro global de 850 millones en toda Andalucía, la Junta le ha metido un tijeretazo de 451,6 millones a Sevilla o, lo que es lo mismo, de cada 100 euros que no invierte, 53 se los quita a nuestra provincia. Y de las 39 obras que se ‘reprograman’, 12 (el 30,76% del total) estaban previstas en Sevilla.

Sufrirán un retraso de entre 6 y 10 meses el viaducto del Pago del Medio -que debe unir La Rinconada con San José-, el ramal de Brenes, la ronda urbana sur de Mairena del Aljarafe y otras tres carreteras. En materia ferroviaria, la consejera no ha osado meterle mano al tren de la Bahía de Cádiz, el tranvía de Jaén o los Metros de Granada y Málaga, pero ha ‘reprogramado’ todas las conexiones de Sevilla. Ni siquiera ha dejado indemne una sola para al menos disimular: dos tramos del tranvía de Dos Hermanas –y Toscano, tan contento-, el tranvía del Aljarafe, el tramo final del tranvía de Alcalá de Guadaíra con la Universidad Pablo de Olavide y dos tramos de la alta velocidad, el de la estación de Santa Justa al aeropuerto y el túnel de los Alcores.

Ésta era, a lo que se ve, la apuesta de la Junta por la movilidad sostenible en el área metropolitana. Si a la ‘reprogramación’ de la Junta en materia ferroviaria se le une la del Ministerio de Fomento en carreteras, especialmente en la SE-40, vemos que Sevilla es la gran víctima andaluza de la ‘pinza’ formada por las dos Administraciones en materia de obras públicas.

CONSECUENCIAS

La Junta va a diferir la inversión de 451 millones de euros en la provincia de Sevilla durante los próximos seis, siete o diez meses si, en el mejor de los casos, se cumplen los plazos de la ‘reprogramación’, pero, por la magia del lenguaje eufemístico de Rosa Aguilar, como no se van a rescindir los contratos, ni se van a paralizar (¿?) las obras, no va a haber repercusión alguna en el empleo, como si las empresas constructoras pudieran mantener en plena crisis mano sobre mano a sus plantillas si no hay carga de trabajo.

Cuando el Ministerio de Fomento anunció su propio plan de recortes y anulaciones de obras públicas, las patronales de la construcción, en un vano intento de frenar al ministro Blanco, hicieron un estudio para estimar los efectos de las desinversiones gubernamentales. Según el informe, por cada millón de euros dejados de invertir en las obras públicas se pierden 18 empleos directos e indirectos, tanto en la construcción como en los sectores auxiliares.

Aplicando estos cálculos al anuncio de la Junta, los 451 millones de euros que por de pronto no se invertirán en Sevilla se traducirán en la pérdida de 8.118 empleos.

Esta cifra equivale a todos los habitantes de un municipio como Santiponce, pero probablemente Rosa Aguilar diría que se trata  de “una deriva temporal en la ocupación”.

Frenazo y marcha atrás

“Nada volverá a ser como antes”. Estas palabras del ministro de Fomento, José Blanco, el 24 de mayo en el Congreso eran una premonición del drástico recorte de las inversiones en obra pública. Zapatero se comprometió ante la UE  a ajustar en 50.000 millones de euros el gasto en  2010-2013, de los que 6.400 corresponderían a Fomento entre este año y el próximo. Blanco ya ordenó  que sólo se terminaran las carreteras cuya finalización fuera más barata que las indemnizaciones que habría que pagar por suspenderlas. Esta semana, Fomento ha comunicado a la patronal sus planes: rescisión de los contratos de 70 obras en curso, ninguna carretera nueva en 2011  y  retraso de las que están en obras hasta 2016-2017.

Sevilla aparece de nuevo -la inversión pública en nuestra provincia sólo ha superado la media nacional una vez en los 18 años desde la Expo-  como la primera en la ‘lista negra’ del Ministerio, por los 500 millones de coste de los túneles de los Atlantes, proyectados por José Luis Manzanares sobre el río para la SE-40. El ingeniero trianero decía: “Un túnel bajo el Guadalquivir, en el lago Tharsis, cuna de Tartesos y sede de leyendas ancestrales , debe rememorar la gesta de los atlantes de los que toma el nombre: una estructura épica para un lugar épico y misterioso”.

CORTAR POR LO SANO

Pero como en Fomento no hay lugar para la épica, los cuatro túneles de 2,5 kilómetros –los más largos bajo un río en España-  cuentan con un 99,99% de posibilidades de ser diferidos ‘ad calendas graecas’ o incluso de quedar enterrados en el baúl de los recuerdos y ser sustituidos por un modesto puente, no se sabe cuándo. A Fomento no le duelen prendas a la hora de recortar, y ya eliminó el puente gemelo al del Alamillo diseñado para la Expo por Calatrava y lo sustituyó por otro sencillito de catálogo. La ley asegura a los contratistas –las andaluzas Sando y Azvi entre ellas- el cobro del 6% de la obra no ejecutada, más los gastos por la compra de maquinaria y otros conceptos, pero el Gobierno prefiere pagar esa indemnización (30 millones de euros) antes que 500 millones.

Además de los túneles, se va a paralizar buena parte de la SE-40, una ronda de circunvalación de 77,6 kilómetros, con un coste inicial de 1.200 millones de euros  y dividida en once tramos. Iniciada en 2005, sólo están en ejecución cinco de sus once fases, y al ralentí. A preguntas del diputado Ricardo Tarno (PP), el Gobierno reconoció hace dos meses que sólo se habían certificado obras por 70,5 millones de euros en 2009, cuando se habían presupuestado 170 millones. Por tanto, Fomento ya venía pisando el freno al librar sólo el 41,50% del dinero previsto.

LA LISTA NEGRA

El frenazo a la SE-40 implicará la más que probable paralización del gran puente que conectaría La Algaba con la autovía de acceso Norte a Sevilla. Todos los indicios apuntan a que no se van a licitar los tramos pendientes de esta ronda y a que con suerte se podrían rematar  los 23,9  kilómetros entre La Rinconada y Dos Hermanas (el 30,79% del total), que acumulan ya ocho meses de retraso. Antes del tijeretazo se preveía su conclusión para el primer semestre de 2011.

En la lista negra de obras sevillanas frenadas también pueden acabar el túnel del AVE Santa Justa-aeropuerto y la ampliación del tercer carril de la A-49 hasta La Palma. Con suerte se concluirían las obras hasta Sanlúcar la Mayor. Y a Blanco le han venido de perlas las protestas de los alcaldes de Utrera y El Cuervo sobre el futuro trazado de la A-4 y la de colectivos de la Sierra de Huelva sobre la mejora de la conexión Sevilla-Lisboa para aparcar estos proyectos. Lo único que parece salvable en la actual coyuntura es el Cercanías ferroviario del Aljarafe, avalado con su presencia por el propio ministro, que le dio el pistoletazo de salida hace unas semanas. Ya entonces Griñán dijo que las carreteras podían esperar, no así el ferrocarril.

CRISIS SOBRE CRISIS

Estos recortes tendrán un efecto demoledor en la construcción y en la  refinanciación de empresas andaluzas como Sando, una de las contratistas de la SE-40. La compañía, con fuerte presencia en Sevilla, refinanció hace un año un préstamo sindicado y otros créditos por 1.500 millones de euros con un ‘pool’ de bancos. Todo el plan se basaba en los ingresos que la empresa esperaba por su cartera de obra contratada, unos contratos que en parte son ahora papel mojado.

En los Presupuestos Generales del Estado, el Gobierno destinaba más de 500 millones de euros para infraestructuras en Sevilla. Esta cifra, aunque insuficiente, fue bien valorada por Comisiones Obreras al contemplarla en un escenario de crisis y con más de 200.000 parados -un 22% de tasa de desempleo-. El sindicato calculó que podría suponer para la provincia el 1,8% del PIB y la creación de 4.000 empleos directos en la construcción y el mantenimiento o inducción de otros 25.000 en sectores auxiliares, por lo que el parón inversor de Fomento en Sevilla  tendrá una fuerte repercusión. Las patronales de la construcción calculan que por cada millón de euros dejado de invertir en obra pública se destruyen 18 empleos directos e indirectos, de lo que se colige que sólo la ‘congelación’ de los túneles de la SE-40 dejará de brazos cruzados a 9.000 personas.

Y todo en la semana en que según el último informe socioeconómico, en Sevilla han desaparecido 5.000 empresas víctimas de la peor crisis que se recuerda. Ni siquiera la obra pública aparece ya como una tabla de salvación.